
14 Ciudad Vacía
"Estoy brillando como fuegos artificiales en tu triste y vacía ciudad"
—No puedo creer que hayas hecho eso—decía SeokJin entre risas.
—Hablaba muy enserio cuando dije que no quería trabajar con él—respondió JiMin con toda la seriedad—Pensaba que él seguía siendo todo un desastre y creí que sólo debía pasar tiempo con JiEun.
—Pues te equivocaste—dijo el mayor revisando los espejos del auto—Era obvio que JungKook estaría ahí en todo momento. Es el heredero de esa marca.
—Bueno, ya no importa—manoteó el pelirosa—Sólo serán tres meses, nada de cuidado.
Lo cierto era que JiMin deseaba que este tiempo se pasara rápido y creía que tal vez JungKook ya no sentía lo mismo por él o, mejor dicho, que jamás lo sintió. No esperaba que reaccionara de ese modo ni tampoco que su aura imponente no se sintiera en lo absoluto. Recuerda que era como un león enjaulado listo para atacar y ahora más bien parecía un cachorro asustado que quería huir. No espera que las cosas cambien ni mucho menos quiere intentar llevar una buena relación con él, no sólo por temas del pasado que parece no están olvidados del todo, sino también porque decidió que haría su vida en París. En todo este tiempo se sintió muy bien viviendo allá, además, le falta un año de universidad por terminar, pero al ser un alumno ejemplar y un súper modelo, le tienen ciertas consideraciones, por ejemplo; faltar a clases presenciales para poder cumplir con su agenda.
Así que piensa volver en cuanto los tres meses se cumplan y espera poder pasar tiempo con sus padres antes de eso. Justo ahora se dirige hacia a Busan para darles una cálida sorpresa. Aún había ciertas cosas que ha querido resolver con ellos, empezando por el hecho de que se fue sin despedirse y sólo le avisó a SeokJin. Al principio se enojaron mucho con él, pero con el pasar del tiempo entendieron que era momento de dejarlo volar y buscar su propio camino. Ahora estaban muy orgullosos de él y de todo lo que estaba logrando. Jamás se imaginaron que algo así pasaría, de hecho JiMin tampoco.
Fue muy curioso cómo empezó todo. Ese día sólo salió a caminar en una tarde muy común. Estaba cerca de la Torre Eiffel muy ocupado en sus pensamientos cuando alguien se le acercó preguntándole si le podía tomar unas fotos. JiMin no le tomó relevancia y dejó que aquel extraño lo fotografiara como si fuese un modelo. Le pidió su número y le prometió que se pondría en contacto. Tiempo después así fue y le ofrecieron trabajo como modelo. Aceptó sólo por tener un pequeño pasatiempo y algo en que ocupar su mente. Jamás se imaginó que terminaría por convertirse en un modelo con fama global. Ahora entendía por qué pasaban las cosas y que con el tiempo siempre vienen mejores oportunidades. En dos años había logrado avanzar y aprender a quererse a sí mismo antes que a los demás. Su personalidad cambió. Ya no era más ese chico de diecinueve años que se dejó manipular por mucho tiempo, aunque conserva un poco de esa esencia bondadosa, sin embrago, sólo es amable con las personas que se lo merecen. Y JungKook no es una de ellas. En cuanto a éste, tenía muchas cosas en la cabeza que no sabía cómo ordenarlas. Había hablado con su madre sobre JiMin y lo que pasó con él, eso fue como abrir las heridas que aún había dentro de él, porque en todo este tiempo su castigador ha sido su consciencia que no se cansa de repetirle que todo es su culpa y que no merece nada de nadie. Esa ha sido la forma en que ha pagado sus facturas por los errores del pasado, además de sentirse solo... más solo que nunca. Y sabe que ahora es peor, porque JiMin está tan cerca suyo y a la vez tan lejos que duele y le desgarra el alma. De verdad quiere intentar acercarse a él y pedirle perdón, en el mejor de los casos, que le dé una oportunidad para remediar todos los daños que causó. En pocas palabras quiere demostrarle que es un hombre digno de él.
