Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

• PRÓLOGO •

Entre abro los labios sintiendo las lágrimas acumularse en mis ojos mientras niego hacia Arán con la cabeza.

No le creo, me niego a creerle...

― No... Tu me amas, Tú dijiste que amabas ― susurro incrédula con un nudo en el pecho sintiendo como las extremidades de mi cuerpo se congelan.

Mis dedos estaban sobre su pecho, sus manos toman de mis muñecas regalandome de nuevo esa frívola mirada de cuando nos conocimos, su agarre no es amable, es duro, dañino.

― Ayleté, eso era antes ― expresa con gelidez sin una pizca de empatía o remordimiento.

Aferró mis dedos a su camisa negandome a sus palabras.

― ¿Qué cambio? ― interroga dolida sintiendo una lágrima resbalar por mi mejilla.

Observo como sus ojos se desvían a esa lágrima tensando la mandíbula y su agarre en mis muñecas duele, no es un toque como el que acostumbramos esto no se siente como el deseo sino el desprecio.

― Muchas cosas, no somos de la misma clase Ayleté...

Frunzo el ceño negando.

― ¿Que? Tu nunca habías... dijiste que eso no es problema para ti, hay algo más, tú me amabas ― sollozo tensando la mandíbula.

― Cambien de opinión... Verás... Tu no eres suficiente para mi Ayleté ― expresa fríamente apretando más mis muñecas hago una mueca de dolor.

Me empuja la suficiente para alejarme de él.

Mientes ― expreso dolida, me niego a creerle.

Mis lágrimas ahora lastiman la piel de mi rostro que se siente hinchada.

― No no lo hago...

― ¡¿Porque esas palabras entonces?! ¿Porque ya no me amas? ― lloro sintiéndome peor que la misma mierdaapenas ayer...

― ¡Por que existe otra carajo! ¡¿Mejor?! Existe alguien que si vale la pena, alguien que si amo, que si deseo.

Sus palabras llegan como una fría bofetada, cierro los ojos sintiendo mi corazón desconectarse de mi cuerpo en este mismos momento, mi cuerpo se siente frío y débil, casi caigo pero me sostiene y no se si es peor, me sangolotea logrando abra los ojos.

― Existe otra mujer en mi vida que provoca todo lo que tu no, que es todo lo que tu no, es mejor de lo que tu y yo somos...

Trago el nudo en mi garganta deseando soltarme. Experimente la desilusión pero no el dolor que es el desamor. Es horrible, siento estoy agonizando, veo a sus bonitos ojos sintiéndome menos, sintiéndome una miseria.

Un sabor amargo se instala en mi paladar.

― Tu no eres así...

― Toma tus cosas y lárgate con tu traumas y momento de negación Ayleté.

Entre abro los labios soltandome por la fuerza que ejerce en su agarre.

― ¿Que? Son las tres de la mañana ¿A dónde voy a ir? ― inquiero incrédula.

Arán observa por el gran ventanal comprobando mis palabras. Sollozo aun dolida.

― No me importa...

― ¡No hay un maldito bus de Debacle que este trabajando a esta hora carajo! ¿Cómo piensas me vaya? ― el miedo comienza a inundarme.

No, ahora no, no a esta hora...

― No es de mi incumbencia, Tomás tus cosas y vas, ahora.

― No por favor, sólo dame dos horas, sólo te pido dos horas ― suplico tomandolo del brazo pero se suelta.

― No te quiero más en mi casa ¡Quiero que te largues maldita sea! ¿No vez que su sólo presencia me repugna.

Tiemblo con esas palabras, mi cabeza se llena de recuerdos, tomo mi cabeza entre mis manos negando frenéticamente sólo pronunció un "no".

― Por favor no me eches, no ahora... puedo esperar en el resividor, incluso en el cuarto de servicio, me iré dentro de dos horas ¡Esta muy oscuro! ― sollozo con miedo negando.

Tu no... Tu no puedes hacer eso.

― ¿Que parte de no me interesa no oyes? ¿Ahora eres sorda?

Lo miro con incredulidad... nunca me había tratado así, sabía que podía ser cruel pero no conmigo, nunca conmigo, sus ojos me queman, sus palabras me destruyen...

Observo una sombra distante de nosostros cuando estoy por hablar, no me puedo ir, me están buscando y si me ven sola no dudarán en hacerme polvo y darme de comida para los perros, mi miedo crece dentro de mi.

― Aran por favor ― pido juntando mis manos.

Normalmente lo que antes funcionaba para pedirle cualquier cosa ahora no lo hace, su mirada no es calida sino fría y llena de desprecio que no se que es peor, el diciéndome que tiene a otra después de hacerme el amor o mandandome a la calle a las tres de la mañana.

Aran duda... Por un segundo duda pero cuando veo la presencia detrás de él, salir, comprendo todo.

Asier

― Que te vayas ¿No oyes? ¿Qué debemos hacer? ¿Llamar a los de seguridad para que te echen? Mi hermano quiere que desaparezcas.

Tenso la mandíbula asintiendo con la cabeza lentamente hacia Arán. Ahora entiendo, trato no reír del dolor, coraje y rabia que esto provoca en mi, llevo poco tiempo de conocer a Asier de esta forma pero el suficiente para saber que me odia por ser inferior a ellos, según sus palabras.

― Creí en ti ― expreso hacia Arán dando un paso atrás ― y ahora me arrepiento ― expreso mirando una última vez a sus ojos verdes antes de darme la vuelta hacia el ascensor.

Ya me humillar demasiado.

― Buena decisión bella puta ― expresa Asier.

Ayleté tus cosas...

― ¡Te la regalo maldito infeliz de porquería! ― bramo desde el ascensor mirando rojo.

Mi reacción les soprende a los dos, me metí tanto en la personalidad de Ayleté que olvide la mía.

― ¡Ayleté!

Para mi suerte las puertas se cierran, seco mis lágrimas presionando mi muñeca la luz de la pulsera interna sale.

Sollozo pegando mi espalda a la pares del ascensor.

― Yo te amaba...

La hora que se marca son las dos treinta de la mañana, nisiquiera son las dos, no tengo mi celular sólo una pulsera dentro de mi muñeca la cual no puedo usar por precaución.

Cuando las puertas se abren salgo del elevador, caminando hacia recepción, una programación es la que recibe y yo pido hablar con el encargado del edificio, miro las puertas transparentes, siento estoy demsiaod paranoica pero juro ver las sombras, espero por dos minutos, no mucho.

Un hombre de unos sesenta años a simple vista pero pese tener ochenta o más.

― Señorita Ayleté ― habla con sorpresa.

Se acerca a paso rápido.

Señor.

― ¿Se encuentra bien? ― pregunta Con preocupación tomando mis manos.

Luego con la cabeza.

― Necesito donde quedarme, sólo por dos horas y media ― mi voz sale suplicante.

Tengo el corazón roto y el miedo hasta la punta de cada uno de mis cabellos.

― ¿No hablado con el señor Arán? ¿Necesita yo le avise de su estado...?

― No, no, no, él me echo, él no debe saber de esto ― me apresuro a decir golpeando el piso con mi pie.

El me lleva hacia la puerta que nos llevará a su departamento mirándome proecupado.

― Comprendo, se puede quedar en mi departamento, vengan conmigo...

― No ― chasquea Asier justo cuando estoy cerca de llegar a esa puerta.

― ¿Señor Asier? ― se sorprende el señor girando hacia el.

― Gamn ― pronuncia su apellido ― la señorita no puede quedarse, has que se vaya.

No me giró ni a verlo, no se que hace aquí, no, en realidad si lo , está aquí para joderme la vida y vaya que lo hace.

― Señor son las dos y media de la mañana ¿Que hará una señorita como ella en las calles a esta hora?

― Lo que las señoritas como ella hacen a esta hora, créeme que se sabrá cuidar.

Señora Asier...

― Gamn he dicho, se va ella ¿O te vas tu? Al final, sino obedeces lo harán los dos ― advierte.

No, Gamn se queda callado mirándome.

― No puede hacer eso señor ― su voz tiembla cuando lo dice.

Golpeó el mueble a mi lado girandome hacia Asier, me desprecia tanto que se a este pobre hombre le puede ir peor que a mi.

Sólo quiero una hora, una hora por favor ― le pido con dolor.

― Te doy un minuto antes de que ellos te echen ― expresa justo cuando dos hombres grandes se hacen ver y luego otros dos.

Luego de eso sentí como me resisti, como Gamn intento ayudarme pero fue golpeado y dejado incosiente, patalie, aruñe, mordi y me defendí pero estaba débil, me tiraron al pavimento y las puertas se cerraron, me levanté y quise golpear pero si había alguien vigilandome, esto llamaría la atención.

Sólo pude caminar rápido y alejarme en busca de un lugar seguro, tocaba mi pantalón esperando tener señal para comunicarme y como pensé... me estaban vigilando y no sólo eso, me estaban siguiendo.

Después de esa noche todo cambio en mi hacia Aran Daven, el conoció a Ayleté Shiger, pronto conocería a Hazel dagger porque dos semanas después lo vi con otra mujer, se basaban y se vean felices.

Luego todo explotó, sentí el calor en mi piel secando mis lágrimas y quemando mi piel.

Nunca olvidaré quien soy, me lo recordaban y me lo recordaba día tras día, con el corazón destruido era más fácil recordar.

Continuara...

Antes no había prólogo, sólo estaba la advertencia, la sinopsis y un capítulo, así que si ven unos cambios es porque lo estoy re escribiendo todo pero sigue siendo la misma trama, con más ánimos de escribirlo que en el pasado ♡

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro