Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 22.

Taehyung retiró el abrigo de sus hombros, tendiéndolo en dirección a uno de sus guardaespaldas, arremangando las mangas de la camisa blanca que llevaba consigo, preparándose antes de entrar a la habitación. 

En pocas ocasiones había estado en ese lugar, pero a diferencia de las veces pasadas, no venía acompañado de su esposo, pero se encontraba ahí bajo el mismo propósito. Observó la puerta de metal con cierta molestia, sin embargo no se detuvo y dio la indicación de que fuera abierta para él, dispuesto a terminar con ello para volver a lado del peligris. 

Jungkook aún no despertaba, transcurriendo cuatro días desde entonces, lo que se sentía como una lenta agonía para Taehyung. El castaño se había encargado de transferirlo a un lugar más seguro, pagando por un hospital privado y custodiado para evitar cualquier otro incidente, estando en la mira no se podía permitir cometer ningún descuido. 

Entrando en la habitación, se detuvo un momento para tratar de disipar las náuseas ante el olor nauseabundo que se impregnaba en el lugar. Su mirada se centró al hombre que colgaba justo frente suyo, con los brazos alzados que sujetaban sus muñecas con largas cadenas, sus pies rozando el suelo y su cabeza agachada, con una respiración irregular mientras la sangre se acumulaba a su alrededor, evidencia suficiente de los múltiples golpes dados antes de su llegada. 

Taehyung entornó su mirada en él, guardando sus manos en los bolsillos de su pantalón de vestir. Se acercó lo suficiente para inclinarse y tratar de buscar su mirada, encontrándola a los pocos segundos y mostrando una sonrisa irónica sobre su rostro, una sonrisa que no demostraba más que la frialdad que sentía por la situación, no desprendía felicidad o emoción, carecía de emoción. 

—Estás despierto, fue muy descortés de tu parte no recibir a tu señor, hasta hace unas semanas aún me reverenciabas tan pronto como me veías pasar.—Alzando su mano, usó su dedo índice para levantar su mentón.—Ahora dime, ¿Valió la pena la traición? ¿Valió la pena apuñalar a la persona que te mantuvo por dos años, te dio una vida digna, para que al final lo apuñalaras y salieras huyendo? ¿Para qué, para qué sirvió todo esto? 

—No era mi intención.—En un tono bajo, Taehyung soltó una carcajada ante sus palabras. 

—¿Alguien te amenazó? Porque de no ser así, dudo que no haya sido tu intención matarlo, porque no fue una simple apuñalada, tu destino era matarlo.

Al no obtener ninguna respuesta, el castaño se retiró lo suficiente para darle una señal al guardaespaldas que reposaba en la esquina, acercándose para golpear el abdomen del hombre, soltando una maldición que resonó por todo el lugar. Con un asentimiento, el guardaespaldas siguió golpeando hasta que el hombre suplicó que se detuviera, sangre comenzaba a brotar de entre sus labios y le costaba respirar peor de lo que se encontraba. 

—Entonces, ¿Comenzarás a hablar, o debería de llamar a Ryul? 

—N-no, hablaré.—El leve temblor en su voz lo hizo sonreír más, satisfecho. 

—Soy todo oídos, HakSoo. Habla, a diferencia de ti, no tengo mis días contados.—Dando la señal que acercaran la silla que se encontraba en la habitación, tomó asiento frente suyo.—Hazte un favor y habla, el tiempo corre en contra tuya. 

Tratando de retomar el aire, el hombre comenzó a hablar.—HyunWoo amenazó en matar a mi familia si no hacía lo que él decía. Supo que fui el último hombre contratado para ser guardaespaldas de ustedes, sabía que no podría corromper a cualquier otro por los años de lealtad que tienen trabajando. 

—Eso se sabía, HakSoo. Tu lealtad dejó de existir tan pronto como una propuesta más interesante llegó a ti. Dime la verdadera razón, no trates de buscar cualquier excusa que se te ocurra en este momento, es inútil tratar de salvarte. 

—¡Pero es la verdad!—Gritó en un tono desesperado, sorprendiendo al castaño. 

