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Cap. 9

Edad: 17 (Meses después de el capitulo "El amor")

Ambos estaban en su cuarto, Lincoln estaba sentado en la cama, mientras intentaba hacer la tarea que le había dejado la maestra de Español, pues, habían aumentado ese curso, para su mala suerte, a la latina le iba muy bien en ese curso, ¿Por qué mala suerte? Pues, cuándo no entendía algo de Biología o Algebra, o algún otro curso, el la ayudaba, y debía admitir que amaba enseñarle a la chica, su adorable ceño fruncido cuándo no entendía, sus ojos brillante al por fin entender, o incluso cuándo ella tenía duda, y el se acercaba para ayudarla, estar cerca a ella era mágico, oler su delicioso aroma, ver esos lindos ojos, y contar sus pecas.

Sin embargo, un golpe en la cama lo distrajo de sus pensamientos. Allí estaba la chica que amaba. Se habia tirado a la cama, su cabeza estaba hundida en el colchón y su cabello estaba desordenado, rio ante la posición en la que se encontraba su adorada novia. La chica se levanto y se sentó a su lado, mirando lo que el albino estaba intentando hacer.

-¿Problema con la tarea de español? -Pregunto Ronnie poniendo su cabeza en el hombro de Lincoln. Al chico le pareció un gesto adorable, y deposito un pequeño beso en su cabellera.

-Más o menos. -Admitió.- Esta, algo difícil.

-No lo es, son verbos pasado y presentes. Es sencillo.

-Tu lo dices porque lo hablas desde que eres una niña. -La acuso. La morena retiro la cabeza de su hombro y lo miro a los ojos con una sonrisa desafiante.

-¿Eso crees? Te puedo enseñar ahora mismo todo el idioma y hablaras español -hizo un chasquido de manera cómica- Ahora mismo.

-Esta bien. -Acepto el albino. La latina estuvo apunto de irse de la cama, pero Lincoln la abrazo por la cintura y deposito un dulce beso en su mejilla. La morena sintió sus mejillas enrojecer y se soltó del abrazo de su novio. En silencio saco la pequeña pizarra que tenían en el armario. Tomo un plumón y le pidió a Lincoln su libro. Leyo el tema, y luego copio alguna cosas en la pizarra.

-Bien, aquí dice, pasado, presente y futuro. -Señalo la chica las palabras escritas en español.- Repítelas. -Le ordeno, pero el peliblanco estaba muriendo de ternura por como la chica estaba intentado enseñarle algo que el no entendía, muriendo de ternura de como pronunciaba cada palabra.

-Pasado, presente y Futuro. -Repitió, con un acento que hizo que se le escapar un pequeña risa a la chica.

-Bien. Ahora, una oración con Pasado -Tomo un plumón de pizarra y comenzó a escribir, y luego se lo mostro a su novio- Yo comí una manzana. -Le dijo, para luego decírsela en ingles. El chico al instante entendió- Ok, ahora repítelo.

-Yo comí una ¿manaza? 

-Manzana -La latina rio- Tienes un acento adorable. -Admitió. A lo que el albino la miro con confusión- Bien, ahora, en presente. Yo estoy comiendo una manzana.

-Yo estoy comiendo una manaza. -Repitió el chico.

-¡Manzana! 

-Manzana.

-Bien, ahora, en futuro. Yo comeré  una manzana. Repite.

-Yo comeré una.... -Lincoln puso ver la mirada que le dirigía su novia, para que esta vez, pronunciara bien la palabra- ...Manzana.

-Bien, ahora crea una oraciones tu. -De pronto, escucharon como la madre del chico llamaba a su novia, así que Ronnie indico al chico que vaya creando sus oraciones, y luego se las dijera. Lincoln, sin ningún problema asintió, y en cuánto la chica se fue, tomo su teléfono y busco en el traductor las oraciones que tenía pensado. No pasaron más de Diez minutos, en el que la morena volvió.

-¿Y? ¿Qué sucedió? -Pregunto curioso Lincoln.

-Me mandaron a la tienda por Vainilla, es que Ellie quiere hacer un pastel. Ya sabes como es. ¿Y bien? ¿Ya tienes tu oraciones? 

-Solo hice de presente y futuro.

-Ok, no hay problema, luego te ayudo con la del pasado. -Se ofreció la chica.

-Bien. -Ambos se dirigieron a la cama y se sentaron uno al frente del otro.- Ok, la primera es de presente -La morena asintió, señalando a que siguiera- Hay una hermosa chica sentada a mi al frente. -Ronnie se sonrojo, pues era ella quien estaba a su al frente, bajo la mirada y espero la siguiente oración en futuro

-¿La de futuro? -Pregunto aún sonrojada.