Pero también es realista. Sabe que tres meses es muy poco tiempo para ganarse la confianza de JiMin de nuevo, eso incluyendo el hecho de que no quiere trabajar con él y que, básicamente sólo ha venido aquí para cumplir con el acuerdo y el contrato que acaba de firmar. Así que, intentar hablar con él o mínimo permanecer en el mismo lugar a su lado, será un poco complicado de lograr. Y el problema ahora es que se siente vacío y muy cansado. En cuanto llegó a su departamento se tumbó en su cama sólo para mirar el techo y pensar un poco. Había sido un día ajetreado y con un montón de emociones de por medio. Y hablar con su madre también lo dejó agotado. No sabe en qué momento comenzó a llorar en sus brazos como un niño pequeño y confesó todo lo que sentía por JiMin. Fue como una especie de catarsis para liberarse de todo lo que guardó en silencio durante dos años. Porque aunque fuese su madre y la amara, jamás se acercó a ella para hablar sobre sus pesadillas y lo que sucedía en su vida. No era como que le hubiese perdido la confianza, más bien era que no tenía el valor suficiente de admitir sus cagadas sin que JiEun se sintiera decepcionada por ello. Ella está consciente de que no crio un patán, sin embargo, JungKook cogió sus propias actitudes y se dejó llevar por el hecho de tener una empresa poderosa que le estaba dando dinero como si fuesen cantaros de agua. Descubrió todo un mundo con ello y creyó que eso le daba poder, sin embargo, tuvo que aprender por su propia cuenta las lecciones doloras y todo lo que conlleva ser narcisista y egoísta. Tal vez se debía a porque JiMin era la persona correcta pero, ¿JungKook es la persona correcta de él? Quiere creer que sí.
Pensar en todo eso le estaba mareando, así que se levantó para cambiarse de ropa a algo más cómodo y fue a la cocina para prepararse un té relajante que tomó mientras miraba por la ventana. Le parecía que ahora Seúl parecía una ciudad triste y vacía, tal y como él se sentía en ese momento. Claro que la llegada de JiMin le dio alegría, pero ver el despreció que le mostró frente a todos sin tener ningún tipo de consideración o vergüenza, le lastimó y derrumbó todas sus ilusiones.
Miró hacia el cielo y observó las pocas estrellas que se podían apreciar. Creía que sus emociones de ese momento eran ese firmamento oscuro que sólo podía iluminarse con fuegos artificiales y JiMin era éstos. Sólo él podía iluminar sus penumbras y calmar el dolor que siente en el pecho. Sólo él podía darle lo que necesitaba para tener una noche tranquila. Sólo ese chico rosita pudo hacer que entendiera las cosas. Sólo él pudo hacerlo cambiar e intentar mejorar día con día, todo con tal de ser alguien mejor para él que pudiera hacerlo feliz. Que pudiera hacerlo llorar de emoción. Que pudiera ser el único para él.
Tal vez las cosas pudiesen tomar un curso mejor en algún momento, pero por ahora haría lo que JiEun le dijo; darle su espació y sólo apreciarlo de lejos. Lo que le consuela es que él será el primero en ver las fotos que se le tomen, porque es el único que puede aprobar cuales serán usadas y cuáles no. Será como una forma de tenerlo cerca y poder admirar su belleza. Ya el tiempo dirá como les irá a los dos, si es que este es su momento o lo han perdido para siempre.
Así que JungKook se fue a la cama con un montón de cosas en la cabeza y con las emociones revoloteando en su estómago. Sería una noche larga, una que agregaría a la lista. Una que, lastimosamente, pasa solo de nueva cuenta con el sentimiento de echar de menos a JiMin en sus brazos. Por ahora, no hay otra opción.
💔
Para el fin de semana, TaeHyung y HoSeok habían planeado hacer varias cosas, pero las lluvias que azotaban a Seúl en ese momento se los impidieron. Así que el castaño propuso ver películas en su departamento. Pero antes de eso pasaron por un supermercado para comprar golosinas y frituras. El mayor no tenía ningún problema en complacer a su chico lindo en todo lo que quisiera y aparte le tenía una buena noticia. Así que lo único que deseaba era hacerlo feliz y verlo andar de un lado a otro con esa hermosa sonrisa. Justo ahora cuestiona por qué no han formalizado una relación si ya se comieron la boca unas tres veces. Y hoy no será la excepción. Aunque HoSeok tiene un poco de miedo porque no quiere hacer con TaeHyung nada que él no quiera, además no quiere que se sienta presionado pues, en todo este tiempo, siente que las cosas han salido bien gracias a que han fluido con el mismo. Así que espera continuar con ese ritmo, sin embrago, no puede evitar sentirse ansioso.
