Capítulo 21
—¿Qué? — Jeon piso el frenó deteniéndose de inmediato sus ojos fijos en Mark estaban llenos de preocupación.
Jin en el auto de atrás tuvo que parar también —¿Sr. Jeon hay algo mal? — Se escuchó a través de la radio.
—Siegue Jungkook, sabes que no podemos detenernos ahora— Dijo Mark con los dientes apretados intentando soportar el dolor volvió a poner de nuevo la mano en su costado.
El ritmo cardiaco de Jeon se aceleró mientras un frio sudor recorrió su cuerpo, ¡Joder! ¿Por qué tenía que pasar esto justo ahora!, ¡Maldito Kang Hyun-Soo ojalá te pudras en el infierno! Maldijo el mafioso mentalmente.
—¡Jeon vienen infectados! — Informó Jimin tragando grueso mientras miraba por la ventanilla.
Y eso era cierto desde la esquina en la calle venían saliendo un gran grupo de infectados, muchos de ellos cuando vieron los autos empezaron a correr en su dirección crujiendo sus dientes haciendo que rechinaran de manera escalofriante.
—¡Sr. Jeon Tenemos que irnos! — Exclamó Jin a través de la radio, los infectados prácticamente estaban sobre el auto.
—Conduce Jeon, yo me encargo— Le aseguró Jimin pasándose hacia el asiento trasero para atender al abogado.
Jungkook miró entre el capitán Park y su abogado antes de asentir y volvió a pisar el acelerador, ambos autos estaban en marcha ahora evadiendo las calles plagadas de infectados.
La escena era escalofriante y el olor a putrefacción empezaba a contaminar el ambiente con los restos de cuerpos mutilados y viseras humanas en los bulevares.
Jimin como pudo abrió la camisa de Mark dándose verificando la herida, el abogado estaba perdiendo mucha sangre, el capitán no era médico, pero no había que serlo para darse cuenta que esto era una herida de bala y no pintaba nada bien.
—¡Mierda! — Gruñó Jimin entre dientes — Tenemos que parar la hemorragia al menos— dijo presionando su mano contra la herida haciendo que Mark apretara sus dientes para no gritar del dolor.
Jimin hizo una mueca viendo el rostro adolorido del abogado, el sabia de primera mano lo doloroso que era recibir un disparo y en este preciso momento sin tener la ayuda de un personal medico estar herido de esa manera era fatal.
El capitán Park levantó su mirada encontrándose con los ojos preocupados de Jeon que lo observaban a través del espejo retrovisor, esta era la segunda vez desde que empezó todo el desastre que veía esa expresión de preocupación en el rostro del mafioso generalmente calmado del mafioso.
—¿A dónde vamos entonces Sr. Jeon? — Volvió a preguntar SeokJin a través de la radio.
—Por el combustible, hay que seguir el plan— Ordenó Mark.
—¡Estas herido maldición! — Musitó Jeon con impotencia.
—No hay tiempo para ir a otro lado, no podemos arriesgarnos más puedo soportarlo, duele, pero no creo que sea grave estaré bien— Afirmó Tuan —Podríamos encontrar un botiquín allí y tratar la herida—
Jeon lo miró no muy convencido, pero tampoco es que tuvieran muchas opciones, pero antes de que pudiera contestar algo una gran explosión retumbó en sus oídos haciendo eco detrás de ellos, la mansión Jeon ardía en llamas.
El gran estruendo pareció volver locos a los infectados que empezaron a salir de todos lados, buscando el origen del ruido y lanzándose hacia los autos en marcha uno de ellos logro engancharse en el parabrisas de Jungkook, y el mafioso tuvo que prácticamente golpea otro coque que estaba en la orilla para que el hombre se soltara.
Mark se quejó de dolor con el brusco movimiento del auto.
Jimin también sintió una horrible punzada en la parte inferior de sus costillas que lo hizo sisear y algo humedeció el suéter que él estaba usando.
El capitán bajo su mirada hasta su ropa y la mancha escarlata que se formaba, ¡Estaba sangrando de nuevo! y el horrible dolor se sentía como un calambre por todo su vientre, Jimin intentó respirar lo mas calmado posible mientras sus manos presionaban la herida de Mark.
Después de un largo trayecto serpenteando entre las calles y evitando a los infectados lograron llegar a un área más adelante se encontraba la estación de combustible despejada era prácticamente a las afueras de la ciudad.
Con mucha cautela se estacionaron frente al lugar, Jeon se enfundo dos armas con silenciadores puestos en la cintura y una que llevaba en su mano.
—Si no encuentras un botiquín trae lo que sea que creas que nos ayude a detener el sangrado— Le dijo Jimin a Jungkook carraspeándose la garganta.
