Narra Emily.

"Querido Juan Luis:
Ya se que molesto quizá, pero es algo muy importante que debo decirte.
Si bien hace unos meses no nos vemos, he notado muchos cambios. En mi y en "nosotros".

Se que Martina y tú se han comprometido. Pues, a lo largo de 3 meses es lógico amar a una persona y planear cosas a futuro.

Se que quizás te arruiné la vida y siga haciéndolo con esto. Pero es necesaria esta carta.

Bien, como he mencionado, noté muchos cambios en mi. Vómitos, náuseas, mucho cansancio, mareos, diarrea, falta de menstruación y tal.

Si, estoy embarazada.

¿Recuerdas ese día en la casita de la playa? ¿Cuando Martina llamó exigiendo que volvieras? ¿Cuando lo hicimos sin condón? Bueno, ese día fue cuando los espermatozoides entraron en mi cuerpo y llegamos a esto.

No lo olvido mas. Te fuiste, así, sin mas, dándome a entender que fui sólo una mas del montón. Aunque haya o hubiese existido el amor. Parecía una prostituta, con billetes al lado mío y tu largandote hacia la ciudad. Esos billetes eran para que yo volviera.

Cuando logré llegar a casa, me tire a llorar delante de mi espejo. Pensando qué demonios hice mal.

Al mes me enteré lo de Martina y tú. Ese mismo día me enteré de mi embarazo. Tal que llevo ya dos meses.

Se me nota un poquito el vientre... No he dejado de comer en este tiempo. Debo acostumbrarme...

No quiero nada de ti. Nada. Ni siquiera una visita. Nada. Pero eres quien "puso la semilla" y es correcto que lo sepas ¿No?

Estoy bien sola. Mi hijo o hija no necesita un papá. Sólo quería informarte.

Cuidate mucho y sé muy feliz, lo mereces.

Emily..."