Double Trouble
Los sentimientos son cosas con las que no puedes jugar.
Puedes engañar a quién quieras, puedes creer lo que quieras, pero cuando los sentimientos hablan entonces el sentido común queda fuera de la ecuación.
Una vez alguien me dijo que si de verdad amaba a alguien, entonces valía toda la pena arriesgarse, confesarse y desear que lo mejor suceda, no se gana nada siendo un simple espectador.
Yo... lo siento y no me da miedo gritarlo a los cuatro vientos, que todos se enteren de lo que siento, yo amo profundamente a ese hombre...
-Yotsuba Nakano.
~~
Te amo.
El peliazul se encontraba completamente estático, ¿acaso había escuchado bien eso? Su mente hacía mil y un maquinaciones con el fin de llegar a una respuesta lógica, algo que le permitiera afrontar la situación de la mejor manera, pero simplemente era algo imposible.
-¿Eh...eh?- fue lo que dijo.
Yotsuba en ese momento se apartó súbitamente, su rostro estaba rojo a más no poder y su expresión era una de pánico.
-¿Lo-lo dije o lo pensé?- dijo mientras sentía que su corazón palpitaba más y más rápido.
Al ver el rostro de asombro del peliazul se dio cuenta de lo obvio, lo había dicho y era obvio que al peliazul no le había sentado bien.
La chica barajeó sus opciones, huir y dejar todo en el limbo o plantarle cara a lo que había hecho. Pero había algo de lo que ya estaba cansada y eso era de huir de los problemas.
-Yo... Uesugi-san.- dijo ella, causando que el chico diera un paso hacia atrás.
-Debes estar bromeando...-
-Ya lo dije... y acepto eso, yo te amo Fuutarou Uesugi, eres el hombre del que me enamoré profundamente.- dijo ella.
-¿Qué carajos?- fue lo único que pudo decir.
La pelinaranja sintió una punzada en su corazón, sabía que lo que estaba a punto de hacer traería problemas, pero la carga que sentía en su corazón era demasiado pesada ya.
-¿Qué demonios está sucediendo?- gritó internamente el peliazul.
Aunque el chico no lo quisiera admitir, podía sentir cómo ese beso transmitía todo lo que Yotsuba quería decir, sus sentimientos y arrepentimientos.
Lentamente, sin darse cuenta, fue cediendo ante la muestra de afecto de la pelinaranja, ni siquiera sabía el por qué, antes la hubiera empujado, pero ahora no podía hacerlo, se sentía embelesado. Sus ojos lentamente comenzaban a cerrarse y su cuerpo comenzaba a ceder.
Crack
El sonido de un objeto de vidrio fue lo que hizo que se separaran bruscamente. La mirada de ambos chicos se dirigió hacia el origen de dicho sonido y, temiendo lo peor, pudieron ver que ahí se encontraba de pie Ichika.
-U-u-ustedes...- dijo con la voz entrecortada. La pelirrosa se encontraba tapando, de forma inútil, su rostro que reflejaba un corazón roto.
-Ichika... yo...- dijo la pelinaranja.
La chica se derrumbó en ese momento, sus piernas cedieron y ella cayó de rodillas sobre el suelo, aún cubriendo inútilmente sus lágrimas.
-U-ustedes... no-no-no puede ser posible.- dijo con dificultad.
-Ichika...- dijo Fuutarou, no sabía qué hacer, no sabía qué decir.
-¿Có-cómo es posible...? A-apenas hace unos días... ni siquiera podían estar en la misma habitación.- dijo ella.
-Yotsuba y yo no somos nada, no digo que no significó nada eso que viste, no voy a menospreciar sus sentimientos, pero sí voy a ser claro. Ella me besó.- dijo el peliazul.
La pelinaranja se sintió tranquila, se sentía en parte bien porque no estaba siendo menospreciada de ninguna manera, ella esperaba una mala reacción, pero algo como eso para nada.
Pero al mismo tiempo se sentía mal, ella sabía que su hermana amaba a ese chico.
-Uesugi-san tiene razón...- dijo mientras tomaba las manos de su hermana. -Lo que hice... lo acepto, no esconderé mis sentimientos, lo hice una vez y todo se arruinó. Puede que haber hecho esto genere problemas entre nosotras, pero por favor, no culpes a Uesugi-san.- dijo la pelinaranja.
