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Capítulo 16.

Taehyung observó a su alrededor con detalle, reconociendo el lugar de manera inmediata. No recordaba en qué momento había llegado ahí, pero no le agradaba volver a ese lugar después de tantos años. La incertidumbre envolvió su cuerpo como una manta, el temor apretando en su pecho cuando intentó subir las escaleras, sus pensamientos corriendo a una velocidad tan alta que no podía detenerse por un segundo a meditar lo que estaba haciendo, su cuerpo llevándolo a la planta alta para confirmar sus sospechas. 

Tropezó con sus propios pies conforme caminaba por el pasillo, su respiración quedándose atascada en su garganta cuando se detuvo frente a la puerta de madera. Su mano se alzó por inercia al picaporte, pero no quería abrirla, casi soltó un chillido asustado por la forma en que su propio cuerpo no parecía responderle ante su negativa. Cerrando los ojos, se dejó llevar por sus acciones y abrió la puerta, entrando a la habitación al tiempo que escuchó el primer ruido provenir a lo lejos. 

Quedándose estático en su lugar, sus labios se movieron para decir algo, pero nada salió de entre ellos. La imagen que más temía volver a repetir, se encontraba justo enfrente suyo. Pero en lugar de que MinSik estuviera en la misma posición, ahora se encontraba Jungkook, observándolo directamente sin ninguna pizca de empatía o arrepentimiento, solo diversión dibujada en sus facciones. 

—Tenemos compañía.—Murmuró, captando la atención de su compañía. 

La persona no se volteó a verlo, pero la mirada del peligris seguía puesta en Taehyung. Quería gritar, tenía el impulso de golpearlo y exigirle una explicación, pero también quería correr y llorar hasta que no quedara nada en su sistema, quería huir tanto como quería escuchar su razón. Su cuerpo no se movió, sus ojos no se podían apartar de la escena ni tampoco de la expresión divertida de quien fue su esposo, pero también se negaba a creer que todo ello era real. 

—Tú provocaste que hiciera esto, Taehyung. Tú eres el único responsable de esto.—Su expresión divertida cambió a una seria, sus ojos tornándose duros.—¿Crees que fui feliz todo este tiempo? Solo fue una pérdida de tiempo, tanto tiempo desperdiciado en nada. 

—No...—Negó en un tono bajo, antes de sentir algo húmedo bajando por sus piernas. 

Bajando la mirada, el piso se tiñó de rojo, sangre comenzaba a manchar su pantalón y la punzada que comenzaba a sentir en la parte baja de su vientre no podría significar ninguna buena señal. Soltó un jadeo, cayendo al suelo en un estruendo mientras sostenía su vientre, tratando de calmar las lágrimas que llenaban sus ojos para tratar de pensar con claridad, necesitaba ayuda. 

Ayuda, él necesitaba ayuda. 

La imagen delante suyo se distorsionó, todo se volvió borroso y la sangre que comenzaba a manchar sus manos desapareció, convirtiéndose todo en blanco. 

Taehyung golpeó el costado de la cama al momento de despertar, sobresaltado mientras trataba de recuperar la respiración. El sudor recorría su frente y su pecho, también sintió húmeda su espalda cuando se incorporó sobre la cama, tomando asiento en el colchón. Sus manos se dirigieron a su vientre, no había dolor y tampoco sangre, pero se desconcertó al encontrarse solo en la habitación. 

Soltó un suspiro tembloroso, necesitando calmarse pero parecía una tarea imposible.—Estás bien, Taehyung. Estamos bien, el bebé está bien, todos estamos bien. 

No pudo contener el sollozo que escapó de entre sus labios, tapando su boca para evitar soltar un ruido y alertar a su padre. Lo último que necesitaba era tener a su padre preocupado entrando a la habitación, teniéndole que contar la pesadilla que había tenido de un viejo momento de su vida. 

Recargando su espalda contra la cabecera, cerró los ojos y frotó sus manos sobre su vientre, tratando de pensar en solo cosas positivas a su alrededor. Nada de su sueño era real, confiaba plenamente en que Jungkook no haría tal acto como ello, el peligris daría su vida para mantenerlo a salvo, preferiría morir antes de saber que lo lastimaría de tal magnitud, pero la mente del peliazul parecía engañarlo reproduciendo las imágenes de su pesadilla una y otra vez.  

