POV Edward

El plan de Alice había funcionado, me dijo que me acercara a ella poco a poco, y debo decir que cuando la vi, todo mi mundo se detuvo, me dejó helado su confesión y estoy totalmente arrepentido por todo el dolor que le causé, pero prometí recuperarla y eso estoy haciendo.

Después de que termináramos de hablar, fuimos a la cocina a preparar algo para comer, es increíble lo rápido que nos tranquilizamos, era como si nada hubiera pasado nunca.

Pasamos todo el día hablando de nosotros de nuestra vida en el mes que estuvimos solos, lo que hicimos.

-Sabes, hace una semana te vi, estabas en nuestro árbol del parque...en ese entonces creí que estabas ahí porque el lugar era importante para ti...ahora sé que es así, pero me dolió mucho verte de esa manera-dijo mi hermosa mujer recostada en mi pecho, estábamos en el jardín viendo las estrellas, recuerdo ese día, fue el día que estaba tan cansado de todo, de que no pudiera sentir ya nada salvo dolor por no tenerla a mi lado y decidí ir a donde habíamos pasado buenos momentos.-Si, lo recuerdo, ese día no fue el más agradable.-susurré.

Fuimos a dormir, nos recostamos juntos en la habitación que solíamos compartir...Esa noche pude dormir profundamente.

***

3 meses después...

Hoy era el cumpleaños de mi esposa, sí, nos volvimos a casar hace casi un mes, fue un día verdaderamente agradable, por fin recuperé a mi esposa, lo que hace tres meses hubiera creído imposible.

Me levanté con cuidado de no despertarla y bajé a la cocina a prepararle un desayudo de cumpleaños, le hice su comida favorita, Jugo de naranja y pan tostado con cajeta*, lo puse en una bandeja de comida con una rosa blanca y manchas rojas, su favorita y lo subí a nuestra habitación, compramos una nueva casa a las afueras de la ciudad, era grande, muy amplia y con un gran jardín para mi bella esposa. Bella aun no despertaba, dejé el desayuno en la mesita y tomé la rosa, me recosté a su lado y fui pasando la rosa por su rostro, sus mejillas sus párpados y sus labios, ella sonrió.

-Sabes, me gusta ser despertada de esta manera-murmuró con los ojos cerrados.

 Me acerqué a ella y susurré en su oído-Feliz cumpleaños, amor-besé su mejilla y ella volteó su rostro para buscar mis labios y ¿Cómo negarme? La besé hasta que nuestros pulmones rogaron por oxígeno.-Buenos días- le dije entre besos.

-Muy buenos días- contestó ella abrazándome más fuerte-se levantó un poco-¿Con que mi cumpleaños no? ¿Cómo es posible que olvide mi propio cumpleaños?-dijo con humor, verla sonreír era lo mejor.

-Te preparé tu desayuno favorito-dije acercándole la comida, la puse en la cama, y ella sonrió-¡Oh! ten,-le entregué la rosa y tomó y la acercó a su nariz.

-Gracias, amor.-se acercó y me dio un casto beso.

-Bueno a comer-dije ofreciéndole el jugo, ella bebió un poco y luego puso mala cara, salió corriendo al baño, rápido me levante para ver qué pasaba, según yo el jugo estaba bien, ella estaba vomitando cuando entré al baño.

-¿Bella?-mi preocupación creció.

-No entres...no quiero que veas esto-dijo bajando la manija del escusado.

-En la salud y en el dolor, no lo olvides.-respondí acercándome a ella-¿te encuentras mejor?-pregunté

-No, la verdad no me siento bien, me da vueltas la cabeza-dijo sujetándose de mi hombro.

-Ven, te llevaré al hospital-no dejé que me respondiera ya sabía de su aversión a los hospitales, pero su salud era mi prioridad.

Durante el trayecto al hospital Bella iba muy pensativa, de reojo pude ver que contaba, fruncía sus cejas y volvía a contar, luego negaba con la cabeza, y articulaba, "no puede ser", luego sonreía.

-¿Qué pasa?-pregunté con algo de humor, se sorprendió como si de pronto hubiera olvidado mi presencia.

-No, nada...-y no volvió a decir más.

***

-Edward, me gustaría que esperaras afuera, por favor-me dijo el doctor Johnson, a regañadientes acepté.

Me senté en la sala por una larga hora, no sabía qué hacer, me estaba poniendo más y más nervioso, estaba a punto de entrar cuando mi esposa salió con la cara blanca y sorprendida, me acerqué a ella rápidamente.

-Amor ¿Estás bien?-pregunté preocupado, tenía la mirada perdida, cuando reaccionó, me abrazó y sollozó diciendo-¡Oh, Edward!

-Amor, me estás asustando ¿qué pasa?-miles de imágenes cruzaron por mi mente ¿estaría enferma, sería muy grave?

-Es posible...que...-tragó como si un nudo muy grande le estuviera evitando hablar...Sonrió-Sabes no es nada grave, solo que fue un gran impacto ¿vamos a casa?-preguntó, yo me sorprendí de lo rápido que cambió.

-Vamos, pero me dirás qué tienes.-la tomé de la mano y nos dirigimos a casa.

-Sabes, no quiero nada hoy, solo quiero estar en el jardín y recostarme, no me siento muy fuerte-dijo cuando habíamos llegado a casa.

-¿Ahora si me dirás que pasa?-pregunté bastante confundido.

