Feliz cumpleaños, Sofi.

Jungkook ya había decidido no acostumbrarse a la tranquilidad. Era una palabra que debía de sacar de su vocabulario de ahora en adelante. Persistir en que todo estaría bien no lo iba a mantener con vida.

El suceso anterior no había sido culpa de nadie. Meros instintos que obligaron a Darren a emitir un sonido de peligro. Era obvio miedo que había tenido desde el inicio. Miedo que también seguía teniendo y no podía crucificar al menor por algo natural en el ser humano.

Aun así, su cabeza seguía botando de un lado a otro que pudo haberse evitado. Que podría bien ser un cobarde, elegir permanecer en el departamento del mayor, no exponerse a esa situación. Escaparon de una tras otra en esos últimos días. ¿Cuántos habían pasado ya? ¿Por qué sentía que llevaba más luchando de lo que el apocalipsis activo? 

Siguió corriendo con la mano sujeta en la de Jimin, estando detrás de él y viendo constantemente a Darren al girar la mirada hacia atrás. Corrían y corrían, pero seguían sin hablar. Atraer a más con sus gritos no sería la mejor idea.

El rubio parecía guiarlos con el mejor conocimiento del plantel, como si lo hubiera recorrido tantas veces como la estación de policía donde se la vivía la mayor parte de la semana y su día, según los relatos de él mismo. 

Los arrastró hasta el tercer edificio en la locación, donde pancartas con los nombres de las especializaciones en esa área se impartían. De aquel lugar más sonámbulos salían, en distintas velocidades, cayendo torpemente, corriendo ciegos y con una ubicación redirigida. Algunos salían disparados de las ventanas, quebrando cristales, cayendo contra el pavimento, árboles y jardineras. La cantidad comenzó a crecer considerablemente, haciéndole sentirse fuera de cualquier posibilidad para sobrevivir. 

⸺¡Detective! ⸺grita Darren ⸺. ¡Arrójeme una de las llaves!

⸺¡¿Por qué?! 

⸺¡Iré por un autobus o estaremos perdidos!

⸺¡No puedes ir solo!

⸺¡Quiero arreglar lo que hice hace unos segundos!

Siguen corriendo, el detective parece no hacer o decir nada en ese momento.

⸺¡Confíe en mí, por favor! ¡Ustedes busquen lo que necesita!

Jungkook percibe la desesperación de Darren mientras corre detrás de ellos, pero la del detective es aún mayor. Quien finalmente se rinde a punto de llegar y toma una de las llaves, de ella colgaba un dije de avestruz. El pequeño artículo de metal destella con la luz de la luna al ser lanzado por el aire y caer en las manos de Darren, quien de forma incómoda dobla su dirección, saliendo hacia otra parte, regresando con golpes de su arma a los sonámbulos en su camino. Se preocupa tanto por él como lo haría por sus padres de tenerlos cerca. Pero no puede retobar, detenerlo, pedirle que regrese, lo ve perdiéndose de su vista en medio de la oscuridad y su adentrar al edificio.

Totalmente a disposición del rubio, se dejó llevar al interior sin una pizca de los pensamientos anteriores ante su necesidad de quedarse encerrado. Solo había pura preocupación. Podía ser el aprecio que logró recaudar durante el tiempo conociendo a aquel hombre de desastroso y dudoso pasado, o tal vez, el hecho de que existía la posibilidad fueran las últimas personas con vida en ese caos y perder a uno más los llevaría a una soledad llena de ansiedad.

Se sujeta tan fuerte del él que teme lastimarlo, más su miedo de perderlo lo toma desde las entrañas. Solo decide correr, tanto como sus piernas se lo permitan, seguirle el paso, desgarrar su cuerpo y no soltarle la mano jamás.

Entonces, el detective comienza a gritar subiendo las escaleras.

⸺¡Melanie! ⸺su voz llenan los pasillos, combinan con los lamentos, el entorno es mucho más caotico cuando son el centro ⸺. ¡Melanie! ¿Dónde estás? 

Piensa que tal vez es la desesperación del rubio por encontrar a esa persona, no sabe si era su plan desde el inicio o realmente las cosas fueron un conflicto total. Pero le sigue el juego, también comienza a gritar junto con él, y se protege. Su arma es otra extremidad, golpea cabezas, empuja con las piernas, se siente tan torpe cuando la lanza queda en la cabeza de una de esas cosas sin poder sacarla, está desesperado.

