La latina había comenzado a buscar un empleo, no viviría en casa de la chica durante toda su vida, así que, entre más pronto pudiese rentar un departamento, mejor, no quería presionar a Linka, sobre todo estando embarazada. Claro, cuándo estuviesen establecido en una buen lugar, le pagaría absolutamente todo a la albina, aunque ella no fuese a aceptarlo.

Los días habían pasado con rapidez, demasiada, para decir verdad, ninguno noto el momento en que se cumplió una semana desde que la 'familia' habían comenzado a vivir con Linka.

Por más tranquilo que pareciese estar todo, no era así, por lo menos no para la latina. Tenía un completo desorden en la cabeza, miles de preguntas son respuesta y moles de pequeños momentos que podrían pasar si se encontraba con el albino. Todo era un caos para ella, quería encerarse en una habitación y no salir hasta el día siguiente, pero no podía hacerlos y eso la frustraba aún más.

Tenía un lio de sentimientos. Quería ir hasta la casa de Lincoln y gritarle, pero también quería simplemente abrazarlo, y, tal vez, besarlo. Claramente, no haría eso, oh no, ella tenía dignidad, así que tal vez iría por la primer opción.

Todo estaba siendo un desastre con ella.

...

Era sábado, Linka descansaba ese día, por lo tanto, había decidido ir a visitar a Lincoln, hace un tiempo que no lo veía.

Aún sabiendo cuál sería la respuesta de Santiago, se acerco a ella, sentándose a un lado, aún ella seguía desayunando, vaya que demoraba mucho, no parecía tener prisa.

-Ronnie.

-¿Paso algo? -Pregunto ella.- ¿Lucas hizo algo? ¿¡Tiro el aceite al piso?! ¡NO! Seguro algo peor... ¡Te encogió la ropa! ¡LUCAS SANTIGO...! 

-No, no. Lucas es un Angel. -La paro en cuándo se dio cuenta en que el pequeño podría meterse en problemas, solo por no terminar una oración.. Iré a casa de... -Hizo una pequeña pausa.- Lincoln -Dijo por Fin- ¿Tu....te gustaría venir?

La respuesta era obvia, Linka sabía con perfección que lo único que saldría de los labios de la latina sería un "No", pero, rezaba para que no fuese así.

-Preferiría quedarme, pero gracias. -La chica dio un sonrisa un tanto forzada, como si estuviese triste.

-¿Segura? Tarde o temprano tendrás que verlo, hablar con él y explicarle todo esto. 

-Lo sé, pero, no me siento lista aún. Quiero estar preparada para tener respuestas a todas sus preguntas, ahora mismo, no tengo ni respuestas para mi misma.

-Tal vez el las tenga.

Soltó un suspiro, su corazón, un poco afligido, deseaba ir, pero su cerebro se negaba rotundamente. Y le haría caso a su cerebro, después de todo el pensaba y no sentía, por eso, todo los problemas se hicieron. Por sentimientos.

-¡Mami! ¿Puedes venir? -La voz infantil de Laura la saco de sus sentimientos.

-¡Claro, cariño! ¡Espérame un segundo! -Volvió a mirar a Linka- No creo que él o yo estemos listos para esto -Bajo la mirada- No menciones nada sobre mi o los gemelos ¿Si? Él... aún no quiero que sepa sobre ellos, no siquiera quiero que sepa que aún existo, por favor.

-Tranquila, Anne -La tranquilizo con el sobrenombre que la solía llamara- No pensaba mencionarlo -Sonrió- Pero re podo que pienses en que pronto tendrás que verlo y...

-Lo sé, lo sé... Dame una o dos semanas más, dejame aclarar todo conmigo misma, prepararme para volver a verlo, y hablar con los chicos sobre esto.

La chica de cabello blancos asintió.- Tomate el tiempo que necesites, ¿Si? Esto es difícil para ti y tienes que buscar una forma de afrontarlo -Se levanto- Vuelvo en unas horas. -Antes de irse, miro a la latina sonriendo-  ¿Te gustaría que le preguntara algo? Tranquila, no diré que tu me lo has dicho, solo, has pregunta yo se la hago y te digo lo que me respondió. 

Ronnie soltó una risa- Creo que no -Dijo- Prefiero no pensar en más preguntas.

-Esta bien -Le dio un beso en la cabeza.- Vuelvo en un rato, amor de mi vida -Camino a la salida riendo, acompañada de las risas de fondo de la latina.

Ronnie escucho como la puerta se cerraba, levanto su plato y lo dejo en el lavavajillas. lo lavaría en un rato. Recordó que su hija la había llamado hace unos minutos, así que fue a verla.

...

Lincoln se veía mal, muy mal. Su aspecto no era el mejor, pero. ¿Cómo culparlo? Aún estaba dolido por lo de Ronnie Anne. Se sentía tan culpable y  en esos seis años, no había logrado recuperarse.

-Anda, responde al menos uno de los mensajes a Noah y sal con él a alguna parte -Lo animo la pelinegra- ¿Por qué no van a algún bar? 

El peliblanco soltó una sonora carcajada- ¿Noah? ¿Ir con el al bar? -Volvió a reír.- ¿Crees que Nancy lo deje ir luego de la que paso?

Linka lo golpeo.- ¡Estoy tratando de ayudarte, idiota! Así que deja de ser un holgazán.

Lincoln no pudo evitar recordar como alguna vez, la latina lo insultaba en español. Su sonrisa desapareció y sus ojos se cristalizaron. Linka soltó un suspiro, tenía que ser cuidadosa con el y las palabras o acciones que decía o hacía, pues de la nada, el comenzaba a llorar.

