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03 Sin Razón

"Mi madre me acusó de haber perdido la razón,

pero yo juré que estaba bien"



Una noche más...

Un llanto incontenible...

Miles de motivos...

Poca voluntad.

JiMin hubiera querido ser detenido y devuelto al departamento, pero su realidad no era como en los cuentos de hadas. Y mientras caminó bajo la lluvia tuvo la impresión de muchas cosas, principalmente; su juicio estaba nublado. Ahora podía comprenderlo un poco y supo que nada estaba bien. Todo le dolía. Jamás creyó que el amor podría causar hasta un dolor físico. Pero han sido tantas las veces que ha salido huyendo de la situación que los pies le duelen y a veces se niegan a avanzar. Ahora que el dolor le devuelve la razón se da cuenta de que no quiere regresar. No puede permanecer en donde lo hacen ruinas sin tener algún tipo de compasión. Ya no puede arriesgarse a morir sin ser salvado por quien espera. Ya no puede perder más tiempo. Quizá aún no lo sabe, pero es joven, hermoso y muy talentoso. Realmente no necesita a JungKook ni nada de sus mierdas. Sabe que puede hacer muchas cosas solo y que antes de conocerlo estaba mejor. Era feliz.

Después de haber llegado a su departamento completamente empapado por la lluvia, tomó una rápida ducha. Reprimió las ganas de llorar hasta que por fin pudo enterrarse en su cama sintiendo el frío por todos lados, no sólo en su cuerpo, también en su corazón. Podía sentir que su alma le dolía y le suplicaba por la presencia del azabache y lo quería ahí abrazándolo, sintiendo su respiración y escuchando palabras dulces en su oído. Pero no. Estaba solo. Y a la mañana siguiente despertó de la misma manera, pero con un fuerte resfriado, tanto que no pudo asistir a sus clases. Así que pasó la primera parte del día durmiendo y despertando a ratos por la fiebre. Sentía que ya estaba delirando y moría por llamar a JungKook, pero mantuvo su celular apagado. Estaba seguro que si recibía algún mensaje de él terminaría por ceder. Porque siempre era así. Y ahora de verdad no quería verlo. Ni siquiera le importó que afuera había un diluvio. Tampoco le llamó para asegurarse de que estuviera bien. No hubo ni el más mínimo interés. Y bueno, esta vez decidió que sería lo último. Estaba completamente cansado y frustrado. Se sentía más solo que nunca.

Por otro lado, cuando JungKook se encontró con el departamento vacío se sorprendió un poco. No esperaba que JiMin de verdad se fuera tan rápido. Está seguro de que no se demoró mucho en su habitación pensando en las cosas. Estaba tomando una decisión, pero al final llegó a la misma conclusión; quedarse con JiMin. En ningún otro lado encontraría un chiquillo como él y seguía sin conciliar la idea de verlo con alguien más. Pero no le tomó importancia y se devolvió al dormitorio para descansar. En cuanto abrió los ojos por la mañana se encontró con un mensaje de su madre creyendo que era de JiMin cuando escuchó el tono del celular. Al menos ahora recibía buenas noticias.

"Vuelvo a Corea. Nos vemos en la noche. Te amo, Kookie"

Rodó los ojos al ver que su apodo de la infancia no desaparecía. Para JiEun siempre sería su pequeño, porque es el único que no la ha abandonado. Lo ama intensamente y está muy orgullosa del hombre de negocios en el que se está convirtiendo. Sabe que dejará su legado en buenas manos, pero eso no significa que será blanda con su único hijo, al contrario, puede que sea más áspera con su actitud, pero quiere asegurarse de que en el futuro JungKook será un buen jefe y un empresario exitoso tanto como ella.

Con la llegada de Jeon JiEun a Corea, la carga en los hombros del azabache disminuiría considerablemente. Su madre es quien se encarga casi de todo porque es una mujer celosa de su trabajo y de sus creaciones. Y las únicas personas a las que les confiaría su vida son a su hijo, NamJoon y HoSeok a quienes adoptó de palabra. Ella los ha visto crecer juntos. Ahora es partícipe de su éxito y de los hombres en que se están convirtiendo. Para JiEun ellos siempre serán sus chicos y su familia.