Habían logrado llegar al departamento de TaeHyung después de atravesar todo el tráfico y la lluvia de Seúl. HoSeok se sentía como un adolescente haciendo esto, aunque en realidad jamás vivió experiencias así. Siempre estuvo muy ocupando yendo de un lado a otro con JungKook consiguiendo chicas o chicos con quienes pasar un rato caliente. Y NamJoon yendo para cuidarlos, como hasta ahora hacía.
El menor se sentó a un costado de él y puso todas las frituras frente a ellos. Comenzó a buscar alguna película al azar y después todo se llenó de un silencio ligeramente incómodo. Sólo TaeHyung prestaba un poco de atención a la película y HoSeok pensaba que se veía demasiado inocente como para que supiera qué estaba sucediendo en su cabeza. Pero el castaño no lo era, de hecho, compartía los mismos pensamientos, pero estaba intentando comportarse y relajarse. Estaba seguro de que su corazón se escuchaba con fuerza en medio de ese silencio donde sólo el ruido de la tele se esparcía por ahí. Se dio cuenta de que no habían hablado mucho y lo poco que conversaron mientras compraban fue sobre JiMin que aún no volvía de Busan. Así que HoSeok encontró algo sobre que hablar para distraerse un poco.
—Entonces...—tomó una patata y la llevó a su boca—¿JiMin no ha venido a visitarte?
—No—respondió TaeHyung con un poco de frituras en la boca—Sus padres querían verlo, por eso se fue a visitarlos—hizo una pausa para mirarlo—¿Cómo lo tomó JungKook?
—Pues—se rascó la nuca y sonrió burlón—casi le da un ataque de pánico cuando lo vio—dejó salir una risa—Debiste verlo, se puso tan pálido que parecía un fantasma.
—Oh, vamos—se burló—¿Jeon JungKook?
—El mismo—asintió y luego relajó su rostro—Creo que de verdad se ha enamorado del chico—confesó.
TaeHyung lo miró con ojos atentos y analizó sus últimas palabras. La verdad es que no habló con JungKook desde hacía mucho tiempo. Y es que no conversaban mucho, sólo de JiMin. Aunque ahora pasaba tiempo con HoSeok eso no significaba que en algún momento haya tenido la oportunidad de hablar con el azabache. Pero sabía por boca de su acompañante que la había pasado mal en todo este tiempo. Sólo con esas palabras y sin más detalles. Y ahora que JiMin había vuelto, tenía curiosidad sobre qué pensaba con respecto a JungKook y, aún más importante, qué pensaría de lo que él ha estado haciendo con HoSeok en los últimos días. No había querido decirle porque no se sentía seguro de muchas cosas y obligó a YoonGi a guardar el secreto hasta que tuvieran la oportunidad de verse. Aunque por ahora no quería pensar en eso.
—Bueno, tú lo conoces mejor que yo—respondió el menor—No creo que JiMin quiera perdonarle todo lo que le hizo—apuntó y bebió de su soda—Lloró muchas veces por él ¿sabes?
—Me imagino—suspiró y a su mente vino aquella noche donde presentó a JungKook con JiWoo quien había quedado en el olvido y sintió la necesidad de contárselo a TaeHyung, pero lo omitió y sólo pudo decir—Yo no voy a hacerte eso, chico lindo.
El menor se sonrojó al instante y casi se atraganta con su soda. La cerró con nerviosismo y la dejó sobre la mesita. Respiró un par de veces para tratar de recuperar la compostura sin tener mucho éxito. Había ocasiones como esta en las que HoSeok decía cosas así sin tener ningún tipo de filtro, pero últimamente pasaba seguido. Además, las cosas avanzaron un poco más y por fin se besaron. Y ahora, ¿qué seguía?
—¿De verdad? —el menor empleó un tono coqueto—En una de tus tantas salidas puedes encontrar a alguien que no te haga esperar tanto tiempo como yo—lo retó y lo miró ligeramente coqueto.
—Para serte sincero—se acercó al chico inconscientemente—no tengo ningún problema con esperarte—devolvió la misma sonrisa.
—¿Ah sí? —inquirió con un hilo de voz.
—Por ti—dijo con voz ronca. Esta vez ambos estaban muy cerca de sus labios—he hecho cosas que nunca hice antes y puedo hacer mucho más.
—¿Cómo qué? —volvió a retarlo.
Sus alientos chocaban en sus labios y sus respiraciones comenzaban a hacerse cada vez más rápidas y audibles. Ambos querían avanzar y saciar la sed que sentían. Cada vez que se besaban terminaban por ser interrumpidos, pero ahora parecía que el tiempo estaba de su lado. TaeHyung sólo quería acabar con esto y saber qué sucedería después. Sólo desea que lo bese y tome el control.