La pelinaranja limpió las lágrimas de la pelirrosa y le susurró.
-Además... créeme que él te necesita tanto como tú a él. Estoy segura de que él no siente nada por mí, así que puedes estar completamente tranquila.- dijo la pelinaranja.
-Yo... yo-yo no sé qué decir... Dios... me siento mal.- dijo ella, cosa que alarmó a los dos jóvenes. Entre ambos, levantaron a Ichika y la llevaron con cuidado hacia su habitación.
La recostaron en su cama y luego de eso Yotsuba se acercó y le dio un beso en la frente a su hermana.
-Perdón por esto Ichika, prometo que no volveré a hacer nada que interfiera en tu embarazo y si eso significa alejarme de Uesugi-san ten por seguro que lo haré sin problema, mi prioridad eres tú y tu embarazo.- mencionó ella mientras salía del cuarto.
Ichika por su parte simplemente vio de reojo a la chica, se sentía tan mal que decir o hacer algo le iban a provocar mal.
-Yotsuba...- dijo Fuutarou.
-Gracias... por permitir que expresara cómo me siento, me has ayudado como no tienes idea... de nuevo. Te lo agradezco de corazón.- dijo mientras se iba.
En ese momento Ichika intentó levantarse, pero le fue imposible, las náuseas que sentia eran demasiado grandes y se sentía mal.
-Quédate quieta... Dios, te encanta ponerme más trabajo,¿no es así?- dijo en tono de broma, aunque ella no lo tomó bien.
-!No-no estoy de hunor para tus estupideces!- dijo ella casi gritando, cosa que asustó al peliazul, jamás le había hablado así.
-Yo...- dijo él, pero ella lo interrumpió.
-¿Crees que ver al chico que amo desde secundaria no es completamente doloroso? ¿En serio crees que olvidaré eso?- preguntó molesta.
Fuutarou se molestó por eso, ya estaba llegando a un nivel que no era aceptable, así que le plantó cara.
-Primero, nunca te mandé a enamorarte de mí, así que no es justo que me reclames por eso. Segundo... si tanto me amabas en secundaria... ¿por qué nunca lo dijiste?- dijo mientras se levantaba.
Ichika únicamente lo siguió con la mirada y vio que él tomó una silla que usaba la chica para sentarse a maquillarse y se quedó ahí. Una parte de él quería creer que lo que había sucedido era parte de los síntomas del embarazo, sentimientos de manera exagerada.
-Estaré aquí hasta que necesites algo o que mejores, trata de dormir-
La chica pudo sentir una pizca de dolor proviniendo de su voz, se sintió mal y comprendió el cómo estaba actuando, estaba siendo egoísta con un chico que ni siquiera la amaba.
-Fuutarou-kun.- dijo ella, pero fue inmediatamente interrumpida.
-Duerme. Necesitas descansar.- dijo de manera firme, causando que la pelirrosa le hiciera caso.
Pasaron varios minutos y ella por fin se quedó dormida, Fuutarou por otro lado estaba preocupado por ella, pues esa reacción de hace rato le había afectado más de lo que hubiera querido.
Y así pasaron unas horas en las que el peliazul no se movió de su asiento, hasta que ya siendo casi noche la chica reaccionó. Ella bostezó levemente y se encontró a Fuutarou aún sentado en la silla, pero tenía un libro en la mano, estaba estudiando.
-Fuutarou-kun.- dijo ella, captando así la atención del peliazul.
-¿Cómo te sientes?- pregunto, poniendo el libro a un lado.
-Ya mejor... ¿estuviste ahí desde que vinimos? Pe-pero... ya es de noche.- dijo ella con algo de vergüenza.
-Sí, solo me levanté a traer ese libro. Vamos a la cocina, hice una sopa para ti, eso seguro que no te puede caer mal, te ayudará a sustentarte y a protegerte de comer algo pesado.- mencionó mientras comenzaba a caminar hacia la cocina.
-Fuutarou-kun... lo siento.- dijo ella, causando que el peliazul solo la viera de reojo.
-No importa, hice un intento de chiste en un momento serio, me disculpo por mi imprudenci, fue mi culpa.- mencionó mientras salía del lugar.
