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아홉 | 9 | YG

Un día monótono de una vida monótona. Esos eran todos los días de la vida de Min Yoongi.

Aburrido, tedioso, repetitivo y predecible, era lo que pensaba de sí mismo. Típico chico con la típica vida de ciudad, todo en él era normal a excepción de su orientación sexual la cual aún muchos creían que no era lo correcto. A él ya no le importaba.

Tenía un grandioso novio y unos amigos maravillosos pero aún así no se sentía completo.

Se atribuía esa sensación al no haber concebido aún un bebé, pero tenía la sensación de que eso pronto cambiaría ya que, él estaba seguro de que su novio estaría más que felíz de formar con él una familia.

El tan solo pensarlo le hizo suspirar. Tendría una familia con el hombre que ama y eso era lo mejor que le pudiese llegar a ocurrir.

Caminó decidido con destino al hogar que compartían él y su pareja, le diría su deseo de ser padre, de seguro se pondría feliz.

Fuera del pórtico de su hogar, estaba él, parado con una de sus manos en la perilla de la entrada. Nuevamente la idea cruzó por su cabeza sacándole una sonrisa haciendo a sus pequeños ojos felinos brillar.

Sus movimientos se detuvieron al escuchar el sonido de un par de risas dentro del lugar, dudó un poco, pero aún así giró la perilla dejando ver a su novio con otro chico en brazos, ambos cubiertos por una gruesa manta.

–¿Jungkook qué crees que estás haciendo?.–dijo con notable tristeza.

–Oh Yoongi.–dijo poniéndose de pie, haciendo a la manta caer.–Haz llegado antes.–estaba desnudo.

–¿Yoongi hyung? ¿Qué hace usted aquí?.–preguntó el chico que aún se encontraba en el sofá.

–Eso es lo que yo te debería de preguntar a tí.–dijo.–¿Qué haces aquí con mi novio?.

El chico abrió sus ojos y miró con duda y pánico al que se mantenía de pie aún en calma.–¿Novio? ¿Eres novio de Yoongi hyung?.

El cuestionado bufó, rodando los ojos.–Sí, sí lo soy.

–¿Entonces por qué te acostaste conmigo? ¿Por qué me dejaste ilusionarme de esta manera?.–preguntó con lágrimas acumulándose en sus ojos.

–Tú tienes la culpa de haberte ilusionado, yo te dije que estaba caliente y tú aceptaste venir aquí.–mantuvo la mirada sobre él, rodeando la cintura del pálido chico, acercándolo a él.–Además, lo hice porque mi Yoonie quiere mantenerse puro y yo no voy a obligarlo a hacer nada.–dio un beso en la sien del otro.

Yoongi apartó al chico de su lado.–Jungkook, hazme el favor de salir de ésta casa.–dijo frío.

–¿Qué? ¿Por qué?.–preguntó.

–¿En serio necesitas que te dé una razón, cuando ésta es completamente obvia?.

–No lo entiendo ¿Por qué estás tan molesto? Lo hice por ti, porque te quiero y te respeto.–dijo molesto.

–No Jungkook, si me quisieras y me respetaras como dices hacerlo, no hubieras hecho nada de esto.–dijo.–No lo hiciste por mí, lo hiciste por ti. Porque eres un patán egoísta y me arrepiento mucho de darme cuenta hasta ahora.

–No puedes echarme, ésta también es mi casa.

–No es así.–dijo.–Ésta casa fue un regalo de mis padres, así que tú no tienes ningún derecho sobre ella.

–Eso no tiene ningún sentido.

–Aunque no lo tenga, yo no te quiero aquí.–dijo.–Si me amas como lo dices hacer, te irás de aquí, por mí.

–Bien, pero no me rendiré, haré que vuelvas a mí.–dijo, se colocó sus ropas y salió del lugar, enfurecido.

–Yo...creo que yo también me voy.–dijo ya vestido.

–Sí, creo que eso es lo mejor, Yugyeom.–dijo decaído.

–Lo siento...lo siento mucho.–dijo antes de salir, dejándolo solo.

Ese día lloró como nunca antes lo había hecho, ese día su corazón se rompió por primera vez.

|•••|

Hoseok llegó a la casa de Yoongi.

Habían pasado ya una semana desde el incidente con el ahora ex novio de su mejor amigo. Estaba preocupado, el chico había estado faltando a su trabajo reportándose enfermo, lo cual lo tenía muy preocupado, ya que el pálido no había querido salir de su hogar en los últimos días y su salud no podía ser la mejor de esa manera.

La puerta se abrió, dejando ver a un fino cuerpo, con el rostro aún más pálido de lo normal, del cual resaltaban las oscuras ojeras debajo de sus felinos y faltos de brillo, ojos.

El chico se hizo a un lado, dejándolo pasar.–Por Dios Yoongi, te ves horrible.

–Gracias, no sabes cuánto me anima escuchar eso.

–Lo siento.–rascó su nuca.–Es solo que es justo como me imaginé que estarías.–lo miró.–Bueno, estás un poquito peor de lo que pensé.

Yoongi suspiró.–Lo sé, es solo que lo de Jungkook me dolió demasiado y aún me estoy recuperando, me sigue doliendo como el primer día.

