Capítulo 5
El dolor en sus pequeñas piernas por estar en un espacio tan reducido por demasiado tiempo, su garganta seca y el gruñido de su estómago tenían al pequeño Hoseok en un gran problema.
Necesitaba salir de su escondite pero tenía demasiado miedo de toparse con uno de esos zombies ya que no recordaba si había cerrado las puertas.
Estaba aterrado y quería que Yoongi viniera a buscarlo, el prometió que volvería.
Su hermano nunca rompía sus promesas.
Ayer cuando ese policía lo atrapó Yoongi le dijo que corriera y volviera a casa que el regresaría pronto.
Pero entonces las personas en las calles mordían a otras como si fueran los zombies de las películas que veía con Yoongi.
El pequeño Hoseok totalmente aterrado corrió lo más rápido que sus cortas piernas le permitieron y regresó a casa aunque estuvo a punto de ser atrapado por uno de ellos, Zico el mejor amigo de Yoongi lo ayudó a escapar.
Y Hoseok se escondió en el primer lugar que encontró.
Y desde ese momento había permanecido escondido en un cofre que su hermano mayor le había conseguido para que guardará sus juguetes que estaba en la sala de su departamento ya que no había espacio para guardarlo en la habitación.
A pesar de tener tanto miedo Hoseok sabía que no podía llorar o hacer ruido o los zombies vendrían, y tenía que estar bien para cuando Yoongi viniera poder ir con su hermano.
Desde que su madre murió habían sido sólo ellos, Yoongi siempre le decía que si estaban juntos podrían hacer cualquier cosa, serían los dos contra el mundo.
Su hermano era capaz de hacer cualquier cosa por el, incluso había robado algunas veces cuando no tenían para comer o el día que Hoseok se enfermó y no tenían dinero para comprar medicinas.
Pero su hermano mayor no era malo, Yoongi era su héroe el intentaba trabajar para darle lo mejor aunque su vida era muy difícil, y algunas veces tenía que hacer cosas malas para sobrevivir.
Sin embargo; Hoseok tenía puestas todas sus esperanzas en que muy pronto Yoongi entraría por esa puerta para salvarlo.
Pero a medida que el tiempo pasaba sus piernas se entumecían más y el dolor era casi insoportable para un niño como el -Y-Yoongi, ven pronto por favor - Suplicó en un sollozo casi inaudible.
Hoseok de verdad intento ser fuerte y quedarse quieto pero su pequeño y agotado cuerpo le exigía agua, se sentía sediento.
Con sus manitos temblando levantó sólo un poco la tapa del cofre dejando apenas una abertura donde mirar.
Ya estaba de día de nuevo la luz del sol entraba por la ventana, no podía ver ningún movimiento en la habitación y con su corazoncito martilleando en su pechito levantó la tapa un poco más.
No había nadie sólo el ruido de la ventana que era movida por el viento.
Hoseok tragó grueso antes abrir por completo el cofre y tratar ponerse de pie, sus pequeñas piernas fallaron al principio sintiéndose demasiado pesadas para sostenerlo y un escozor como si muchas espinas fueran clavadas en ella.
Tardó varios minutos en recuperar el movimiento normal de sus piernecitas antes de poder sacarlas del cofre.
Sintiendo un escalofrío recorrer todo su cuerpo se animó a dar el primer paso, y tomó del cofre el viejo bate de béisbol que Yoongi le había regalado en navidad y a Mang su peluche favorito era un regalo de su madre.
Con el caballo de peluche abrazado contra su pechito y el bate en su otra manito Hoseok, dio pasos cortos hacia la cocina.
Todo estaba despejado y la puerta cerrada, mordiendo insistentemente sus labio inferior puso el bate sobre la mesa y a Mang a su lado.
Hoseok tomó un vaso y abrió el grifo del agua llenándolo, sus ojitos estaban alerta mirando al frente por la ventana que daba al patio trasero el silencio que había en el por lo general muy bullicioso barrio era escalofriante.
Bebió el agua con avidez saciando su sed y se acercó de nuevo al grifo para llenar otro vaso.
Pero cuando levantó sus ojitos justo en la ventana estaba el rostro sangriento del chico que lo habia ayudado el dia anterior a salvarse, ahora convertido en un zombie abrió sus boca mostrando sus dientes y se abalanzó contra la ventana rompiendo el cristal.
Hoseok dejó salir un aterrado gritó y retrocedió tomando a Mang de la mesa corrió a la sala en su carrera tropezó y Mang salió volando de sus manitos.
Hoseok iba a recogerlo pero "el" había logrado entrar sus pasos estaban cerca de los suyos.
Asi que sin más opciones para esconderse corrió a la habitación y cerró la destartalada puerta tras el.
Allí solo había un viejo armario y la cama que ambos usaban para dormir, con su rostro llenos de lágrimas y el miedo recorriendo su pequeño cuerpo Hoseok escuchó cuando "el zombie" del otro lado se estrelló contra puerta para abrirla.
El niño rápidamente se arrastró en el piso y se metió bajo la cama pegando su cuerpo contra la pared y con sus manitos cubría su boca para tratar de que sus sollozos no se escucharán.
Estaba tan aterrado que no pudo evitar hacerse pis en sus pantalones cuando sintió que la fuerza de monstruo logró derribar la puerta y está cayó al piso.
-¿Crees que tu hermano está vivo? - Le preguntó Jennie a Yoongi con su voz un poco ronca por tanto llorar.
-Lo está, yo se que el está bien- Aseguró Yoongi mirando al espejo retrovisor frente a el, dándose cuenta que los ojos de Jeon lo escudriñaban a través de este.
Habían logrado salir de la estación de policías con facilidad atropellando a algunas de esas "cosas" a su paso.
El vehículo militar que habían logrado sacar, era grande y blindado parecido un poco a eso antidisturbios que usaba la policía.
Afortunadamente habían logrado encontrar una vía despejada siguiendo las indicaciones de Yoongi cuando dio la dirección de su casa.
Se dirigían a uno de los barrios más peligrosos de Busan, Jeon había estado allí un par de veces, era uno de esos lugares donde "Sólo sobreviven los más fuertes"
Y donde los policías no eran capaces de meter sus narices, a menos que fuera alguien tan jodidamente dedicado y terco como el capitán Park Jimin.
El siempre estaba metiendo sus narices en asuntos malditamente peligrosos, y era un milagro que siguiera con vida hasta ahora, bueno no un milagro del todo pero eso era algo que el capitán Park no necesitaba saber.
-Yo también creí que mamá estaba viva -Volvió a hablar la chica- Pero cuando salimos ella era uno de ellos - mencionó hipando.
-Cariño...- Su novia le acarició la espalda suavemente intentando darle consuelo.
Yoongi sintió un terrible escalofrío al imaginar a su pequeño hermano siendo uno de ellos, pero se negó a pensar en eso.
-No, Hobi es muy listo -Dijo rápidamente - No es un niño cualquiera, el sabe como sobrevivir, nosotros vivimos en la calle durante mucho tiempo después de la muerte de mamá y... y el siempre encontraba los mejores lugares para dormir...
La voz de Yoongi se quebró -Hobi, siempre daba con los mejores basureros cuando teníamos hambre, también es veloz al correr ninguna de esas cosas podría atraparlo... el es lo más importante en mi vida, mi único motivo para seguir vivo y no puedo perderlo -
Jeon miró a través del espejo al chico rubio que tenía los ojos llenos de lágrimas, estuvo a punto de decirle que tenía que ser realista, si ellos apenas y habían podido salvarse.
¿Qué quedaba para un niño de apenas 9 años?