Taehyung entrecerró los ojos en su dirección, incrédulo.—¿Crees que no te hemos investigado, HakSoo? Dime, ¿A quién se supone que amenazaron? ¿Quieres inventar que tienes una buena relación con tus padres, que tienes una pareja esperando a casa, o que siquiera tienes amigos cercanos? Tú no tienes ninguna relación, es como si alejaras a todo el mundo. Vamos, ¿Es por tu temperamento? Porque hasta donde está escrito en tu expediente, no hablas con tus padres desde que llegaste a la capital, ¿Aproximadamente unos diez años? Eres un pésimo hijo, un mal marido porque engañaste a tu esposa y no te hiciste cargo del bebé que esperaron, simplemente la hiciste a un lado. De tus amantes, ninguna te dura lo suficiente mas allá de una noche, pero no te preocupes, todas ellas están siendo vigiladas por si hay un detalle extra aquí. No tienes ningún tipo de compromiso con nadie, así que no me vengas con esa historia de que amenazaron a tu familia porque jamás te hiciste responsable de ella, ni de tus padres, estás solo y ahora que vas a morir tienes miedo porque nadie te va a extrañar y quieres salvar tu patético trasero, pero es demasiado tarde. 

Cuando el contrario no respondió, Taehyung supo que lo había atrapado a mitad de sus mentiras. Si creía que el castaño no investigó lo suficiente de su vida, entonces vivía engañado, porque no se permitía omitir ningún detalle de su vida. Taehyung se comenzaba a cansar del silencio, y deducía que no llegaría a ningún lado como pensó al principio, solo estaba desgastando su tiempo en mentiras. 

—Intenté reconsiderar tu muerte, planeaba que fuera menos dolorosa de lo que tengo planeado, pero tus mentiras no ayudan en salvarte. Te esperan largos días de agonía con Ryul a tu lado, espero que disfruten juntos de la tortura, yo no puedo hacer más por ti si no cooperas.—Levantándose de su asiento, bajó las mangas de su camisa, dispuesto a salir de ahí. 

—¡Espera! HyunWoo fue quien me contrató para atacar, pero es porque me ví tentado ante la suma de dinero que me ofrecía. Es una cantidad más grande de lo que ganaría con ustedes todo un año, y sé que mi apuñalada fue estratégica, pero quería hacerle creer a HyunWoo que Jeon estaría lo suficientemente grave como para morir, pero también sé que si era tratado a tiempo se salvaría, estudié mi ataque por mucho tiempo, no fue descuidado o con una mala intención. 

Taehyung recogió su abrigo del guardaespaldas, acomodándolo sobre sus hombros mientras le brindaba una mirada desinteresada.—El dinero te hizo atacar, pero ¿No pensaste que no lo podrías disfrutar una vez que te atraparemos? No fuiste rápido, fuiste un estúpido. Tus descuidos provocaron tu propia muerte, y si pensabas que al no encontrarte podrías escapar perfectamente y vivir con lujos, estás muy equivocado, porque HyunWoo estaría detrás de tu cabeza por no cumplir con su orden. Tu destino ya estaba programado, pero tú decidías a qué verdugo le entregabas tu vida, y nosotros fuimos el ganador.—Dando un paso en su dirección, sonrió.—Me encargaré que Ryul te trate muy bien, él sigue todas mis ordenes sin rechistar, él conoce la palabra lealtad y es por eso que lo premio muy bien cuando hace lo que le digo. Fue un gusto conocerte, HakSoo, mandaré el dinero que te dió HyunWoo con tus padres, a ellos les hará mucha falta después de que su hijo malagradecido los dejara con deudas infinitas por darle una educación superior. 

—¡No! Yo no quería que nada de esto sucediera, realmente me encanta mi trabajo y estoy agradecido con lo que el señor Jeon y mis padres me dieron, por favor solo necesito una oportunidad más.—Susurró con ojos llorosos, moviendo sus brazos con la intención de desprender la cadena de algún modo, una acción inútil ante los ojos de todos los presentes. 

—Es muy tarde para ti, debiste de pensarlo con mucha anticipación.—Girándose sobre sus talones, se dirigió a la puerta.—Es una lástima que termines de esta manera, fue un placer conocerte. 

Los gritos desesperados de HakSoo retumbaron hasta el pasillo antes de que la puerta de metal fuera sellada nuevamente. Taehyung soltó un suspiro y cerró los ojos, necesitando un momento para recuperarse del olor que comenzaba a marearlo, sosteniéndose de la pared más cercana mientras provocaba gestos preocupados de sus hombres. 

—Señor, ¿Se encuentra bien? ¿Necesita algo?—Daeyang se posicionó a su costado, alzando sus manos para sujetarlo del brazo. 

—Solo necesito salir de aquí, el olor me está mareando.—Con un murmuro, fue guiado por el pasillo hasta la salida, disfrutando de la sensación fresca del exterior. 