Hoseok lo tomó de la muñeca y lo dirigió al sofá para ambos tomar asiento, dió pequeñas caricias con su pulgar en ésta y se dispuso a hablar.–Mira Yoongi, yo te entiendo, sé lo que duele el que una persona a la cual querías de esa manera por más no decir tu pareja, te engañe de esa manera.–dijo.–Pero debes de ver el lado positivo de las cosas.

–¿Y cuál se supone que es ese lado positivo?.

Hoseok bufó.–¿Es en serio que me estás preguntando eso? En serio que estás muy mal.–dijo haciendo al otro encogerse de hombros.–El lado positivo, es que te diste cuenta del tipo de persona que es Jungkook y te alejaste de él antes de que fuera demasiado tarde.–sonrió.–Además, eres una persona muy bella, Yoongi. Estoy seguro de que más temprano que tarde encontrarás al indicado, a alguien que te sabrá valorar como te lo mereces.

Los ojos del pálido se cristalizaron, se lanzó hacía él encerrándolo en un abrazo.–Gracias Hobi, te quiero.

–Yo también te quiero, Yoongi.–dijo con una sonrisa, correspondiendo aquél abrazo.–Bien, ahora quiero que empaques todas tus cosas y vengas a vivir a mi casa.

–No Hobi, estoy bien.–dijo separándose.–No quiero causarle problemas a tus padres.

–¿Y quién dijo que iríamos con mis padres?.–el pálido lo miró confuso.–Viviremos juntos en mi departamento.

–¿Tienes un departamento?.

–Ves de lo que te pierdes cuando no sales de casa por una semana.–dijo divertido.

–Idiota.–rió por lo bajo.–¿Y por qué razón debería de ir contigo? Debes de convencerme, sabes que no soy fácil.

–Bueno, quitando la obvia razón de que me será más fácil pagar la renta y los gastos de la casa.–rió por lo bajo, Yoongi golpeó su brazo.–¡Auch! Quieto, joder.

–No seas llorón, aún no me convences.

–Bueno, dejando ese punto de lado, la principal razón es que no quiero que sigas en ésta casa.–dijo.–Aparte de que te trae malos recuerdos, Jungkook podría aparecerse por aquí y querrá intentar algo para que vuelvas con él y yo no quiero eso.–lo miró.–Así que...¿Aceptas?.

–Bien...acepto.

–Genial.–dijo con una sonrisa.–Ahora apúrate y ve a empacar, porque ya me quiero ir.

–Pensándolo mejor, me niego.–dijo.–Tú no me mandas.

–Vamos, no seas llorón.–dijo ganándose un gruñido por parte del otro.

Ambos se dirigieron a la habitación para empacar las cosas del pálido, al parecer tardarían más de lo imaginado.

|•••|

Varios meses habían pasado y la paranoia de Hoseok resultó ser real. Jungkook había ido a buscarlo innumerables veces pero como era obvio, él ya no se encontraba en aquél lugar.

¿Y cómo era que él sabía esto? Fácil, su amigo, el ahora novio de Hoseok, Taehyung, seguía hablando con Jungkook de vez en cuando.

Yoongi no tenía problema con ello, hasta que se enteró de que éste le había dicho a Jungkook que él estaba viviendo con Hoseok. Casi le rompe la cara de no ser porque Hoseok intervino, impidiéndole cometer un crimen. Aunque tampoco lo hizo porque Taehyung no le dió su actual dirección a su ex.

Esos meses en su nuevo hogar habían sido muy tranquilos, sin embargo por alguna extraña razón se sentía observado. Estaba seguro de que alguien lo miraba a diario, pero ¿Cómo podía ser eso posible?. Decidió no darle más vueltas al asunto, seguramente solo era un producto de su imaginación.

Caminaba por las transitadas calles de Seúl, había salido al supermercado a comprar lo necesario para la cena de esa noche.

La sensación de ser vigilado nuevamente atravesó su cuerpo.

Miró hacia atrás, nada. En frente, nada. A sus costados, lo mismo.

Apresuró sus pasos, mirando de vez en cuando a todos lados, nada, pero la sensación seguía y el miedo poco a poco lo invadía. Empezó a correr, nada le importaba, porque a cada minuto que seguía ahí, el calor de una mirada desconocida sobre su cuerpo aumentaba.

Tanta era su prisa que no se fijó en el semáforo que le indicaba el no cruzar en ese momento.

Detuvo sus pasos a media calle, había encontrado al dueño de aquella mirada. Un par de alas negras y aquellos ojos que lo habían estado mirando. Una luz cegó sus ojos, posó sus brazos sobre ellos por inercia, un golpe, dolor, sangre de un segundo al otro estaba entre la vida y la muerte.

Aunque me encanta la idea de que mueras para así estar a mi lado, aún no debes hacerlo.–le susurro una voz.-–Nos vemos pronto, bonito.

Y se desvaneció, al tiempo que todo a su alrededor se alejaba, dejándolo en una completa oscuridad.

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Yo, al darme cuenta de que tenía una semana sin actualizar.

Gracias por leer 💕

Perdón por la demora, he estado estudiando para el examen para entrar a la universidad. Esa es la razón por la cual no había podido actualizar:(

Estaré actualizando una o dos veces por semana, pero lo haré 👀
Gracias por entender, lxs amo ♥️💖

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