⸺¡Melanie! ⸺grita también ⸺. ¡Será mejor que respondas! ¡Vamos a morir si no es así!

Jimin es hábil para evitar que una de las bestias sostenga al doctor entre sus dientes y él se lo agradece rápido tirando de su brazo a la pared más cercana. Abre la ventana para, junto con el hombre de la ley, empujar al sonámbulo por el espacio. Y son sorprendidos al, por inercia, el doctor aventar uno de sus artículos ruidosos, atrayendo a unos cuantos hacia el sonido.

Los dos se miran para deshacerse de algunos cercanos casi mordiendolos y se mueven contra la pared, su objetivo es distraerlos con las latas, las monedas, quedarse completamente en silencio si les es posible y volver a su estado de calma. Ser invisibles.

Mientras caminando y distraen, Jungkook se fija en el rostro de Jimin, que por primera vez lo veía perturbado. Lo entendía. De alguna forma lo hacía. Estaba tan cerca y tan lejos de encontrar a esa persona. En el mismo espacio, sin poder saber de ella. En peligro. Ni siquiera sabía si seguía con vida.

Y luego fue abruptamente jalado.

Su primer reflejo fue cubrirse la boca con una mano, luego buscar a Jimin y después intentar protegerse. No gritar, encontrar, sobrevivir.

Las puertas se cerraron, los sonámbulos fuera golpearon, jadearon, el azote en el suelo le dolió y se quejó, no estaba preparado para morir. Y no lo haría.

Jimin estaba junto a él, luego se levantaba de prisa, obtenía a una chica de cabello tan oscuro como el suyo propio entre sus brazos, en contraste total con el rubio del detective. La abrazaba fuerte y él seguía sin entender qué sucedía. De un momento a otro estaba en el suelo de un salón, entre varias personas, la puerta bloqueada por mesas, sillas, casilleros y se revisaba para saber que la sangre en su ropa no era suya, sino de las bestias a las que golpeó. Todo está bien.

La chica entre los brazos del detective llora mientras él le dice lo feliz que está de verla, de saber que está vida, de tenerla ahí con él. Ella le repite una y otra vez que lo ama mientras sigue llorando. Es un llanto que llega a ser bastante ruidoso para el entorno en el que viven actualmente y el rubio lo sabe, por ello se apresura a calmar la situación, separándose para comprobar el estado de la mujer antes que el suyo propio, para luego ir con el doctor.

Este levanta sus manos antes de que se le pueda acercar, simplemente porque ya se había revisado a sí mismo.

⸺Estoy bien ⸺le confirma ⸺. Menos porque ese chico de ahí me apunta con unas tijeras y lo hace contigo también.

La pelinegra que conoce ahora - base a sus suposiciones- como Melanie, gira hacia el recién mencionado, regañandolo con la mirada antes de pronunciar alguna palabra.

⸺Te dije que bajaras eso, no es necesario. ¿Qué no ves que están bien?

⸺Eso pensamos de Alan y ahora está encerrado en el armario de limpieza.

El doctor revisa el salón. No logra percibir la especialidad que imparte aquel, no sabe si se trata del estudio que llevaba la mujer, pero se mantiene atento al espacio. Se le estaban pegando algunas prácticas del rubio.

Melanie está dispuesta a pelear con el chico, el detective interviene poniendo una mano en el hombro de ella y para no provocar caos, ansiedad, un desastre en aquellos sobrevivientes y que confíen en ellos, toma el brazo del doctor mientras habla, llevándolo a la ventana más cercana al exterior.

⸺Mi nombre es Park Jimin, era detective de homicidios antes de todo esto. Él es Jeon Jungkook, doctor del hospital central de Cotedia. Después de la mordida tarda un tiempo, ¿no, Jeon?

El doctor está contra la ventana, sube a una silla con Jimin en otra, el aire frío le da en la espalda cuando el rubio la abre. Melanie le mira aterrada desde su posición, pero no se mueve.

⸺Puede ir desde treinta segundos hasta cinco minutos. Es lo que hemos visto, lo que supervise al ayudar en una de la zona militar que se formó la primera noche.

⸺Esperemos diez minutos ⸺prioriza en calmar el rubio ⸺. Aunque realmente no tenemos mucho tiempo. Tenemos que salir de aquí, recoger a unas personas que dejamos en una tienda y luego volver al espacio que destinamos para que sea nuestro. Doctor, diga los síntomas que notó para que los identifiquen.