-¿Puedes traer una manta?Quiero ir  al jardín y disfrutar del sol-dijo ignorando mi pregunta, se fue al jardín y yo me quedé estático en la sala...¿Por qué actúa así? Fui por la manta y bajé al jardín, ella estaba mirando a lo lejos del bosque.

-Ven, ya está la manta-le dije, no me respondió y  nos acostamos. 

-Sabes, me siento mucho mejor y tú serás maravilloso-dijo levantando la cabeza de mi pecho, me senté con ella en mis brazos.

-Bella ¿que es?-exigí saber, sonrió mas.

-¿Sabes?creo que hará falta una casita del árbol por ese lugar- señaló un costado de la casa, cansado de tanto preguntar mejor le seguí el juego.

-Creo que ya estás muy grande para jugar en una casita, amor-dije tomando un mechón de su cabello y colocándolo detrás de su oreja, cerró los ojos ante mi toque.

-No es para mí, es para nuestro bebé-susurró, bebé...Espera ¡¿QUÉ?! Pareciera que regresé a mi etapa en la que apenas lograba hablar y no podía articular nada, abrí la boca y no salía nada.

-Vamos a ser padres-susurró ella y me abrazó, por fin reaccioné y la levanté, la abracé y besé con todo mi amor...Una vez que nos separamos, junté nuestras frentes.

-Pero era imposible, ¿cuánto...?-pregunté casi sin voz.

-Dos semanas, ves nada es imposible, un bebé Edward, un pedacito de ti y de mí, ¿puedes creerlo?-se veía radiante, íbamos a ser padres...jamás creí sentir tanto, era como si  mi corazón se expandiera  y lograra sentir más amor por ella del que creía posible.

***

-¿Estrés?-preguntamos al doctor al mismo tiempo, habíamos decidido venir a verlo, ya que, se supone era prácticamente imposible.

-Sí, Edward, el doctor que te haya atendido, no supo decirte con claridad, a veces el estrés provoca bastantes cosas de la que no nos percatamos, debieron estar en una etapa bastante mala, si una mujer es estresada, no ovula bien, provocando que no se embarace y lo mismo pasa con un hombre, la tensión y cansancio hacen que sus espermas sufran de descenso en su movimiento y morfología, haciendo que sea imposible fecundar-seguí explicando.

-Lo único que les hacía falta era vivir tranquilamente-

Salimos del hospital y nos dirigimos a nuestra casa, pasamos un día tranquilo, pensando en un sinfín de cosas...

***

1 año después...

-¡Hola bebé!...-susurré a mi hija, ya estaba despierta, mi esposa se quedó con ella en brazos, estaba profundamente dormida, la levanté y salí con ella al jardín, mi linda hijita tenía tres meses de edad, era muy hermosa, tenía el color de mi cabello y mi color de ojos, se parecía mucho a Bella, aunque ella no lo quisiera admitir.

Al poco rato bajó Bella aún en pijama, al  vernos sonrió.

-Hola mis amores-me dio un beso y otro a mi nuestra hija.

-¿Llevan mucho despiertos?-preguntó jugando con la manita de nuestra hija.

-Una media hora ¿Dormiste bien?-le pregunté cariñosamente.

-Muy bien-sonrió-Renesmee, hoy es el cumpleaños de papi, ¿Qué le vamos a regalar?-susurró a nuestra hija...Renesmee Carlie Cullen Swan, Nuestra hermosa hijita de 3 meses de edad.

-Ya tengo todo lo que quiero amor, tengo a mi esposa y a mi hija, lo demás sale sobrando-dije besándola.

-Te amo-respondió ella.

-Te amo y te amaré siempre-dije besándola de nuevo.

EL COMIENZO DE UNA NUEVA VIDA 
FIN

N.A:Y de eso se trata la vida, de llorar, reír, disfrutar, amar, y sentir lo más posible, la vida nunca será justa con nosotros, siempre existen momentos desagradables, y también momentos felices, pero nunca debemos juzgar la vida que nos tocó, porque a ese destino le debemos lo que hoy somos, lo que en un futuro seremos, está en nuestras mano ponerlo fin a lo que nos atormenta, sacar provecho de lo bueno que tenemos, porque, ¿Quién dijo que debemos seguir las reglas? No debemos dejar que la mayoría nos absorba, ser único es nuestro trabajo del día a día, no nos debe importar lo que los demás digan, ni pedir permiso para hacer lo que nos hace felices(Salvo si es a tus padres, entonces no me hagan mucho caso >.<), bueno, entendieron el punto.

Y así se resume todo, de tomar decisiones, pequeñas o grandes todas son igual de importantes, algunas nos duelen otras nos hacen bien y otras nunca sabremos si fueron las adecuadas, porque no hay decisiones correctas, solo hay decisiones que tenemos que tomar, que nos llevarán a diferentes caminos y de las cuales debemos aprovechar todo, ya que bueno o malo nos deja una enseñanza.

Sin más por el momento que decir, los dejo, este fue un Fic al que le tomé mucho cariño y que hoy vuelve con ustedes después de tanto tiempo encerrado entre carpetas.

Solo me queda decir GRACIAS por TODO.

Los quiero mucho <3

*Cajeta-dulce de leche.

Editanto me di cuenta de muuchos errores ortográficos que tenía, una ENORME disculpa xD

Y sobre un comentario... Es cierto, si ha pasado un año debería ser cumpleaños de Bella no de Edward..., pero no es literal UN AÑO, podría ser más o menos tiempo... es aproximadamente un año xD

GRACIAS POR LEER Y COMENTAR.