16/12/2005

Querido Diario ...

Hoy vi como papá golpeaba a mi mamá por primera vez con un su cinturón de cuero negro. Con el mismo que utilizaba para castigarme.

No sabía por qué lo hacía, tampoco quería saberlo. Pero de lo que estaba segura: era que no me gustaba como mamá lloraba y gritaba por piedad. Así que como toda una valiente decidí intervenir, con la esperanza que mi papá me escuchara y se calmara. Salí de mi escondite -que era detrás de las escaleras- y lo enfrenté.

Papá al verme me gritó muchas cosas malas y me maldijo entre oraciones. Pero yo solo pude decirle a pesar de que sus palabras me dolían:

«Detente, le haces daño»

Lo único que quería era que dejará a mamá en paz, si eso implicaba ser sacrificada.

Y eso pasó:

Recibí lo que fue un golpe con su puño en una de mis mejillas, dejándome inconsciente por 2 horas, en el suelo de la sala de estar. O al menos eso dijo mamá.

Cuando desperté en el suelo, sentí un grandísimo dolor en mi mejilla derecha, y un sabor metálico en mi boca, el cual supe al instante que era mi sangre. Me sorprendió no haber perdido un diente.

Mamá me estaba gritando muchas cosas malas, insultándome a pesar de haber intentado salvarla.

Cosas malas, como siempre.

Pero a pesar de que sabía que estaba siendo muy injusta conmigo, nunca le devolví los gritos, nunca. Desde que era muy pequeña, ellos me enseñaron a nunca levantarles la voz o responderles a ellos, o veré las consecuencias más tarde, si no era al instante.

Diario ¿ellos me quieren.... o no?