03
El sudor le empapaba la frente.
Tenía que hacer el esfuerzo, podía sentir como sus huesos comenzaban a estirarse de más. Necesitaba pararse de la silla, intentar ponerse de pie, aunque sea para tomar algo de agua.
Era inútil, aunque ignorara el dolor que le provocaba siquiera estirarse, el yeso no lo dejaba hacer nada.
Kkami comenzó a ladrar, lo que le anunciaba la llegada de Felix.
Hyunjin se dejó caer en la silla de nuevo, se movió hacia la gran ventana y se quedó a admirar la ciudad y como el omega llegaba al edificio.
Llevaba al menos cuatro días ahí, era tan aburrido que lo único que lo entretenía era ver llegar a Felix.
—Mi perro lindo —chilló aún en la puerta, como era de costumbre, rasco la panza del perro antes de entrar.
Hyunjin puso su silla en marcha hasta llegar a la cocina, se quedó estático en el pequeño pasillo mientras miraba atentamente al más joven.
Felix levantó la vista encontrándose con la seria mirada del alfa puesta en él. La hinchazón de su ojo ya era casi invisible, su labio también se veía mucho mejor.
—Traje hamburguesas para cenar— dijo levantando la bolsa que traía consigo.
El alfa sonrió levemente mientras asentía, Felix dejo a Kkami en la puerta y se adentró a su casa. Tomó dos platos del mueble y sacó ambas hamburguesas.
—¿Te divertiste hoy?— Hyunjin lo miró en silencio, aún le parecía extraño que Felix hiciera ese tipo de preguntas.
—Si, hice carreras con el inválido del 202— Felix soltó una risilla, la melodia favorita de Hyunjin desde que había salido del hospital— ¿Adivina quién ganó?
—¿Tú?— mordió su hamburguesa sin perderlo de vista.
—No, el tipo se levantó y corrió hasta la meta— Felix volvió a reír— ¿Y cómo estuvo tu día?
—No tan interesante como el tuyo, la vida de un maestro no es nada impresionante.
—¿No?— el omega negó rápidamente— Tienes un montón de jóvenes que tienen que obedecerte, ¿Cómo puede ser aburrido?
—Normalmente le doy clases a personas de mi misma edad y más grandes— dijo —Es tedioso trabajar con personas que creen saberlo todo.
El alfa se mantuvo en silencio, los problemas de Felix parecían ser minúsculos a comparación de los suyos, pero aún así podía entender lo frustrante que era para el omega.
—¿No te gustó?
—Eres muy bonito— Felix se quedó quieto, aún con la hamburguesa en sus manos, justo a punto de darle una mordida— Muy bonito.
—Ya— su voz apenas y era audible, estaba siendo presa fácil para Hyunjin.
Era un alfa, sabía cómo seducir a un omega.
Unas palabras lindas, hacerlo reír un poco, interesarse en sus cosas y lo tendría en su cama. Le había funcionado millones de veces.
Pero Felix era algo distinto, en verdad Hyunjin creía que era bonito.
No solo físicamente, su carácter era bonito y su manera de tratarlo era linda.
O solo estaba tratándolo así porque casi lo manda con Jenny Rivera, por tener miedo de ir a prisión.
La sonrisa del alfa se borró.
—¿No te gustó? ¿No te gusta la mostaza? Lo siento, debí preguntarte antes— Dejó su hamburguesa en su plato y se aproximó hacia el pelinegro— Puedo prepararte otra cosa si gus...— Hyunjin le tomó la muñeca con fuerza en cuanto el rubio intentó tomar su comida.
Los enormes ojos del omega se encontraron de frente con los del alfa.
Felix sintió un escalofrío recorrerlo.
—Está bien— Relajo su semblante después de unos segundos— Todo está bien.
El rubio se alejó lentamente de él, su lobo estaba corriendo por todos lados, pero su rostro reflejaba terror.
—Tengo mucho trabajo pendiente, iré... Iré a darme un baño— Tomó su mochila de la silla y corrió hacia su habitación.
Sentía su corazón bombear rápidamente, sus manos estaban sudando y en su cabeza había muchos mini Felix corriendo por todas partes.
Mientras que Hyunjin miraba su hamburguesa en completo silencio, miró al perro recostado a un lado de él y después miró hacia la puerta de la habitación.
—Solo está actuando— Repitió para sí mismo.
Tenía que quitarse ideas locas de la cabeza.
La desesperación se estaba volviendo parte de él.
Eran casi las cuatro de la mañana y no podía dormir, tenía comezón en la espalda y no podía siquiera estirarse sin sentir cómo sus huesos se volvían polvo.