Esta mañana JungKook la sentía un poco extraña. Se dio cuenta de que estaba un poco inquieto, como si algo le preocupara. No sabía por qué. Así que estuvo merodeando por todo el edificio revisando que las ordenes de su madre estuviesen ejecutándose al pie de la letra. Pero todo estaba correctamente. Y como predijo NamJoon; los lotes estaban terminados y había quedado mejor de lo que se esperaba. Esto era como luz verde para comenzar a planear la publicidad de esta campaña. Sin perder más tiempo para eso, JungKook llamó a sus amigos a su oficina para comenzar a tratar ese tema. Tal vez para cuando llegara su madre tendría la idea principal para exponérsela y así adelantar el lanzamiento. Porque entre más rápido mejor.

—Los espectaculares son como la base de todo—decía NamJoon—pero debemos hacer algo más especial para este verano—agregó con un gesto pensativo.

—Estoy de acuerdo contigo—se unió el azabache—Estaba pensando que podríamos hacer el desfile de modas en la playa.

—Pero antes de eso—intervino HoSeok—tenemos que dar un adelanto de la gama de colores que vamos a presentar este año—sugirió—¿Qué tal... publicidad en la playa?

—Los Kim están haciendo algo similar—contradijo NamJoon.

JungKook sólo observaba el escritorio tratando de pensar algo que nadie hubiese hecho hasta ese momento. Pensar en los Kim le hacía sentirse más competitivo que nunca. Sabía que debía quitarles el lugar que ellos tenían. Cuando creía que podía superarlos ellos ya estaban un paso más adelante, por ejemplo; la publicidad que estaban haciendo en las playas. Ya lo había visto en las páginas de internet y en plataformas de video. Era como si ellos ya tuvieran todo. Y había algo que le intrigaba; ¿qué gama de colores estaban usando?

Para esta temporada, JiEun pensó que los colores neón serían la mejor tendencia y sería una buena transición para cuando el otoño llegara. Sería como si todo se apagara con esos colores quemados y bajos que, por cierto, ya tenía muchas ideas en mente. Trataba de calcular bien sus pasos y se mantuvo en bajo perfil por un tiempo antes de revelarle a JungKook cuáles eran sus intenciones. Sería un error gravísimo coincidir con alguien de su competencia. Sería la burla de todo Corea del Sur. Hasta ahora cada una de sus jugadas le han funcionado, pero sabe que no ha sido suficiente. Y JungKook se ha encargado de darle más renombre a Jeon's Style, pero no ha sido suficiente. Y eso lo tiene con el estrés hasta el tope. Cada vez que se va a iniciar una nueva campaña, su humor cambia radicalmente y lo único que siente es un instinto asesino.

—Apariciones con la gama de colores—balbuceó de la nada—Apariciones sorpresas—repitió, esta vez, mirando a sus amigos frente a él.

—¿Cómo un pre desfile de modas? —inquirió NamJoon.

—Exactamente—asintió con una sonrisa maliciosa.

—¡Maldito genio! —expresó HoSeok.

Los tres comenzaron a reír. Era, quizá, algo muy arriesgado, pero JungKook tenía un buen presentimiento. Era algo muy distinto a la publicidad que los Kim hacían en la playa; con volantes y anuncios. Todo era mejor cuando podías verlo en vivo y a todo color. Con pequeños adelantos de lo que tenían preparado para este año. Y mientras continuaban hablando de como armar todo las ideas comenzaban a fluir por todos lados. Sus mentes unidas eran como una máquina que fabricaba sin parar. Estaban seguros que esto podría ser repentino y haría temblar a todas las marcas que estaban compitiendo. Se trataba de arriesgarse, así era el mundo de la moda y JiEun siempre lo decía, por eso, esta ocasión, se atrevió a experimentar con colores neón, porque su objetivo principal eran los jóvenes que no sobrepasaban los veintidós años. Era algo que no hizo antes, porque todo este tiempo se dedicó a hacer creaciones para personas de treinta años. Quienes compraban sus diseños eran Idols de esa edad y también actores. Había logrado expandirse un poco a los Estados Unidos, pero no fue suficiente. Sabe que el público más difícil de convencer es el joven y por eso jugó todas sus cartas en esa dirección. Pero teniendo a JungKook como su director de marketing, no sentía miedo. Confiaba en sus capacidades y en todo lo que podía lograr para llevar a su marca a otro nivel más grande. Y este era su año. Nadie podría arruinarlo.

