O2
Sinceramente, no podía entender como la persona que más amaba se había convertido en un total y horrendo monstruo. Su actitud agresiva, celándolo constantemente, denigrándolo de todas las maneras posibles, con comportamientos que ya no estaba dispuesto a soportar de él. Era demasiado para su cordura.
No se sentía en posición de juzgar sus actos, cuando cargaba con una pizca de culpa debido a su aventura sexual con el chico que conoció en el bar hace un tiempo atrás. Sin embargo, él no comparaba su vacío interno con cada una de las cosas que el otro cometía, haciéndolo sentir cada vez peor.
Todo fue de mal en peor en algún punto, donde su esposo ya no se limitaba con lo que decía o hacía. Al menos nunca llegó a golpearlo.
Eso lo dejaría completamente acabado.
Después de su disputa en el café, continuó trabajando con la idea de que su mente se distraería de la situación, ocupando su mente en las actividades que debía realizar como uno de los mejores médicos de su hospital. Aunque, en algún momento no pudo más con sus recuerdos torturando su mente y salió corriendo después de terminar una operación, refugiándose en las escaleras de emergencia del plantel, dejando caer su cuerpo de espalda contra la fría pared.
Finalmente, tuvo que contarle todo a uno de sus amigos y colegas del trabajo, optando por pasar unos días en la casa de aquel hasta que su abogado pudiera proceder con los papeles del divorcio. Y, cuando creyó que por fin podría separarse de aquel para seguir con su vida, un llamado del despacho de su esposo fue mandado tanto a él como a su abogado implicado.
Entonces, los dos se encontraban sentados uno junto al otro, intercambiando miradas, donde los castaños ojos de Jungkook se llenaba de ira al conectar miradas en la llegada de Wong Yukhei. El hombre se sentó junto a varios hombres, cruzó sus piernas y miró con sorna al castaño. Este arrugó la nariz enojado, empujando su lengua contra su mejilla.
─Con respecto a lo acordado para el divorcio.
─No se lo daré.
─¡¿Por qué?! ─se exaltó Jungkook, golpeando la mesa.
Directamente, los abogados comenzaron una discusión entre leyes y acuerdos. Mostrando pruebas, sacando hojas que dejaban caer sobre la mesa mientras los demás lo revisaban y Jungkook se sentía sufrir ante la sonrisa arrogante de quien deseaba separarse.
A pesar de las pruebas del maltrato psicológico presentado por su marido no podía fácilmente obtener el divorcio, porque su esposo estaba aferrado a permanecer a su lado aún cuando su relación no funcionaba en lo absoluto.
Lo que esperaba fuera un contrato firmado, su libertad y nuevo comienzo. Se había convertido en una injusticia, su palabra no valía, su desesperación ascendía. El recuerdo del amoroso y divertido chico del que se había enamorado estaba siendo machacado.
Golpeó la mesa.
─Solo es el maldito divorcio ─expresó ─, no funcionamos como pareja y ya no quiero estar contigo. ¿Por qué no puedes darmelo?
Jungkook mordió su labio inferior con bastante fuerza, porque Yukhei lo ignoró y los abogados continuaron discutiendo, cansando al joven doctor que miró a su abogado en suplica. Ganando que este comenzara a recoger sus cosas.
─Entonces iremos a juicio ─expresó el hombre en traje ─, si no podemos llegar a un acuerdo, vayamos a juicio.
Jungkook empujó la silla, caminando deprisa y saliendo por la puerta de cristal para encontrarse bajando las escaleras con su abogado, comenzó a bajar con rápidos pasos. Quería fuera de su cuerpo el estrés y sacar el mal sabor de boca con algo de alcohol.
─Señor Jeon, vamos a conseguir ese divorcio. No tiene que preocuparse demasiado, podrá ser de uno de los mejores despachos y retrasarlo cuanto quiera, pero conseguiremos el divorcio.
─¿Retrasarlo? ─cuestionó el pelinegro ─, ¿puede retrasarlo más? ─jadeó ─, ¡¿Por qué?!
─Bueno, legalmente tienen varias cosas que los mantienen juntos. El señor Wong no quiere perder ninguna de las cosas que ambos tienen, se aferra a la idea de que pueden meterse a psicologia de pareja. Mostró a detalle clínico que no estás mentalmente estable para separarte al ser tu tutor legal.
─¿Qué carajos?
Jungkook se adentró a las puertas de cristal, esperando a que aquellas siguieran girando para permitirle el paso hacia el exterior, se mantuvo de pie fuera del despacho y escupió en el suelo, exasperado, llevando su mirada con el abogado.
─¿Que no estoy mentalmente preparado?, ¡¿de dónde mierda sacó eso?!
─Tranquilo, señor Jeon. Vamos a conseguir el divorcio, no importa lo que nos tome.
Jungkook asintió, sintiendo la palma de la mano de su abogado sobre su hombro, le estaba dando el apoyo moral que tal vez necesitaba en esos momentos. Una respiración suave invitó al abogado a alejarse de él y el de ojos grisaceos tomó sus caderas preso de la histeria ante la situación vivida por su esposo. Histeria que estaría a punto de convertirse en algo más en el momento en que vio a su esposo apunto de salir para reunirse con él.
Sus pasos se movieron erráticos para alejarse y cruzar la calle, los llamados del hombre no se hicieron esperar, sintiendo su mano sostener su muñeca para detenerlo y tirar de él estando al otro lado de la calle.
─¡¿Qué carajos quieres?! ─escupió enojado ─, ¿no te basta con toda la mierda que has hecho ya?
─¿En serio me estás hablando de esta manera? ─expresó el ajeno ─, yo solo quiero que estemos juntos. Podemos hacer que funcione de ahora en adelante, los dos trabajaremos en esto.
