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Capítulo 20.

El sol apenas había comenzado a despuntar en el horizonte cuando Taehyung se despertó con una sensación de emoción y nerviosismo. Hoy era un día importante: la cita médica al cumplir el tercer mes de embarazo. Se giró en la cama y vio a Jungkook dormido a su lado, con una expresión de paz, haciéndolo sonreír por inercia, acariciando su mejilla antes de decidir levantarse. 

Con cuidado, Taehyung se levantó y se dirigió al baño para prepararse. Mientras se lavaba la cara, no podía evitar sonreír al pensar en el pequeño que crecía dentro de él. Este bebé era una nueva esperanza, un símbolo de la vida y el amor que compartían.

Habían transcurrido los días anteriores en tranquilidad, además de sentir que realmente lograba descansar al tener a su esposo a su lado. Cuando su padre tenía que irse al huerto, podía tomar cómodas siestas en compañía del peligris, el cual se aseguraba de arrullarlo y velar por sus sueños para que descansara apropiadamente. En ocasiones, Jungkook lo acompañaba en dormir también, pero en su mayoría se excusaba diciendo que prefería verlo dormir antes de también descansar a su lado. 

Aunque sabía que no solamente lo observaba dormir, sino que solía aprovechar en aquellas oportunidades para seguir hablando con el bebé. Taehyung lo había descubierto en diversos momentos hablándole en voz baja y calmada, contándole anécdotas y detallando cómo era la vida afuera, haciendo sonreír al castaño. Prefería hacerse el dormido y no interrumpir ese momento, sabía que el peligris le costaba en ocasiones hablarle al bebé si él se encontraba presente, todo por culpa de sus hormonas y su sensibilidad al escuchar sus palabras. 

Una vez terminó de alistarse, volvió a la habitación y encontró a Jungkook ya despierto, estirándose perezosamente sobre la cama, encontrándose con su mirada mientras se acercaba hasta él. 

—Buenos días, amor.—Saludó Taehyung, inclinándose para besar al peligris en la frente.

Jungkook sonrió y lo atrajo hacia él, envolviéndolo en un abrazo cálido.—Buenos días, cariño. Veo que alguien está impaciente, debiste de levantarte muy temprano para alistarte. 

Batiendo sus pestañas, mantuvo su mirada fija.—Estoy un poco nervioso, pero también muy emocionado.—Respondió, acurrucándose en el abrazo del peligris. 

Después de unos momentos de tranquilidad juntos, decidieron levantarse y comenzar el día. Jungkook se dirigió a la cocina para preparar el desayuno mientras Taehyung se aseguraba de que todo estuviera en orden para la cita, preparando uno de sus bolsos con sus pertenencias antes de salir de la habitación. 

El castaño fue recibido por la imagen de su padre sirviendo los platos sobre la mesa, mientras Jungkook terminaba de colocar las bebidas sobre la mesa. El desayuno fue una experiencia llena de risas y conversación una vez que todos se sentaron a degustar la comida. El Sr. Kim compartió historias de su juventud, mientras Jungkook y Taehyung disfrutaban de la comida y de la compañía familiar, escuchando atentamente cada una de las anécdotas con sonrisas en sus rostros. 

—Taehyungie era muy ocurrente de niño, muchas veces no sabía si reír o reprenderle por su tipo de preguntas, pero al final solo era un niño, solo optaba por enfocar su atención en alguna otra cosa.—Murmuró, dejando el vaso sobre la mesa. 

—Solo fui muy curioso, y me daba cuenta de las cosas muy rápido.—Protestó, tomando el último bocado de su desayuno. 

—Prepárate, Jeon. Cuando los niños llegan a la edad en que todos les da curiosidad, nadie los puede detener, solo debes afrontarlo.—Palmeando la espalda del peligris, se levantó de su asiento junto con el plato en dirección al fregadero. 

Compartiendo una mirada con el castaño, se sonrieron antes de levantarse de igual manera de la mesa, dando por terminada la hora del desayuno. Jungkook y Seojun se terminaron de alistar, mientras Taehyung esperaba pacientemente en la sala hasta que pudieron salir de la casa en dirección a la clínica. La emoción y el nerviosismo en el aire eran palpables mientras subían al coche y emprendían el viaje.

Al llegar a la clínica, fueron recibidos por el médico, quien los saludó con una sonrisa. Seojun parecía ser el más emocionado de los tres, saludando en un tono alto al hombre en expectativa, entrando rápidamente al consultorio. 

—Buenos días, ¿Están listos para ver a su pequeño?—Cuestionó, invitándolos a adentrarse al lugar. 

Taehyung asintió con entusiasmo, mientras Jungkook y el Sr. Kim sonreían a su lado. Fueron guiados a una sala de ecografías, donde Taehyung se recostó en la camilla, recordando perfectamente la rutina que comenzaba a formase en cada cita. 

