06
— Hyunjin escúchame — Bangchan lo devolvió a la realidad — Jeongin y yo estamos llegando para distraerlos a todos, Minho está tratando de rastrearlos para saber cuántos son — suspiró.
— Y le diré a Changbin y Seungmin que no los pierdan de vista.
Mientras tanto tú evita que ese omega salga o abra la puerta.
Por inercia Hyunjin miró la puerta del baño, tenía que apurarse.
Colgó la llamada y lanzó el teléfono lejos de él.
— ¡Felix! — Su voz había salido con tanto pánico que entendía perfectamente que Felix entrara con una cara llena de preocupación.
— Ay — Exclamó el omega cubriéndose los ojos — ¿Qué necesitas?
— Necesito ayuda para lavar mi.... mi cabello — Sonrió mostrando los dientes — Puedes mirar, no tengo problema.
El rubio quitó sus manos de sus ojos abriendo lentamente los ojos, miró al alta dentro de la tina y sus mejillas tomaron un color rojo.
Tímidamente se acercó hacia el pelinegro, en silencio se sentó al borde de la bañera y comenzó su labor, tratando de no mirar más de lo necesario.
Mientras Felix sentía el calor apoderarse de su cuerpo, Hyunjin sentía la preocupación, si Jeongin y Bangchan no llegaban a tiempo esos tipos entrarían, lo asesinarían y tal vez le harían algo peor al Felix.
La puerta fue tocada con fuerza.
Felix detuvo su tarea e hizo el ademan de levantarse, sin embargo, Hyunjin lo jalo de la mano.
— Aún no terminas.
— Están tocando la puerta — Murmuró — Volveré en un momento.
— No por favor, termina — Los golpes a la puerta se volvieron mucho más insistentes.
— Solo veré de quien se trata — Intentó soltarse, pero el alfa lo jalo con mucha más fuerza, Felix perdió el equilibrio y terminó cayendo dentro de la bañera.
Rápidamente se reincorporo, miro con preocupación al alfa esperando a que se quejara del dolor o que diera un indicio de estar incómodo.
— ¿Te lastimé? Lo siento, perdón — El pelinegro lo miró detenidamente, lo tenía tan cerca de él que no pudo evitar perderse en sus bonitos ojos — Lo lamento.
Los golpes en la puerta siguieron, pero a Hyunjin ya no le preocupaba mucho. El aroma a nuez de Felix lo tranquilizaba por completo.
— Debo abrir la puerta — Musitó lentamente — Suena a que es importante.
— No te muevas — Le advirtió.
Saco sus manos del agua y lentamente poso sus manos en el rostro del de cabellos rubios, el omega suspiro violentamente tratando de no hacer visible lo mucho que lo debilitaba el alfa.
El pelinegro se acercó peligrosamente a su rostro, para su grata sorpresa Felix no se alejó ni por espasmo. Al contrario, Hyunjin podría jurar que se había acercado un poco más.
Pasó sus manos a la espalda del rubio y lo apegó a su cuerpo, Felix puso sus manos en las mejillas del alfa y se dejó llevar por el momento.
Ambos terminaron besándose dentro de la bañera.
El teléfono del alfa comenzó a sonar, pero a ninguno de los dos parecía importarle mucho. Hyunjin abrazó con fuerza al omega poniendo sus manos en la estrecha cintura del rubio.
Había besado tanto omegas a lo largo de su todavía corta vida, había estado en miles de camas y hoteles, acompañado de los omegas más exclusivos.
Todos esos "afortunados" (como el mismo los llamaba) Eran hermosos, tenían la facilidad de resaltar entre la multitud con el simple hecho de existir. Todos tenían algo en común, solo querían una noche, no pedían una relación o algo por el estilo.
Hyunjin era el más feliz con ello.
Sin embargo, había una gran diferencia con el omega que justo en esos momentos lo ayudaba a secarse el cabello, con las mejillas más rojas que un tomate.
Felix no buscaba una noche, siquiera lo había provocado o algo por estilo, aún con eso en mente Hyunjin sentía la necesidad de tomarlo, de poseerlo y de no soltarlo.
Felix despertaba algo más que solo deseo en él.
—¿Saldrás mañana? — El rubio lo miró momentáneamente antes de negar con la cabeza — ¿Estás seguro?
— No tengo nada que hacer mañana — Contestó sin mirarlo — ¿Por qué?
— Por nada — Sonrió — Oye.
— Mande.
— Te ves bonito.
— No digas esas cosas — El alfa sonrió como un pequeño niño travieso — Listo, te ayudo a que te acuestes.
— ¿Por qué estás tan rojo? — Felix lo miro nuevamente — ¿Nosotros no nos besábamos antes?
— Hyunjin duérmete ya — Replicó.
— ¿Fue tu primer beso?
— Basta — murmuró.
— Creo que comienzo a recordar algo del pasado — Exclamó emocionado — Nosotros lo hacíamos en la bañera.
—¡Hyunjin! — El alfa comenzó a reír exageradamente mientras que el omega sentía la vergüenza invadirlo.
En completo silencio y tratando de ignorar los comentarios de alfa, Felix lo ayudo de recostarse, lo arropo bien y movió la silla de Hyunjin al otro lado de la habitación.
— Que tengas buenas noches.
— ¿Me podrías besar de nuevo? — Formó un puchero con sus labios, por momentos el omega creyó que estaba cuidando de un cachorro — Anda, por favor.
El rubio se acercó hacia él dejando un beso sobre la mejilla del alfa, mas sin embargo antes de que pudiera alejarse por completo, Hyunjin lo beso en los labios.
— Buenas noches — Nervioso y con su corazón latiendo como loco, salió de la habitación.
Hyunjin volvió a reír, dejando que su cuerpo se invadiera con la ternura de Felix.
—¿Qué? — Changbin suspiró de nuevo.
— Eso es lo que dijo Bangchan.
— No no no, Changbin, no — El otro alfa negó de nuevo — ¿Por qué?
— El incidente de ayer lo hizo tomar esta decisión y realmente es lo mejor para todos.
— Aún no estoy en condiciones para regresar a la base, mira mi pierna, está rota y...... no.
— Te quedarás en casa de Jeongin , todo estará bien.
—¡¿Jeongin?! — Negó — Jeongin mata a todas sus mascotas, ¿crees que podrá cuidarme?
— Bien, entonces te quedarás con Seungmin.
— Ese demonio es capaz de envenenarme — Seo frunció el ceño — Lo mejor es que sigamos igual.
— ¿Por qué te niegas a irte de aquí? Creí que serías el más feliz al saber que ya no vivirías más con Lee Preocupon Felix.
Hyunjin lo miro en silencio, dejando que la cabeza de su mayor comenzará a realizar la teoría más loca del mundo.
—¡Por dios! — grito de pronto — ¡¿Lo embarazaste?!
—¡¿Qué?!
— ¿Cómo hiciste eso estando con una pierna rota? Eres mi ídolo.
— ¿De qué demonios estás hablando? Nadie será padre en estos momentos.
— ¿Entonces por qué quieres seguir aquí? — El pelinegro mordió su labio inferior.
—Porque me gusta Felix.
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