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Cuenta regresiva

Hay momentos donde hasta tú sabes que existe un límite, puedes quejarte, pero incluso el más cuerdo conoce en qué momento debe decir que es suficiente, que ya no debe seguir.

Pero existen personas que saltan esta regla no escrita, personas que aunque saben en lo profundo de su corazón que está mal, siguen insistiendo hasta el punto de pasar lo permitido.

Hay momentos donde el amor se vuelve obsesión, la curiosidad por alguien se vuelve acoso y donde el deseo es capaz de hacer lo que sea para hacerse realidad.

~~

Ichika estaba descansando, había sido un día bastante agitado para ella y lo único que quería era relajarse y descansar. Mientras descansaba ella acariciaba su vientre mientras sonreía.

-En unos pocos meses podrán estar en mis brazos... realmente me encuentro ansiosa por eso... ya quiero que llegue ese momento.- dijo.

Si bien el ser madre era algo que no se le había cruzado por la cabeza, ahora era algo que la ilusionaba de verdad.

Pero al mismo tiempo le causaba temor, ¿sería una buena madre acaso? ¿Lograría educar de manera correcta a sus hijas? Esas preguntas rondaban por su mente, sin embargo, le daba tranquilidad el saber que contaba con muchísimo apoyo de muchas personas, inclusive el de su padre, el mismo que la amenazó años atrás.

Su descanso y sus pensamientos fueron interrumpidos debido al sonido de que alguien tocaba la puerta. Ella ni lenta ni perezosa se levantó y fue a ver quién era. Al abrir vio a su hermanita ahí, se le notaba bastante nerviosa.

-Yotsuba... ¿qué tienes?- preguntó.

-¿Podemos hablar adentro?- preguntó ella rápidamente.

Ella asintió y luego de eso ambas entraron al hogar de la pelirrosa. Ella fue a servirle un vaso de agua y luego de que tomaran asiento y la chica le diera un trago entonces Ichika habló.

-¿Qué fue lo que pasó?- preguntó la pelirrosa.

-Nino... me encontré con Nino.- dijo la pelinaranja algo asustada.

-¿Qué? ¿Te hizo o dijo algo?- preguntó preocupada la chica.

-No... eso precisamente me asusta mucho Ichika, no parece la Nino de la que me hablaste. Por supuesto, creo todo lo que dijiste, no entendería razón de por qué me mentirías sobre algo tan delicado... pero realmente es aterrador ver que no hay una sola pizca de esa Nino...- dijo ella con nervios.

-A ver... primero analicemos la situación, tal vez está buscando aprovecharse de ti pues realmente no sabes, según ella, sobre lo que pasó.- mencionó la pelirrosa.

-Se mostró normal, como cuando vivíamos juntas, me preguntó sobre mi entrenamiento y a su vez me felicitó. Me contó también lo que habia estado haciendo y me preguntó sobre tu embarazo.- dijo la pelinaranja.

-Hmm, sabía que se iba a enterar desde aquel momento en que mi compañero soltó la sopa sin querer...- dijo ella mientras colocaba su mano en su mentón.

-Yo... obviamente dije que no sabía mucho, que no sé quién es el padre y que solamente te felicité una vez que te topé en la calle... pero se puso a decirme que parecía que ocultaba algo, que protegía algo o a alguien... creo que notó mi mentira.- dijo ella con nervios.

-Sí... eres una terrible mentirosa.-

-También mencionó que, como yo no dije nada, lo averiguaría preguntandote directamente... eso me asusta un poco.- dijo ella con nervios.

En esa charla estaban cuando apareció Fuutarou, que por fin había regresado luego de un día de estudios y trabajo.

-Ya llegué.- dijo mientras cerraba la puerta y guardaba sus llaves.

-Bienvenido a casa cielo, estoy en la sala hablando con Yotsuba.- dijo Ichika a lo lejos.

-¿Cielo?- pensaron Yotsuba y Fuutarou al mismo tiempo.

El peliazul rápidamente fue hacia ahí y saludó a ambas chicas, aunque su rostro de cansancio se fue al ver que ambas estaban nerviosas, mientras que en Yotsuba era notorio a simple vista, con Ichika era algo que él ya le conocía, su sonrisa falsa y que mordía su labio por momentos.

-¿Qué pasó?- preguntó el chico.

Yotsuba entonces comenzó a contarle igual que a Ichika, aunque a diferencia de las chicas él no sintió preocupación por él mismo, si no que estaba preocupado por cómo le afectaría eso a ambas.

