—¡Jimin! —  Jeon dejó salir un grito angustiado con sus ojos muy abiertos y una expresión aterrorizada en el rostro.

La mirada por lo general dura, fria y audaz del mafioso se llenó complemente de miedo al ver el cuerpo del capitán Park derrumbarse ante el, Jeon saltó de inmediato a atraparlo antes de que Jimin cayera al suelo.

—¿Estas bien? —Preguntó Jungkook sosteniendo a Jimin contra su pecho —¡Tienes que estar bien! — Murmuró de forma nerviosa intentando revisarlo.

¡A Park Jimin no podía pasarle nada!

El corazón de Jeon se encogió y su pecho se sentía apretado mientras veía los gestos de dolor reflejados en el rostro del policía, el mafioso sentía que se volvería loco si algo le sucediera a Jimin, hasta ahora estaba entendiendo hasta que grado era ese jodido capitán tan importante para el.

Un mundo sin Park Jimin entrometiéndose en su vida no tendría sentido para Jeon, porque ese terco policía era un dolor de cabeza, pero a Jeon le gustaba pensar que era SU dolor de cabeza y sólo el tenía el derecho de molestarlo, ningún otro podía tocar a Jimin y salir ileso.

Por eso en ese preciso instante sosteniendo al capitán entre sus brazos Jeon se sentía aterrado ante la idea de perder a Jimin pero también  tan malditamente furioso con ese hombre por poner su vida en peligro e incluso enojado con el mismo Jimin por interponerse entre esa bala y él.

Jimin se quejó con los ojos aún cerrados y una mueca adolorida pero logró asentir —Estoy bien— Susurró con los dientes apretados.

Jeon lo miro bien tocando el pecho del capitán y no había sangre, al desabotonar la camisa de Jimin se encontró con el chaleco antibalas y sólo en ese instante sintió que su alma le regresaba al cuerpo.

—¿Seguro que estas bien? — Volvió a preguntar Jeon.

—Si, sólo duele y arde pero estoy bien— aseguró Jimin tratando de sentarse.

El ardor en su pecho era horrible, recibir un balazo era algo desafortunado incluso cuando estaba usando un chaleco.

Jimin miró el rostro de Jeon y se sorprendió un poco por la manera en que el mafioso lo miraba —Sobreviviré— murmuró tratando de tranquilizarlo.

Jeon se puso de pie y caminó hasta el hombre en el suelo, al parecer Chanyeol había reaccionado rápidamente disparándole en la mano haciendo que soltara el arma.

Los ojos que hacia un momento estaban miraban a Jimin llenos de preocupación  ahora ardían en cólera, se acercó al hombre que se quejaba de dolor en el piso y le pateó el rostro rompiéndole la nariz y la boca de inmediato haciéndolo sangrar.

Una patada tras otra sin piedad, el mafioso parecía estar cegado de la ira que dejó a todos sin palabras.

—¡Sr. Jeon hay mucho ruido tenemos que irnos o vendrán infectados! — Le escuchó decir a Yoongi que tenía a su pequeño hermano cargado contra su pecho.

Sólo en ese momento Jeon pudo reaccionar y detener sus agresiones contra el hombre, pero no sin antes tomar su arma y llevarla al la rodilla del tipo.

—No lo hagas —Le suplico balbuceando entre bocanadas de sangre —Mejor matame ya—

Jeon ni siquiera lo dudo antes de tirar del gatillo y dispararle justo en la rodilla despedazándosela haciendo que el hombre gritara de dolor.

—Vamos— Ordenó tomando de nuevo los bolsos rápidamente para correr al primer auto que vieron en la calle empezaban a echarse murmullos y graznidos aterradores desde la esquina lo que era una muy mala señal.

 —¡Mierda, llaves! — Gruñó Jeon buscando en todos lados pero sin tener resultados.

Varios infectados se asomaron desde detrás de una de las cosas a medio construir con su boca llena de sangre y sus manos extendidas, afortunadamente para ellos lo primero que vieron fueron a los hombre que estaban heridos y se arrastraban en el pavimento.

Los infectados se abalanzaron corriendo sobre esos tipos como perros hambrientos con sus bocas abiertas, los gritos que se escuchaban helaban hasta los huesos.