—Vamos a echar un vistazo.—Dijo el médico, aplicando el gel en el abdomen de Taehyung y encendiendo la máquina.

El sonido del latido del corazón del bebé llenó la habitación, un ritmo constante y fuerte que hizo que los ojos de Taehyung se llenaran de lágrimas de emoción. No podía acostumbrarse al cálido sonido que inundaba la habitación, sintiéndolo irreal, a pesar de no ser la primera vez. 

—Ahí está.—Murmuró el médico, señalando la pantalla.—Todo parece ir perfectamente bien. El bebé está creciendo como debería.

Jungkook apretó la mano de Taehyung, sus ojos brillando con emoción. El Sr. Kim también estaba visiblemente emocionado, sus ojos fijos en la imagen del pequeño ser que pronto se uniría a su familia.

—Es... increíble.—Murmuró en un tono bajo Seojun, con la voz quebrada por la emoción.

Después de la ecografía, el médico les dio algunas recomendaciones y aseguró que todo iba bien. Seojun no desaprovechó la oportunidad de preguntarle al hombre todo lo que se le ocurriera para cuidar de manera adecuada a su hijo, también expresando sus miedos, pero el doctor se mostró paciente y le brindó respuestas concisas, logrando calmarlo antes de despedirse y asegurarse que en su próxima cita sería muy importante para los tres, en la expectativa de conocer el género del bebé, les hizo prometer asistir juntos. 

Salieron de la clínica con una sensación de felicidad y anticipación, agradecidos por la salud del bebé y la esperanza de un futuro brillante. Sin embargo, mientras se alejaban de la puerta en dirección a la camioneta, Jungkook no podía deshacerse de una sensación de inquietud. Había algo en el aire, una tensión sutil que no podía ignorar.

Observando a su alrededor con una mirada determinada, tuvo el mal presentimiento al ver una camioneta polarizada a la distancia, dándole mala espina. Envolviendo un brazo sobre los hombros de Taehyung, le brindó una rápida mirada a Daeyang, apresurándolo a la camioneta. 

—Taehyung, escúchame bien.—Susurró en un tono bajo, manteniendo su mirada en la camioneta a la distancia.—Necesito que tu padre y tú suban a la camioneta, Daeyang se encargará de llevarlos de vuelta a casa, yo me iré con SooHo, primero necesito arreglar algo antes de volver con ustedes. 

El castaño se giró para verlo, con una expresión confundida.—¿De qué estás hablando? ¿Qué está pasando? 

—Padre, tienen que irse con Daeyang. Los alcanzaré después, mis hombres se asegurarán de que lleguen a salvo, necesito comprobar algo antes de acompañarlos.—Explicó en dirección a Seojun, desconcertándolo por la inesperada situación. 

—No, Jungkook...—Taehyung se aferró a la mano del peligris, apretando en un fuerte agarre.—Dime que está pasando, me estás asustando al no decirme qué ocurre. 

—Hay una camioneta al otro lado del estacionamiento, solo quiero comprobar que no sea ninguna amenaza para ustedes.—Besando su frente, sonrió, pero ningún brillo llegó a sus ojos.—Estaré bien, te lo prometo, pero en este momento necesito saber que estás a salvo con tu padre y Daeyang, necesito que salgan de aquí lo más pronto posible. 

—No, ellos se pueden encargar de comprobarlo, ¿Por qué tienes que ir tú? Estoy seguro teniéndote a mi lado, no a lado de ellos.—Cuestionó, negándose a separarse de él. 

Con un suspiro, lo encaminó hasta la camioneta, donde Seojun fue el primero en subir antes de tomar el brazo de su hijo para obligarlo a subirse, pero se encontraba reacio en hacerlo, temeroso por el cambio de planes. 

—Taehyung, sube a la camioneta.—El tono serio que usó solo provocó escalofríos del castaño, acatando la orden sin saber qué más decir.—Estaré en casa a tiempo, solo tengo que asegurarme que vayan a salvo. Te llamaré cuando vaya en camino, no te preocupes. 

Con una última mirada, Jungkook cerró la puerta del automóvil, dando un golpe a la puerta del copiloto para dar señal a Daeyang en marcharse del estacionamiento. El peligris no giró una vez más para verlos partir, enfocando su mirada al frente mientras era escoltado por dos hombres. 

Tan pronto como la camioneta fue encendida, Taehyung habló.—Daeyang, espero que no te atrevas a salir de aquí, no sin antes saber que mi esposo está bien. 

—Pero son órdenes del señor...—Fue interrumpido por la penetrante mirada del castaño a través del retrovisor. 

—Obedeces las órdenes de mi esposo cuando está presente, de lo contrario me escuchas a mí. Aquí adentro solo estamos mi padre y yo, el señor Jeon no se encuentra en este mismo espacio, así que a quien le acatarás las órdenes es a mí, ¿Entendido?—Recibiendo un asentimiento, volvió su vista al frente. 