Necesitaba cambiarse de ropa antes de volver con su esposo, no se permitiría regresar estando impregnado del mal olor. Dirigiéndose hasta el automóvil, agradeció por el gesto de abrirle la puerta y esperó a que se dirigieran a la casa de su padre, un cambio de ropa y estaría listo para volver. 


(...)


La luz tenue del amanecer se filtraba a través de las persianas del cuarto del hospital, creando un ambiente de calma y silencio roto solo por el ocasional pitido de los monitores y el suave zumbido de los aparatos médicos. El aire estaba impregnado con el aroma limpio de los productos desinfectantes y una sutil mezcla de ansiedad y esperanza.

Jungkook yacía en la cama del hospital, su cuerpo adolorido y su mente nublada por el efecto de los medicamentos. Los recuerdos de la última semana eran vagos y borrosos, distantes como un sueño inquieto. La operación había sido crítica, y durante un tiempo, la incertidumbre había llenado el aire, dejando a todos en un estado de espera tensa.

De repente, un cambio en los sonidos del entorno hizo que Jungkook comenzara a regresar a la realidad. El ruido de una máquina disminuyó, el pitido de los monitores se volvió más definido, y una sensación de consciencia comenzó a despejar la niebla en su mente. Intentó abrir los ojos, sintiendo el peso de la fatiga y el dolor que lo envolvía.

Su visión estaba borrosa al principio, pero poco a poco, comenzó a enfocar. La habitación del hospital apareció ante él en toda su claridad: las paredes blancas, el mobiliario funcional y, más importante aún, la figura de Taehyung dormido en un sillón a un costado de la cama.

Taehyung estaba en una posición incómoda, acurrucado en el sillón con la cabeza apoyada en un cojín, rodeado de una manta que había sido su compañera durante las largas horas de espera. A pesar de su descanso, la tensión en su rostro no desaparecía. Sus labios estaban fruncidos en una línea delgada, y sus cejas estaban ligeramente fruncidas, como si el peso de la preocupación lo hubiera mantenido en ese estado de inquietud constante.

Jungkook intentó moverse, pero el dolor en su cuerpo lo detuvo. La sensación de presión y cansancio era intensa, y su mente luchaba por mantenerse alerta. Con un esfuerzo, trató de llamar a Taehyung.

—Tae...—Susurró, su voz apenas audible, rasposa y débil.

La respuesta fue un leve movimiento en el sillón. Taehyung parpadeó, levantando lentamente la cabeza y mirando a su alrededor con una confusión momentánea. Sus ojos se encontraron con los de Jungkook, y en ese instante, el mundo parecía detenerse.

El rostro de Taehyung se iluminó con una mezcla de sorpresa y alivio, y sus ojos se llenaron de lágrimas mientras se levantaba rápidamente del sillón. Se acercó a la cama de Jungkook, sus pasos vacilantes pero llenos de determinación.

—Jungkook.—Dijo, su voz temblando con emoción.—Estás despierto. 

Taehyung se inclinó sobre la cama, sus manos temblando mientras tomaba la mano de Jungkook con delicadeza. El contacto de sus manos era un consuelo, un ancla en medio de la tormenta que había sido la última semana.

—Necesito avisarle al médico que despertaste, ahora regreso.—Tan pronto como hizo el intento de alejarse, el apretón en su mano lo detuvo a salir de la habitación.—Necesito dar aviso, cariño. Estuviste una semana inconsciente, necesito que te revisen y saber que todo está bien. 

—Estaré bien mientras te tenga a mi lado, sólo quédate un minuto a mi lado.—Pidió en un tono bajo, cerrando los ojos al hacer el intento de acomodarse mejor, pero el dolor no le permitía moverse como le gustaría. 

Cuando el peligris hizo el intento de incorporarse, Taehyung lo mantuvo acostado rápidamente, reprendiéndolo con la mirada.—¿Qué crees que haces? Tienes que mantenerte en la cama, estás despertando recién. 

—¿No tengo permitido abrazar a mi esposo? Estás demasiado lejos, te quiero a mi lado.—Cuestionó, señalando el costado de la cama que quedaba libre. 

Con un suspiro, negó.—No es como si lo merecieras. ¿Sabes por todo lo que pasé? Ha sido la semana más difícil de mi vida, porque no solo presencié la forma en que te atacaban y te desangrabas mientras te sostenía, sino que tuviste dos operaciones complicadas, una tras otra y no te daban una esperanza de despertar. ¿Sabes que me decían los médicos? Que ni siquiera pensaban que podrías vivir por la gravedad de las heridas, mismas que fueron provocadas estratégicamente para hacerte morir, no hubieras tenido siquiera una esperanza de vida pero aún así la tuviste, estás aquí y recién despiertas después de una larga semana llena de estrés y cansancio.—Tratando de ahuyentar las lágrimas que amenazaban en seguir saliendo, no se permitió titubear.—Así que no, porque aún estoy consternado por todo lo que ha sucedido que siento que si me acerco, todo esto será un sueño y que sigues sin despertar, y no quiero nada de ello porque te necesito y prefiero seguir dormido que despertar a una realidad donde no te tengo. 

Con un nudo en la garganta, Jungkook volvió a palmear el costado en la cama, queriendo tener al castaño a su lado. Persistiendo con la mirada, Taehyung cedió al final con una mueca, pero tan pronto como sintió el brazo del peligris envolviendo sus hombros, no pudo retener más el llanto que pretendía aguantar por más tiempo, sintiendo como una carga era retirada de sus hombros, permitiéndole respirar mejor. 

—Lo siento mucho, cariño. Lo que quería evitar es que pasaras por un mal momento, sin embargo solo provoqué que todo resultara peor.—Murmuró el peligris, su voz apenas un susurro.—Pero estoy aquí, estaré mejor, solo es cuestión de tiempo. 

Taehyung tragó con dificultad, sus lágrimas cayendo sin control. La tristeza y el alivio se entremezclaban en su expresión, y aunque intentó sonreír, la preocupación en sus ojos no podía ocultarse.

—Estaba... estaba preocupado.—Titubeó, queriendo expresar más.—Pensé que te había perdido, toda la sangre que perdías, tantas horas en la operación, nadie me decía cómo te encontrabas, solo me alteraban más. Te extrañé tanto, no sabía qué hacer si no te tenía a mi lado, y aún no lo he descubierto, así no me vuelvas a dejar, tampoco vuelvas a preocuparme de esta manera, porque no podría seguir soportándolo. 

Jungkook sintió un nudo en la garganta al ver la vulnerabilidad de Taehyung. Se esforzó por mantener los ojos abiertos, sus fuerzas flaqueando, pero el deseo de consolar a su esposo le dio el coraje que necesitaba.

—Estaré el resto de mi vida pidiéndote perdón por esto, pero prometo recompensártelo.—Inclinando su rostro lo suficiente para que sus labios encontraran la sien del contrario, sonrió.—No volverás a estar solo, tampoco volverás a preocuparte por mí, es una promesa. 

—Aunque no quisiera, siempre me preocuparé por ti.—Confesó, apretando su mano.—Pero yo te prometo estar ahí siempre que despiertes, no voy a irme de tu lado, voy a estar contigo sin importar la situación en que te encuentres. 

Jungkook intentó sonreír, sintiendo una oleada de calma a pesar del dolor físico que aún sentía. El simple hecho de ver a Taehyung allí, a su lado, era un bálsamo para su alma herida.

Las lágrimas de Taehyung cayeron libremente, y aunque trató de mantener la compostura, el alivio de ver a Jungkook despierto y seguro lo superó. Se inclinó hacia adelante, besando suavemente la mano de Jungkook y luego su frente, como si cada gesto pudiera transmitir toda la profundidad de su amor y preocupación.

En el silencio que siguió, ambos se tomaron el tiempo para respirar y recuperarse. Los monitores seguían pitando, el sonido constante era un recordatorio de que Jungkook estaba bajo cuidado constante. Taehyung, aún con lágrimas en los ojos, se dedicó a hacer todo lo posible para aliviar el dolor de su esposo, ajustando la almohada, asegurándose de que Jungkook estuviera cómodo.

Jungkook, a pesar de su dolor, se sintió reconfortado por la presencia de Taehyung. Sus palabras y su toque le dieron una fuerza renovada, y mientras sus ojos se volvían a cerrar, una sensación de paz lo envolvía. Sabía que había un largo camino por delante en su recuperación, pero al menos, en ese momento, no estaba solo.

Mientras el amanecer avanzaba y la luz del día se hacía más brillante, el cuarto del hospital parecía un refugio de esperanza. La presencia de Taehyung era un recordatorio de que, a pesar de la adversidad, el amor y la lealtad podían proporcionar una fuerza inmensa. Y mientras Jungkook descansaba, su mente se aferraba a la promesa de un futuro juntos, a la seguridad de tener a su esposo a su lado. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro