El de inmediato la envolvió en sus brazos, creando un abrazo del que les costaría separarse. Ella evito corresponderlo, pero, escondió su rostro en el pecho del albino. A pesar de no estar abrazándolo, no quería que el la soltase, por desgracia. Lincoln se separo del abrazo. Puso sus manos en las mejillas de la chica, y con sus pulgares, limpio sus lagrimas, las cuales no paraban de salir.

-Eres real, en verdad estas aquí.

Ella solo asintió, con la mirada baja y mordiendo sutilmente su labio inferior para que dejara de temblar.

Intento acercarse más a ella, pero la latina soltó un suspiro y levanto su mirada.

-Lo siento -susurró, dándole a entender que no quería que se acercase más.

-Todo esta bien. -Sonrió- Ya estas aquí, de vuelta.

No todo era tan sencillo como el lo decía. Sus lagrimas habían parado de salir, pero en cuándo recordó que el ahora tenía que saber sobre sus adorable gemelos, sus ojos volvieron a cristalizarse y sus lagrimas corrieron por sus mejillas.

-No llores. -Le pidió el chico.

Lincoln saco un mecho de cabello de la chica, que cubría un poco su rostro, como era hace mucho costumbre. La había extrañado demasiado y aún no podía creer que ella fuese real, que ella estuviese a su al frente. Al volverlo a ver, por alguna razón, sintió como todo su rencor y enojo se iban, y de alguna manera extraña, comenzaron a caminar sin rumbo alguno, simplemente quería estar junto en ese momento. Se había creado un silencio, no era incomodo, pero Lincoln quería romperlo y así lo hizo.

-Entonces, ¿Te estas quedando con Linka? 

Ronnie limpio sus mejilla y asintió.- Si, bueno, Linka es mi mejor amiga y no es como si tuviese otra parte a donde ir.

Frunció el ceño- ¿Qué me dices de Noah? ¿Ya no son amigos? 

-Claro que lo somos, Noah y yo hemos sido mejores amigos desde ese estúpido campamento para matemáticos -Dijo riendo.

Lincoln arrugo la nariz, por razones obvias, no pudo evitar sentir celos de Noah, otra vez.

-Oh, bueno, creí que no eran más amigos, digo, veía que convivías más con el como con el resto del grupo, y, no sé, me pareció curioso que estuviese quedándote con Linka y no con Noah.

-¿Bromeas? Todos son mis amigos, solo que, Sid es bastante chismosa, Chloe se lo diría a todos, Alex, el pudo guardar el secreto, pero no creo que me soportaría en su casa, siempre nos peleamos, ya sabes, en son de broma.

Volvió a haber un silencio que Lincoln no soportaba, sentía que quería decirle tantas cosas, pero, por alguna razón, no lo hacía. No era la misma Ronnie Anne con la que había pasado sus mejores años, la que quiso desde que la vio, esa Ronnie que lo amaba. La notaba distante, y a pesar de que estuviese justo a su lado, parecía no estarlo.

Cuándo había intentado besarla, ella se había negado, creyó que cuándo la volviese a ver, todo sería como antes, por desgracia, no lo sería. Sabía que Ronnie Anne no era de crear dramas, pero si era distante y fría.

La mencionada soltó un suspiro, llamando la atención del albino- Lincoln, ¿Tu... crees, que podamos vernos otro día? -Pregunto ella.

-Claro, cariño. -Asintió sonriendo.

Los latido de su corazón se hicieron más rápido al escucharlo llamarla "cariño", había olvidado cuándo adoraba que la llamase así, sentirse amada.

-¿Cuándo? 

-¿Mañana? -Propuso ella nerviosa, y era estúpido, ¿Por qué debía estar nerviosa? 

Entre más rápido la volviera a ver, mejor.

-Por supuesto.

-Bueno, tengo que irme -La latina hablo en susurros, el albino debía estar atento a cada palabra que dijera, si no, probablemente, no la escucharía.

-¿Tan rápido? Digo, hace seis años que no te vio y... ahora que te vuelvo a ver, tu tienes que irte.

Ella bajo la mirada- Lo siento... Linka y Lau... -Tapo su boca de inmediato- Ahm, Linka y su bebe me estan esperando 

Lincoln asintió- Pero ¿te veré mañana? 