Nombraron a la línea de verano que, curiosamente, aún no tenía uno; "Summer Party Neon". Podría apuntar a que sería su mejor línea de ropa, bikinis y trajes de baño para esta ocasión. JungKook estaba muy confiado de que podrían alcanzar a los compradores más jóvenes, por esa razón, también pensó en los precios y se coordinó con su madre para hacerlos accesibles, pero una vez que las ventas se dispararan, aplicarían la ley de la oferta y la demanda. Para eso estudió JungKook y era un genio, según sus amigos, quienes siempre se apoyaban de él para hacer algo con la marca. Aunque juntos funcionaban mejor.

—Sólo hay que hacer el prototipo de los panfletos y contratar modelos—decía NamJoon con una sonrisa emocionada.

—¿Cuándo vuelve tu madre? Ella es quien debe aprobar todo—apuntó HoSeok.

—Oh, pero claro que lo hará—JungKook mostró una sonrisa complacida—Llega en la noche.

—Eso es todo—dijo NamJoon dando un aplauso en aire—Estamos en la competencia. Este año es nuestro año—expresó con suma seguridad.

Pasaron el resto de la tarde armando todo para presentarlo en la junta para cuando JiEun volviera. Toda la mesa directiva sabía que cada vez que ese trío convocaba a una conferencia era para algo grande, algo único. La mayoría concordaba que, desde que JungKook estaba a cargo de ese departamento, las cosas para Jeon's Style funcionaban mejor. Porque las ideas de él eran innovadoras y las usaba hasta el límite, teniendo tiempo suficiente para pensar en más y mejores. Justo como ahora. Así que después de este día tal vez las cosas iban a ser mejores. JungKook esperaba que pronto todo volviera a la normalidad. Siempre disfrutaba de esa calma después de que terminaban de hacer el lanzamiento de una nueva línea. Realmente necesitaba un descanso, aunque a veces lo usaba más para beber que para hacer cosas de provecho. Pero antes no tenía a JiMin, quizá ahora sería diferente. Espera que sí.

💔

Curar un resfriado podría ser una tarea muy sencilla, pero si el alma está débil, tal vez no haya ninguna mejoría, aunque los síntomas sean casi nulos. JiMin lo sabe y en todo el día no ha parado de pensar que el dolor de cabeza no es tan fuerte como el que su corazón siente. Ha sido dificultoso vivir acorralado en una relación que no le ha aportado nada bueno en estos meses. Todo el mundo se lo dice y parece que ahora los está escuchando ahí en el silencio de su habitación. No ha habido persona que no le haya dicho que JungKook no es bueno para él. JiMin está consciente de su pasado, no fue difícil imaginar qué tipo de cosas hacía cada vez que salía de fiesta los fines de semana. Además, la forma en que se conocieron no fue la mejor. Pero todo pasó tan rápido y también fue un poco confuso. Al inicio no podía creer que alguien tan bien parecido como el azabache se fijara en él. Sentía que no lo merecía y que en cualquier momento se iría. Le sorprendió cuando, pasado un mes, JungKook seguía ahí, con esa sonrisa tan encantadora y con sus regalos estúpidamente costosos. De verdad no entiende, ¿por qué el cambio tan repentino? Pero era demasiado joven para entender que las personas usan máscaras y muchas otras se esconden en corazas. Tal vez ese no podría ser el caso, pero de verdad le gustaría entenderlo. Y sabe que, las múltiples veces que le ha hecho cuestionarse a sí mismo, lo ha hecho llorar, que lo ha cambiado por salir con sus amigos, todo, absolutamente todo está mal.

Es complicado tapar el sol con un dedo y más cuando JiMin lo ha hecho durante varios días. Es complicado tener que aguantar y convencerte de que es normal. Que la forma en que JungKook lo quiere está bien, porque si lo quiere ¿no? Cuando están juntos en la cama, las sensaciones que el azabache le provoca son demasiadas, es como si con cada caricia le dijera lo que con palabras no ha podido. Es complicado para JiMin no creer en él cuando lo besa tan jodidamente bien. Le hace vibrar todo su ser, con cada toque, cada mirada y hasta con sus sonrisas sarcásticas. Claro, era su primer novio y está completamente deslumbrado por él, por lo poco que le ha dado. Aunque a veces se pregunta ¿puede darle más que eso? ¿Pueden ser más felices que ahora? Y aún más importante, ¿JungKook se ha enamorado también?