—Haré mucho—respondió el mayor con voz ronca—Todo lo que no han hecho por ti.
Y no esperó a que continuaran hablando y provocándose de esa forma. HoSeok tenía suficiente con tener sus labios así de cerca y no besarlos, por eso terminó con la distancia y lo besó sin ser para nada sutil con su lengua. En realidad la vergüenza entre ellos ya no existía. Habían explorado los confines de sus bocas en unas cuantas oportunidades, pero ambos deseaban que fuese diferente. Deseaban que fuese más intenso, algo que pudiesen guardar para siempre en sus memorias.
Las manos del mayor comenzaron a colarse por debajo de la ropa de TaeHyung y enseguida éste dejó salir pequeños gemidos sin deshacer el beso que los unía y dejándose caer sobre el sofá con el cuerpo del mayor encima. Definitivamente nunca nadie le hizo estremecerse de ese modo; excitarse con unos cuantos toques en su piel. Y sentía que ardía, quería deshacerse de toda la ropa de una vez. No quería esperar más tiempo. Lo necesitaba. Necesitaba todo de HoSeok.
Parecía que el mayor entendía las necesidades de su chico lindo, así que comenzó a desnudarlo empezando por la parte superior. Se tomó unos segundos para apreciarlo desde arriba y le encantó que ya fuese un desastre con sus mejillas sonrojadas y sus ojos muy abiertos esperando por más. No pudo evitar perderse en sus pezones pintados de rosa. Sabía que era lindo, pero nunca creyó que así de tanto. Y en un impulso bajó y fue directo a esa zona para estimularlo todo lo que quería. Fue entonces que escuchó gemidos más agudos y hermosos que le excitaron más, mucho más. Pasó su lengua de manera obscena y deliciosa, saboreando como si fuesen un par de caramelos suaves, de esos que no quieres que se acaben nunca. Los mordió y pellizcó a su antojo hasta que decidió subir por sus clavículas, pasando por su cuello y llegando hasta su oído sólo para susurrarle:
—Me encantas.
La piel de TaeHyung se erizó y arqueó su espalda debido a la ráfaga de excitación que sintió el percibir esa voz tan ronca y seductora cerca de su oído. Fue algo completamente diferente a lo que haya experimentado antes. Fue lo mejor hasta ahora. Pero eso sólo despertó su curiosidad, quería saber de qué tanto era capaz HoSeok. ¿De verdad podría llevarlo al cielo? ¿De verdad haría por él lo que nunca antes nadie hizo? Prometía mucho con sus palabras, pero parecía que reafirmaba todo con sus caricias. Era muy abrumador, pero de una forma muy excitante.
Así que TaeHyung se dejó hacer por el mayor y sus manos expertas. Jamás creyó que caería a este grado ante él. Se prometió que no cedería pero, definitivamente, era difícil no caer ante un hombre mayor que tenía pinta de saber dar el mejor sexo del mundo. Y claro que podía, después de todo, en algún momento fue un don Juan, sin embargo, TaeHyung no quería preocuparse por eso, ahora sólo quería sentirlo todo el tiempo que fuese posible. Quería llegar a un orgasmo y que el hombre encima de él se lo provocara.
—¿Dónde está tu habitación, chico lindo? —preguntó el mayor con voz excitada.
—L-la primera p-puerta—respondió abrumado.
HoSeok lo cargó y apretó sus muslos y nalgas sin tener ningún tipo de escrúpulo y abrió la puerta en un movimiento ágil cerrándola detrás de sí. Depositó el bello cuerpo del menor sobre la cama y volvió a contemplarlo desde arriba; podía ver su erección bajo sus pantalones flojos y no pudo evitar morder su labio inferior en el proceso. Tenía unas ganas de bajar ahí y hacerlo gemir, tanto, que le suplicara por más. En realidad por su mente pasaban muchas cosas pero, siendo la primera vez con él, tiene la intención de tratarlo como un rey y que se sienta sumamente querido. Y espera poder ganarse su confianza, aunque con esto ya es demasiado. Es un paso muy importante.
Volvió a bajar, esta vez, para besarlo con más ternura y lentitud. Quería disfrutar del sabor de sus labios y de la calidez de su boca. No se detenía para nada en atacar con su lengua. Sus manos también se paseaban por su torso desnudo hasta que llegó a donde yacía su erección. La acarició con sus nudillos y TaeHyung sintió que se volvería loco, así que comenzó a mover sus caderas en modo de súplica dejando muy en claro que necesitaba más, mucho más. HoSeok lo entendió todo a la perfección y metió su mano para sacar la polla del castaño comenzando a bombearla para darle un poco de consuelo.