-Lincoln, por favor, no llores -La embarazada puso su mano en el hombro de el albino- Tienes que intentar superarla, no puedes estar así toda la vida ¿Qué pasa si no la vuelves a ver? O ¿Qué tal si, cuando la vuelves a ver, a ella ni le interesas? ¡Vamos! Tienes que animarte.

-Linka, tu no lo entiendes, ella fue la única chica que, con su sola presencia, mi corazón estallaba, la única que me hacía sentir especial, la ame desde los ocho años, con tanta intensidad, hasta el punto de pedirle su mano a su padre a los dieciséis. -Sus mejillas ya estaban húmedas- Tal vez, ella ahora no siente absolutamente nada por mi, tal vez esta con alguien más o simplemente me olvido por completo, pero, siento que jamás podre olvidarla.

La chica lo abrazo, dejando que el llorase todo lo que quisiera. Tomo su teléfono y corto la grabación, para después, guardar el video. 

...

-Mami -La llamo su hija.

-Dime, cielo. 

-¿Tienes más amigos aquí? -Pregunto de pronto Laura. Si su madre tenía a Linka aquí, y ella era amable y muy divertida , tal vez, tendría más y mucho más buenos que Linka. Sin embargo, a la latina le tomo por sorpresa la pregunta. 

-Bueno, si, tenía muchos amigos aquí. -Sonrió ante el recuerdo de todas las ridiculeces que hacía con Noah, los retos con Alex, las charlas con Sid y Chloe. Las bromas con Ron, La complicidad con Mathew, la astucia con Clyde, los chistes con Nancy, los secretos con Carlitos. Los extrañaba a todos.- Eran bastante graciosos y divertidos, recuerdo que una vez, le hicimos una broma a....a un amigo. Fue en un campamento de verano.

-¿Algún día podremos conocerlos? -Pregunto Lucas, sentado al lado de su hermana, mirando a su madre con un brillo en los ojos.

-Claro que si. -Les aseguro Ronnie. Una parte de ella, tenía las esperanzas que todos sepan que ella estaba ahí, y vinieran a verla, los extrañaba a todos, y mucho.

-¿Y como eran? -Pregunto Lucas.

-Bueno, entre nosotros, mi mejor amigo siempre fue Noah, era bastante divertido, y bueno, también era celoso y un poco sobreprotector. Siempre me vigilaba, y me hacía reír cuándo estaba triste, de echo fue el quien me saco del peor momento de mi vida. 

-Suena como todo un héroe -Hablaron los dos pequeños al mismo tiempo, es sus ojos, se veía clara admiración. De pronto, la puerta sonó. La pequeña familia no le tomo importancia, pues Linka era quien abría la puerta. Un segundo... ¡Linka había salido! La latina entro en pánico, y les dijo a los niños que se quedaran en la sala.

-¡LINKA JONES! ¡SI NO ABRES LA PUERTA LA DESTRUIRE YO MIMSO! -Era él. Era Noah. ¿Y porque iba a la casa de la chica? ¡Por Dios! Debía hacer algo.- Linka, contare hasta tres.

Ok, debía hacer algo, tomo un sombrero, una tela y unas gafas de sol. Se tapo el cabello con el sombrero. Con las gafas se tapo los ojos y con la tela se cubrió un poco la cara. Intento imitar la voz de Linka, pero las risas de los dos gemelos no ayudaban. 

-Mami, te ves ridícula -Hablo Lucas riéndose junto a su hermana, y para su mala suerte, lo hacían un poco fuerte.

-¿Que diablo Linka? ¿Tu bebé ya nació? -El castaño estaba confundido, ¿Había escuchado un "mami"? El sabía español, después de todo, su familia venía de Latinoamérica. 

La latina soltó un suspiro.- Agh, a la mierda mi dignidad -Hablo en un murmuro para que sus hijos no escuchen la "Palabrota" Abrió la puerta, y sonrió debajo de la tela al ver a su mejor amigo, quien tenía el ceño fruncido.

-¿Linka? ¿Hay alguien en tu casa? -Hablo frunciendo más el ceño.

-Oh, no, no. -Intento imitar la voz de la albina, sin embargo, era casi imposible y le salió como un gallo.

-¿Que le pasa a tu voz? ¿Estas bien? -Pregunto preocupado- 

-Oh, no, no, no. Estoy bien. Solo que, mi garganta esta un poco mal -Fingió toser. 

-¿Ok? Ron me envió, me dijo que viera si estabas bien, y parece que lo estas. -De pronto, algo dentro de la casa se cayo, con un ruido bastante fuerte. Noah miro extrañado a "Linka". La latina, estaba literalmente sudando de los nervios. Y de pronto escucharon murmuro.

-Cállate, Lucas. Harás que descubran a Mamá.

-No es mi culpa, hermana, eres bastante torpe.

-No, tu eres el torpe.

-No tu.

-No tu.

-¡Mamá! -Gritaron los dos. Noah miro mal a "Linka" y entro a la casa, seguido por la morena. Quien estaba más que segura que mataría a los dos niños.

-¿Que diablos...? -Hablo el castaño al ver a dos niños, iguales a su mejor amiga sentados en el sillón mirándose como perros y gatos en el mueble.

-¡Lucas, Laura! -Les grito la morena molesta.

-¡Fue Lucas/Laura! -Se señalaron entre si. Noah miraba la escena estupefacto. Y supo lo que sucedía. Se acerco a quien se suponía que era la albina, y le quito la tela de encima. Dejando a la vista el cabello negro de Ronnie.

-Por Dios, ¡Eres tu! -Y antes de que Ronnie Anne inventara una tonta excusa, El castaño la abrazo, muy fuerte, le había hecho tanta falta.