No hay forma de poder saber los pensamientos del mayor, salvo que éste se abra pero, realmente, ni él mismo lo sabe. De lo único que está consciente es que le gusta JiMin físicamente. Personalmente, no se comporta como una persona promedio y eso le inquieta. Pero no podía esperar menos de una persona superficial que sólo se fija en los detalles externos más no en los sentimientos. Tal vez tampoco hay forma de que el pequeño pueda reflexionar esas cosas, salvo que adquiera más experiencia en el tema.

Cuando se es joven caer en un abismo es muy sencillo, pero para salir de ahí es el verdadero reto. Y en tanto eso sucede, las manecillas del reloj no detendrán su andar. La vida y el universo se encargan de ser perfectos y también de darle a las personas lo que se merecen. Quizá, JiMin se sienta completamente perdido hoy, pero tal vez mañana, cuando salga el sol, pueda ver las cosas aún con más claridad. Después de todo, nadie le ha dicho que la parte más difícil es olvidar, soltar, superar y perdonar.

Ahora no piensa en ello. En lo único que puede concentrarse es en tomar su té y contener las ganas de coger su celular para llamar a JungKook. No lo ha encendido durante todo el día y eso no le ha hecho sentir mejor en lo absoluto. Es increíble que necesite de la voz de su novio para disipar un poco el malestar. Quiere que le mienta. Quiere que le diga cosas bonitas, aunque no sean verdad. Pero lo quiere ahí. Lo quiere a su lado, acariciando su cabello y cuidando de él por el tema del resfriado. Es tan triste tener que desear ese tipo de cosas. JiMin jamás se imaginó que para recibir cariño hay que pedirlo o mendingarlo. No sabía que teniendo un novio podría sentirse más solo que nunca. Tal vez no hay forma de que las cosas cambien, pero JiMin quiere creer que sí. Que aún hay esperanza. Y por esa razón se levantó para tomar su celular de donde lo había dejado. Lo encendió sintiendo como su corazón se aceleraba creyendo que al menos tendría un mensaje de JungKook, pero no había nada y en su lugar un montón de mensajes de su padre preguntando por él. Al menos una persona sí estaba interesada. Así que devolvió la llamada y dejó salir un suspiro deseando no tener que pelear de nueva cuenta.

—JiMin-ah—dijo JiHyun para saludar—¿Qué has hecho todo el día? Me tenías preocupado.

—Sólo estaba descansando.

La voz apagada y congestionada del pelirosa no pasó desapercibida para su padre ni tampoco para su madre que estaba escuchando también. Ambos se preocuparon. Y ¿cómo no hacerlo? Su hijo menor estaba a varios kilómetros de distancia y parecía que había pescado un resfriado. Y sólo podían pensar en si se estaba cuidando bien y cómo es que enfermó en el último periodo de la primavera o si estaba llorando por ese tipo. Sabían que hubo lluvias constantes en Seúl, pero querían creer que no se expuso de esa manera.

Los dos odiaban la idea de tener lejos a JiMin y, no es porque no confiaran en él, simplemente, sabían que era muy inocente, demasiado, y con la llegada de JungKook a su vida, complicaba su situación como padres. Hubiesen querido detenerlo en sus planes, pero también estaban conscientes de que durante su adolescencia no le dieron muchas libertades. Por esa razón, cuando el pelirosa les pidió vivir por su cuenta en Seúl, decidieron apoyarlo. Aunque tuvieron una plática extensa respecto a eso y es que JiHyun no quería que su hijo estudiara y trabajara al mismo tiempo. Así que prácticamente lo obligó a recibir ayuda monetaria de éste para que su único deber fuese estudiar y tomar clases en la academia de baile. Claro que JiHyun podía darse ese lujo y SeokJin ayudaba con los gastos. Eso facilitaba las cosas. Sin embargo, la preocupación que sentían por JiMin era demasiada. No querían que un día les llamara para decirles que dejaba la carrera o algo por el estilo.

—Mi pequeño, ¿te has enfermado? —preguntó JiHyo con tono preocupado.

Estoy bien, mamá.