-Sí.

El albino se acerco a ella, la latina se tensó pensado que la besaría, pero el solo dejo un pequeño beso cerca de la comisura de sus labios, lo cuál, provoco un notorio sonrojo en sus mejillas. Lincoln sonrió y puso su mano sobre su mejilla.

-No tienes idea de lo mucho que me hiciste falta.

La pelinegra dio una pequeña sonrisa, pero de inmediato la borro.

-Por favor, no te molestes conmigo -Dijo en un hilo de voz, el cuál le fue imposible escuchar al chico de ojos azules.- Me tengo que ir.

El solo asintió y ella se alejo.

Sabía que algo extraño pasaba con la latina, no era la misma. Tal vez... ella no lo amaba más.

...

-Me encontré con Lincoln -Dijo Ronnie entrando a la casa. Linka la miro sorprendida y se levanto del asiento como un resorte, que suerte que los niños estuviesen arriba.

-¿Todo esta bien? ¿Hablaste con el? ¿El te vio? 

-Si -Ella se sentó en el sofá, aún no lograba digerir todo lo que había pasado- Hablamos un poco y... estuve a punto de mencionar a Laura.

-¿Le dijiste sobre los dos o solo una? 

-No, son muchas emociones solo para un día -Dijo- Y estoy segura de que el piensa lo mismo.

-Esta bien -Suelta un suspiro de alivio- ¿Cuándo se lo dirás? 

-Le pregunte si podíamos vernos mañana, y acepto.

-Entonces... ¿Mañana le dirás que tiene hijos? -La chica asintió- ¿Y donde se verán? -La pelinegra abrió los ojos con sorpresa, había olvidado citarlo en un lugar.

-No lo sé, me olvide del lugar -Dice- ¿Puedes prestarme tu...

El teléfono comenzó a sonar, interrumpiendo a la la latina, La albina levanto su mano, en señal de que esperase un momento, y la morena solo asintió. Linka tomo el celular y contesto. No pasaron ni cincos segundos cuándo la chica le paso el teléfono a la pelinegra, no sin antes susurrarle;

-Es Lincoln.

Ronnie tomo el teléfono- ¿Hola?

-Ronnie, Hola -Hubo un pequeño silencio, hasta que el chico desde la otra linea, volvió a hablar.- Amh... no dijiste en que lugar nos veríamos mañana.

-Oh, si. Lo siento -Ronnie tapo la parte de abajo del teléfono para susurrarle algo a Linka- No se donde citarlo.

-Dile que en mi casa, mañana trabajo hasta tarde.

-¿Segura? -Linka solo asintió y Ronnie volvió a hablarle al chico- Linka dijo que podrías venir a su casa... Umh... ¿Por la tarde? ¿Te parece?

-Claro -Nuevamente ambos se quedaron en completo silencio- Anne, ¿Puedo preguntar algo? 

-Ya lo hiciste -Dijo, provocando que Lincoln riese. La chica sonrió al escucharlo reír, extraño mucho oír su risa.

-Sigues siendo bastante cómica -Dijo.

-Si, lo siento. Anda, haz tu pregunta. 

-¿Hay una razón especifica por la que nos veremos? 

-Si -susurro.

-¿Todo esta bien? 

-No y nada lo esta después de que te lo diga -Dijo, nuevamente susurrando- Perdón.

-¿Porque te disculpas?

-Me odiaras.

-Jamás lo haría.

-Se que lo harás -A este punto, la latina ya estaba llorando- Todo cambiara cuándo lo sepas -Dice- Lo siento, me tengo que ir.

No le dio tiempo ni de protestar, la pelinegra colgó rapidamente la llamada y le entregó el teléfono a Linka.

La chica paso el resto del día pensando y de vez en cuándo soltando unas lagrimas de duda existencia, aunque el albino lo haya negado, sabía que la odiaría, no había forma de no hacerlo. Mientras la morena tenía un lio en su cabeza, Lincoln pensaba en las palabras que le había dicho Ronnie y la razón por la que la podría odiar. La amaba, y nada cambiaría eso, a pesar de que ella no lo hiciera más, o eso pensaba.