⸺Antes de morir luego de la mordida, se presenta el aumento de la temperatura corporal, llegando hasta los cuarenta grados. La piel palidece, los labios se vuelven morados. Los infectados comienzan a tener alucinaciones, así como pierden el sentido, la orientación. Lo más notorio es que les sangra la nariz.

⸺Si ven alguna de esas características, simplemente empujenos. No nos mordieron, se los aseguro. De ser así, tanto el señor Jeon como yo nos habríamos arrojado para no afectar a los demás. Todo está bien, vamos a salir de aquí.

Le gustaba la seguridad con la que hablaba el detective. Logra que la atención en cada una de las personas dentro de la sala esté puesta en ambos. No solo por ser nuevos y estar posiblemente infectados. Sino también por el hecho de ser la primera persona que aclara alguna cosa sobre lo que sucede. Y por darles una esperanza para sobrevivir.

Jungkook comienza a contar cabezas: la pelinegra, Melanie, conocida de Jimin. Junto a ella el chico que aún tiene las tijeras empuñadas para su defensa, usa gafas que agrandan sus ojos, no oculta sus pobladas cejas y sus cabellos son tan rizados que desde su punto logra ver lo seguramente difíciles que son de peinar. A la derecha de ellos, siendo su izquierda, dos jóvenes mujeres abrazadas, una más a la otra, cabello corto y grisáceo en la más alta, mientras que un rubio largo en la más baja. Les seguía dos varones, uno robusto, de cabeza rapada, vestía una camiseta que decía "hoy es un buen día para sonreír" y lamentó profundamente que el mensaje estuviera equivocado por el día en que decidió usarla; el siguiente, contrario al primer mencionado, llevaba el cabello largo en una cólera alta, de la misma altura que el de la camiseta positiva, completamente vestido de negro.

Eran puros estudiantes, hasta que fijó su atención en una mujer visiblemente unos años más grande que los demás ahí. Quizás de su edad o un par de más. Portaba un conjunto rosado. Falda de vestir, camisa y saco. Gafas de pasta negra, el cabello recogido en una coleta baja, mantenía su brazo estirado para proteger a alguien mucho más joven que todos, no lo había notado hasta posar sus ojos en ella. Una niña idéntica a la mujer, quizás sería su hija. Estaba asustada, aferrándose al costado de quien suponía era una maestra.

En la puerta cubierta por variedad de cosas de la misma aula, estaban dos personas más. Logró percibir a alguien con uniforme de limpieza y un alumno más, este tenía el cabello a la altura de sus orejas, su ropa era de marca, elegante y llamativo, hasta que se fijaba en las manchas de sangre y las rasgaduras.

Realmente, todos estaban llenos de sangre hasta cierto punto. Se veían desaliñados, cansados y podría decir que hambrientos.

El tiempo pasó y Melanie habló, dándole la espalda al rubio para enfrentar a los sobrevivientes.

⸺Ya pasó el tiempo. ¿Ahora pueden bajar de ahí antes de resbalarse y caer contra el pavimento?

El de las tijeras asiente, las guarda en su bolsillo con calma, sin culpas. Como si no hubiera amenazado a dos hombres sanos.

Pero no bajan, un chirrido les llama, haciendo que todos miren a través de los cristales.

El doctor desde su posición observa un enorme rectángulo metálico con dos brillantes esferas atropellando cuantos sonámbulos se ponen en su camino. El autobús.

⸺Es Darren ⸺avisa luego de suponerlo, mira al rubio ⸺. Logró llegar al autobús, debemos irnos.

⸺No podemos salir por la misma puerta por la que entramos, está lleno de sonámbulos.

⸺¿Sonámbulos? ⸺pregunta alguien.

⸺Así les llamamos a esas cosas⸺responde el rubio.

⸺¿Ahora tienen nombre? ¿Qué es esto?

Jungkook vuelve a Jimin, quién continúa mirando hacia el autobús, este cada vez se acerca más.

⸺Saldremos por aquí. Si Darren se estaciona lo suficientemente cerca, seremos capaces de bajar hasta el techo y meternos por la puerta de emergencia.

Suena como una locura, lo sabe y está listo para seguir las ordenes de de Jimin. Ignora cualquier reproche de los nuevos integrantes de su grupo de supervivientes.

⸺Avísale a Darren, Park. Voy a comprobar que todos estén bien como para bajar ⸺responde al rubio, quien muestra un agradecimiento en sus ojos, volviéndolo rápidamente en una concentración seria para preparar su plan.

⸺¡Darren, hacia acá! ¡Estacionate acá!