Jungkook asintió antes de bajar despacio pero alerta.
SeokJin también bajó del auto sosteniendo una de sus espadas en su mano, la brillante hoja plateada brillaba con los rayos de sol —Tendremos que desviar el combustible Sr. Jeon— Le informó Jin.
—Hazlo, ya regreso debo ir allí — Jeon señaló la pequeña tienda que estaba en la parte trasera de la gasolinera — Ayuda a SeokJin— le ordenó el mafioso a Chanyeol — Y estén atentos a que no aparezcan mas de esas cosas—
—Hobi quédate aquí —Le susurró Yoongi a su hermanito.
—¿A dónde vas? — Le preguntó el pequeño Hoseok que estaba aterrado.
—Ayudare al Sr. Jeon, quédate con TaeHyung y no bajes del auto ¿Esta bien? —
—No tardes, tengo miedo— Susurró Hoseok con los ojos acuosos.
Yoongi le dio un beso en la frente —No tengas miedo, no tardo, lo prometo— juró antes de bajar y caminar rápidamente hacia Jungkook.
—¿Sr. Jeon puedo ayudarle en algo? — Le preguntó Yoongi al mafioso.
Jeon lo miró —Si, vuelve al auto y cuida de tu hermano, niño—
—Sr. Jeon, no soy un niño puedo ser útil y ayudarle usted lo sabe— Insistió el rubio.
Jungkook se sacó una de las armas de la cintura —¿Sabes usar una de estas? —
Yoongi asintió.
—A la cabeza o al corazón— Le indicó Jungkook entregándole el arma.
—Si señor— Yoongi tragó grueso y la sostuvo en sus manos.
—Necesitamos buscar un botiquín— Fue lo que le dijo el mafioso antes de ingresar a la pequeña tienda intentando no hacer ruido.
Aunque el lugar parecía estar vacío había sangre en el pasillo y varios vidrios restos todo estaba tirado el suelo, el lugar quizá fue saqueado en medio de todo esto.
¿Dónde diablos encontrarían un botiquín o medicinas?, esta era solo una tienda de paso golosinas a la orilla de la carretera.
Yoongi caminaba detrás de Jeon con mucho cuidado sintiendo como sus manos temblaban, el quería ayudar, pero ahora estaba asustado también, en una estantería había un par de chocolates de los favoritos de su hermano así que como lo había hecho varias veces antes los tomo con cuidado y los guardo en su bolsillo.
Hobi se alegraría de poder comerlos más tarde.
—Revisa ese pasillo con mucho cuidado— Le ordenó Jeon.
Yoongi asintió tomo el otro pasillo verificando en los estantes si podía encontrar lo que necesitaba, pero no podía encontrar nada, cuando llegó al fondo de la tienda encontró una puerta.
Hecho un manojo de nervios y sintiendo sus piernas temblorosas Yoongi llevó su mano a la manija de la puerta, esta podía ser una mala idea, detrás de esa puerta podrían haber infectados, pero también quizá el botiquín que el Sr. Jeon necesitaba y le demostraría que él no era un niño y podía ayudarle.
El rubio tomo una profunda respiración antes de girar la manija con cuidado y quitar el seguro, con su otra mano sostenía el arma y llenándose de valor abrió la puerta.
Con sus ojos aterrados Yoongi dio un par de pasos hacia atrás apuntando al interior de la pequeña habitación cuando una niña quizá un par de años mayor que Hoseok se dio la vuelta y lo miró, tenia la pupilas de los ojos dilatadas y su boca manchada de sangre, y sus brazos llenos de mordidas, ¿Se había empezado a morder a si misma?
Cuando la cuando la niña lo enfocó como su objetivo salto sobre Yoongi, aunque el chico fue más rápido esquivándola haciendo que ella se estrellara contra la estantería. Las manos del rubio temblaban demasiado y no podía disparar con presión y tratando de retroceder tropezó Yoongi cayó de espaldas al piso.
La infectada se supo de y se abalanzó hacia Yoongi, pero antes de que pudiera llegar a tocarlo un disparo atravesó su frente.
Jeon se paró al lado de Yoongi y lo ayudó a levantar—Dispara a la cabeza, no vuelvas a dudar o vas morir— Le dijo el mafioso.
El rubio tragó grueso tratando de controlar su respiración, ¡Eso había estado malditamente cerca!, El Sr. Jeon tenía razón no podía quedarse paralizado frente a un infectado, pudo costarle la vida.
Jeon pasó por el lado del cuerpo de la infectada y revisó la reducida habitación que parecía el lugar donde guardaban los implementos con que aseaban la tienda, justo encima en una repisa estaba un botiquín.
—¡Vámonos niño! — Le ordenó el mafioso saliendo del lugar con Yoongi detrás de el —Vuelve al auto y no salgas de nuevo— Le dijo Jeon antes de dirigirse al auto donde estaban Mark y Jimin.