-Yo besare a esa chica. 

Y antes de que pudiese reaccionar, el albino tomo su mentón e hizo que lo mirara a los ojos, era claro que Lincoln aprovecharía cualquier ocasión para besarla, y esa no era la excepción. Sus labios se juntaron con amor y deseo. En serio se querían, y eso era más que obvio. El beso les sabia dulce a ambos, y ninguno de ellos se separo, la chica poso sus manos en el cuello de su novio, mientras que el la sentaba en sus piernas, abrazándola de la cintura. No era para nada intenso, claro que no, esto demostraba que ambos ya estaban enamorados, uno más antes, pero ella ya había caído.

...

Ronnie daba vueltas en círculos, pensando en las palabras que usaría para decirle a Lincoln que Laura y Lucas eran sus hijos y explicarle a los niños que el albino era su padre. ¿Por qué todo tenía que ser tan complicado? Se arrepentía tanto  de no haberle dicho nada al chico cuándo estaban juntos, acerca de su embarazo y por no haberle contado mucho de su padre a los gemelos.

Su respiración estaba agitada, como si hubiese corrido durante mucho tiempo. Caminaba de un lado a otro, mientras su corazón latía con mucha fuerza.

Lucas, Laura y Linka estaban abajo, la albina estaba a pocos minutos de irse, lo cual, significaba que tan solo faltaría unos minutos para que Lincoln llegase. Escucho que Linka la llamo y bajo las escaleras de inmediato.

-Amor de mi vida, tranquilízate. -Le dice abrazándola de los hombros.- Todo saldrá bien. -Sin embargo, ella se imito a asentir con sus ojos cristalinos.- Tengo que irme ya. -Dijo Linka- Creo que es hora de que prepares a los niños para esto. 

-Si, tal vez lo sea ahora.

Ambas se despidieron y la albina se fue, ella no volvería en varias hora, así que Ronnie tendría tiempo de hablar y explicarles a quien, quiera o no, eran su familia.

...

Era hora de decírselo a los gemelos, no sabí de que forma hacerlo, que palabras utilizar, pero no podía seguir ocultándolo.

-¡Chiquis! ¿Pueden venir un momento. -El pequeño sobrenombre le hizo acordar a su primo, de veras lo extrañaba.

-¡Si! ¡Ya vamos! -Gritaron ambos desde arriba. En ta solo unos segundos, los pequeños ya estaban al frente de su madre.

-¿Paso algo mami? Te ves algo asustada. -Dijo Lucas, con el semblante preocupado. Ella suelta un fuerte suspiro, no podía simplemente decírselo en otro momento, tenía que hacerlo ya, justo ahora. Era en ese momento o nunca.

-En alguno minutos, alguien vendrá a visitarnos. -Dice sin que los nervios desaparezcan.- No conocen a esa persona y esa persona tampoco los conoce a ustedes, tal vez ambos se molesten, pero les prometo que daré una explicación de todo. Yo los amo a los dos con mi vida, y ustedes....

El timbre de la puerta sonó.

La latina le pidió a los pequeños que esperaran sentados en la sala y ella obedeció. Los nervios la invadían, había estado pensado tanto tiempo, que al parecer, no habían servido de nada. Creía que estaba preparada, pero no era así, aún no se sentía preparada.

Se acerco a la puerta y la abrió. Lincoln estaba parado ahí, con su linda sonrisa que lograba tranquilizarla. Lo dejo entrar y cerro la puerta lo más rápido que pudo, para no arrepentirse.

-¿Como estas? -Pegunto Lincoln sonriente.

-Ni siquiera se como me siento.

-¿Que esta ocurriendo Ronnie? Esto es muy confuso para mi. -Dice.- Primero nos encontramos, me abrazas, y cuándo intento besarte, te alejas. Es como si no fuese tu, como si la chica que ame no estuviera más aquí.

Ignoro por completo lo que el chico le había dicho, no era la misma, debía admitirlo, pero no se arrepentía de quien se había convertido.- Lincoln... yo... quiero que conozcas a alguien. -Habla.- Esas persona, no saben nada sobre ti, ni siquiera tu nombre y, claramente, tu no tienes idea de que ellos existían. -El simplemente asiente, y ella dice al algo en un susurro.- Perdóname por todo. -La chica lo guio gasta la sala y poco antes de entrar, vuelve a mirar al chico.

-Solo hablan español.

Lincoln frunce el ceño y vuelve a asentir. Entra detrás de la latina. Para su sorpresa, las persona que la chica quería que conociese, eran dos niños, parecía no tener menos de 6 años... lo mismo en los que su amada había desaparecido.