Exactamente, ¿a qué se refería? Lo decía por el resfriado o por el dolor creciente que tenía en el corazón. No había forma de hablar las cosas con sus padres sin que todo se saliera de control. Sobre todo con JiHyun. Él era la persona menos conforme y quizá haría y diría cualquier cosa para convencer a JiMin de dejar a JungKook de una vez por todas. Así que hoy volvería a intentar fingir que todo estaba bien. Que no habría nada de qué preocuparse.

—Te enviaré dinero para que compres medicamentos—decía su padre—y para que compres ropa abrigadora en caso de que la necesites.

—No hace falta—JiMin protestó—Tengo suficiente.

Lo cierto era que se sentía mal por abusar tanto de sus padres. Ninguna de las dos partes estaba contenta sobre la situación, así que dejó de sentirse cómodo recibiendo ayuda de ellos. Intentó buscar un trabajo, pero no halló nada que le beneficiara. Así que no tenía otra opción más que mantener el bajo perfil como hasta ahora lo había hecho.

—Te lo enviaré de todos modos. No está por demás—insistió JiHyun—¿Cómo va la escuela? —preguntó con tono esperanzador.

—Oh, bueno... todo está bien—intentó ser convincente—Los parciales están próximos y me estoy esforzando.

—¿Y en la academia? ¿Cómo va el asunto? —preguntó JiHyo.

—De la misma forma, mamá—respondió por inercia.

No había manera de decirles que estaba considerando la posibilidad de dejar el baile porque ya no se sentía como antes. Eso causaría una gran discusión y seguramente su madre era completamente capaz de empacar y viajar hasta Seúl para cuidar de él. Además no quería entrar en detalles, porque sabía que al final terminarían por hablar de JungKook y empezarían con la discusión absurda de siempre. JiMin ya no quería pelear con sus padres, así como tampoco se sentía capaz de cumplir todos los deseos que ellos le imponen. Cada vez que el tema es tocado se hacen dos partes completamente en contra y, por alguna razón, el pelirosa siente el impulso de llevar la contraria a todo lo que su padre le diga. Le molesta que no tenga tacto para decir las cosas y que lo culpe de todo. Es una carga muy pesada y de verdad desearía poder desahogarse con ellos. Tal vez eso pueda aliviar un poco el dolor.

—Me alegra saber eso—respondió su madre—esperó que para la siguiente si puedan ofrecer un recital. Muero por verte bailar otra vez.

El recital... JiMin mintió con eso. Ni siquiera se tomó la molestia de hacer el casting para participar ya que estaba muy ocupado persiguiendo a su novio. No sabe desde cuando le dio prioridad a él por encima de todas las cosas. Se descuidó a sí mismo por darle todo lo que tenía. Y ahora se estaba quedando sin nada. ¿Cómo le explicas eso a las personas que más confían en ti? ¿Cómo puedes no decepcionar a todos sin hacerlo contigo primero? Es difícil complacer a todos, pero aún más difícil es hacerlo con JungKook. Parece que jamás cumple sus expectativas y siente que compite con otras personas por su atención. Como si quisiera ser suficiente para él y, cada vez que le echa algo en cara o le llama la atención, le llena de inseguridades, como si todo lo que es su personalidad estuviera mal. No hay nada peor que sentirte culpable por algo que ni siquiera te concierne o está en tus manos.

—Te prometo que serás la primera en saberlo—respondió el pelirosa—¿Cómo están todos por allá? ¿Y SeokJin?

—Estamos bien, JiMin-ah—respondió JiHyun—pero tú...—hizo una pausa, necesitaba hablarlo con su hijo. Había llegado a su límite estos días y estaba muy frustrado por todo al no saber qué hacer. Así que, después de respirar, decidió continuar—dime... ¿has pensado en lo que hablamos la última vez?

Justo eso era lo que no quería JiMin. No podía pensar con tranquilidad porque sentía que su padre estaba en contra de todo lo que hacía. Aunque le estaba apoyando con la carrera y sus sueños de convertirse en bailarín, antes de eso le expresó su inconformidad. Siempre fue una aburrida comparación con SeokJin quien decidió estudiar gestión empresarial y ahora trabajaba en una fábrica ganando lo suficiente como para mantenerlos a todos. Era evidente que JiMin ha sido una persona diferente. Decidió ir por otro camino, pero sin dejar de complacer a sus padres sólo para que no se preocuparan. Pero todo el tiempo ha sido como si quisieran controlar su vida. Por eso no aceptaba o no quería ver que, cuando le insistían con que dejara a JungKook, lo hacían por su bien más no porque nuevamente quisiera decidir por él. Precisamente ahora no quería escuchar el mismo sermón de siempre. Sabía que ya todo estaba jodido.