El sonido de los autos pasando, una motocicleta estacionadose cerca de la acera, movimiento de las personas. Su inquietante persona estando tan cerca que quería golpearle la cara.
"Hola, buenas tardes, me gustaría poder hacerle algunas preguntas. Es usted el señor Jan, ¿no es así?, ¿qué tipo de interacción tenía con Hernández León."
─¡Pero yo no quiero! ─gritó, atrayendo la atención de las personas, importandole muy poco aquel hecho ─, ¡no quiero estar más contigo!
─Jungkook, bebé ─llamó.
─No te soporto más, no puedo estar contigo, no deseo estar contigo ─expresó, lleno de impotencia. Marcó sus palabras, logrando encender el fuego en su marido ─. Te odio.
Wong Yukhei lo tomó el brazo, tirando de él para acercarlo, Jungkook sintió rabia y su puño ardió en espera de poder golpearlo.
─Escúchame bien, no te vas a separar de mi y si es que logras hacerlo, haré de tu vida un maldito infierno. No podrás trabajar ni de enfermero particular. Te quedarás en la calle y rogaras porque vuelva contigo.
─Disculpe ─escuchó.
Una voz masculina se presentó entre ellos, la palma de una mano cortó el contacto visual y luego un cuerpo estaba interponiendose entre ambos. Veía cabellos rubios, una chamarra de cuero y unos pantalones negros ajustados.
─Creo fielmente que usted debería alejarse bastante ─dijo el hombre ─ o tendré que hacer algo.
─¿Quién carajos eres tú? ─cuestionó Wong Yukhei, apuntó de empujarlo para continuar con su conversación.
El tipo rubio, levantaba su identificación con una sonrisa, mostrandola con orgullo. Giró a mostrarsela también al de ojos grisaceos, cuestionando un "¿estás bien?" y Jungkook no podía responder.
Rostro perfilado, nariz de botón, ojos alargados y verdes, labios rosados, hinchados, que delinean esas perlas blancas de una bella forma. No podía permitirse seguir observándolo más, pero su belleza era abrumadora.
El hombre regresó la vista con su esposo.
─Park Jimin, detective de homicidios.
─¿A si?, no me interesa. Estoy teniendo una conversación con mi esposo, así que aléjese.
─No veo que él quiera tener conversación alguna con usted, se lo dijo claramente. Así que, por favor, aléjese de forma respetuosa o tendré que arrestarlo por agresión.
El hombre no se movió, teniendo la clara y pacifica amenaza del detective, con la mirada mordaz, llena de resentimiento, viajando hasta Jungkook y este regresando el mismo sentimiento en su rostro.
Los tres giraron su rostro ante el grito, el disturbio les hizo poner atención, las personas corrían despavoridas en multitud, los autos se movían entre sí tocando los claxon con insistencia.
─¿Qué rayos está pasando?
El rubio pensó: ¿una bomba?, ¿asaltantes?, no escucho nada más que gritos de ayuda y autos creando más caos. Tengo que moverme rápido y pedir ayuda dependiendo del caso.
Tanto el rubio como el pelinegro comenzaron a moverse rumbo al ajetreo, escuchando gritos de ayuda que les llamaron y Wong estaba detrás de su marido. Trataba de convencerlo de regresar con él.
─¡Están pidiendo ayuda, Lucas! ─le gritó exasperado, deteniéndose en el tumulto de gente que observaba la situación. El rubio entre ellos ─, ¡soy médico y no me detendré si alguien está a punto de morir!
Habían más personas corriendo, empujando a otras para seguir, algunas tenían sangre y sonidos extraños venían de algún lugar.
Tanto Jimin como Jungkook lo observaron con sus propios atónitos ojos.
Vieron como una persona se lanzaba a otra y clavaba sus dientes en el cuello, desgarrando su piel para levantar su cabeza, continuando con ello. Al mismo tiempo que otros más atacaban a otras personas corriendo de ellos.
Jimin empuñó su arma, apuntando a uno de los individuos, sus pasos fueron constantes y Jungkook lo miró con horror.
─Deténgase ahora ─exclamó ─, alto o disparo ─la persona ensangrentada se levantó, mirándolo con esos ojos blancos, moviendo su cabeza retorcidamente, caminando rumbo a él ─. Alto o disparo ─repitió, pero no atendía a sus indicaciones comenzando a acelerar el paso ─. ¡Alto! ─y, en el momento indicado, bajó el arma, disparando al cuerpo y aún así seguía moviéndose en su dirección.
Jimin lo pateó lejos y comenzó a correr, con Jungkook siguiéndole dentras, las personas chocaban con ellos en su intento de seguir, pero mientras más trataban de moverse, parecían salir de aquellas personas enfermas en todas direcciones.
─¡¿Qué está pasando?! ─le preguntó al policía.
─No tengo idea ─respondió ─, pero esas cosas no son personas.
Jimin subió a su moto, encendiendo la misma y buscando el casco, extendiendolo a Jungkook con una seria mirada que ninguno perdió.
─Wow, wow, wow, ¿qué carajos crees que haces? ─escuchó a Wong ─, él vendrá conmigo.
Y aún con ello, Jungkook empujó al abogado, tomando el casco, colocándolo en su cabeza para subir a la moto, abrazando el cuerpo del rubio.
El caos se extendía y no iba a quedarse con él.
─Síguenos en tu auto, si quieres ─expresó Jimin, acelerando en la motocicleta.
No sabían exactamente lo que estaba sucediendo, que era lo que los había llevado a estar juntos en la motocicleta, ninguno podía pensar con claridad.
Jungkook solamente abrazo las caderas del rubio, permitiéndose confiar en el detective de homicidios, porque no podía confiar en nadie más justo en ese momento.
El mundo comenzaba a morir a su alrededor.
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