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JungKook ya se encontraba algo curioso de porqué su esposo aún no subía a cenar cuando lo había llamado hace unos 20 minutos. Miró la cena servida en la mesa, admirando cómo había quedado de bonita la manera en como sirvió la comida, siendo un pequeño detalle para alguien con quien ha estado muchos años.

Suspiró enamorado, sonriendo bobo cuando tuvo ciertos flashbacks de recuerdos bonitos junto a su amado.

Saliendo de su ensoñación de pocos segundos, decidió dirigirse al sótano en donde se suponía que estaba TaeHyung.

—¿Tae, amor? ¿Estás ahí? —preguntó con delicadeza mientras se iba adentrando al lugar, chocando con varias cajas. Tosiendo por el polvo, observó a su esposo en medio de un desastre de cajas y frente a él un baúl que se había conservado muchos años ahí— Tae...

Cuando quiso acercarse, el mismo volteó y JungKook se confundió más.

¿Por qué su esposo estaba llorando? ¿Qué había pasado?

El mayor de los Kim se preocupó y acercó con rapidez, agachándose y limpiando con delicadeza el rostro de su hombre.

—Mi amor... ¿Qué pasó? ¿Por qué lloras?

Y antes de siquiera esperar una respuesta, TaeHyung apresó el esbelto cuerpo de su esposo entre sus brazos, juntando sus labios en un beso lleno de amor.

JungKook abrió los ojos de la sorpresa, pero esto no le duró mucho ya que se perdió en la exquisita sensación que besar a su amado le otorgaba. Rodeó el cuello del menor con sus brazos, profundizando el beso y jugando con sus cabellos negros.

Duraron un buen rato solo besándose hasta que el aire les faltó y se separaron con un pequeño roce, mirándose con un brillo inigualable. Un amor tan puro y hermoso.

—JungKook... ¿Ya te he confesado lo mucho que te amo? —preguntó el menor embelesado.

El mencionado sonrió bonito: —Todos los días, cielo. Me lo dices y me lo demuestras.

TaeHyung sonrió complacido: —Tal vez debería decírtelo y demostrártelo más. Te amo demasiado, tanto que no sé si me basta con mostrarlo todo el tiempo, pienso que me quedo corto para lo que siento.

JungKook se sonrojó poquito, dando un suave beso como respuesta. Cuando se separó, la pregunta brotó de sus labios rosados: —¿Por qué llorabas?

Y TaeHyung no tuvo mucho que decir, solo le mostró a su esposo el diario que había encontrado.

—Oh... Tae. —El mayor no sabía si avergonzarse o inundarse de ternura por ver su viejo diario, sabía que lo había dejado en aquel baúl el día en que se casó, lo había olvidado. Antes de poder decir algo sobre eso, vio como su menor lo abría en esa página, y su cara se volvió un tomate.

—No sabía... lo mucho que necesitaba leer esta lista hasta hoy —TaeHyung sonreía con ternura—. Veo que te basaste en mí para crear tu prototipo de esposo soñado.

El mayor no podía hablar de la vergüenza, le daba algo de pena que su esposo leyera cosas que él escribió sobre sus sentimientos en aquellos tiempos.

—B-bueno... Tae, te lo puedo explicar... yo-

—No necesitas decirme nada, mi amor —acarició las mejillas de su esposito—. Esto es hermoso, me hubiese encantado poder leerlo antes, ¿He cumplido con mi papel de un buen esposo?

JungKook sonrió y asintió: —Nadie más que tú lo hubiese hecho tan bien como lo hiciste y lo sigues haciendo, Tae.

El mismo se sentía bastante feliz de poder saber aquello. Dejó varios besos en el rostro de su amor y los levantó a ambos, abrazándose por la cintura a su esposito: —Te amo mucho, Kim JungKook.

—Y yo te amo a ti, mi TaeHyungie.

Subieron con sus manos entrelazadas, dirigiéndose hacia la mesa con la cena servida, tomando asiento uno al lado del otro.

—La cena se ve espectacular hoy, amor. Como todos los días. —el comentario del menor hizo sonreír bonito a JungKook.

—Gracias, cielo. Hoy es un día especial y quise hacer algo especial.

TaeHyung agarró la mano de su esposo por sobre la mesa y acarició los nudillos: —Estaba buscando mi obsequio en el sótano, te quería dar esto. —le colocó en la palma que tenía agarrada el precioso relicario que antes había encontrado. El mismo era de oro puro, en forma de corazón, con las inciales "TK" plasmadas en el frente.

—Oh Hyungie... esto- —a JungKook se le aguaron los ojos cuando vio que el relicario se abría y dejaba ver una foto de ellos dos en su boda y otra de cuando tuvieron su primera cita en el parque de diversiones—. Es hermoso.

—Tú eres hermoso. —contraatacó coqueto el menor, haciendo que Kook soltara una suave risita.

—Yo también te tengo un regalo —mencionó, mientras rebuscaba debajo de la mesa, sacando una bonita caja larga de color blanco, decorada con un bonito moño color azul—. Esto... solo ábrelo.

TaeHyung miró con sus orbes brillosos la caja, amaba los regalos y más cuando eran de su JungKookie. Con cuidado abrió la bonita caja, buscando no dañar el moño tan bonito, adentro había relleno de color azul celeste, así que removió un poco hasta que encontró el regalo.

Si antes sus orbes estaban brillosos, ahora definitivamente tenía lágrimas contenidas en sus ojos.

—J-JungKook... ¿Q-qué es- —no podía ni hablar bien por la sorpresa, agarrando aquel pequeño aparato entre sus dedos. Aunque no tuvo que decir mucho porque su esposo le respondió.

—Serás papá, Tae.

Y tan solo esas palabras bastaron para hacerlo llorar. Estaba tan feliz de la oportunidad tan bonita de tener hijos.

Se levantó y abrazó a su esposo, regando besos en su rostro con alegría, acariciando con cuidado el vientre aún plano de JungKook.

—S-soy tan feliz, me haces muy feliz, mi amor.

JungKook lloraba en silencio, sonriendo a su amado, acariciando las mejillas de éste.

Que hermoso era saber que tendría un hijo con este maravilloso hombre.

—Te amo, mucho mucho, mi Hyungie.

—Y yo te amo a ti, más que a mi vida, JungKookie.

Querido futuro esposo... sí me supiste amar correctamente. ❤️

FIN.

No hay y no hay menos :P jeje, final final, no hay extras ni nada 😭

Los quierooo!! Gracias por leer mi trabajo humilde❤️