Encontrar a Yoon Gi era un travesía. Recorrió gran parte de los barrios de Daegu en busca de su persona, incluyendo el lugar en donde le indicó Key. Sin embargo, el paradero de su amigo era nulo. No sabía a donde más buscar y su cuerpo en ese momento lo único que hacía era suplicar descanso, pero su mente se negaba a obedecer la petición, imaginándose las posibilidades de que Yoon Gi estuviese planeando un ataque.

Tragó seco y escuchó un sonido de una caída delante suyo, acercó la cabeza a la orilla del edificio y la asomó, viendo allí una silueta baja que caminaba a su dirección quitándose los guantes y él cubre bocas. Ho Seok se apoyó a la pared viendo cómo el sujeto salía a la acera y quedaba a unos pasos de él. Parecía no percatarse del todo de su presencia. Lo analizó. Era bajo, su cabello de una tonalidad brillante y platinada, pero lo que le llamó la atención era su perfil. Ese perfil lo conocía perfectamente. Labios finos, piel tersa y de porcelana. La misma contextura de su amigo.

Yoon Gi.

Su corazón se contrajo en el momento que aquel hombre movió su cabeza y la condujo hasta encontrarse con él. Sus ojos eran grises y relativamente fríos. Tan intensos e intimidantes que le hicieron temblar por un momento. Su cuerpo quedó estático. No le respondía ante la persona delante suyo. Su mejor amigo. Ese chico que se había ganado por tantos años su cariño, estaba allí siendo una persona completamente diferente a la que conocía. El cambio se notaba de pies a cabeza.

El mayor hizo una mueca de disgusto, al ver al pelirrojo y volvió a su posición anterior, pensando en lo decepcionado que estaba por no haber hecho más con el pequeño rubio.

Ese estúpido niño le había arruinado los planes con su grito. Porque si, tenía mucho para darle. Pero se retendría solo por cuestiones que seguramente recaerían sobre él si le colocaba un dedo encima, más de lo debido.

Ho Seok se obligó a accionar, y con cuidado, emitió unos pasos para tomar al mayor de la mano. Este, abandonó sus pensamientos y volvió a ver al chico de cabello rojo que estuvo ignorando. Alzó su mano, enfundada en la navaja que había usado con JiMin; apuntando en el mismo centro de la garganta del menor.

ㅡ¿Qué quieres?ㅡmurmuró, visualizando la tensión en la mandíbula del contrario. Ho Seok no dijo palabra.

Solo cavilaba en cómo podría dominar a tal hombre que portaba un aura tan tenebrosa. Debía pensar rápido antes que se escapara. Una oportunidad como esa no podía desperdiciarse.

El pelirrojo deslizó sus ojos, viendo la posición del mayor. Hizo un movimiento abrupto, apartando la mano que lo apuntaba hacia un costado y tirando de la otra.

Empleó todas sus fuerzas para mantenerlo firme y patear tras las rodillas del rubio; que cayó de rodillas, pero atacó dando vuelta al arma blanca y la clavó bajo las costillas contrarias.

Ho Seok soltó un jadeo adolorido, apretando el agarre de la otra mano. Yoon Gi iba a sacar el arma para volverla a incrustarla, pero el pellirrojo se lo evitó, dando otra patada. Está vez a su espalda, que lo hizo caer de boca. El rubio gruñó con molestia, sintiendo el pie del menor plantado en los omóplatos.

Ho Seok no tenía idea de que hacer ahora. No llevaba esposas para mantenerlo inmóvil y tampoco veía nada a su alrededor que pudiese usar.

Se despistó unos segundos, dándole la oportunidad a Yoon Gi de atacarlo nuevamente. Este se volvió sobre su espalda, haciendo caer a Ho Seok, quien se quejó por el impacto y el dolor agudo en su nuca. La pierna empezó a punzarle de dolor.

El mayor se colocó sobre sus palmas y trató de levantarse. Le zumbaba el oído y tenía la vista un tanto nublada. Observó al menor que se sostenía tras el cuello con las cejas fruncidas y una mueca en los labios.

Yoon Gi estaba furioso. Ansioso por tomar al intruso en sus manos y darle unos cuantos golpes. Por supuesto, no se detuvo.

