Narra Emily.

- Amor... Princesa... Levantate...

Abri mis ojos lentamente, Encontrándome a Juan con una sonrisa en su rostro. Los golpes hicieron que se hinche, pero se soluciona.

- Hola amor...

Besó mis labios lentamente. Le seguí el beso, acariciando su mejilla también.

- Estas hinchado...

- Si, lo se... No importa, luego se me pasa ¿Tu como estas?

- Bien...

Sonreí. Acaricie mi vientre y suspire.

- ¿Te irás?

- Si... En un rato... Quiero que desayunemos juntos.

Asentí levantándome y buscando mi ropa.

No pasó nada, sólo dormimos en ropa interior. No pasó de roces o cosas así.

- ¿Donde dejaste mi pijama?

- Lo doblé, está en el sofá.

Me vestí.

- ¿Que me miras?

- Tenés pancita...

Reí. Me miré y si, tenia panza.

- A veces se esconde, pero casi todos los días está así...

Lo vi, estaba sonriendo como estúpido. Me acerque, agarré su mano y la puse sobre mi vientre.

- No me hagas llorar...

Reí.

- Pronto tendremos un bello hijo o hija...

- Espero que lleve mi inspiración para escribir, quien sabe, capaz salga un escritor de trilogías.

Reí nuevamente, acaricié su cabello.

- Vamos a desayunar, muero de hambre.

Asintió y bajamos. Ambos preparamos el desayuno y lo comimos hablando del bebé y tal.

- Me voy...

- Te alcanzo hasta tu casa. No me cuesta nada.

- Tomo un taxi y lo pago cuando llego a casa...

- Shh... Vamos, dale.

Ambos nos fuimos en mi coche.
Al llegar, vi a Martina parada en la entrada. Sus ojos goteaban y tenía a un chico a su lado.

- Que lindo está...

Susurré.

- ¿Qué?

- Nada.

Rodó los ojos.

- Vale... Gracias por traerme.

Se bajó del coche.

- Adios...

La cagué...