Los gatos maullando en la calle tampoco ayudaban mucho, tenia frio y ganas de hacer del baño.
Los pasos al otro lado de la puerta lo pusieron alerta, ¿Kkami? No, esos pasos eran firmes y sincronizados.
Miró atentamente a la puerta esperando a que ésta se abriera. ¿Qué haría si alguien entraba? No lo sabía, esperaba que su cuerpo se recuperará automáticamente.
La puerta se abrió al fin dejando ver al omega rubio con cara de querer asesinar a todo el mundo. Se acercó lentamente hacia el alfa y le tendió el teléfono que traía consigo. Levemente lo movió y Hyunjin no tuvo otra opción más que fingir que recién despertaba.
—Tus padres quieren hablar contigo — El pelinegro tomó el teléfono rápidamente.
Felix se estiró como un pequeño gato recostándose en la cama en lo que Hyunjin contestaba la llamada.
— ¿Mamá qué pasó?
—Vete a la mierda Hwang Hyunjin, te rebanare la garganta en cuanto te vea —Alejó el teléfono de su oreja al escuchar el grito del omega, agradece que Felix no estuviera en sus cinco sentidos.
—¿Qué es lo que ocurre?
—Jisung quiere preguntarte un par de cosas, debe ser muy importante porque ha estado tocando el timbre desde las malditas tres de la mañana —Hyunjin rió bajito.
— ¿De qué se trata?
-—¿Hyunjin? Soy Hannie —Escuchó a su amigo —¿Cómo va todo?
—¿Cómo crees?— miró a Felix dormido y después suspiro —Es una mierda.
— ¿Aún no logras acostarte con ese omega?— Se burló.
—Si al menos pudiera levantarme por mi cuenta lo haría —negó— Esto es un maldito infierno.
—¿Y crees que nosotros estamos en el paraíso? —gruño— Perseguí a un maldito pizzero por siete cuadras, un perro se llevó mi almuerzo y tuve que lidiar con dos alfas— suspiro— Hacer tu trabajo no es fácil.
—¿Lo ves?
—En fin, no tenemos mucho tiempo, deben estar interceptando las llamadas —Dijo— ¿Recuerdas las calles en donde Felix te arrollo?
—No, no realmente— Jisung gruñó bajito— Salí del bar y simplemente corrí, ¿Por qué?
—La maldita USB no está por ningún lado y Bangchan esta apunto de cortarme la cabeza.
—¿Qué hay con las cámaras?
—Hubo un desconecte justo en ese tiempo, no hay nada, quizá tengan esa USB de nuevo en sus manos, ¿Te das cuenta? Todo esto sería en vano.
— ¡¿Entonces estoy aquí por nada?! —Grito provocando que el omega rubio se despertara de golpe —Te llamaré luego mami— Retiró el teléfono rápidamente y colgó.
Felix lo miró atentamente, se veía realmente cansado.
—Lo lamento, perdón —Se disculpó enseguida —Mi madre es explosiva.
—Si, si, si —asintió— Perdón, no quería interrumpir tu llamada, me voy.
—Espera —El rubio se quedó parado a la par de la cama—¿Podrías hacerme un favor?
—Claro, ¿De qué se trata? —Nuevamente esa actitud amable y considerada le traía problemas al alfa.
—Estoy muriendo de frío —Felix lo miro escasos segundos antes de caminar hacia el closet y regresar con una enorme frazada.
—Aquí está la solución —Sonrió mostrando sus adorables dientes de conejo— Lo hubieras dicho antes.
Con cuidado coloco la frazada encima del alfa, aunque en cuanto intento arroparlo de mejor manera terminó cayendo encima de él.
Hyunjin soltó un quejido en cuanto el peso del omega se posó encima de él.
—Lo lamento, ¿te-te lastimé? —Levantó la vista hasta quedar frente a frente con el alfa, otra vez.
Ni toda la oscuridad que había en ese cuarto le impedía perderse en los enormes y brillantes ojos del rubio.
Una de sus manos dio a parar a la espalda del omega, mientras que su otra mano se posó en sus mejillas.
Felix no se movía, a pesar de la posición tan incómoda en la que estaba su cuerpo no hacía ni el más mínimo intento por moverse.
La sincronía de sus latidos les brindaba una paz inexplicable.
—Tan bonito —Susurró el pelinegro dejando que su pulgar acaricia sin pena la mejilla del más joven.
Algo mas haya que su deseo sexual le exigía besarlo, le exigía abrazarlo con mucha más fuerza.
Su lobo le imploraba no romper la cercanía que tenían justo en esos momentos.
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