—Encontré esto — Jungkook le mostró el botiquín a Jimin abriéndolo.
¡Mierda!, solo había un par de gazas un pequeño frasco de alcohol que estaba menos de medio, una venta y un par de pastillas que Dios sabrá para que sirven.
—¡Dame las gazas y la venda! — Ordenó Jimin.
El mafioso le pasó lo que el capitán le pidió y lo observó tratar la herida de Mark, esos dos hombres frente a él le importaban demasiado, y Jeon no soportaba la idea de perder a alguno de los dos, Mark había crecido junto a él, además de su abogado y mano derecha, era su amigo y el capitán Park, joder ese terco policía era una parte vital para Jeon.
Jimin hizo lo que pudo con lo que tenía, le hemorragia se había detenido un poco pero el abogado había perdido muchísima sangre y se veía pálido.
—Si ya terminaste iré a ayudar con el combustible— Le dijo Jeon a Jimin.
El capitán asintió —Esta bien—
Jimin terminó de ayudar a Tuan acostándolo por completo en el asiento trasero y con los cinturones de seguridad lo ató para que en caso de que frenaran de repente el no cayera del asiento.
Bajó también del auto con mucho cuidado y se levantó el suéter sin llamar la atención, su propia venda estaba cubierta de sangre y el dolor empezaba a extenderse por sus costillas, pero era soportable, Jimin se sentía capaz de soportarlo, Jeon ya tenia suficiente con preocuparse por la seguridad de todos y la grave herida de Mark no iba a darle una razón más para que se angustiara.
Jungkook caminó hacia él y Jimin se bajó el suéter de inmediato —Solo falta subir el combustible que vamos a llevar para el camino— Le hizo saber —¿Cómo está Mark? —
—Se detuvo la hemorragia, pero le duele mucho a donde sea que vayamos necesitamos llegar pronto— Susurró Jimin.
Jungkook hizo una mueca, no estaban ni cerca de llegar pronto a su destino, pero esperaba que pudieran lograrlo.
El mafioso miró el de Jimin y le limpió una mancha de sangre que tenia en la mejilla —Te ves cansado oficial Park—
El primer instinto de Jimin fue apartar el rostro de la pequeña caricia del mafioso, pero se contuvo y simplemente lo dejó ser —Estoy bien —Le aseguró.
—Te traeré un poco de agua— Dijo entonces Jeon y fue hacia la parte trasera del auto que afortunadamente había sido preparado desde la noche anterior por sus hombres y sacó botella de agua para Jimin.
Jimin se recostó contra la puerta del auto mirando como Chanyeol y SeokJin terminaban de subir el combustible, en otro ocasión les hubiera ofrecido su ayuda, pero en este momento el capitán sentía que si daba un par de pasos podría desmayarse.
Un minuto después Jeon estuvo frente a él ofreciéndole el agua, Jimin iba a recibir la botella, pero sus manos estaban manchadas de sangre así que el mafioso le llevó la botella directamente a sus labios para darle agua.
Las mejillas de Jimin se tiñeron de carmesí mientras tomaba el agua y se apartó cuando tuvo suficiente —G-gracias—
—Es un placer para mí —Jeon le dio una mirada divertida— tus manos—tomó las manos de Jimin y les vertió el agua que quedó en la botella para lavárselas.
—Sr. Jeon, todo esta listo— Le informó SeokJin.
—Es hora de irnos entonces— Ordenó.
—La carretera principal esta llena de autos, creo que debemos tomar el desvío podría ser más seguro— Sugirió Chanyeol.
—Tienes razón, tomemos la vía alterna— estuvo de acuerdo Jeon.
—Como usted ordene — Dijo enfundando su espada y dirigiéndose al auto junto al policía.
— Vamos oficial Park— Jeon le abrió la puerta.
Jimin asintió y subió al asiento copiloto.
Eran casi las 8 de la mañana cuando salieron de Busan hacia Seúl, Jimin esperaba que no se encontraran con ningún otro imprevisto en el camino.
El capitán miró el rostro de Jeon, el hombre tenía la mandíbula apretada y sus ojos oscuros fijos en el camino, por mas que el mafioso quisiera camuflar sus emociones en su rostro se veía la preocupación.
Jimin puso su mano sobre la de Jeon en la palanca de los cambios, el mafioso lo miró con una ceja levantada antes de abrir un poco sus dedos y entrelazarlos juntos.
Hola mis amores estoy de regreso, espero que les haya gustado mucho este cap.
Iniciamos el viaje camino a Seúl, ¿Velitas para que lleguen con bien?
Nos leemos pronto mis amores, les amo mucho muchote.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro