Cap. 16
Edad: 18
Entrometidos
Desperté a Ronnie Anne con una patada en la pierna. Fue suave, nada violento, no quería agredirla. Pero eso no la convenció cuándo por accidente termine botándola de la cama.
-¡Me las pagaras, Lincoln! -rugió levantándose con rapidez abalanzándose a mi- ¿Por qué hiciste eso?
La posición no era muy sutil, se había lanzado y se subió a mi torso, con ambas piernas a mis costados. Seguro que se idea era que no me escapara, pero a mi se me ocurrían miles de idea más y no estaban involucradas con su propósitos. Pero me contuve, porque hoy era el día. La tome de la cintura y con un movimientos delicado la baje de mi. Me miro perpleja, ni siquiera di indicios de ejercer fuerza o de que ella pesara, bueno, de echo no lo hacía.
-Cálmate, Ronnie. ¿A caso no recuerda que día es hoy? -entrecerró los ojos e hizo memoria. Sonreía al verla tan concentrada y aparte un mechón de cabellos de su frente.
-Sábado -respondió finalmente.
-¿Y que hay este sábado?
-¡No lo sé! Lo único bueno de ser sábado es que hoy escuela, terminamos el año escolar ayer y que... ¡Oh por Dios! ¡El viaje!
Se tapo la boca con la mano del asombro, y la torpeza de no recordar un día como este. Aún me pregunto como se ata los cordones.
¿Qué viaje? Se preguntaran. Bueno, hace una semana nuestras familia consideraron que sería bueno que nosotros dos salgamos de viaje, pues ya habíamos terminado la escuela y "valernos" por nosotros mismos. Y ese día es hoy.
Le aparte las mano y me incline sin apartar mis ojos de los suyos, ella no parpadeaba, solo se limitaba a mirarme con una intensidad que nunca antes había distinguido. Mis más profundos pensamientos deseaban que fuera por la misma razón por la cuán me he contenido todo este tiempo.
Ladee la cabeza y la bese no como otra veces. Este beso era especial porque ambos sabíamos que después de este viaje no volveríamos a ser los mismos. No me separe hasta que ella lo hizo por falta de aire, me quede mirándola unos minutos más, como intentaba pasar desapercibido el sonrojo de sus mejillas. Era irrelevante que llevásemos mucho tiempo en una relación, conocía el significado de cada unos de sus gestos y expresiones.
-El vuelo sale a las diez, y son las ocho. A menos que queramos esperar el siguiente vuelo que es dentro de dos días más, será mejor que nos demos prisa -Le dije. Ella se levanto de la cama de un salto, y corrió hasta el armario que compartimos y saco toda la ropa que encontró.
-Ronnie... Allá hará calor, no creo que necesites un chaleco.
-¡Ay!... es cierto -Rio de ella misma unos segundos, luego poso sus manos en su cintura y se puso a pensar. Una sonrisa ilumino su rostro y saco de los cajones camisetas y shorts. Saco la maleta que tenía debajo de la cama, todo eso en un minutos lo metió dentro sin doblarlo u ordenarlo, se sentó encima de la maleta como si estuviera montando un caballo y la cerro.
-Nunca cambiaras. -le dije
-¿Y tu? No puedes decirme eso. tu estas allí acostado como si fueras un rey. ¡Haz tu maleta!
-Hice mi maleta hace dos días, también arregle los papeles y los pasaportes de ambos, reserve el transporte cuándo llegásemos al hotel y arregle unas reservaciones para que visitemos distintos lugares del caribe.
Se quedo en silencio, observándome de arriba a abajo mientras yo sonreía.
-Tengo de prometido a una agenda humana. -dijo al final
No me ofendí por su comentario, a menudo le hacía referencia sobre su torpeza o la falta de organización que tenía, y sabía que estaba mal ser cruel con ella, en especial porque la amaba, pero llevaba años siendo distante con ella con el motivo de ocultar mis sentimientos, que se volvió una mala costumbre después de un tiempo. No lo hacía con querer, lo menos era lastimar sus sentimientos, ya que se sentiría inmensamente miserable si eso ocurriera. Por eso aceptaba con una sonrisa los insultos que se le ocurrieran.
