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O6

Dos días después, JungKook se encontraba frente a la puerta del departamento de TaeHyung.

Ambos habían acordado que la siguiente cita sería ir a cocinar en la casa de uno de ellos, en este caso iba a ser en el departamento de Kim.

JungKook no iba a mentir, se sentía muy nervioso.

Podría interpretarse que era porque estaba por entrar en donde se alojaba el amor de su vida- llamado así por él-, pero aparte de, Jeon estaba sumamente nervioso porque él no sabía ni prender la estufa.

Llámenlo inútil o como quieran, pero JungKook nunca aprendió a cocinar, y temía quedar mal con el chico que le gustaba.

Respiró profundo y se dió apoyo así mismo, tocando el timbre apenas tuvo valor.

No pasó ni un minuto cuando ya se estaba oyendo el seguro de la puerta quitarse.

TaeHyung sonrió apenas lo vió, y Jeon se sonrojó.

—No esperaba que llegaras tan temprano. —el tono amable y la bonita sonrisa con la que Kim le hablaba hacía estragos en el corazoncito de JungKook.

—Yo... quería llegar un poquito antes de la hora, ¿te he molestado en algo? —preguntó con algo de inquietud.

Tae negó suavemente: —No, para nada, pasa, igual solo necesito bañarme.

Al pasar, JungKook pudo sentir cómo la calidez del departamento de Tae lo embriagaba. El lugar era acogedor, sus adornos, su pintura, la mayoría de cosas que estaban ahí eran de tonalidades pastel, le daba un toque característico de la personalidad tan noble de Kim.

Maravilloso, pensaba Jeon, deseando que ojalá un día él pueda llegar a compartir un hogar con el ser que ahora más apreciaba.

—Lamento si hay algún desorden, siéntete como en tu casa. —TaeHyung le sonrió por última vez antes de desaparecer por el pasillo que, según Jeon, daba al baño.

Sentándose en el sofá de la sala, JungKook intentó calmarse, Okay, Kook, tú puedes, solo no lo arruines y no explotes algo.

Jeon estuvo en una pequeña crisis existencial hasta que TaeHyung entró en su campo de visión, seguro había pasado así una media hora y ni cuenta se dió.

—Bueno, ¿comenzamos? —Tae tenía una hermosa sonrisa, a JungKook le encantaba. El rubio quedaba embobado y sabía que el contrario lo notaba, porque el bonito rostro del menor se volvía rosita de la timidez. —Y-yo... quiero hacer unas galletas de chispas de chocolate, ¿te parece bien?

JungKook solo asintió despacio y le siguió a la cocina, TasHyung sacando uno por uno los ingredientes que usarían para las galletas.

Kook sentía, con cada ingrediente que Tae sacaba, su nerviosismo crecer y crecer.

Cuando terminó y todo estuvo en la mesa de la cocina, Kim sonrió suave cuando notó al contrario un poco perdido viendo todo lo que había sacado: —¿Sucede algo, Hyung? —JungKook hizo un puchero involuntario y eso sonreír más a Tae.

—Bueno... yo, uhmp —Jeon no sabía cómo decir que era un pésimo cocinero, si es que se le podía llamar "cocinero" a alguien que ni sabía prender una hornilla. Al dirigir su mirada al contrario, Kook sintió la mirada de TaeHyung suavizarse, como una forma de decirle que confiara en é. Se sonrojó y lo admitió en voz alta—. Yo no sé- no sé cocinar.

Tae levantó una ceja algo enternecido— ¿No? ¿Nada de nada?

—Nada de nada, perdón. —JungKook se sintió mal por decepcionar al contrario, sin querer sus ojitos se aguaron un poco y su puchero se intensificó.

Kim se paniqueó un poco al ver al rubio casi llorar, y ahora tenía otra anotación en su lista de las cosas que odiaba que pasaran. Odiaba la idea de ver a JungKook llorar.

—Oh, no, Hyung, no pasa nada. —se apresuró a acalarar.

JungKook secó la primera lágrima que resbaló por su mejilla y le miró entristecido: —¿No?

Tae sonrió y se acercó a abrazarlo:—No, yo te enseño, no pasa nada. —al separarse le acarició las mejillas rositas y le sonrió en grande para que JungKook se contagiara, cosa que pasó al instante.

—Pensé que te decepcionarías de mí, tenía miedo de decirte. —sinceró el rubio.

Kim negó suavemente— Hyung, no por eso me decepcionaré, no pasa nada si no sabes cocinar galletas ahora, con que me ayudes en lo que puedas, así sea pasándome los ingredientes, te aseguro que me sentiré feliz —JungKook sonreía complacido con la consideración, pero Tae no se quedó con eso que quería decir en ese momento, él solo quiso ser valiente y confesar—. Soy feliz estando contigo, JungKook, así sea solo para verte, soy feliz.

El corazón del mayor se aceleró, y su blanquecino rostro comenzó a tintarse nuevamente de rosa.

TaeHyung, satisfecho con la reacción contraria, decidió entonces comenzar a preparar las galletas. Dio un pequeño aplauso para atraer la atención nuevamente del rubio, y con una gran sonrisa anunció el comienzo de la cita, diciendo un entusiasmado "¡A hornear!".

Esa tarde, ambos chicos se sumieron en un ambiente bastante relajado, divertido y algo coqueto. Unas cuantas horas después y ya JungKook y Taehyung se habían comido las galletas, que habían quedado deliciosas, habían platicado, habían visto una película y se habían acercado más. Ambos jóvenes sentían bonito en el corazón.

Ya era hora de irse, y Jeon, con pesar, se despidió del castaño.

—Gracias por invitarme, y pasar esta linda tarde conmigo, Tae. —sonrió bonito, siendo correspondido.

—Cada que quieras podemos repetir, como ya sabes dónde vivo, solo debes avisarme y quedamos, o yo voy a la tuya en la próxima. —dio un pequeño guiño que hizo sonrojar al otro.

—Ujum, okey, bye, TaeHyungie~ —sacudió su manita entusiasmado mientras caminaba ya ai ascensor del edificio para retirarse, sin fijarse en que ese apodo que había usado estaba haciendo una tormenta de emociones en el corazón del castaño.

—Bye, JungKookie Hyung~ —sonrió enternecido y enamorado.

Al llegar a su casa, dicho JungKook agarró rápidamente su diario y escribió con una bonita sonrisa en su rostro y una hermosa sensación en su corazón:

3. Aunque no sepa cocinar, prometo hacerte sentir feliz, y si me ayudas a aprender podríamos hornear de nuevo galletas de chispas de chocolate, TaeHyungie.

Al escribir lo último se sonrojó furiosamente, pues con eso que acababa de plasmar en su diario era la vida imagen de sus sentimientos por el castaño, JungKook realmente deseaba que Kim TaeHyung fuera su hermoso y querido futuro esposo.

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