-No-no es tu culpa... pero no hablo solo de eso.- dijo ella. -Lamento no haberte dicho nada antes.- mencionó, causando que el chico le pusiera atención y regresara.
-Ah... te refieres a eso. Escucha.- dijo para luego tomar asiento. -Los sentimientos... son cosas de las que no puedo hablarte realmente, no tengo experiencia con nada de ese ámbito... pero puedo intuir que si no lo dijiste... fue por una razón en específico, tuviste miedo o lo que sea... fue estúpido haber preguntado el por qué no me habías dicho.- mencionó él.
-Fuutarou-kun... yo... debo ser sincera... sí, fui una cobarde y tuve miedo de decir lo que sentía en ese entonces... en ese momento yo sabía que una de mis hermanas te queria y tuve miedo de hacer algo, no quería que ella saliera lastimada, pero cuando justo comenzaba a decidirme por hacer algo al respecto... es que todo sucedió. Y ahora... que te tengo tan cerca y tan lejos al mismo tiempo...- dijo, pero se quedó callada.
-¿Ahora qué?- preguntó.
-Ahora vuelvo a tener miedo... sé que no sales conmigo ni nada de eso, pero tengo miedo de quedarme sola de nuevo... no quiero que te alejes de mí nunca más.- dijo mientras bajaba la mirada.
-Ichika... yo nunca te abandonaré. Sí, puede que en parte sea por nuestras hijas... pero desde el momento en que se volvió "nuestro" asunto tomé la decisión de encargarme de ti también. Antes no lo veía así, pero ahora lo tengo claro. No te dejaré.- mencionó Fuutarou.
La pelirrosa se sonrojó cono un tomate, no esperaba esa reacción en absoluto.
-Fuutarou-kun.- dijo mientras se acercaba lentamente a él.
-No otra vez...- pensó el pobre chico, su cabeza estaba hecha un desastre y Yotsuba e Ichika no ayudaban para nada.
-Te amo.- dijo para luego intentar acercarse y darle un beso, pero Fuutarou la detuvo en el intento colocando sus manos en las mejillas de la chica.
-Detente, solo haces que mi cerebro piense cosas de más...- dijo el peliazul.
-¿Eh?- dijo ella.
-Tengo suficiente con tu hermana diciendo que me ama... ¡no puedo pensar claro si me siguen besando como si nada fuera a pasar!- dijo exaltado.
-Yo...- dijo ella, pero las palabras no le salían.
-No puedo decir mágicamente que te quiero también Ichika, las cosas no funcionan de esa manera, pero... si por algo puedo empezar... es dejando todo atrás, para siempre.- dijo el peliazul.
-¿A qué te refieres?- preguntó ella.
-El tiempo que he pasado contigo, es cierto que todo pasó y no cambiará... pero este tiempo juntos me ha demostrado... que es hora de seguir adelante, nunca más volveré a ver atrás... así que... quiero que empecemos desde cero.- dijo el peliazul.
-¿Hablas en serio?- dijo mientras sentía una enorme alegría. -Está bien... empiezo yo, mi nombre es Ichika Nakano... aunque soy más Uesugi que Nakano.- dijo ella a tono de broma, causando que Fuutarou se sonrojara y pusiera su mano en su rostro.
-No... creo que no se va a poder, esperaba mucho de alguien de tu intelecto.- dijo el peliazul.
La chica rió ligeramente y habló:
-Bien bien... soy Ichika Nakano y es un placer conocerte, ¿cómo te llamas?- dijo ella.
-Nunca cambiarás, ¿no es así?- preguntó el peliazul sonriendo ligeramente.
-No te has presentado.- dijo en tono de broma, causando que el chico suspirara.
-Soy Fuutarou Uesugi, es un placer también.-
-Así que... Fuutarou-kun, ¿le darías el honor a esta damisela de ser tu amiga?- preguntó ella con una alegría indescriptible.
-No lo sé, ¿debería hacerlo?- dijo para luego soltar una leve risa, una genuina risa, una que Ichika no había visto desde hace años.
-Por supuesto, es una decisión que cambiará tu vida.- dijo ella.
-Bien, Ichika Nakano...-
Seamos amigos
~~
El tiempo pasó y ya era bastante tarde, la joven pareja había pasado bastante tiempo conviviendo y disfrutando, algo que no pasaba desde hace tiempo.
El joven ayudó a la chica a recostarse, pues ella se sentía bastante cansada, pero al hacerlo la chica le jaló la manga del suéter.
-Podrías... ¿quedarte cerca?- dijo ella. -Es que... tengo miedo de que me ponga mal en la noche.-
-No lo creo, ya hasta cenaste y demás así que no creo que te pongas mal.- mencionó, pero no contaba con que ella lo miraría con ojos de perrito.
-¿Por favor?- dijo ella.
-Agh... vale vale, tú ganas.- dijo para luego jalar una silla y sentarse al lado de la cama.
La chica sonrió y luego tomó la mano del peliazul.
-O-oye...- dijo, pero luego suspiró. -No importa... descansa Ichika.- dijo él.
Ella simplemente cerró los ojos, se sentía segura, tranquila y por sobre todo, se sentía bien. Podía aún no ser amada de la manera en la que a ella le gustaría, pero ya eran amigos, era un avance demasiado grande.
Y a ella no le importaba si todo terminaba ahí, haber empezado de nuevo era suficiente para ella.
Eventualmente, se quedó dormida, pues Fuutarou pudo sentir cómo el agarre ya no tenía fuerza, así que el chico decidió ir a traer su celular.
Cuando recogió su celular pudo ver que tenía dos notificaciones, algo que sin duda era raro, pues casi nadie le escribía.
El mensaje era de Maruo.
Dr. Nakano
Fuutarou Uesugi, hay ciertas cosas de las que me gustaría hablar con ustedes dos, recuerdo que habíamos acordado hablar en el momento en que todos nos calmáramos.
Fuutarou suspiró, si bien no le agradaba la idea de tener a Maruo cerca de Ichika... era su padre después de todo.
Uesugi
Por mí está bien, pero la opinión de Ichika es importante también. Depende de cómo se sienta ella.
Dr. Nakano
Bien, quiero respuesta a más tardar mañana.
Fuutarou decidió ya no responder, así que bloqueó su celular y regresó al cuarto de la pelirrosa. Al entrar la vio descansando de una manera tan tranquila, así que decidió sentarse a su lado.
Al verla de esa manera recordó todo lo que habían vivido juntos, tanto en el pasado como ahora, la vio esforzarse, la vio caer, la vio levantarse, la vio tanto en sus peores como en sus mejores momentos. Inconscientemente, su corazón lentamente se ablandó, hasta llegar a donde estaba ahora.
Él en parte tenía miedo, estaba entregándole de nuevo su confianza a la misma chica que lo dañó en el pasado y no solo a ella, también a la chica de Kioto, es cierto que ella no sabía sobre la situación, pero él pensaba decírselo la próxima vez que se vieran.
Eso no significaba que él olvidaba, pero... había logrado algo mucho mejor, algo que le permitiría al fin avanzar.
-Ichika, Yotsuba... las perdono. Las perdono por todo.-
Eventualmente, también se quedó dormido. Por primera vez en meses, había conseguido quedarse dormido en una profunda tranquilidad.
A la mañana siguiente, el peliazul despertó primero. Ichika aún dormía, pero el celular de la chica comenzó a sonar, indicando que la estaban llamando. El chico rápido se llevó el celular para que no despertara a la chica, cuando vio quién era se sorprendió ligeramente, era Miku.
Fuutarou dudó de si debía contestar o no, pero asumiendo que Ichika le había contado ya sobre todo entonces estaría bien.
-¿Aló?- dijo, pero hubo un gran silencio del otro lado de la línea.
-¿Fuutarou?- se escuchó una voz tenue del otro lado.
-Miku... ha pasado tiempo. Ichika sigue dormida, le diré que te llame cuando se despierte. Adiós.- dijo el chico.
Si bien había perdonado a Ichika y a Yotsuba, lo había hecho porque fueron las únicas que intentaron arreglar su estupidez.
Por supuesto, no pasaron ni diez segundos antes de que volvieran a llamar, siendo de nuevo Miku.'
-¿Necesitas algo? Ya te dije que Ichika está dormida.- dijo el peliazul.
-No... solo quiero hablar contigo.- dijo ella.
El peliazul suspiró, no estaba seguro de qué debía hacer, pero antes de poder hacer algo una voz lo interrumpió.