-Laura, Lucas, vengan aquí. -Le pidió la chica.

Los pequeños se acercaron, permitiendo que el albino la pudiese ver con claridad, y se sorprendió aún más al notar el parecido que tenía con el mismo.

-Lincoln, ellos son Laura y Lucas Santiago. -Sintió como el aire se le escapaba. A pesar de ver el parecido que los niños tenían con el, no pudo evitar pensar que la latina había encontrado a alguien más durante esos tortuosos seis años.- Son tus hijos.

No había pensamientos coherente en su cabeza. ¿Tenía dos hijos y ni siquiera lo sabía? Habían tantas emociones en el, en ese momento. Estaba feliz de ello, es decir, Ronnie Anne y el eran padres, era justo lo que había querido desde el momento que comenzó a ser profesor. Pero,  la vez, sentía enojo, Ronnie se había ido sin siquiera mencionarle que estaba esperando un bebé, se lo había ocultado y, después de seis años, simplemente aparecía y le presentaba a su hija con "normalidad"

-Lucas, Laura, el es Lincoln Loud, -Ronnie suspiro- Es su padre.

Los pequeños se sentían igual que su padre. Estaban felices de saber que tenían un padre, que no eran los único de sus ex-compañeros de clase que no tenían padre. Pero, su madre en ningún momento había mencionado nada sobre el, siempre evitaba el tema.

-¿Porque jamás me hablaste sobre el? -Pregunto Laura con sus ojos cristalinos, mientras que Lucas veía a su madre sin poder creerlo.

-Laura, era difícil para mi el simple hecho de pensar en el  ¿Cómo crees que me hubiese sentido hablando sobre tu padre?

-¿Jamás le hablaste de mi? -Pregunto el albino, frunciendo el ceño.

-¡NO PODÍA HACERLO! ¿Qué querías que les dijera? Oh, pequeños. Su padre es un estúpido mentiroso, al que le cuesta cumplir simples promesas. 

-¿Mentiroso yo? ¡Tal vez lo sea! Pero no tienes derecho de esto ahora, le acabas de mentir a nuestra propia hija.

-¿Nuestra? -La latina ríe- Ni estuviste ni en un solo momento de sus vidas, hasta ahora.

-Te recuerdo que fuiste tu quien se fue. -Dijo Lincoln- No estuve en sus vidas porque no me lo permitiste, Ronnie.

De pronto, se escuchan pequeños sollozos por parte de Laura y Lucas, ambos olvidan su discusión y centran su mirada en los pequeños, que estaban abrazados, compartiendo su pequeños dolor de que su madre, su modelo a seguir, les haya mentido.

-No lloren, bebes. -Intento tranquilizarlos la chica, acercándose a abrazar a los niños, pero ellos se alejan de inmediato.

-¡NO! Tu me ocultaste por todo mi vida que tenía padre! -Le grito el niño a su madre, sin dejar de abrazar a su hermana. El albino estuvo por decir algo, pero la latina lo interrumpió.

-Lincoln, será mejor que te largues. -Dice la chica con clara molestia en su voz.- Tengo que hablar con los gemelos y no creo que sea prudente tu sola presencia.

-No quiero hablar contigo. -Dijo Lucas de inmediato- Quiero irme con el. -Señalo al albino.

-No, tu te quedara aquí y me importa poco si quieren o no hablar conmigo. -Ronnie toma a los niños, pero se sueltan de inmediato y corren a la puerta. Ambos abren la puerta y salen corriendo sin rumbo fijo.

-¡Laura y Lucas Santiago, vuelvan aquí ahora mismo! -Grito su madre.

Los dos pequeños siguieron corriendo, aún con lagrimas en sus ojos. Su vista era nublada, así que no podían ver con perfección a donde iban. Sus piernas se sentían ligeras y más las de Laura. Se vieron obligado a parar en el momento en el que sintieron cansancio.

-¡Niños! ¿Estan bien? -No entendían ni un poco lo que decía, levanto y se encontraron con una mujer de cabello color fuego.

-No hablamos ingles. -Hablo Lucas por ambos.

-Disculpa. ¿Estas bien? -Pregunto, ayudando a que los niños se levanten del piso.

-Si. 

Pudo ver el rostro de los dos niños, La niña era casi idéntica a Lincoln. Sus ojos se abrieron con sorpresa, y solo para comprobar que ella era la hija del albino, pregunto;

-¿Como te llamas?

-Lucas Santiago. -Hablo el niño.

-Laura Santiago. -La chica de cabello fuego sonrió. Si, eran ellos.

-Bueno, me llamo Cristina. -Sonrió- Soy muy amiga de tus padres, Lincoln Loud y Ronne Santiago.

-Es Ronnie. -La corrigió la niña.

-Si ella. -Viro los ojos.- Dime, ¿Qué  haces aquí?

-Oh -La pequeña miro a su hermano, esperando que el hablase, pues ella era un poco tímida.

-Tuvimos una pequeña discusión con mi madre. -Le revelo el niño.

-Oh, amores, si llega a pasar algo así, otra vez, pueden llamarme. -Le dio un trozo de papel.- Es mi numero.

-¿Gracias? -Dijo Lucas, a lo que recibió un pequeño codazo por parte de su hermana y ratifico su respuesta.- Gracias. -Le dio el papela su hermana, quien lo guardo en su bolsillo. Tan solo unos segundos después, apareció Ronnie, quien se veía agitada, pues llevaba buen rato buscándola.

-¡Laura! ¡Lucas! -Los dos niños corrieron a abrazarla- No vuelvan a hacer eso. 

-Lo sentimos. -Hablo Laura, mientras se acurrucaba en los brazos de su madre. La latina estaba por hablar, pero Cristina la interrumpió.

-¡Ronnie! ¡Que sorpresa, amiga!

La latina miro a Cristina y la miro con desagrado.- ¿Tu que haces aquí? 

-Cariño, esa pregunta debería hacértelo yo a ti. ¿No te habías ido? 

-Volví ¿Te molesta? Porque esa era mi intención.

-No hay necesidad de que estés a la defensiva conmigo, amiga, solo era una pregunta -Sonrió- Por cierto, tus hijos son un encanto, tienen un gran parecido a su padre.

-¿Hablaron con ella? -Les pregunto a los niños

-Solo por un momento.

-Niños, les he dicho que no hablen con extraños. -Los regaño la latina- No vuelvan a hablar con ella. -Los dos niños solo asienten.

La de cabello rojo estaba por decir algo más, pero en ese instante, aparece Lincoln haciendo que la sonrisa de la mencionada sea aún más grande.

-¿Estan bien? -Les pregunto a los gemelos. Ambos asienten con la cabeza aún abrazando a su madre, Lincoln no había notado la presencia de Cristina, pero cuándo lo hizo, su expresión cambio a una de desagrado.

-Bueno, yo me voy. -Sonríe- Me encanto verte de nuevo, Ronnie Anne. Les encantara a tus amigos oír que volviste. -Dijo refiriéndose a los demás- A propósito, tiene una muy bonita familia. -Suelta una pequeña risa y mira al albino. -Hasta luego Linky. -Le guiño un ojo coquetamente

Ronnie comienza a caminar, tomando de las manos a los mellizos, literalmente, arrastrándolo, de vuelta a la casa de Linka, con Lincoln siguiéndolos.

-¿Podrías no caminar tan rápido? -Pide el albino.

-¿Aún estas aquí? -Lincoln se sorprende, pues la latina estaba siendo realmente agresiva.- Lo siento. Estoy realmente mal, y encontrarme con Doña chismecitos, solo empeora todo.

-Te entiendo, estoy intentado entender todo lo que dijiste antes. -Dijo compresivo- Sera mejor que me vaya.

La pelinegra solo asiente. -Nos vemos luego- Suelta las manos de los mellizos y de inmediato ellos corren para abrazar a su padre, el albino corresponde el abrazo, y puede ver el brillo de entusiasmo en los ojos de los dos pequeños.

-Su madre esta pasando por un momento difícil, al igual que ustedes. -Les susurra Lincoln sin dejar de abrazarlos.- Denle un poco de tiempo ¿Si? Ella se los explicara todo cuándo este lista.

Ambos asiente.- ¿Puedes venir mañana? 

El albino mira a Ronnie, quien asiente en señal de aprobación- Claro que si -Se separa del abrazo y les da un pequeño beso en la frente de los mellizos.- Prometo venir a verlos. Laura se pone de pies, para después caminar en al lado de su madre. Mientras que Lucas, se queda mirando a su anhelado padre. Estaba parado junto a él. Se vuelve a abalanzar sobre el, y luego se despiden. Lincoln se pone de pie, para después caminar rumbo a su casa.

 Todo era un desastre, sus sentimientos estaban revueltos y nada estaba claro, a excepción de algo. Podía decir con seguridad que sentía alivio, era el único sentimiento claro. Alivio por saber que su amada morena no había estado con nadie más en esos 6 años, alivio por pensar en que, probablemente, Ronnie no había dejado de amarlo.


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