-Bueno, primero lo lógico. Debemos evitar pasar por el restaurante ese a toda costa, aún si eso implica dar una vuelta, prefiero eso a terminar acuchillado...- dijo el peliazul a tono de broma, aunque a ellas no les hizo ninguna gracia.

-Uesugi-san, no digas esas cosas... me pones muy nerviosa.- dijo ella mientras sentía miedo.

-Lo siento... broma de mal gusto. En fin... si la vemos en algún lado, no importando a qué vayamos, mejor evitarla, nos ahorraremos problemas innecesarios.- dijo el peliazul.

Yotsuba estaba muy nerviosa y lo primero que pudo hacer fue tomar la mano del peliazul para calmarse, cosa que asustó a ambos, pues nunca habían visto a Yotsuba tan preocupada.

-Yotsuba...- dijo Fuutarou.

-Lo-lo siento... es solo que...- dijo la chica.

-¿Acaso le habrá dicho algo? No es normal que esté tan nerviosa.- pensó el chico.

Ichika no soportaba ver a su hermana tan nerviosa y asustada, así que la abrazó firmemente.

-No dejaré que te pase nada nunca, Yotsuba, antes no pude apoyarte como debía hacerlo... pero ahora puedes estar segura que te protegeré.- dijo ella mientras la abrazaba.

Yotsuba abrazó con más fuerza a Ichika mientras trataba de calmarse, fue así hasta que sintió que Fuutarou la soltaba y luego colocaba su mano en su cabeza.

-Yo tampoco dejaré que te haga algo, sería malo si algo le pasa... a mi amiga, ¿no es así?- dijo mientras sonreía ligeramente, causando que la chica por fin pudiera calmarse.

-Yo... se los agradezco de corazón.- dijo Yotsuba mientras esbozaba una ligera sonrisa.

Ichika rompió el abrazo y sonrió, Fuutarou a su vez le dio espacio a la chica, quien realmente se veía mucho más calmada.

-Aún así... siento que esto no terminará hasta que la confrontemos, de una manera u otra... debo hacer algo.- dijo Fuutarou para sí mismo.

~~

Las semanas habían pasado y no habían señales de Nino por ningún lado, Ichika ya estaba en el quinto mes de embarazo, el tiempo había pasado en un abrir y cerrar de ojos para ella, a pesar de tantos problemas y complicaciones, ahora sentía que el tiempo pasaba mucho más rápido.

Cierto día ella estaba relajada en su hogar, estaba sentada en la sala, Fuutarou estaba estudiando y Yotsuba ya se había ido. Parecía ser un día más para esta pequeña familia, hasta que la chica pudo sentir ligeros golpes que provenían de su estómago.

-¡Fuutarou-kun!- gritó ella al sentirlo, este grito asustó al peliazul, el cual llegó como si fuera una bala.

-¿Qué pasa? ¿Te sientes bien?- pregunto el chico algo preocupado.

-Dame tu mano cariño.- dijo ella mientras extendía su mano.

-¿Eh? No tengo tiempo para juegos tontos Ichika.- dijo el chico seriamente.

-Solo hazlo, no seas aguafiestas.- dijo ella.

El peliazul suspiró, sabía que ella no lo dejaría en paz hasta que le diera la mano. El chico accedió, cuando lo hizo pudo sentir cómo la chica se levantaba la blusa ligeramente y llevaba su mano hacia su vientre.

-¿Eh? ¿Qué haces?- preguntó. El chico fue ignorado y la chica colocó la mano del peliazul en su vientre.

Fuutarou se quedó estático por unos segundos, hasta que finalmente pudo sentir lo mismo que ella, unos ligeros golpes que provenían de adentro.

Fuutarou no pudo evitar sonreír ante esto, podía sentir los movimientos de las niñas y eso lo estaba haciendo bastante feliz.

Ichika por otro lado también estaba rebosando de alegría, veía con amor al chico que estaba frente a ella, mientras que al mismo tiempo se alegraba por los pequeños golpes, cada vez faltaba menos tiempo para que las chicas nacieran. Estaba en una cuenta regresiva que ansiaba que acabara pronto.

-Ellas... ellas...- dijo la pelirrosa.

-Sí Ichika... puedo sentirlo con mucha claridad.- dijo el peliazul mientras sonreía. -Hola chicas... veo que están siendo muy... inquietas, no se preocupen, podrán patear a su mamá todo lo que quieran, ella no puede reprocharles eso.- dijo Fuutarou mientras reía.

La pelirrosa hizo un puchero al oír esto, aunque su sonrisa no desapareció nunca.

