Gone
La montaña rusa es un juego que parece divertido e inofensivo a primera vista, pero si eres una persona que sufre de temor a las alturas y sobre todo, de alguna enfermedad cardiaca, puede ser letal para tu vida. Tantas subidas y bajadas, acompañadas de movimientos bruscos y rapidez, son la combinación perfecta para darte un ataque corazón.
A su mente había llegado esa comparación, porque pensaba que todo lo que pasaba era sólo el inicio de una grande catástrofe. Su hermano vivo, pero siendo un Assasin. JiMin sufriendo cambios repentinos, fue un Assasin, el trabajo, los clanes y el gobierno. Todo se estaba volviendo lentamente una vorágine dolorosa y profunda que cuando llegara a su clímax, no podrían controlar.
Lo sabía.
¿Cómo detener lo inevitable? ¿Como enfrentarse a lo desconocido? La única idea que se había formado en él ante todo era la captura del platinado. Porque si el gobierno ya no ocupaba a un Assasin, no tendrían la capacidad para hacer lo que sea que estuviesen pensado con ellos.
Era la última vez que le planteaba la idea nuevamente a su Hyeong y este sólo asentía con una mirada fría y meditabunda. Parecía estar rompiéndose la cabeza en cavilaciones, teniendo la solución ante sus narices.
Alzó la mano derecha y la sacudió lentamente ante los ojos de su líder y mayor.
ㅡHyeong, ¿me escucha?
ㅡSi.ㅡ respondió el castaño asintiendo varias veces con la mirada perdida.
ㅡ¿Entonces...?
ㅡHo Seok se encargará de ello.ㅡ soltó sumido en sus pensamientos.
ㅡPero, Hyeong... Sabe perfectamente que no puede ser. Ho Seok y Nam Joon están sufriendo mucho con esto al igual que yo. No podemos involucrarlos más.
El mayor se quedó viendo un punto fijo sobre el escritorio, tomó las hebras de su cabello y lo mesó con fuerza, frustrado. JungKook lo observó por unos minutos. Bajó la cabeza entristecido. A veces quería seguir en la ignorancia que tuvo cuando era pequeño. Seguir sumido en sus pensamientos de niño. Seguir jugueteando por todos lados e ignorar todo lo que le dañara sin temor a nada.
ㅡSeñor, le buscan.ㅡ indicó uno de los compañeros a través de la puerta.
ㅡQue pase.ㅡ respondió con tono solemne.
La puerta dio paso al personaje detrás de ella. Un chico delgado de labios gruesos, cabello castaño claro revuelto y mirada triste traspasaba el umbral de madera. Seok Jin y JungKook lo miraron. El mayor entonces comprobó que ese joven era uno de los que habían aparecido con los narcotraficantes que había negociado anteriormente. ¿Será que se habían intimidado y enviaron a su lacayo para anunciar que no se haría ningún trato después de escuchar sus palabras aquella vez?
ㅡBuenas tardes, Señor Kim Seok Jin. Soy Lee Tae Min.ㅡ saludó con una reverencia prolongada. Los dos ocupantes del escritorio respondieron al saludo.
ㅡ¿En que puedo ayudarte? Acércate.ㅡ solicitó el de anchos hombros agitando una de sus manos hacia su pecho en ademán. El chico atacó la orden, quedando así de pie ante JungKook, que no dejaba de pasar su mirada curiosa por el rostro de este.
ㅡHe arriesgado todo por estar aquí y quiero que me jure que la petición que le haré la cumplirá.ㅡ Seok Jin asintió.
ㅡSi está en mis posibilidades, por supuesto que sí.ㅡ concertó el mayor.
ㅡPor favor, quiero que haga esto sobre cualquier manera.ㅡ imploró. ㅡProteja a JiMin... No permita que mi superior llegue hasta él, que nadie lo haga.
El mayor se alzó de su asiento viendo al muchacho e intentando descubrir su afán. Sus manos temblaban sostenidas entre sí y su cabeza se había quedado sus pérdida hacía abajo con congoja.
ㅡTae Min...
ㅡSe lo ruego, Señor. Esta es una situación de vida o muerte.ㅡ dijo con rapidez y se volvió para salir del edificio.
ㅡ¡Espera!ㅡ llamó Seok Jin, dejando todo para ir por el chico. Eso confirmaba sus sospechas. Los hombres no habían ido por causalidad. Ellos perfectamente conocían a JiMin y tenían que ver con su desprendimiento antes de ir a parar con el castaño.
