Una semana después.

Camine por el aeropuerto buscando a la castaña.

- ¡Juan!

Me di la vuelta y vi a Martina caminando hacia mi. Me abrazo y sonreí.

- Hola Martina...

- Hola... Te extrañe mucho.

- Yo también.

Se separó un poco de mi.

- ¿Estas sólo?

- Si ¿Por qué?

- Pensé que habias venido con alguien

Negué. Se acercó mas y me besó.

Fue un beso corto, pero lo hizo de todas formas.

No me molestaba en lo absoluto. Pero pensé en Emily.

Desde que pase la noche con ella, no he vuelto a verla ni a hablarle.

Tini y yo nos fuimos del aeropuerto hacia su casa. Iba a estar una semana y me dijo que me quede con ella.

Apenas llegar, ella fue a la cocina y yo me quedé en el sofá. Agarre mi teléfono y llamé a Emily.

- Hola.

- Hola Emily... ¿Como estás?

- Bien. ¿Tu?

- Bien, acabo de llegar a Buenos Aires... ¿Tu que haces?

- Ah... Mm... Nada, miro televisión. ¿A que fuiste?

- Vine a visitar a una amiga y aparte a descansar un poco de mi trabajo.

- Ah... Bueno, que te vaya bien.

- ¿Estas bien Emily?

- No te importó hace una semana, menos te va a importar ahora.

- ¿Que hice?

- Sabes bien que haz hecho. Ilusionarme.

- ¿En qué? No entiendo nada.

- Nada. No importa. -Escuche un sollozo- Dejame en paz.

Cortó. Me quedé viendo mi celular, confuso.

- ¿Tu novia?

Miré a Martina y reí.

- No... Bueno, algo así... No somos novios pero damos vueltas hace rato.

- ¿Algo así como nosotros?

- Peor. Llevo enamorado de ella desde que tengo 5 años... Y tú eres mi amiga con derecho...

Se acercó a mi y se sentó en mis piernas.

- ¿Irias en serio conmigo?

- Tal vez... ¿Por qué?

- Estas diciendo que estas enamorado de otra chica y hace unos días dijiste que querías algo serio conmigo.

- Quizás así pueda olvidarme de ella... No quiero usarte pero creo que me vendría bien una relación.

Intente sonreír.

- ¿Salimos?

Sonrió y me abrazó.

- Si...

Besé su mejilla y la abracé también.

Aún así estoy confundido. Demasiado confundido.