—Ya te dije que no tengo nada qué pensar—respondió con un tono colérico—¿Por qué siempre tienes que hacerme sentir mal con eso? Tú no tienes idea de nada y sólo juzgas a JungKook porque te has dejado llevar por rumores que son de dudosa veracidad.

—JiMin—JiHyun dejó salir un suspiro pesado, estaba listo para atacar—¿Tú que vas a saber de él? Las personas no hablan sólo por hacerlo.

—Eso es lo que tú piensas, papá—refutó—JungKook no es lo que piensas.

—Hijo—esta vez lo llamó JiHyo—Detente a pensar por un momento. No queremos que te sientas atacado. Deseamos lo mejor para ti—decía con un tono relajado—Ese hombre te saca siete años de experiencia y muchas personas lo han visto—excusó e hizo una pausa. No quería ser tan directa con su hijo, pero quizá era muy necesario—Puede que estés perdiendo la razón. Sé que a tu edad nadie piensa con claridad. Eres demasiado joven para saber ciertas cosas...

—No asumas que yo no sé nada—interrumpió usando un tono demandante, uno con el que nunca se dirigió a su mamá—¿Cómo puedo saberlo si ustedes nunca me dieron la oportunidad de intentarlo? —acusó—¿Por qué siempre tienen que juzgar y acusarme de ser tan estúpido? —su tono cada vez se elevaba más—¡Ya tengo suficiente de sentirme así! —chilló—¡Estoy bien! ¡No hay nada de malo en mí!

—JiMin—lo llamó su padre con molestia—Estás usando un tono poco adecuado. No debes dirigirte así a tu madre.

—¿Y cómo quieres que hable? Siempre llamas para hacerme sentir más miserable—refutó—¡Estoy harto de tus sermones! ¡Por eso me fui de casa! ¡Porque ya no soportaba estar ahí!

"Y ahora no soporto estar acá"

Eso se lo guardó para sus adentros cuando se dio cuenta de que estaba hablando de más. Tal vez con su padre tenía un tema personal, pero no con su madre. Ella siempre fue más comprensiva y sensata. No merecía el trato que estaba recibiendo de su hijo. No merecía que ella cargara con la frustración que su situación con JungKook le provocaba. Al final, ella pagaba más que los verdaderos culpables. Y eso le hacía sentir más miserable.

JiHyun tardó unos cuantos segundos en asimilar las palabras acusatorias de su hijo menor. Era como si les echara la culpa de todo lo malo que sucedía en su vida. Que si había elegido a un mal novio era por consecuencia de ellos. Pero sobre todo lo demás, lo que causó cierto sentimiento particular en su interior fue cuando dijo que estaba harto. Tal vez no había otra palabra que le doliera más. Lo único que quería era el bien para JiMin. Por eso le apoyaba tanto como podía, pero si no había otra forma de que entrara en razón para que aprendiera la lección, entonces no tenía más opción. El problema es que tendría una fuerte discusión con JiHyo quien siempre estuvo en contra de la forma tan rígida con la que educaba a sus hijos, pero al final era el hombre de la casa y era justo hacer valer su palabra. Sólo esperaba no equivocarse.

—Si estás tan harto de nosotros—comenzó JiHyun con un tono despectivo—supongo que no nos necesitas—hizo una pausa—No estoy para cumplir tus caprichos.

—¿A qué te refieres con eso? —JiMin inquirió con cautela.

—A que te voy a retirar el apoyo económico para la academia de baile—amenazó sin más—Crees saberlo todo, está bien. Es hora de que asumas las responsabilidades, así como también aceptes las consecuencias que vendrán después para ti. Además, yo no estuve muy de acuerdo con eso. Si lo hice fue porque tu madre y SeokJin me insistieron.

JiMin no podía creer lo que estaba escuchando. ¿De verdad su padre le estaba dando la espalda? Porque a eso sonaba. Ya no le enviaría más dinero para pagar las cuotas de la academia, pero eso no era lo que le preocupaba, al menos no ahora. Se suponía que eran su familia, ¿por qué no le apoyaban? ¿Por qué no podían aceptar su relación y sólo dejar de presionar con sus ideas anticuadas? Las palabras de su padre tuvieron el efecto contrario que éste esperaba. Tal vez después de hoy no habría marcha atrás.

—Bien—respondió el pelirosa con seguridad—No necesito nada de ti. Puedo hacer esto solo—agregó usando un tono despectivo.

—No quiero ser tan duro contigo, hijo—intentó relajar el tono de su voz—Aun así, las puertas de esta casa siempre estarán abiertas para ti.

JiMin dejó salir una risa sin gracia. Para ese momento ya le dolía la garganta de tanto hablar y discutir. Lo único que quería era envolverse en sus cobijas y dormir para no pensar más. Así que terminaría con esto de una vez por todas.

—Pues debería cerrarlas de una vez—el pelirosa empleó el mismo tono despectivo—porque no pienso volver.

No le dio tiempo a que su padre terminara de hablar y colgó la llamada. Está consciente de que la persona más afectada en esta situación es su madre. Es la persona que más le duele porque, aunque sea un adulto en formación, aún la necesita para sentirse mejor. Necesita que ahora esté ahí con él para reconfortarlo. La ha extrañado durante todo este tiempo.

Intentó reprimir las ganas de llorar, pero fue imposible. No esperaba que fuesen demasiadas emociones durante un día entero y, cuando creyó que nada podía ser peor, su celular se iluminó con el nombre de JungKook adornándolo como si fuesen diamantes brillantes; le estaba llamando. Y no pudo evitar sentirse reconfortado por eso. Ahora era lo único que tenía. Por lo que acababa de sacrificar su estancia en Seúl. Estaba completamente solo, sin trabajo, sin su familia. En verdad esperaba encontrar el apoyo de JungKook para ese momento tan difícil.

—Hola, Kook.

Reprimió las inmensas ganas que tenía de llamarlo "Kookie". Ahora haría las cosas bien porque no quería perderlo. Lo necesitaba más que nunca en su vida.

—¿Estás bien? —el azabache preguntó con un tono preocupado—Tu voz suena rara.

—Sí, sólo... pesqué un resfriado—respondió e hizo una pausa—Y volvía a pelear con papá—confesó.

—¿Y ya lo estás tratando? —preguntó y luego agregó—¿Qué sucedió con tu padre?

Era sorprendente que de la nada JungKook se mostrara interesado en sus asuntos. Hacía mucho que no se preocupaba por él de ese modo. No entendía cómo es que todo era tan complicado. ¿Qué tan difícil era para él ser amable? Pero no iba a desaprovechar esa cercanía tan repentina, porque era justo lo que necesitaba.

—Lo mismo de siempre—respondió y suspiró—bueno, ahora es más complicado.

—Me imagino.

JungKook no podía evitar pensar de más en ese momento. De pronto se sintió tan relajado en su departamento, pero a la vez inquieto porque JiMin no había dado señales de vida durante todo el día. Miró por la ventana durante un rato sintiendo que su departamento estaba demasiado silencioso, algo que le deba espacio para reflexionar un poco; por lo regular el pelirosa siempre le enviaba mensajes y le informaba todo lo que hacía. Se ponía muy meloso por las mañanas con mensajes de saludo para iniciar el día, pero últimamente no lo hace y eso es confuso. Además, pensó que tal vez la tarde anterior se le fue un poco la mano con él. Probablemente no era para que lo corriera, pero sus actitudes infantiles eran las que le causaban conflicto. Sin embargo, estaba consciente de que no debió hablarle de ese modo.

—Bueno—retomó el mayor—llamaba para saber cómo estabas y... también para disculparme por lo de ayer—justificó, como siempre—Es sólo que... el trabajo me tiene al borde del estrés y yo quería pasar un rato agradable contigo—se encogió de hombros.

—Lo arruiné—dijo con un hilo de voz, su garganta dolía un poco más—perdón, yo no quería hacerte enojar.

—Yo sé que no, nene—consoló.

El tono de voz que empleaba JungKook era muy aterciopelado. Algo muy poco común. No era algo que JiMin esperara en ese momento, pero le estaba ayudando demasiado. Después de discutir con su padre necesitaba sentirse apoyado por alguien. Y parecía ser que JungKook también quería estar con él.