—¡Ah, sí! —gimió—¡Dame más!
HoSeok sonrió a causa de eso y se sintió orgulloso. Aún no puede creer que ha pasado tanto tiempo para poder llegar a este momento. Y quiere disfrutarlo todo lo que se pueda. Ahora su mente no sólo piensa en follar y ya. Quiere hacer suyo a TaeHyung, pero no sólo eso, quiere hacerle el amor de una manera que siempre lo recuerde. Espera que después de esto puedan avanzar juntos y no sólo tener pequeñas salidas. Quiere llevarlo de la mano y anunciarlo como su pareja. Que todos sepan que él es el dueño de su corazón y que no piensa dejarlo por ninguna razón.
Después de unos cuantos minutos, se deshizo de los pantalones del menor para dejarlo completamente expuesto. Volvió a quedarse arriba para observar y apreciar su desnudez. Inconscientemente comenzó a frotar con su mano su propia erección, ya que comenzaba a dolerle y se moría de ganas por enterrarse en su chico lindo y hacerlo gemir o que éste lo cabalgara. Ya no iba a perder más tiempo y dejó caer todo su cuerpo sobre el contrario y lo besó, esta vez con mucha necesidad y esmero. Quería fundirse en él y pertenecerle. Estar a su merced y disposición. A partir de hoy sólo estaría para él, para su chico lindo.
HoSeok también se deshizo de sus pantalones y volvió a unirse con TaeHyung. Sus erecciones chocaron y se frotaron con descaro provocándoles jadeos y maldiciones que eran lanzadas por los aires. Las manos de ambos se paseaban por los cuerpos contrarios intentando no dejar ningún espacio libre y se besaban como si no hubiese un mañana. De pronto, HoSeok pensó en algo que podría ser estúpido, pero que a él le preocupó.
—¿Eres virgen? —se despegó abruptamente y preguntó con los ojos abiertos sin dejar de mover sus caderas.
—¿Qué dices? —se quejó TaeHyung y lo abrazó con fuerza—Claro que no.
—Sólo quería saber para ser cuidadoso contigo—respondió, esta vez se había dejado de mover.
—Si yo no quiero que seas cuidadoso—expresó el castaño y deslizó sus manos por la espalda del mayor—Quiero que me hagas tuyo y también que hagas conmigo lo que quieras.
No esperó a que respondiera y llevó sus labios a los contrarios para besarlos y succionarlos. En respuesta, HoSeok continuó moviéndose para frotarse con la erección de su chico lindo sacándole más de un gemido en el proceso. Parecía que otra vez recuperaban el ritmo y se dejaban hacer por sus besos y sus caricias. Todo iba bien y estaban lo suficientemente excitados, sin embargo, HoSeok volvió a tener otro pensamiento de precaución.
—Espera—jadeó y se detuvo—¿Tienes condones? —preguntó.
TaeHyung sonrió y dejó un pico en los labios del hombre antes de incorporarse y salir de su alcance para ir por los condones que guardaba en su buró. Después se giró y le dedicó una mirada lasciva subiendo a la cama gateando. Para HoSeok fue lo más erótico que haya visto en su vida y se sintió tan perdido cuando el castaño tomó su erección para masturbarla suavemente. Unos cuantos segundos más y le puso el condón sin tener vergüenza de ello, algo que estremeció al mayor en todos los sentidos. No cabía duda de que esta vez sería diferente a todas las demás. TaeHyung era lo que siempre quiso.
En cuanto tuvo el preservativo puesto, volvió a tomar el control de la situación y tumbó al castaño sobre la cama y continuó con su tarea de caricias y besos desmedidos llenos de pasión. Permanecieron así unos instantes, hasta que el mayor metió una de sus manos entre las piernas de TaeHyung y tanteó hasta que encontró lo que buscaba.
—¡Mgh! ¡Mierda! —gimió.
Su entrada se vio deliciosamente invadida por el dedo largo de HoSeok que comenzó a prepararlo metiendo sacando como todo un experto. Le estaba haciendo ver estrellas y también perdía el control de su cuerpo. No sabía que se podía sentir tan excitado con un sólo dedo en su interior, pero es que el mayor lo hacía tan bien que le provocaba muchos delirios. Se sentía abrumado y todo un desastre, pero con mucha seguridad de lo que estaba haciendo.
