Narra Emily.

Llegué al hospital. Tenía que hacerme un control, nada grave.

Apenas entrar, me encontré a Juan Luis apoyado en una pared, mirando el suelo.

Se ve que notó mi presencia, ya que volteó hacia mi.

Pasé por al lado suyo, aunque me sostuvo de la muñeca.

- Emily...

- Sueltame.

Lo hizo. Voltee a verlo.

- ¿Qué? ¿Me espías ahora o qué?

- No. Mi hermana se cortó mientras cocinaba y la traje a que la venden o algo asi.

Asentí.

- ¿Y tú qué haces aqui?

- Control de rutina, nada.

Intenté irme, me volvió a sostener.

- Leí la carta...

Mi piel se erizó. Voltee a verlo nuevamente, mis ojos se cristalizaron.

- ¿Y?

- Quiero hacerme cargo...

- ¿Cargo de qué?

Ambos volteamos. Era Martina, y detrás estaba Marlli.

- Que un conejo que me regaló murió y quiere hacerse cargo de regalarme otro.

Mentí olímpicamente. Bien, en serio el conejo murió, el resto es mentira.

- Debo irme... Adios.

Salí de allí lo más rápido que mis piernas me permitían.

Me hice el control, no había nada fuera de lo común. Se escuchaban los latidos del bebé y me dijeron que está muy sano y fuerte. Así que estoy tranquila.

Al salir, volví a encontrarlo.

- ¿Es cierto que Paul murió?

Asentí. Estaba apoyado en mi auto.

- Quitate de ahí.

- No.

Rode los ojos.

- Juan Luis, alejate.

Rió y se alejó del coche.

- ¿Aunque sea me das tu telefono? Asi al menos vengo a alguna ecografía...

Suspire. Anoté mi nuevo número y se lo di.

- Adios...

Subí al coche y me fui a casa.