-Fuutarou-kun... ¿iremos a... ser buenos padres?- le preguntó ella al verlo ahí.

Fuutarou apartó la mano del vientre de la pelirrosa y suspiró.

-Por más que nos esforcemos, no seremos los padres perfectos... fallaremos en muchas cosas, habrán muchos problemas y seguramente pelearemos en el camino... pero seguro que lograremos ser buenos padres, yo te prometo... te lo juro, que daré todo de mí para ser el mejor padre para estas pequeñas niñas.- dijo el peliazul mientras miraba seriamente a la pelirrosa.

Ichika se sonrojó levemente y sonrió ante las palabras del peliazul.

-Y... estoy seguro que también serás una buena mamá, no tuve el placer de conocer a Rena-san... pero si logró criar a chicas como ustedes... entonces estoy seguro que tú lograrás lo mismo con estas pequeñas.- mencionó el peliazul mientras sonreía ligeramente.

-¿Aunque... "chicas como nosotras" te hayan dado la espalda? ¿A pesar de eso... dices esas cosas?- preguntó ella.

-Sí, a pesar de eso. Entiendo lo que pasó y ya las perdoné... o al menos a dos de ustedes, estoy seguro que si hubiéramos afrontado todo juntos... entonces hubiera salido bien. Sonríe Ichika, tu mamá está orgullosa de la mujer en la que te convertiste y estoy seguro que te apoyará y estará más orgullosa cuando seas una excelente mamá.- mencionó el chico.

-Fuutarou-kun...- dijo mientras tomaba la mano del chico.

-¿Eh?-

-Gracias por subirme los ánimos... en verdad no te merezco.- dijo ella mientras le daba una verdadera sonrisa.

Fuutarou no pudo evitar el sonrojarase levemente cuando ella sonrió, esa sonrisa por algún motivo aceleraba su corazón, un motivo que no quería aceptar.

-No-no es nada...- dijo el chico con dificultad.

Ichika notó esto, sonrió levemente y se acercó más al peliazul.

-Oh... ¿es que acaso te puse tan nervioso que no puedes ni hablar?- preguntó ella con una sonrisa.

-No-no digas estupideces Ichika.- dijo él mientras apartaba la mirada.

-Eres lindo cuando estás nervioso, ¿te lo han dicho?- preguntó ella.

-Cállate.- dijo mientras se levantaba y comenzaba a alejarse. -Prepararé la cena.- dijo mientras escapaba cobardemente del lugar.

Ichika sonrió y puso sus manos en su rostro, el cual estaba completamente colorado.

-¿Por qué solo tú has logrado este efecto en mí?- dijo ella mientras mantenía una gran y tonta sonrisa.

Fuutarou por otro lado caminaba rápidamente con la intención de alejarse lo más posible de ahí.

-Esa idiota, siempre tiene que arruinar los momentos con su coqueteo.- dijo mientras sentía que su rostro estaba ligeramente sonrojado.

Narra Fuutarou
Si alguna vez alguien me llegaran a preguntar sobre mi relación con Ichika seguramente respondería que es completamente simple, una amistad reconciliada, nada más.

Ella es una chica que ha estado en mi vida más tiempo del que hubiera querido, pero tampoco puedo quejarme mucho. A pesar de ser molesta, es una chica que ha estado intentando mejorar desde que la conozco. Es cierto, se ha equivocado, como todos, pero el esfuerzo que ha hecho tanto para su carrera como actriz y en el resto de su vida... es algo que realmente admiro.

Sí, yo admiro a Ichika Nakano. Es una chica que a pesar de los momentos malos, se esfuerza por salir adelante y siempre portar una sonrisa.

Estoy seguro que eso es todo lo que siento por ella, simple y directa admiración. Aunque parece que últimamente mi corazón me ha estado llevando la contraria.

Últimamente, puedo sentir una especie de alivio, de tranquilidad cuando paso momentos a su lado, quiero creer que es porque desde que sucedió todo, estuve esperando una amistad pura y sincera de parte de una de ellas. Hace tiempo, ni siquiera se me había cruzado por la mente el considerar perdonarla, ni a ella ni a ninguna de las cinco... pero la vida siempre encuentra una manera para callarme la boca y demostrarme todo lo contrario.

¿Por qué mi corazón se acelera cuando coquetea conmigo? ¿Acaso soy un chico virgen de una escuela que cae con esas cosas? ¿Por qué me siento feliz cuando paso tiempo contigo? Y siquiera pensar en que yo te gusto, en que quieres que seamos algo más... es algo que no me deja tranquilo, para nada.

