Narra Emily.

Trataba de juntar los pedazos de carta pero no podía.

Juan Luis pidió el retiro ese día. No entendía que le pasaba.

El resto de la semana, vi a sus familiares hablar con los profesores. Se llevaron hojas y las traen en folios.

Lo he llamado, le he enviado miles de mensajes y nada.

"Querido Juan:
¿Que te pasa? ¿Por que no vienes a la escuela? ¿Estas bien?
Emily"

Ahora mismo estoy parada delante de su puerta. Toque suavemente, esperando a que alguien abriera.

Abrió él. Tenia los ojos colorados, hinchados. El rostro hinchado, la nariz tambien roja. Parecía que se hubiera drogado.

- Hola...

- Lo siento, no estoy en condiciones de ver a nadie.

Cerró la puerta con fuerza. Me Asusté y quedé quieta. Volví a tocar, esta vez abrió Marlli.

- Emily, no quiero ser mala pero no vengas a ver a Juan.

- ¿Por que? ¿Que sucede?

- Entró en una gran depresión. Te involucra. -Suspiró- Él te vio besándote con otro chico y desde ese día no quiere ir al colegio.

Mis ojos se humedecieron.

- Pido trabajos a sus profesores y él los realiza aquí en casa. De momento no asistirá al colegio.

- ¿Se ha lastimado...?

- Se cortó las piernas ayer... Está mejor ahora. Por eso, no han venido ni sus amigos. Mejor tú no lo hagas... Tampoco te arriesgues a que te lastime.

Asentí.

- Lo siento... No volveré a molestarlo. Y dele esto si es posible.

Entregue la carta.

Deje salir las lágrimas y me di la vuelta para ir a casa.

Todo es culpa mía. Todo.