Antes de salir del despacho, le pidió a JungKook buscar en la base de datos. Necesitaba el nombre del Narco mayor y confirmar de una buena vez todo lo que rondaba su mente sin titubeos.
***
El pelirrojo se sentó en la orilla de la cornisa y colocó los binoculares en el maletín. Se incorporó y observó al castaño que movía suavemente el rifle de un lado a otro entre la multitud.
ㅡ¿Has dado con él?ㅡ cuestionó el mayor con la vista en el fondo la gente se veía pequeña desde tanta altura.
ㅡCreo que esta misión es fallida. Hemos vigilado toda esta semana y nada. Parece un gato escabulléndose por todos lados. No se como lo lograremos.
ㅡBueno... Lo mejor sería volver. Me estoy muriendo de hambre.
ㅡAyúdame a recoger todo y nos vamos.ㅡ indicó el rubio, desarmando las piezas para ponerlas dentro del estuche. Ho Seok tomó las demás armas y sacó la cuerda que sostenía su cuerpo con el arnés.
ㅡTe veo abajo.ㅡ dijo el mayor con una expresión en los labios que le hacia sobresalir los pequeños hoyuelo de las comisuras, y un saludo militar. El rubio le respondió con una sonrisa cuadrada y volvió a lo que estaba haciendo.
El pelirrojo, cuando estuvo en tierra, agitó un poco la cuerda para probar su estabilidad y que nada estuviese en juego en el momento que Tae Hyung bajará. Desabrochó la hebilla y emitió me día vuelta aún con la cabeza gacha. El menor arriba, se colocó la mochila y sostuvo el portador del rifle.
ㅡHazlo despacio, recuerda que llevas mucho peso.ㅡ advirtió, Ho Seok con una mirada fija en el muchacho que asentía. Mientras tanto, el mayor vigilaba que todo estuviese bien alrededor, a la espera de Bobby. Debía estar a punto de llegar para iniciar su turno por esa noche.
Un sonido seco fue el impacto de una pistola en su nuca. El pelirrojo se quejó , colocando sus manos en el área y elevó la vista hasta encontrar una sonrisa socarrona de labios tintados. Ella estaba allí, después de tanto tiempo tan deslumbrante y encantadora.
Su corazón dio un salto de emoción en su pecho, anunciándole que ese tiempo transcurrido se comparaba con nada ante sus sentimientos. Sin respuestas, sin explicaciones. Ho Seok había tratado por todos los medios de olvidarla. De no sentirse atraído hacia ella aunque sabía que era un fraude.
La mujer emitió unos pasos hasta él, sin dejar de lado la pistola que empuñaba. Rodeo sus hombros con sus brazos, reposando sus dedos en la nuca al inicio de su cabello.
ㅡHola.ㅡ sus ojos eran dos posos profundos en los que empezaba a sumergirse. Ella era astuta. Causando el mismo efecto que las veces pasadas. Enturbiándolo, tesándolo y atrapándolo. ㅡNo sabes como he ansiado encontrarte.ㅡ susurró sobre su boca.
El contrario estaba sumergido en lo que le provocaba, en las emociones que le absorbían los sentidos.
¡Rayos! ¿Porqué continuaba siendo tan débil? ¿Porqué no se había olvidado de Dae Hye? Tratando de controlarse, la apartó con un movimiento. No debía caer. No podía hacerlo.
La mujer rió descaradamente y elevó la pistola, apuntando en su cabeza con un súbito movimiento.
ㅡ¿Porqué haces esto? ¿Porqué nunca me contaste la verdad? ¿Porqué nunca me explicaste si sabías quien yo era, si me conocías? ¿Porqué nunca me dijiste quien eras realmente?
La mujer no dijo palabra, cambio su semblante burlón a uno más serio y extendió más fijamente el arma.
ㅡYo me enamoré de ti, Dae Hye.ㅡ murmuró el mayor. Pero esa palabra parecía haber detonado algo en la chica para nada bueno. Con un áspero movimiento le atacó con un golpe que Ho Seok esquivó, y respondió apretándole el arma de entre las manos. En ese preciso instante, apareció Tae Hyung y los tres empezaron a pelearse. Rascándose una y otra vez con puñetazos, y patadas en el abdomen o el rostro.
Lo que ambos no sabía era que todo aquello sólo estaba sirviendo como distracción. Porque el verdadero plan se estaba ejecutando a unos kilómetros de allí.
El plan maquiavélico del gobierno. En manos de Min Yoon Gi.
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En espera de lo inevitable.
Estoy impaciente. No se si ustedes también.
¿Que pasará? En el próximo capítulo lo sabremos.
Los sarangeo! <3
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