Esta carta la escribí ya estando en 3 año de secundaria.

Ese tiempo estuve complicado por el tema de mis padres. Se habían separado, habia problemas económicos, mi familia entera se había peleado. Un desastre. Lo cual no pude escribirle a Emily. Luego si, volví a hacerlo.

"Querida Emily:
He vuelto a escribirte. Y tengo años de deuda de no hacerlo. Por eso te dejo esto. Espero que te guste.
Ten un hermoso día."

Era un perfume y un juego de accesorios (Aros, pulsera, cadenita con dije y un anillo) todo de plata.

Es el día de hoy que Emily usa esas cosas. Menos la pulsera y aros porque se han roto.

Nuevamente lunes, nuevamente la rutina.

Cruce las puertas del colegio y sentí que alguien se me trepó.

- Te extrañe.

Reí.

- Hola Emily.

Se bajó y beso mi mejilla.

- ¿Vas a Química?

- Si.

- Vamos juntos.

Caminamos hacia el Salón.

- ¿Como fue tu fin de semana?

- Bien... Normal. Con mi familia. ¿Tu?

- Bien, mamá y yo fuimos de compras y ya averigüé para hacerme esa locura en la cabeza.

Reí entrando al salón.

- ¿Y?

- Mañana me lo hago.

- Bueno... ¿Iras a casa hoy?

- Si. Eso de las 4 iré porque tengo cosas que hacer.

Asentí. Fui a mi lugar y deje la mochila.
El resto del curso entró, así que me quedé ahí esperando a que empiece la clase.

Esta es la única que me toca con Raúl. Él es otro curso pero tiene el mismo profesor y viene a cursar acá.

Se sentó al lado de Emily. No sin antes verme y sonreír como el idiota que es.

Sabe toda la historia. Es el único que se enteró de las cartas. Bueno, él y Victor. Y casi que me tiene amenazado en contarle todo a Emily.

Es un idiota.