Pronto, HoSeok introdujo un segundo dedo. En ningún momento dejó de besar a TaeHyung, así como tampoco dejaba de susurrarle palabras lindas y otras calientes en su oído. Se dio cuenta de que con eso lo excitaba y le ayudaba a estimular su entrada para expandirla. Al rato lo tenía gimiendo, metiendo y sacando tres dedos y tanteando por las paredes intentando buscar ese punto dulce. No se detuvo hasta que lo encontró y jugó un rato ahí antes de sacar sus dedos y posicionarse entre las piernas de su chico lindo. Le dedicó una mirada llena de cariño y mucha devoción. Bajó para estar cerca de su rostro y acarició su frente de manera dulce y significativa. Entonces comenzó a introducirse lentamente. Aunque TaeHyung no fuese virgen, aun así, quería ser cuidadoso con él. Ya vendría el momento de ser rudo y de no tener piedad.
—Abre los ojos—pidió el mayor—Quiero que me veas mientras te hago mío—jadeó y lo besó fugazmente.
TaeHyung no dijo nada y sólo conectó su mirada con la de HoSeok sintiendo que llegaba al cielo de ese modo mientras lo estaba penetrando. Ambos jadeaban y gemían de la excitación y sus ojos brillaban como nunca. Era como si se estuviesen haciendo una promesa con la mirada. Ahora todo lo que tenían y querían eran ellos mismos. Estaban seguros de que con esto sería suficiente para pertenecerse. Después de dos años, por fin podían conciliar sus deseos.
El mayor terminó por llegar adentro de TaeHyung y se quedó quieto observando sus ojos. No se perdió de ninguna expresión ni tampoco de la forma en que mordía sus labios. Le encantaba que obedeciera a lo que pedía. Ya tenía muchas cosas en mente que podía hacer con él que sería para después. Por ahora sólo quería disfrutar de este momento, de su primera vez juntos y espera que sean muchas más. Así que intentó atrapar ese momento donde las paredes del chico se acostumbraban a su tamaño. Y en tanto eso sucedía, paseaba su boca por las partes de piel que podía alcanzar en el cuello de TaeHyung. Aspirando su aroma y tratando de dejar el suyo ahí como un lindo recordatorio de lo que había pasado y como una promesa de que podían hacerlo de nuevo y que a partir de ahora se pertenecían y serían uno solo.
HoSeok comenzó con los movimientos de sus caderas de manera lenta y profunda. Se incorporó un poco para pegar su frente con la del castaño y observó todo los gestos que hacía. No hubo nadie que le excitara tanto con su rostro, sólo este chico lindo que le voló la cabeza desde el día uno. Y piensa que no hubo nadie que lo apretara tan bien... tan deliciosamente bien. Está seguro de que este es el verdadero paraíso al que se negó durante mucho tiempo y ahora sabe por qué; porque TaeHyung es la persona correcta. Es el chico que le ha dado más de una lección y sigue aprendiendo todos los días a su lado. Justo como ahora, antes se follaba a las personas que pasaban por su cama, pero está aprendiendo a hacerle el amor a su chico lindo. Se está fundiendo en él y le está dando todo de sí en cada estocada, en cada caricia, en cada beso. Quiere que le quede bien claro que es suyo, sólo de él y que sólo le pertenece a él. Que no tiene intenciones de ver a nadie más y que no quiere estar desnudo en la cama con nadie más que no sea él.
El ritmo cambió tiempo después de que TaeHyung comenzara a gemir pidiendo más de lo que le estaban dando. El mayor se apoyó sobre sus manos en la cama y acomodó sus caderas para poder penetrarlo con profundidad. La habitación se había llenado de jadeos, sonidos de piel chocando y maldiciones que se iban por lo alto. Todo era muy obsceno, pero con todos los sentimientos mezclados, llevando de hacer este el momento más perfecto de sus vidas.
HoSeok intentaba prolongar el momento tratando de no ir tan rápido, pero no siempre podrían continuar así, al menos no si sus sentidos les estaban exigiendo por un orgasmo. Uno que esperaron por mucho tiempo. Ahora necesitaban liberarse, pero TaeHyung también tenía ganas de jugar un poco, así que atrajo al mayor para besarlo con mucha pasión sin importarle que se viera demasiado grotesco el beso, usando su lengua para ir más allá de su boca. Segundos después se desprendió y le susurró con excitación.
