O2
Suspiró, viendo embobado por la ventana al castañito leer bajo un árbol en el patio, llevaba así al menos media hora.
—Tierra llamando a JungKook —YoonGi chocó sus manos al frente del rostro de este un par de veces, y miró sorprendido como el menor no respondía—. Oh, por dios, Jinie... está perdido.
Llevaba así desde hace unas dos semanas. Mirando de lejos a TaeHyung, sin suficiente valor para acercarse.
Y es que JungKook tenía tanto miedo de quedar en ridículo frente a él, le aterraba esa idea.
—¿Sabes qué? Me cansé de esto —SeokJin se levantó exhausto de su asiento, dispuesto a salir del aula—. Iré a decirle a ese chico que quieres hablar con él. —y ante eso, entonces JungKook miró a su amigo, negando asustado.
—No, no, no... por favor, no vayas.
—Jeon JungKook, llevas viendo a ese niño a través de la ventana hace más de una hora —YoonGi se cruzó de brazos, espetando—. No puedes seguir así, tienes veintidós años, debes afrontar este tipo de situaciones.
Tragó, nervioso. Pero luego de un rato de pensarlo, él se levantó, sorprendiendo a sus acompañantes.
—Iré yo mismo. —informó decidido, caminando hacia la salida, con sus amigos dándole ánimos, se dirigió al patio de la universidad.
Juntó sus manos y entrelazó sus dedos, tratando de que estos no temblaran tanto.
Viendo a lo lejos al castaño, se detuvo un momento, pensando seriamente lo que iba hacer.
Ok, JungKook, solo no hagas el ridículo frente a tu crush.
Suspiró.
Aquí voy.
Estando a unos pocos metros de TaeHyung, este lo miró, y Jeon sonrió bonito.
—H-hola... TaeHyung.
—Oh, hola... —Kim le miró, haciendo una pregunta silenciosa, que con gusto él respondió.
—Jeon, Jeon JungKook. —se sentó al lado del chico.
—Un gusto entonces, JungKook-ssi.
Y se perdió.
Apenas sus ojos se detuvieron en los otros, que lo miraban con un brillo indescifrable, se perdió así mismo.
—¿JungKook? —pero ese llamado lo trajo de vuelta, parpadeó antes de contestar.
—S-sí... TaeHyung, ¿Cuántos años tienes? —preguntó directamente. Sí... él era así.
—A-ah, estem... tengo veinte, ¿por- por qué?
JungKook sonrió aún más, viendo cómo TaeHyung se sonrojaba un poco. Le llevaba tres años, se le hacía muy tierno.
—Quiero invitarte a salir. —soltó.
Sí, era muy directo.
Kim abrió sus ojitos como platos, y ahora sí estaba rojito. Aw, JungKook moriría de ternura.
—Oh.
—¿Aceptarías salir conmigo, TaeHyung? —preguntó, viendo que el otro estaba sin decir nada.
—Uhm- sí. —agachó la cabeza y jugó con sus manitas. A Jeon le brillaron los ojitos en emoción, tanto así que se lanzó y abrazó al nervioso castaño, ambos cayendo al césped; JungKook entre las piernas del otro y abrazado a él, mientras que TaeHyung... seguía procesando.
—¡Gracias por aceptar! Estoy feliz. —chilló contra el cuello contrario. Ante la actitud infantil del rubio, Kim sonrió y le correspondió el abrazo.
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