-De todas formas, no te quedes allí. Ayúdame a ordenar mis cosas.
-¿Cuál es la palabra mágica? -hizo un mohín de decirlo, pero prefirió hacerse la desentendida y me dedico una mirada asesina.
-Ahora, Lincoln.
-No, gracias. Estoy muy cómodo aquí, en nuestra cama, con las sabanas tibias, y el colchón tan suave...
-¡Por favor! ¡Abracadabra! ¡Te amo! ¡Te lo suplico! ¡Vamos! Una de esas tiene que ser -exclamo algo más desesperada. Ella era un desastre.
Y lo mejor era que ella era mi desastre.
-La palabra fue la tercera, y como lo dijiste... te ayudare -sonrió aliviada y me levante.
Acomode su ropa, y la ayude a doblarla, cuándo estaba distraida, tomaba unos conjuntos que le quedarían bien y ropa que sus amigas le habian regalado. Nos vestimos en silencio y bajamos a desayunar. Allí nos esperaban todos; desde Ellie la cocinara que me entregaba las galletas con la ilusión de conquistar a Ronnie de niños, hasta mis suegros y mi madre.
-¡La pareja del año" -Exclamo mi suegra y dio pequeños saltos de la emoción. Lily le dijo que se calamara y mamá respondió divertida "No seas amargada Lily" Pero podía ver en los ojos de mi hermana que estaba en desacuerdo con todo esto.
Desayunamos rápido, no teníamos mucho tiempo. No nos entretuvimos con despedidas largas ni sentimentales, volveríamos en dos semana así que no era algo definitivo.
Ronnie Anne no me dejo conducir de camino al aeropuerto, seguia sin confiar en mi a pesar de haber sacado mi licencia hace ya un mes.
Llegamos justo a tiempo para procesar los documento y pasar las maletas, abordamos el avión casi corriendo mientras la voz monótona de una mujer anunciaba que en cinco minutos el avión despegarías.
-Genial. Iremos al Caribe -Dijo mi novia cuándo el avión se puso en marcha.
-Para tener un tiempo a sola -Añadí, acariciando su mano en su regazo. Pero estas le temblaban y las tenía sudorosas. Supe que estaba nerviosa, incluso más que yo de pasar dos semanas solos sin nadie conocido a nuestro alrededor, de saber que ya éramos mayores de edad, podíamos hacer cualquier cosa, lo que quisiéramos y nadie nos podría regañar. Poniéndolo así, estoy empezando a sentirme nervioso.
Pasamos todas las horas del vuelo durmiendo. Antes que mi celular se quedara sin señal, recibi un mensaje de Noah quien se habia vuelto el mejor amigo de mi novia...
Nada de sexo en el avión, es muy antihigiénico.
No seas desesperado y espera a que estén en el hotel ;D
Me hicierón guardar el telefono antes de que tuviera lal oportunidad de responderle con un grandisimo "IDIOTA". Ronnie se durmio en seguido sobre mi hombro. Me puse a pensar que ella sería en este vieje un tipo de novia-hija que tendría que proteger. Me encantaba tenerla mi lado, pero lamentablemente no podía cuidalra como a una niña. Tendría que madurar. Ni siquiera pude cuidar a mis hermanas cuándo mi padre murió, no fue culpa de ella ni de su familia, y me hacía reconsiderar todo lo que estaba haciendo. La amaba y estar a su lado siempre, pero tenía que admitir que no era el eslabón más fuerte de esta relación. Podría ser el mejor de mi clase, bueno organizando, en los estudios, en la contabilidad, pero esas cosas no implicaban en los sentimientos que tenía hacia ella, la persona más importante para mi.
Así que tenía dos opciones, aprender a cuidarla o que ella madurara. Y no sabía cuál de las dos era mas utópica. Sin embargo, haría todo lo imposible porque esta relación funcionara. O dejaría de amar a los animales.
...
El avión se deslizo al aterrizar, fue tan suave que no sentía cuándo toco el piso firme y una azafata nos tuvo que despertar. Lo primero que notamos fue que hacía mucho calor. Al bajarnos, nos recibieron con una guirnaldas florales que nos colocaron en el cuello. Ella lucía radiante, el ambiente, las flores, el clima, las cosas que descubría en estas islas se notaba a kilómetros que era lo suyo, así que yo también sonreí cuándo nos indicaron que recogiéramos nuestras maletas para ir al hotel y luego visitar la playa para una fiesta de bienvenida hacia los turistas.
-¿Crees que habrán bailes y esas cosas? -me pregunto cuándo nos subimos a un taxi enviado por el hotel.
-No lo creo, esto no es Hawái, sino el caribe -Me golpeo en el hombro riendo.
-Ya lo sabía, solo te ponía a prueba.
Ambos reímos por su mentira.
Me ocupe de todo lo demás, le dije a Ronnie que podía ir a dar un paseo por la piscina del hotel mientras yo acomodaba nuestras cosas. No se opuso y salió corriendo a jugar con el agua y a investigar las playas.
Nuestro cuarto era grande, mucho más que el de sus padres en su casa. Tenía una cama matrimonial enorme, y casi una sala de estar.
No demore demasiado en acomodar las cosas. Baje cuándo antes a la piscina a hacerle compañía a Ronnie, estaría sola y no conocía el idioma y a menos que alguien hablara ingles o español, estaría perdida.
Pero lo que vi fue totalmente distinto a lo que yo imagine. No estaba sola, sino que conversaba con alguien con los pies sumergidos en el agua. Por la distancia no pude ver quien era, pero estaba seguro que era un chico. Y recordé el día que "coqueteo" con ese chico en aquella tienda y me enoje y la ignore alrededor de un mes. Fue el peor mes de mi vida, tener que soportar a Cristina y agonizar por no permitirme si queria mirar a Anne por orgullos.
Y ahora sucedia lo mismo.
Ella no podía engañarme, no podía conversar con otros chicos sin mi permiso, simplemente no podía. Yo no miraba a otra chicas, eran invisible ante mis ojos. ¿Por qué ella no podía hacer lo mismo con los demás?
Camine a toda prisa, necesitaba alejarla de cualquiera que fuese ese estúpido. Ella era mía.
No me preocupe de verle el rostro a ese idiota, solo lo empuje al agua y tire del brazo a Ronnie para que se levantara y se fuera conmigo.
-¡Hey! Lincoln ¿Qué te sucede? -me pregunto como si fuera complicado de entender.
Me reprimí, no le gritaría. Jamás lo haría.
-No hables con otros chicos, es nuetro tiempo. Nuestro -le dije en un susurro para que las demás persona que observaban mi ataque de celos no se enteraran de lo ocurrido.
-¿Otros chicos? -dijo riendo.
-¿A quien llamas "otro chico"? ¡Yo solo quería ser su amante, pero ahora no! ¡Lo nuestro se acabo, Ronnie!
Esa voz, esos gritos, esa actitud.
Ronnie Anne sonrió y acaricio mi mejilla mirándome con ternura. Me dio la mano y la apretó fuerte, como cuándo yo lo hacía para disculparme.
Noah salió del agua, con la ropa empapada y me fulmino con la mirada.
-¿Porque hiciste eso, Lincoln? ¡Creía que éramos amigos! -dijo en son de broma
-Oh mierda, que sucedió, aquí -pregunto otra voz conocida. Dio la vuelta y ahí estaba Ron y Linka, quien por cierto, se escondía atras de su novia para no ser vista.
-¿Que hacen aqui?
-¡Vinimos a animar sus noches! -gritarón los tres.
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