—Quiero estar en cuatro para ti—habló con voz necesitada.
—Oh, mi chico lindo—gimió el mayor sin dejar de penetrarlo—Yo también quiero ver ese hermoso trasero que tienes—decía aumentando un poco la velocidad de sus estocadas—Quiero golpear tus hermosas nalgas hasta que te corras para mí.
A TaeHyung le prendió por sobre manera que el mayor le hablara de ese modo, tanto, que sintió que ahí mismo se correría, pero aguanto, porque quería ser tomado de esa forma por parte de su novio... ¿era su novio? No pudo evitar pensar en eso, pero trató de volver a su realidad, sino lo más probable es que arruinaría el momento.
—Por favor—jadeó el castaño—P-por favor hazlo—suplicó en un gemido necesitado.
—Mi chico lindo.
HoSeok lo besó con posesividad antes de salir de él y tomarlo por las caderas para girarlo y que quedara en cuatro tal y como lo deseaban ambos. TaeHyung elevó su trasero sintiéndose muy expuesto y necesitado. Curvó su espalda de una manera que el mayor no se hubiese esperado, una imagen muy erótica y lo único que podía pensar era que necesitaba follarlo sin piedad y estaba seguro de que el chico también quería eso por la forma en que lo miraba por encima del hombro. Sólo pudo sonreírle lascivamente y se acomodó entre sus pies y, esta vez, se introdujo de una sola estocada empezando con un ritmo lento y delicado, como si estuviera bailando. Y al tiempo amasaba las mejillas de su chico lindo. Hubiese querido estar ahí por un tiempo, pero su instinto primitivo le pedía que lo llenara y saciara la sed que ambos sentían, así que aumentó la velocidad provocando ese sonido de chasquidos obscenos y llenando la habitación de gemidos agudos por parte del castaño. Éste se sentía en la gloria, está seguro de que nunca nadie le folló así de lindo y también así de rudo. Le gustaba esa combinación y se sentía tan ido, tan sumido en su placer que, estaba seguro, le costaría volver en sí después de haberse corrido. Y esperaba que no fuese sólo una. Esperaba que mañana amaneciera tan adolorido que no pueda caminar y ni siquiera levantarse. Eso es lo que quiere.
—¡Y-ya no... aguanto! —gimió el castaño.
—Espérame, chico lindo—se acercó al oído del contrario—Quiero que nos corramos juntos. Resiste.
TaeHyung enterró su rostro sobre la cama y se dejó hacer por su mayor e intentó resistir para complacerlo. Era lo mínimo que podía hacer por él ya que le estaba dando el mejor sexo de su vida. Y se sentía hecho un desastre total al ser penetrado de ese modo y sintiendo como los brazos de HoSeok lo envolvían por encima su abdomen con mucha posesividad. Sus pieles estaban perladas de sudor y sus jadeos y gemidos eran cada vez más intensos. Estaban en ese punto donde se entregaban sin medida, sin condiciones y sin esperar nada a cambio. La excitación y desesperación se estaba arremolinando en sus entrañas, estaban muy cerca de consumar su más grande deseo de los últimos dos años de sus vidas. TaeHyung sentía que ya no podía y, para su fortuna, el mayor le avisó que llegaba a su clímax, entonces sí, se corrieron juntos y unieron sus cuerpos de manera significativa. Podían sentir los espasmos en todo su ser y los latidos frenéticos de su corazón. Se sentían muy felices, sobre todo HoSeok que aún no puede creer que de verdad está sucediendo. No puede creer que está con la persona que más le ha importado en su vida. Hay muchas cosas que aún deben definirse y está impaciente por qué eso suceda.
Se quedaron un momento de ese modo; el mayor encima de TaeHyung y regulando sus respiraciones. Éste se dejaba acariciar por el contrario quien se esmeraba por ser delicado y cariñoso. También dejaba besos sobre su piel y chupaba de vez en cuando su oreja. Todo fue muy lindo hasta ese momento, pero debían separarse un instante, así que HoSeok salió de él para retirarse el condón, después volvió y se acostó a su costado y él no esperó para subir encima del mayor y esconder su rostro en esos pectorales marcados que tanto le gustaban. Aspiró y se drogó de su aroma sintiéndose tranquilo. Había encontrado un lugar seguro.
—¿Está todo bien?
HoSeok se sentía un poco curioso. Nunca antes le había preocupado la opinión de alguien, pero esta vez la necesitaba. O al menos no quería saber que se había precipitado en hacer las cosas. Todo este tiempo trató de hacer las cosas con precaución y respetando el tiempo de su chico lindo para no presionarlo. Es por eso que aún conserva unas cuantas inseguridades en su interior.