Pero la mirada de Jimin era de un claro "Si dices algo te daré un puñetazo" así que se encogió de hombros y siguió conduciendo.
En ese instante una mano sangrienta golpeó la ventana del copiloto justo al lado del rostro de Jimin.
Al parecer una chica había saltado hacia el vehículo y logró sostenerse de la puerta.
-¡Ayúdenme!, ¡Por favor Ayúdenme! - Suplicaba golpeando el vidrio.
-Baja la velocidad- Pidió Jimin.
Jeon lo hizo mirando el rostro angustiado de la chica pero cuando el capitán Park hizo además de abrir la puerta el mafioso no se lo permitió.
-¡Mira sus brazos! - Sugirió Jeon.
Los ojos de Jimin cayeron en los brazos de que golpeaban la ventana del auto y estos estabas llenos de mordidas y tragó grueso.
-No podemos hacer nada - Jeon aceleró el auto haciendo que la chica cayera al piso.
Aunque en Jimin estaban intrínsecamente arraigados sus principios, y como policía su deber era ayudar a los ciudadanos pero está vez tuvo que morderse la lengua para no pelear con Jeon.
Mirando a través del espejo del auto puso ver como la chica que cayó al suelo parecía tener algún tipo de convulsiones momentáneas antes de volver a levantarse.
Pero esta ya no parecía la misma chica asustada que pedí ayuda, ahora corría tras el auto con sus brazos extendidos y sus dedos curvados, su boca abierta mostraba sus dientes hambrientos de carne.
Jeon piso el acelerador hasta que Jimin la perdió de vista.
Cuando por fin llegaron al barrio donde vivía Yoongi, el panorama era el mismo, sangre en las calles y paredes de las casas, uno que otro infectado que comía resto del piso e intentaba correr detrás del auto militar.
-¡Doble en la esquina Sr. Jeon! - Le pidió Yoongi.
Jeon lo hizo y al menos esa calle estaba despejada -¿Y bien? -
Yoongi tragó grueso cuando vio que el garaje donde tenía sus herramientas y usaba como taller estaba abierto.
Hobi tiene que estar bien. Se repitió una y otra vez en su mente.
-Allí, creo que hay suficiente espacio para que el auto entre - Dijo el rubio.
Jeon maniobró hasta que logró que el vehículo entrar en ese lugar.
Temeroso Yoongi bajo del auto y presionó un botón aún lado de la puerta haciendo que está empezara a bajar cerrándose.
-Empieza a trabajar - Le ordenó Jeon bajando también con su arma en la mano cuando la puerta llegó hasta el piso.
-Primero voy por Hobi- Anunció Yoongi pasando por el lado del auto hasta una pequeña puerta que unía el garaje con el resto de la casa.
Jeon chasqueó la lengua y lo siguió, ¿Ese mocoso ni siquiera se daba cuenta que no tenía un arma para defenderse?
Yoongi abrió la puerta hacia el pequeño pasillo que daba a la sala, allí estaba el cofre de los juguetes de su hermanito abierto.
Hoseok siempre usaba ese cofre cuando jugaban a las escondidas.
Su labio inferior tembló cuando sus ojos se fijaron en el peluche favorito de Hobi tirado en el piso.
¡No, a su hermanito no podía haberle pasado nada!
-¡Hobi! - Llamó dando unos pasos más adentro.
En ese instante de su habitación se escucharon unos gruñidos y Zico uno de sus mejores amigos saltó hacia afuera con sus manos llenas de sangre extendidas dispuesto a atraparlo.
El disparó silencioso de Jeon fue mucho más rápido dándole al infectado en la frente.
Hola bebés preciosos míos de mi, un nuevo cap he traído para ustedes como mucho cariño.
Les amo a montones gracias por el apoyo a esta historia, y si hay algo mal pido disculpas es la primera vez que trabajo está temática estoy dando mi mejor esfuerzo.
Feliz inicio de semana. Nos leemos pronto.
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