—Te voy a compensar—retomó usando la misma táctica de siempre—Pídeme lo que quieras que yo te lo daré.

—¿Lo qué yo quiera? —inquirió JiMin con cautela.

—En efecto—asintió con una voz que denotaba que sonreía—Lo que quieras—repitió y continuó antes de que el contrario hablara—Es más, yo lo haré por ti. ¿Qué te parece si vienes a quedarte aquí unos días? No nos hemos visto en un largo tiempo.

Era extraño e inusual, era como tener al viejo JungKook de vuelta. No sabía qué tanto tiempo duraría esta faceta de él, pero la usaría en su favor. Además también quería pasar tiempo con él, como antes solían hacerlo.

—Me encantaría, pero... ¿estás seguro de eso?

Era una petición bastante extraña que JungKook nunca imaginó hacer, pero la idea de tener a JiMin en su departamento casi a su completa disposición, le causaba satisfacción. Y por alguna razón también sentía un cosquilleo en su estómago. Tal vez no sería tan mala idea, después de todo, sólo se verían en las noches. Por ahora sonaba bien. Y la culpa por haber sido grosero con él le hacía querer complacer todos sus deseos.

—Claro que sí—respondió—Ya mismo voy por ti.

Y de pronto, JiMin sentía que volvía respirar.

Su madre estaba en lo cierto; había perdido la razón por Jeon JungKook. Pero estaba bien con eso. 


Okayy!!

Creo que debo aclarar unas cosillas, sobre todo porque puede ser un poco confuso. Digamos que JungKook está en una transición. Ahora que JiMin toma un poco de distancia entre ambos, puede sentir su ausencia. Tiene debates internos y bueno, es caprichoso y posesivo. Además de que empieza a sentir culpa. Aun así, hay cambios repentinos en su humor, porque él es así. Recuerdo que mi ex a veces se comportaba de ese modo y si han escuchado la canción, hay una parte donde dice "que ya no sabe que faceta suya le va a responder el teléfono" A lo que entiendo, es que tienes miedo de hablarle a esa persona y que te trate mal. Que a veces está bien y a veces no y lo peor es que te hace sentir culpable. Como ahora con JiMin. 

Digamos que ahora JungKook es motivado por el deseo, pero más adelante...


En fin... por cierto, hice unas modificaciones en la historia. Les voy a dejar unas capturas para quienes ya leyeron los capítulos anteriores. 

Aquí sentí que fui un poco lejos así que lo cambié jsjsjs

No recuerdo si mi ex alguna vez me llamó así, pero si me dijo varias veces que ya madurara :(

Lo sé, duele, pero hasta la fecha sigo sin madurar y así estoy bien jsjsjsjs

Chismecito time: la esposa de mi ex me mandó solicitud en face jsjsjsjs. No sé qué quiera jsjsjs, pero da miedo jajajaja.

En fin, si algo sucede, les contaré.


Aquí siento que se confundió con una parte que escribí después y por eso agregué eso. Para que entiendan un poco, JungKook es de Busan, pero se mudó a Seúl con su madre para que ella persiguiera su sueño. Es decir, al inicio, JungKook no tuvo todo, pero ahora que lo tiene, se ha convertido en alguien arrogante y con complejo de superioridad. Alguien que no sabe ver los sentimientos de las personas. Además del rencor que le guarda a su padre.

Y bueno, esto también se confundía con una parte que acabo de escribir aquí.

Digamos que yo también llevo una relación complicada con mi papá por diferencia de ideas. Y cuando anduve con ese tipo, tuve muchas peleas con él por lo mimso. Justo como JiMin ahora. 

Créanme, es algo sumamente difícil. Una relación tóxica es horrible. Y si alguien está pasando por algo similar. Si ves señales que yo he puesto aquí, estás en el lugar incorrecto.


Valórense mucho. Ámense demasiado. Ninguna persona que les trate así vale la pena. Tampoco sacrifiquen sus sueños por nadie. Se los juro que no vale la pena. 

Espero mi historia les sirva como lección. Deseo de todo corazón que jamás experimenten ese sentimiento de vacío.


Las tkm!!!

No se olviden de votar y comentar.

PD: Conforme avance la historia, les iré contando las similitudes que tienen con mi experiencia. 

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