Y mi mayor preocupación... ¿por qué no se parece a lo que siento cuando estoy con Yotsuba? No es como con Ichika, de eso estoy completamente seguro, a Yotsuba la veo como... como mi hermanita, a pesar del beso y demás... el cariño que le tengo... quiero creer que es más "fraternal". Pero Ichika... es distinto.

Pero por más que quiera evitarla... me va a ser algo imposible. He hecho promesas con ella... casi como si fueramos una especie de matrimonio o algo por el estilo, eso de que no la voy a abandonar jamás, que criaremos a nuestras hijas juntos... ¿no es lo que hacen los matrimonios? De una forma u otra estoy atado a ella... es lógico que quiera llevar todo en paz, ¿no? Es lo más... racional.

No... Dios, solo eso te pido... no dejes que me enamore de esa mujer... por favor... no quiero enamorarme de ella...

Porque... si me enamoro de Ichika, no habrá vuelta atrás.

~~

Una chica caminaba por la calle con nerviosismo, se sentía completamente aterrada por haberse enterado del nuevo restaurante del lugar.

Sin embargo, también sentía un atisbo de culpa y dolor debido al sentimiento de ser rechazada, por seguir bajo la sombra de los errores del pasado.

La joven pelicastaña era una mezcla de sentimientos, lastimosamente todos eran negativos.

En su andar pudo divisar a la distancia a una de sus hermanas, su característico moño verde la delataba. Podían haber crecido, pero habían cosas que las hacían únicas.

-Yotsuba...- dijo la pelicastaña, que ahora sabemos que es Miku, quién dudaba seriamente si acercarse o no, pues Ichika había respondido de mala manera al intentar relacionarse, aunque ella tenía parte de la culpa.

Sin embargo, antes de poder decidirse por hacer algo, notó que la chica se dio la vuelta y se quedó estática por unos segundos. Las miradas de las chicas se conectaron y así empezaron a acercarse.

-Yotsuba... yo...- dijo ella, aunque no pudo terminar porque la pelinaranja la abrazó con fuerza, cosa que Miku respondió de vuelta.

-Hola... Miku.- dijo Yotsuba mientras abrazaba con fuerza a su hermana mayor.

Miku se dejó llevar, nunca había peleado con Yotsuba ni nada, pero tenía temor que algo hubiera surgido en estos años que estuvieron separadas. Por suerte para ella, no fue así.

-Yotsuba... ha pasado mucho tiempo, me alegra verte de nuevo.- dijo ella mientras sonreía ligeramente y mantenía el abrazo.

Yotsuba se separó de ella y le sonrió.

-Demasiado hermana, debo decir que mucho más del que hubiera deseado.  ¿Qué tal te ha ido?- preguntó ella con una sonrisa.

-A mí... bien, hace poco logré terminar mis estudios universitarios.- dijo ella.

-¿En serio? Me alegro mucho por ti, ¿qué fue lo que estudiaste al final?- preguntó la pelinaranja.

-Esto... decidí estudiar una ingeniería... ingeniería informática.- dijo la pelicastaña.

-Vaya... esa es de las más difíciles, ¿no? Debiste haber estudiado muchísimo para lograr eso, aunque no me sorprende, eras la más inteligente de nosotras.- dijo mientras soltaba una risa.

Miku sonrió levemente, era cierto que se había esforzado demasiado, pero el haber logrado eso fue gracias a lo que le enseñó Fuutarou en su tiempo juntos, le enseñó a no rendirse y a hacer de lado lo que piensen los demás sobre ella misma, la enseñó a amarse a sí misma, aunque esa no fuera realmente la intención del peliazul.

-Me esforcé, eso es verdad... pero no lo hubiera podido hacer sin todo lo que hizo Fuutarou por mí.- dijo mientras colocaba sus manos en su pecho.

Yotsuba sonrió levemente, pero al mismo tiempo se sintió un poco mal, sabía que ella sentía algo por el peliazul y nunca dijo nada debido a su forma de ser.

-Uesugi-san siempre estuvo apoyándonos, ¿no es así? Aunque lo hiciera inconscientemente- dijo ella mientras sonreía al recordar todos esos momentos en el pasado.

-Sí... así fue siempre.- respondió la pelicastaña.

Flashback
Miku estaba en la sala de su hogar, era un día bastante tranquilo pues la única de las chicas en casa era Itsuki, la cual estaba encerrada en su habitación estudiando.

