Pequeño Reencuentro
No pasa ni cinco minutos, pero en mi mente pareciera que fueran pasado horas desde que nos encontramos viendonos como si fuese una batalla de quién aparta la vista primero.
Tras haberlo llamado asi, me dio una media sonrisa, y estoy segurisima que es de esas sonrisas que derretiría a cualquier chica, incluyendome un poco. Y, ¡oh Dios! ¿Acaso los bombones tienen piernas y brazos?.
El me mira con mucha curiosidad e intensidad y pareciera que procesara las palabras que acabo de soltar, obviamente en ningún momento le aparto la mirada. Me doy palmaditas a mi misma por no dejarme intimidar. Me resulta un poco gracioso que nuestro reencuentro haya ocurrido acá y de manera un poco peculiar, en una librería, no me creo que, estudiamos en la misma universidad y desde todo este tiempo que llevo ahí, no nos hemos topado, ni por accidente, siquiera en la cafeteria, bueno yo relamente tampoco buscaba acercarme, técnicamente me daba igual, tampoco omitire el hecho que, a veces tiraba mis miraditas megas discretas a cierto chico, pero siempre intenté no prestarle importancia y realmente yo vivo en mis nubes de fantasías. A la final solo había sido un chico con el que tuve una plática rara, pero interesante y recuerdo que me dije que no debía volver hablar con el si me lo volvía a encontrar y mira ahora... Me vuelvo a preguntar si el será Nate, osea solo son tres chicos, y las otras chicas mega pesadas que pertenecen a "Los Reyes". Y es que me pongo a pensar, no se nada de ellos a detalles, solo se lo poco que me dijo Sansa, las estúpidas reglas, sobre que antes eran ocho, según lo que dicen, tampoco quise preguntar nada más ni andar husmeando sobre ese grupo.
El finalmente termina soltando palabras que me dejan descolocada y con cierta emoción a la vez.
— Lindo suéter, me gustan tus suéters— dice observandome directamente a los ojos.
Ok...
Me va dar un bajón
DIJO "ME GUSTAN TUS SUÉTERS"
Uuuh ¿Acaso tú también me tirabas miraditas discretas pequeño travieso?
Me recuerda.
》 Y tu cabello, — sigue hablando con su voz de sexy locutor —. Ese día no logré decirtelo — ve detrás de mi rápidamente y vuelve a conectar su mirada con la mía —. Aunque son muchas cosas no alcance a decir, lindo día para ti, chica suéter cool — me guiña un ojo alejándose llevandose consigo mi libro.
¡Agarrenme que me desmayo!
¿Que le pasa a ese chico?. ¿Quiere ocasionarle un infarto a mi pinche corazón?
De verdad que no sé de dónde sale mi impulso, pero, salgo corriendo tras el, y no sé cómo consigo quitarle el libro con cierta facilidad. El me mira sorprendido y con cara de pocos amigos, no lo culpo yo también estoy mega sorprendida por este acto de valentía, pero oigan, ese libro aclamaba mi nombre, aunque siquiera lo compraré, solo quería observarlo bien, debería solo disculparme y darselo de regreso, pero desecho esa idea de inmediato. El me dice algo que no entiendo e intenta arrebatarme el libro, decido que no es buena idea quedarme justo a su lado y salgo corriendo nuevamente como una loca, siento miradas sobre mi, capaz y piensan que me quiero robar el libro o algo, pero en este preciso momento no me importa. ¡Dios! siquiera se porque sigo corriendo, incluso ya cuando he cruzado el pasillo y lo he dejado atrás.
Corre, huye, no pares
Me detengo analizando todo lo que acaba de suceder, observo a mi alrededor y estoy en el pasillo de libros para niños, uff creo que ya queme muchas calorías durante esta corrida. Veo los libros para colorear y escondo el que acabo de arrebatarle al chico entre muchos de ellos, y agradezco que en este lugar no haya cámaras o vigilantes que estén pegados como chicles a ti. Un ruido y leves golpes me sacan de mis pensamientos.
Un golpe tras otro en mi pie, me hace bajar la mirada encontrándome con un niño y sus carritos chocando contra mi zapato. ¡Vaya! parece que estoy tapando su vía.