Escuchó vagamente las palabras de su padre, sin poder concentrarse en ellas cuando su corazón dejó de latir en ese momento. Dos hombres salieron de la camioneta blindada, atrayendo la atención de todos, hasta que uno de los guardaespaldas que escoltaban a Jungkook sacó una navaja de su funda, alzando su mano para hacer un corte limpio en el costado del cuerpo del peligris, deteniéndolo abruptamente antes de siquiera evitar el ataque. Jungkook se giró cuando la navaja salió de su cuerpo, tratando de sacar su propia arma para disparar cuando una nueva puñalada surgió, terminando de detenerlo en su propio lugar antes de tambalearse, buscando en qué sostenerse. 

Taehyung presenció en sus oídos su propio grito resonar en la camioneta, empujando la puerta con fuerza para abrirla, sin poder encontrar el picaporte de la puerta a tiempo mientras la escena se seguía desarrollando frente a sus ojos. Daeyang bajó primero de la camioneta, alzando su arma en dirección al hombre que se acercaba a paso apresurado para hacer un tercer corte, logrando disparar en medio de sus ojos para hacerlo caer al piso en un golpe seco. El otro guardaespaldas, SooHo, sujetó al peligris contra su cuerpo, buscando a la persona que había comenzado el ataque, viéndolo correr fuera del estacionamiento mientras los dos contrarios servían de distracción. 

Al momento en que Taehyung logró abrir la puerta, cayó al suelo ante la desesperación por salir, tratando de recuperarse rápidamente antes de correr en dirección de Jungkook. Un nuevo disparo resonó en el lugar, haciendo caer al segundo hombre que preparaba su arma para disparar; Seojun gritó el nombre de su hijo, tratando de perseguirlo antes de que resultara lastimado, pero Taehyung tenía el único propósito de llegar al peligris, el cual comenzaba a debilitarse entre los brazos de SooHo, tratando de aferrarse a él antes de caer por completo al suelo. 

Ninguna palabra salía de los labios del castaño cuando se acercó lo suficiente, apartando al guardaespaldas para tener entre sus brazos a su esposo. Sangre brotaba de entre sus manos, tratando de detener la hemorragia mientras observaba a su alrededor con desesperación, ¿Dónde se encontraba la ayuda? ¿Por qué nadie actuaba rápido? No debían de perder el tiempo, se encontraba afuera de una clínica y la ayuda debería de ser inmediata, ¿Dónde estaban todos cuando los necesitaba? 

—¡Necesito un médico aquí, maldición! ¿Por qué no actúan rápido? U-un médico.—Su voz se quebró en la parte final, necesitando retomar el aire a causa de que no lograba respirar adecuadamente. 

Seojun llegó rápidamente, ayudando a tener el cuerpo entre sus brazos mientras Daeyang se dirigía nuevamente al interior de la clínica, con un gesto asustado. Taehyung sollozó, el deseo de gritar carcomiendo su pecho, pero no podía, su voz no se lo permitía mientras sostenía el rostro de Jungkook entre sus manos. 

—Por favor, mírame, ¿Sí? Mantén tu mirada en mí, solo en mí.—Susurró, acariciando su rostro.—Hey, cariño, ¿Me estás escuchando? Necesito que estés despierto hasta que un médico venga, no tardarán en ayudarte. 

Su visión se distorsionaba por las lágrimas, se horrorizó por la sangre que su mano derecha tenía y como la mejilla del peligris se cubría de sangre, deseando poder borrar todo rastro del líquido rojo. Sollozó con más fuerza, necesitando borrar la herida de su mente, necesitaba sacarlo de ahí, sintiendo el miedo de que volvieran a atacar. 

—No cierres los ojos, ¿Puedes escucharme aún? Ahí viene la ayuda, solo aguanta un poco más.—Su voz comenzaba a temblar más de lo que le gustaría, hipando. 

—Taehyung, ahí viene una camilla, debemos de apartarnos.—Seojun tiró de su brazo, pero su cuerpo no cedía. 

Su cuerpo se sentía pesado, solo tenía fuerzas para aferrarse a Jungkook, sin querer apartarse de él ante el miedo de perderlo, de que lo alejaran de él y no volver a verlo. Sintió vagamente como unos brazos lo rodeaban y lo alejaban de su esposo, gritando en súplica que no lo separaran, que quería estar a su lado, pero su visión fue impedida cuando varios enfermeros ayudaron al peligris a subir a la camilla, dirigiéndolo rápidamente al interior de la clínica gritando ordenes que solo formaban un ruido más a oídos del castaño. 

Y antes de que Taehyung pudiera dar el primer paso para acompañarlos, perdió el conocimiento, cayendo inconsciente hasta que todo a su alrededor se nubló. 

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