 —Sr. Jeon permítame — Yoongi que se había sentado en el asiento copiloto sacó de su bolsillo una navaja y como si fuera un experto arrancó unos cables del auto y lo encendió.

Cuando el motor del auto rugió un par de infectados corrió hacia ellos pero Jeon piso el acelerador haciendo que fuera inútil su carrera.

—Vaya que eres útil niño — Murmuró Jeon una vez que estuvieron lejos de la sangrienta escena que dejaron atrás.

Yoongi se rascó la cabeza y sonrió un poco avergonzado —Cuando vives en la calle aprendes a sobrevivir y a veces tienes que aprender a hacer hasta lo que no quieres para lograrlo—

Jeon sólo levantó una ceja suponía que el chico había tenido que robar autos antes, eso explicaba lo rápido que había logrado encenderlo, ¿Pero quien era el para juzgarlo si también era criminal?, y uno de mucha más alta categoría.

En ese momento Jeon sintió una pasada mirada sobre el y al mirar a través del espejo retrovisor de encontró con los ojos del capitán Park que lo observaban, pero este de inmediato desvío la mirada.

Aunque estuvo a punto de decir algo referente a la acción de Jimin interponiéndose entre esa bala y el para salvarle la vida prefirió callar, iban en un auto y después de esa acalorada discusión que habían tenido el mafioso no sabía en qué términos estaba su “relación" con el policía.

Aunque si Jimin estuvo dispuesto a recibir una bala en su lugar, Jeon suponía que las cosas no estaban del todo mal, y que tal vez el capitán Park no lo odiaba tanto como creía.

Estuvieron conduciendo entre las calles más despejadas tratando de evitar lo más posible a las hordas de infectados que deambulaban en todos lados.

Cada tantos minutos Jeon le daba una que otra mirada a Jimin que se encontraba hablando entre susurros con el otro policía eso lo hizo empujar la lengua contra su mejilla, a Jeon no le agradaban ningún policía que no fuera Park Jimin.

—Enciende la radio —Ordenó Jeon a Yoongi y el chico le obedeció.

—Listo señor — susurró respondió de inmediato.

Jeon asintió y le indicó que canal sintonizar — Habla Jeon voy en camino — Fue lo que dijo el mafioso.

—Todo esta listo para recibirte Jungkook —Se escuchó una voz masculina a través de la radio.

Jimin reconoció de inmediato esa voz y apretó su mandíbula, el hombre que hablaba a través de la radio era más bien la sombra de Jeon, la mano derecha del mafioso.

Un maldito abogado con rostro de ángel pero audaz y mentiroso como un demonio, su nombre era Mark Tuan y Jimin lo odiaba.

No pasaron ni cinco minutos cuando la enorme mansión Jeon quedó a la vista, afortunadamente la calle estaba despejada y como prometió Mark los estaban esperando.

Un par de hombres fuertemente armados salieron del lugar asegurando el área mientras el auto donde ellos iban ingresaba a la propiedad.

El capitán Park había estado en esta mansión más veces de las que pudiera contar, aunque hoy era diferente no sólo porque parecía ser el único refugio seguro que les quedaba en toda esta situación, si no también porque los hombres de Jeon parecían haber sido diezmados y la fortaleza que siempre era fuertemente custodiada sólo tenía un par de hombres.

Tal parecía que la policía no era la única en haber sufrido bajas en este caos apocalíptico.

—Bienvenido a casa Jungkook, estoy tan aliviado de que estés bien — Cantó Mark de inmediato abrazando a Jungkook cuando el mafioso bajo del auto.

—También me alegra que estés bien Tuan— Le contestó Jeon devolviendole el abrazo.

Jimin casi rueda los ojos cuando la mirada del abogado cayó sobre el, ¿Es que ese maldito tipo nunca se veía mal? ¡Incluso en medio de un apocalipsis zombie vestía un elegante traje hecho a medida! Y esa debía ser una de las razones por las cuales de llevaba tan bien con Jeon.

—Trajiste invitados contigo— Murmuró Tuan mirando al resto del pequeño grupo y por supuesto que dirigió una mirada llena de desdén hacia Jimin.

—Si, logramos sobrevivir a toda esta mierda— Respondo Jeon —¿Cuántos hombres tenemos? —

—Vamos a dentro — Sugirió Tuan antes de contestar —La verdad tengo malas noticias, los hombres que seguían las patrullas cuando fuiste arrestado no regresaron, y tampoco los que envíe a buscarte cuando todo empezó, yo… sólo tenemos  a unos cuantos de los chicos entre ellos a dos de los mejores EunWoo y Jong Suk, a tu chef Seokjin y a su hijo TaeHyung—

Jeon hizo una mueca —Está bien, ¿Has logrado comunicarte? —

—Sabes que no podría hacer eso sin ti aquí Jungkook —Mencionó el abogado.

—Entonces hagámoslo ahora necesitamos hacer un plan para…

—¡Sr. Jeon esta de regreso y a salvo! — Se escuchó una voz y un hombre vestido de chef salió de la cocina limpiándose las manos en un delantal y detrás de él un chico de unos 14 años.

Aunque lo que más resaltaba en el chef eran las dos espadas que estaba cruzadas en su espalda.

—Estoy bien Seokjin — Le aseguró Jeon.

—Estuvimos demasiado preocupados todo el tiempo que no se comunicó, creímos que no había logrado sobrevivir en medio de esta pesadilla — Dijo el hombre.

—Con la ayuda del oficial Park y ellos pudimos lograrlo — Comentó Jeon mirando el rostro serio del policía.

—Pero señor… el es un capitán no un oficial — Le corrigió Chanyeol de inmediato.

Jeon lo miró de mala manera e ignoró la corrección.

—¿Qué haremos ahora Sr. Jeon? — Preguntó Jin.

—Lleva a los chicos a una habitación para descansar y dales de comer por el momento  —Fue lo que contestó Jeon —Oficial Park también ve con ellos debes de estar cansado luego de recibir un disparo —Sugirió.

—Yo estoy bien — Respondió Jimin con rabia un tanto inexplicable.

—Ve con ellos Park, mi casa mis reglas y se hace lo que yo ordene— La voz de Jeon sonó autoritaria haciendo que Jimin se irritara más.

—Creo que en medio de esta situación deberá olvidarse de su título como capitán, ahora estamos del mismo lado para sobrevivir — Comentó Mark un tanto arrogante.

—Vete a la mierda— Respondió Jimin entre dientes haciendo que Jeon sonriera.

—Cuida tus palabras policía — Advirtió el abogado.

—¿Y si no que? — Jimin le sostuvo la mirada.

—Acabamos de llegar no es momento para pelear, oficial Park ve a descansar mientras haya oportunidad deja de ser terco— Dijo Jeon —Seokjin ya sabes donde instalarlos —

El hombre asintió —Por aquí niños —Dijo llamando a Yoongi y Hoseok —Ustedes también oficiales—

Jimin maldijo un poco antes de seguir al hombre, odiaba está situación y al estúpido abogado, al menos cuando estaban allá afuera sólo eran el y Jeon para cuidar a las personas a su alrededor.

Aunque el capitán se sentía más aliviado de tener un lugar seguro y más hombres armados para protegerlos la incertidumbre de no saber que pensaba hacer Jeon lo estaba matando.

Y con Mark Tuan a su lado ese jodido mafioso ya no lo necesitaba para idear un plan, estaba claro que ellos ya estaban pensando en uno y temia que quizá ni siquiera lo incluyera.

Al menos esperaba que Jeon mantuviera a Yoongi y a Hoseok a salvo.

Cuando iba subiendo las escaleras le dio una última mirada al mafioso y al abogado, Jimin como capitán de la policía estaba acostumbrado a dar órdenes y perder ese liderazgo lo hacia sentir frustrado y con ganas de golpear a alguien.
No le gustaba para nada está situación.

¿Qué diablos estaba planeando hacer Jeon ahora?

Jimin no confiaba no confiaba en nadie pero se sentía demasiado débil y cansado como para tener una nueva discusión con el mafioso.

Regrese!

Tengo mucho sueño bebus debo despertar a las 4:00 Am todos los días.

Si hay algún error me dejan una nota para corregir después, espero que les haya gustado el cap.

Llegaron a la mansión Jeon a salvo, ¿Qué podría pasar ahora?

Nos leemos.