-Fuutarou-kun, querido, ¿no has visto mi celular?- preguntó la chica, aunque ella sola se respondió al ver al peliazul hablando en su celular.
-¿Ichika? Ah, es que habían llamado y contesté para que el ruido no te despertara, pero veo que fue en vano.- dijo. -Ten, es Miku.- dijo el peliazul mientras le pasaba el celular a la chica.
El rostro de Ichika se ensombreció, incluso Fuutarou tuvo temor al verla de esa manera, pues no era normal verla así.
-¿Qué quieres?- preguntó de manera tajante, sorprendiendo a Fuutarou.
-Estaba hablando con Fuutarou, pásamelo.- dijo la chica del otro lado.
-Creía haber dejado todo claro aquel día Miku, no insistas.- mencionó Ichika.
-Pe-pero... hay algo de lo que debo advertirle.- mencionó ella con preocupación.- dijo ella un poco más nerviosa.
Ichika suspiró, una parte de ella creía que la chica solo hacía eso para hablar con Fuutarou, pero otra parte en verdad estaba preocupada.
-Vale... pero ten en cuenta lo que hablamos aquel día.- dijo ella con firmeza.
Luego de eso la chica le pasó el celular al chico, que estaba algo confundido, pero aún así recibió el celular y habló.
-¿Qué quieres?- preguntó.
-Es... es Nino... ella está ahora en la ciudad.- dijo ella.
-Sí, vi algo sobre un restaurante que acababa de abrir o algo así.- mencionó el chico, causando que Ichika se alarmara. -¿Qué tiene que ver Nino en todo esto?- preguntó.
-Es que... escucha, solo ten cuidado... digamos que ha perdido un poco... la cordura, no es como la Nino que recuerdas. Me gustaría hablar en persona de esto, podría explicarte más a detalle todo.- dijo la chica.
-Hablas como si estuviera loca, ¿no estás exagerando?- preguntó el chico, pero Ichika le arrebató el celular.
-Nino no puede enterarse que Fuutarou-kun es el padre, luego de lo que hizo antes... no dudo que intente hacer algo similar justo ahora.- mencionó la chica.
-Sí... por eso quería hablar con él.- mencionó.
-Supongo que... es hora de contarle la verdad, no quería que esto pasara, pero no tengo alternativa. Gracias por avisarnos Miku.- dijo la chica.
-No-no hay de qué.- dijo la pelicastaña.
Ichika colgó inmediatamente y vio que Fuutarou estaba sumamente confundido.
-¿Por qué hablan de esa manera de Nino? ¿Qué demonios les hizo?- preguntó.
-Ella... estaba dispuesta a hacer lo que fuera necesario para enamorarte. Y cuando digo lo que fuera... es literal, incluso si eso significaba quitarnos del medio.- mencionó.
-¿Qué carajo hablas? Me empiezas a asustar.- dijo el chico.
-Fuutarou-kun, llegó la hora de contarte sobre lo que pasó años atrás, unos días luego de que te... echamos. La verdadera razón por la que Miku dejó el hogar de las Nakano, pues yo me fui antes de ella e incluso antes de saber lo que estoy por contarte, pues fue Miku quién me contó esto.-
-Tu familia en serio da miedo.- dijo el peliazul.
-Escucha... quiero que sepas, que no importa lo que pase, estaré a tu lado para apoyarte y cuidarte.- dijo ella.
-Yo... supongo que también, me encargaré de que tu embarazo continúe sin problemas sin importar lo que pase.- dijo el peliazul.
~~
El amor transforma.
El amor cura.
Pero a veces construye trampas mortales y termina destruyendo...
A la persona que decidió entregarse por completo.
~~
Próximo capítulo: Un amor enfermizo.
Bueno, aquí estamos con otro capítulo. La relación de Ichika y Fuutarou parece haber sanado, aunque... eso no significa que todo vaya a ser perfecto... no no no, esto apenas va comenzando.
¿Qué les pareció el capítulo? Saben que siempre aprecio sus opiniones y/o críticas.
Con esto entramos casi ya a la segunda mitad de esta historia, me emociona bastante escribir todo lo que viene a continuación y espero que ustedes disfruten de eso también.
Por ahora, nada más que decir, nos vemos en un siguiente capítulo.
Fin de la transmisión.
-Writer_Bryan.
(Simplemente una diosa).
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