Se colocó sobre él y propinó unos cuantos puñetazos a la cara, recibiendo la respuesta de los mismos. Empezaron a retorcerse en el suelo entre golpe y golpe. Yoon Gi sacaba toda la furia que sentía y Ho Seok lo único que pensaba era en tratar de noquearlo para que todo aquello se acabara. El rubio estiró la mano, mientras era apresado entre las piernas de Ho Seok; tratando de alcanzar el arma que portaba. La sostuvo y penetró la espalda con esta. Ho Seok soltó un grito ahogado y colocó una mano en la cara del mayor. La otra, con toda la angustia del mundo se dirigió al cuello.

El pellirrojo se sentía desesperado. Yoon Gi peleaba demasiado bien y lo estaba derrotando de a poco. El solo podía sentir el miedo en los intentos de Yoon Gi por matarlo, pero trataba de evitarlo todo lo posible, a pesar de que su sistema desfallecía un poco más cada minuto.

Las lágrimas empezaron a acumularse en sus ojos cuando empezó a apretar. No quería hacer aquello. No quería dañar a su amigo, pero era la única forma de poder mantenerlo inconsciente. Le dolía en el alma ver como Yoon Gi empezó a soltar quejidos roncos en el evento. No era suficiente para el mayor, que inmune, volvió a acuchillar el cuerpo del más alto.

Estaba perdido. No aguantaría una estocada más y Yoon Gi no se desmayaba por la presión. Más bien parecía estar resistiéndose. Aseguró un poco más sus dedos hasta que Yoon Gi empezó a abrir y cerrar la boca. Su cara pálida empezaba a pasar a rojo y morado en fracciones de segundo. Se rindió, dejando caer el objeto punzante.

Este, cuando lo vio cerrar los ojos, lo soltó, dejándose caer a un costado y soltando las lágrimas que había contenido por mucho. Tomó aire; y con dolor, se incorporó del suelo, viendo el cuerpo desvanecido. Él sabía que solo estaba desmayado, que no tardaría mucho en despertar.

Así que, se decidió caminar rápido para llegar a la guarida. Él no tenía fuerzas para llevarlo consigo. Mucho menos con las heridas que surcaban su espalda; Que juraba, eran muy profundas por intenso ardor que le atormentaba. Miró sus manos temblorosas y continuó el paso, sosteniéndose de vez en vez de las paredes más cercanas. Sentía el líquido tibio caerle por la espalda, brotando de las heridas y enviándose choques eléctricos por todo el cuerpo.

Estaba consternado.
Aturdido.

Sentía su corazón romperse en pedazos al recordar esos ojos airados que se dirigían a él. Penetrantes y tan fríos como un témpano de hielo, vacíos. ¿Sería que ya nada volvería a ser como antes? ¿Sería que Yoon Gi estaba definitivamente perdido y no lo recuperarían? Sorbió su nariz, arrastrando los pies en el suelo. Su cara estaba empapada por el sudor y las lágrimas.

¿Cómo lo enfrentaría de nuevo? El corazón no le daba para destruir a quien compartió muchos de sus años con él.

¿Quién sería tan cruel como para hacer algo como eso?

Pasó las manos por su cara, viéndose ya a la puerta de la gran casa que hacía de guarida por el Clan. Allí colocó las manos en la madera, sollozando.

El hueco en su pecho se empezaba a agrandar con los recuerdos de su pasado con aquellos dos jóvenes que le hacían sentirse seguro, en casa. Que le hicieron ver la vida con otros ojos, que le ayudaron a amarse a sí mismo, amándolo. Su familia estaba destruyéndose poco a poco y se arrepentía de no haber tomado la decisión correcta en un principio para no tener las consecuencias ahora.

Quizá si hubiese actuado a tiempo...

Pero, ya era tarde.

Se quedó allí, con la cabeza apoyada de la madera, dejando que la agonía de su pecho se derramara en el llanto salado.

La puerta fue abierta y Tae Hyung apareció, poniendo su vista preocupada en el mayor. Ho Seok no aguantó y cayó a sus pies rendido.

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Muchos días sin actualizar. ¡Lo siento! De verdad les pido disculpas. Estaba ocupada con muchas cosas estos días.

Lo importante es que el cap está aquí.

Espero sigan conmigo como siempre y muchas gracias por su sincero apoyo que siempre me brindan. Me hace sentir muy contenta y motivada a continuar con esto.

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PD: Amé está foto de Yoon Gi desde el primer momento que la vi :3

Hasta la vista mís Boys and Girls.