Miku estaba estudiando mientras escuchaba un poco de música electrónica, ella se sentía tranquila, pero a su vez sentía una ligera preocupación, faltaba poco tiempo para llegar a la época de exámenes y ella no se sentía preparada para poder realizarlos. Sentía que iba a perder todos, exceptuando Historia, que era su fuerte.

En ese momento la chica escuchó que tocaron la puerta, así que fue a abrir. Al abrir no pudo evitar sonrojarse al ver a Fuutarou frente a ella.

-Eh, hola Miku. ¿Puedo pasar?- preguntó el peliazul, sacándola así de su pequeño trance.

-Ah... Fu-Fuutarou, claro, pasa.- dijo ella haciéndose a un lado y dejando que el chico pasara.

-Dios... ¿y las demás?- preguntó mientras miraba el lugar vacío, temiendo lo peor, él suspiró y bajó la mirada.

-Bueno... creo que te puedes hacer una idea, ¿no es así?- preguntó Miku retóricamente.

-Nunca entenderé por qué tanta negativa para estudiar, si se esforzaran no me necesitarían. No les agrado, sin embargo parece como si quisieran que siguiera aquí molestando y molestando con el estudio.- mencionó el peliazul.

Miku suspiró, ella sí quería esforzarse para estudiar, quería que el peliazul estuviera orgulloso de ella, a ella no le desagradaba tenerlo cerca, por más que a algunas de sus hermanas sí.

-Yo...- dijo ella.

-Ah, contigo y con Yotsuba son las únicas con la que puedo contar para estas cosas. Dime Miku... me da curiosidad, ¿por qué? ¿Qué te motiva a estudiar y a no escapar como a tus hermanas? Es cierto, Yotsuba se esfuerza y solo falta cuando es necesario, como asumo que es ahorita... ¿pero y tú?- preguntó mientras la miraba fijamente.

Miku titubeó, ¿qué podía responderle? Ni siquiera ella misma estaba segura de por qué se esforzaba tanto.

-Yo... supongo que es porque...- dijo, pero en ese momento su mente se enfocó únicamente en sus hermanas.

Miku sonrió luego de un breve silencio y continuó hablando.

-Quiero... quiero darles lo mejor a mis hermanas. Quiero estudiar una buena carrera y que eso me permita apoyarlas en todo lo que necesiten, sé que ellas harían lo mismo por mí...-

Fuutarou puso su mano sobre la cabeza de Miku y sonrió levemente.

-Ese... es un motivo noble realmente. Creí que dirías algo más trivial, como tratar de perseguir tu sueño o algo por el estilo... incluso pensé que no responderías con la verdad, solo para quitarte la pregunta... pero... me recuerdas mucho a la razón por la que yo me esfuerzo constantemente.- dijo el chico, el contacto que sintió la chica provocó que se sonrojara levemente y sonriera.

-Tú harías lo que fuera por tu hermana, ¿no es así?- preguntó ella.

-Es por esa razón que comprendo bien tu sentir... sí, yo haría eso por Raiha. Eres una gran chica Miku, nunca dejes que ese sueño desaparezca por nada del mundo, es uno bastante noble que debes proteger hasta que lo cumplas.- dijo el peliazul mientras le sonreía genuinamente.

Miku sintió cómo su corazón se aceleraba al ver al chico sonreír, pero no solo su sonrisa había llegado a su corazón, también habían llegado sus palabras.

-Yo... ¡me esforzaré por lograrlo! Tú también estarás orgulloso de mí, espera y verás Fuutarou... solo espera, porque sé que lo lograré, te lo prometo... tú dirás que estás orgulloso de mí.- dijo mientras sonreía.

~~

Sufrir y tener un corazón roto no significa que seas débil, solo quiere decir que has amado de verdad.

~~

Próximo capítulo: Accidentally in love.

No pude subir esto antes de año nuevo, pero lo subo el segundo día del año, joder claro que sí.

Primer capítulo del año, ¿qué les pareció? Justo ahora vamos a entrar en un pequeño arco donde veremos más a fondo todo lo que pasa en la mente y el corazón de la pareja protagonista de esta historia. Poco a poco nos acercamos al último trimestre del embarazo de la pelirrosa, a su vez eso quiere decir que nos acercamos al arco final de la historia.

Como sea, siempre aprecio leer sus comentarios y recibir sus votos, me hacen el día.

Dejando de lado eso, feliz año nuevo a todos. Espero que cumplan sus propósitos de año nuevo y logren tener éxito en todo lo que hagan. Que Dios los bendiga a todos, les deseo lo mejor.

Fin de la transmisión.

-Writer_Bryan.

(Diosa🛐).

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