—Mejor que bien—respondió el castaño y se incorporó para besar fugazmente los labios del mayor—La verdad—se sonrojó—desde hace tiempo quería que hiciéramos esto—confesó.
—Créeme—acarició su cabello—yo me estaba volviendo loco, pero no quería que te forzaras a apresurar las cosas.
—Era más bien por miedo y, si te soy sincero, aún temo de lo que pueda pasar entre nosotros.
TaeHyung había tenido de experiencia la vivencia de JiMin con JungKook. Había deducido que, si se metía con un hombre mayor, tal vez las cosas resultarían dolorosas tal y como le sucedió a su mejor amigo. Y aún temía que después de un tiempo HoSeok cambiara radicalmente, aunque las cosas entre ellos se hayan dado de manera distinta. Pero, ¿cómo lo sabrá si no lo intenta?
—Yo también tengo miedo—confesó el mayor—Eres más joven que yo y tienes un camino por delante, en una de esas conoces alguien mejor que yo.
—No digas eso—regañó y acarició la mejilla del contrario—Tú eres increíble y me gustas mucho—sonrió con convicción.
—Tú también me gustas mucho—correspondió.
Se miraron por unos segundos tratando de conectar sus almas. Lo que no sabían es que hacía tiempo que ya lo habían hecho. Esto sólo fue la cereza del pastel, pero de todas esas veces que salieron a citas y que conversaron sobre ellos, lograron congeniar a la perfección. Ellos ya estaban ligados de muchas formas posibles. Así que HoSeok no tenía por qué pensarlo más, no después de que habían hecho el amor tan apasionadamente.
—Sé que aún tengo hacer muchos méritos contigo, porque el hombre de mi pasado definitivamente no te merece—retomó con voz relajada—Pero quiero hacerte feliz, me siento seguro de eso y de verdad quisiera arriesgarme a descubrir lo que nos depara el futuro—hizo una pausa y se incorporó para sentarse y acomodó a TaeHyung para que quedara a horcajadas en sus muslos—Kim TaeHyung, no sé qué me diste, pero desde el primer momento en que te vi fui completamente tuyo—lo abrazó con posesividad—Así que, ¿quieres ser mi novio formal a partir de ahora?
—Si quiero.
En realidad, el castaño había esperado esa pregunta desde su primer beso que se dieron, por eso no tenía nada que pensar y respondió sin más yendo directamente a los labios del mayor para besarlos y morderlos a su antojo, porque eran suyos a partir de ahora.
—Por cierto—HoSeok interrumpió el beso—Hablé con JungKook y puedes hacer tu pasantía en la empresa, así que sé puntual el lunes después de tus clases.
—¿De verdad? —sonrió—¿No se molestó?
—No tiene por qué—se burló—No es tan malo como parece, dale una oportunidad.
—Quien debe darle una oportunidad es JiMin—se burló—Como sea—sonrió con malicia—voy a verte todos los días, dime—se acercó nuevamente a los labios del mayor—¿cómo puedo pagarte lo que has hecho por mí? —inquirió con voz seductora.
—Pues—habló con voz ronca—se me ocurren muchas posiciones con las que puedes pagarme—mordió el labio inferior del castaño—Y ya que vamos a vernos todos los días, debes saber que tengo una oficina sólo para mí, así que puedes visitarme cuando quieras—le dedicó una sonrisa lasciva.
La mente de TaeHyung voló proyectando una película porno de cómo lo hacía con el mayor sobre el escritorio. Definitivamente ya quería que fuese lunes.
Holiii
Ayer ya no publiqué porque tenía sueño y me quedé dormida. Todavía me faltaba una parte por agregar y me alargué un poco con este momento jsjsjs. No sé, la verdad me sentí inspirada y siento que se me está dando mejor escribir momentos +18 jsjsjsjs. Ustedes me dirán jsjs Espero que les haya gustado este momento HopeV jsjsjs
En fin, me voy antes de que mi cumpu se apague y espero poder subirles el siguiente cap después de las 12.
En cuanto a JiMin y JungKook, sólo tengan paciencia que yo les prometo que las cosas se van a poner muy tensas entre ellos. No olviden que Jungkook es quien va a ver las fotos de Jimin, se los dejo a su imaginación jsjsjs
No se olviden de votar y comentar.
Las tkm!!!
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