Bruuun Bruunn son los sonidos repitientes que sigue haciendo, doy un salto rápidamente hacia atrás y sin poder evitar el niño se viene hacia adelante ¡Ups!, se cayó. El no llora, lo siguiente es, que me tira uno de sus carritos y sale corriendo. Tomo el carrito y lo fulmino con la mirada, tras ello me saca el dedo del medio. ¡Oh Dios ese pequeño diablillo!.
— Pensé que eras una chica... Normal con gustos geniales — Vale, me estremezco al escuchar su voz tan cerca, y no ayuda para nada el hecho que está invadiendo espacio personal —. No te basto con arrebatarme el libro que yo tome primero e iba ser de mi propiedad, sino que también ahora le quitas el carrito a mi hermanito — Se acerca mucho más y siento su respiración en mi cuello.
¡Alerta!
Detecto..
¡Peligro!
Espera.. El dijo ¿hermanito?
Ay no..
¡Calma!
Volteo lentamente alejandome de su cercanía, y le doy la sonrísa de boca cerrada más falsa del mundo.
》No sonrias así — hace una mueca — Anabelle incluso podría sonreir más lindo — Me ve con cierta burla, pero luego me sonríe. Y por un momento de rabia, quiero sacarle sus perfectos dientes con un alicate.
Risa malévola interna
Decido pasarle por un lado ignorandolo y retomando mi camino a la salida, a una distancia prudente me permito voltear disimulamente para comprobar de que no me siguió, en efecto el no lo hizo.
¡Se suponía que me tenía que seguir y preguntar por el libro!
Salgo de la librería un poco desilucionada, porque admito que quería que me fuese sacado más conversación y también estoy sorprendida de mi misma por todo lo que pasó, un día de locos sin duda. Mi teléfono suena y contesto inmediatamente al ver que se trata de Brinny.
— ¡Annieee!— Dice casi gritando y alargando mi nombre
— ¿Quien la busca?— digo en un intento muy fallido de hablar con voz gruesa.
— No seas payasa, es algo super serio — la conozco también y se que rueda sus ojos.
— ¿Ya me extrañas?
— Annie Sharimar Theis Gil — dice, y cuando ella dice mi nombre completo es porque realmente es algo serio.
— Vale, ¿Que sucede?. — suelto mientras cruzo la calle, sin voltear a los lados, creyéndome toda una inmortal
— Tú mamá me ha llamado
Me quedo paralizada, porque primero, mamá solo llama a Brinny para preguntarle mil cosas sobre mi, y lo hace cuando no me cree en algo.
》 Ella vio una foto que postee recien de nuestro reencuentro, y hoy en la mañana recibí su llamada — ahora su voz se torna preocupada —. Le conté como fue nuestro reencuentro y que hicimos una piscina de lágrimas, después ella me hizo preguntas, Annie ella realmente está muy preocupada.
— No he hablado con ella en días — es lo único que logro decir.
— Tú familia te echa de menos
— Y yo a ellos bri, prometo comunicarme más seguido — Al ver dónde se dirige está conversación, intento desviarla contadole el suceso de hace pocos minutos —. Le arrebate un libro a un chico, salí corriendo, luego un niño malvado me tiró su carro, el chico me encontró, le pase por un lado, y no me detuvo, ¡el no me detuvo! — Hablé tan rápido, que creo que mi amiga no entendió ni la mínima cosa de lo que acabo de decir.
— Oye, calma fiera, no proceso tan rápido, mi Windows aún no es actualizado — suelta un suspiro y no puedo evitar reír —. Mamá necesita de los servicios de esta bella dama, mejor cuéntame a lo que nos veamos, cuídate Nyn.
— Vale linda damicela, espero con ansias verla — ella hace un sonido raro y supongo que me manda un beso a través de nuestra llamada —. Cuídate tú también bri.
● ☆ ●
Sigo mi rumbo, ya el sol está por ocultarse y quedó maravillada con lo hermoso que está el atardecer hoy, le tomo algunas fotografías, sin duda soy amante de ellos. Tardo un poco más al llegar a mi departamento, y mientras voy dejando las compras en su lugar es inevitable pensar en que hoy no fue un día nada normal.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro