"Querida Emily:
Siento no haberte escrito estas semanas. Tuve problemas... Te quedan lindas las trenzas, deberías hacértelas mas seguido.
Espero tengas un lindo día"

Emily leyó la carta y sonrió. Volteo en mi dirección y miró a mi costado.

Oh no... No puede ser.

- Siento tardar. Era una amiga.

Sonrió.

- No es nada.

Se apoyó a mi lado en el árbol.

- Quiero conocerte mas... Ya que no hablas mucho con nadie.

- Dime que quieres saber y ya.

La miré. Sus ojos habian cambiado de color, se veían verdes. Seguramente los míos seguían igual.

- ¿Cuantos años tienes? ¿Vives solo?

- 17 y no, vivo con mi familia.

- ¿Tienes novia?

Su rostro cambio. Reí.

- Lo siento, no debí preguntar eso.

- No tengo. Es mas, soy tal fracaso que todavía no di mi primer beso.

Me miró asombrada y rió.

- Yo tampoco. Me va mal en ese sentido.

¿Y si la beso?

¿Si o no?