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O3

Se miró como por décima cuarta vez en el espejo, dando una vuelta y observando minuciosamente su atuendo.

—JungKook, ya te he dicho que estás perfecto. —SeokJin habló, exhausto, y Jeon hizo un puchero.

—Quiero estar seguro de estar muy bonito, Hyung —miró a su mayor.— TaeHyung de verdad me gusta mucho.

—Bueno, se nota. Pero, estás bien —Kim sonrió, tratando de mantener positivo a su pequeño mejor amigo—. Si no tuviera a YoonGi de novio, posiblemente saldría contigo. —intentó bromear, sacándole, en efecto, una carcajada al pelinegro.

—¿Estás loco? No estaría con un anciano como tú. —JungKook le sacó la lengua, mientras reía. SeokJin sonrió tranquilo, aunque frunció el ceño y entró en papel.

El pelimorado se colocó una mano en el pecho, y miró con fingido dolor al menor.

—¿Cómo crees, niñato? Si soy un buen partido, soy irresistible. —contraatacó.

—Yoonie hyung te tiene el ego muy alto. —rió Jeon.

—Pues a él le gusto así.

JungKook alzó las cejas, y luego de unos pocos segundos, ambos chicos volvieron a estallar en carcajadas.

Min entró sonriente a la habitación, y tuvo que parpadear varias veces, ya que veía a dos niños pequeños en vez de a sus amigos; es que parecían unos bebés. Suspiró.

—Ustedes dos, espero que todo esté listo o les juro que les arranco la cabeza.

Kim fue el primero en dejar de reír y acercarse a su bonito novio. Colocó un brazo alrededor de la cintura de Min, y dejó un suave besito en la frente del contrario; haciéndole sonrojar.

—Amor, Kookie está listo. —informó bajito. El pelinegro miró al mencionado, y este asintió sonriendo.

—Bien. Porque TaeHyung te está esperando en la sala.

El menor abrió los ojos sorprendido.—¡¿Qué?!

Luego de ese desmesurado grito. Jeon comenzó a caminar en círculos en el pequeño espacio. Se moría de nervios.

—Cálmate, Kookie. Solo es un chico. —Min intentó tranquilizarlo, pero JungKook detuvo su paso y le miró.

—No. TaeHyung no es solo un chico más —corrigió—, él es el chico que me gusta.

Jin rodó sus ojos— Sí, sí, entendimos. Ahora, sal y ve a tu cita. Enfréntate a tu crush como hace dos días. —habló.

JungKooi se mordió los labios.

Bueno, hace dos días le había pedido a Tae salir... fue valiente.

Pero, ahora, en el día de la cita, realmente estaba entrando en pánico.

Hizo un puchero.

A él de verdad le gustaba TaeHyung, no sabía porqué, pero en serio quería llegar a algo.

Lloriqueó. Preocupando a sus mayores.

Yoongi se acercó y le dio un pequeño abrazo a su menor, quien se acoplo rápidamente y se acurruco en su amigo. Min le dio palmaditas en la espalda.

—Saldrá bien, Kookie. Eres un chico bastante bonito, inteligente y una maravillosa persona; solo sé tú mismo, y verás que TaeHyung se enamorará de ti, eres demasiado bueno como para que quiera dejarte ir. ¿No es así, gran Jeon JungKook? —alentó en voz baja, aunque lo suficientemente alta para que Jin y el menor escucharan.

El rubio suspiró, sonriendo luego y asintiendo. Por lo que Min siguió hablando.

—Entonces, ahora sal y demuéstrale a Kim TaeHyung lo afortunado que sería si llegara a estar contigo. ¿Ok?

JungKook se separó y asintió, más positivo.

—¡Sí!

Ambos mayores vieron con amor al menor. Dejando que por fin saliera de la habitación, ellos prefirieron quedarse ahí, para no interrumpir.

Jeon soltó un suspiro al encontrarse afuera, a unos pocos pasos de la sala, en la que suponía TaeHyung estaba.

—Bien, JungKook, eres un gran partido, solo debes demostrárselo a Tae. ¡Tú puedes! —se animó a sí mismo en voz baja. Puso su mejor sonrisa, y se dirigió a donde estaba el castaño esperándolo. —TaeHyung. —llamó apenas llegó, y el chico se levantó de inmediato del sofá, y le miró.

Ambos se quedaron estáticos un momento; apreciándose.

JungKook miró embobado al menor, este vestía un blue jeans rasgado en las rodillas, una camisa de cuadros rojas y unos converse blancos. Estaba vestido de forma casual, pero aún así, a ojos de Kook, Kim era extremadamente hermoso.

TaeHyung, quien también se había quedado admirándolo, carraspeó luego de unos pocos minutos, sacando de su ensoñación al mayor de ambos.

Jeon sonrió apenado, y un suave sonrojo decoró sus mejillas.

—Hola, Tae.

—JungKook. —le regalo una sonrisa sincera, acercándose un poco.— ¿Nos vamos?

—Uh-Hum. —asintió.

Y así fue como comenzaron su cita.


¡Tú puedes, Jk! Ve por tu hombre.

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