Observando el reloj, Taehyung se percató que eran pasadas de las dos de la madrugada y que necesitaba volver a dormir. Tomando su celular, desbloqueó la pantalla y buscó rápidamente el contacto de su esposo, sabiendo que no podría volver a descansar si no lo escuchaba, solo necesitaba escucharlo hablar, una rápida conversación y colgaría, no tendría porqué durar mucho. 

Sin meditarlo una segunda vez, apretó el ícono de llamada y pegó el celular contra su oreja. No tuvo que esperar mucho cuando la llamada fue tomada, la respiración agitada al otro lado de la línea lo alertó. 

—¿Taehyungie, estás bien? ¿Pasó algo malo? Es muy tarde, es de madrugada por allá, ¿Te sientes mal, tengo que llamar al doctor? Avísale a tu padre, Daeyang debe de estar cerca de la casa vigilando...—Fue interrumpido por el sollozo del peliazul, preocupándolo aún más.—Espera, déjame ordenar un vuelo en este momento, me encargaré de que estés bien, no tienes de qué preocuparte. Haré que Daeyang entre a la casa, nos veremos en la clínica. 

—N-no, no es nada grave.—Susurró, limpiando las lágrimas de su rostro. Aclaró su garganta, necesitando expresar que realmente se encontraba bien.—Solo quería escucharte, no era mi intención preocuparte, no vuelvas aún si no puedes, solamente prométeme estar para el chequeo del bebé. 

—Sabes que estaré a tiempo, está casi todo cubierto por acá.—Escuchando una exhalación, se encogió en su lugar.—Cariño, dime qué es lo que sucedió, estás alterado y necesito saber qué te tiene de esa manera, no puedo estar bien si sé que tú no estás bien. 

—Estoy bien, también el bebé está bien, solamente te extraño mucho.—Mordiéndose el labio, prosiguió.—Se siente muy sola la casa, por lo menos podía hablar con la señora Lee de vez en cuando, aunque me gusta pasar tiempo con mi padre, pero él también tiene sus cosas por hacer y Daeyang se limita a su trabajo.—Soltando una carcajada, sorbió.—Solo necesito un poco de interacción, es todo. 

—¿Realmente sucede eso o se debe a otra cosa?—Al no recibir una respuesta inmediata, no adivinó.—Fue una pesadilla, ¿No es así? Cuéntame qué te trajo de esa manera. 

No quería decirlo en voz alta, la vergüenza no lo dejaba hablar, pero sabía que Jungkook no se detendría hasta saberlo.—Creo que recordar algunas memorias del pasado hicieron que se distorsionara con la realidad, solo eso. 

—Cuéntame, cariño. Sabes que no podrás volver a dormir si no lo dices, es mejor que lo digas y podrás volver a descansar, estaré escuchándote. 

Frotando sus ojos con cansancio, suspiró.—Soñé con el escenario de MinSik, lo que te conté... Yo volví a esa casa, todo era tan familiar y me asusté, porque cuando subí las escaleras y llegué a la habitación, algo de mí sabía que en esta ocasión no volvería a encontrar a MinSik, sino a ti.—Armándose de valor, siguió hablando.—En lugar de MinSik, tú estabas en esa cama con otra persona, tú me veías y me dijiste que tenía la culpa de todo eso, solo yo tenía la culpa. No podía moverme, y luego había sangre bajando por mis piernas y el dolor de mi vientre me asustó demasiado, ya no se trataba de ti, se trataba de nuestro bebé. Necesitaba ayuda, pero ya no estabas ahí y nadie estaba junto a mí, luego me desperté. 

Sintiendo un nudo en su garganta, controló las lágrimas que amenazaban en volver a salir. No necesitaba seguir llorando, no quería seguir haciéndolo, por lo que trató de desviar su atención a su vientre, solo para comprobar que nada de ello era realidad y que estaba bien con todo. 

—Oh, Taehyung...—La voz angustiada de Jungkook sonó a través del auricular, haciéndose acurrucar contra sus piernas.—Quisiera estar ahí, pero te lo diré a través del celular. Escúchame bien, ¿Entendido?—Recibiendo una afirmación del peliazul, habló.—Taehyung, me conoces y sabes todo lo que he hecho, sé que no seré el hombre con el historial más limpio de este mundo y no es que esté orgulloso de ello, hay cosas de las que me arrepiento y cosas que hago porque lo veo normal en mi vida, pero una infidelidad jamás estará en mis pensamientos ni en mis acciones. Detesto todo lo que conlleva un acto tan impuro como ello, y tengo mis límites para cometer atrocidades. Eres mi esposo, el padre de nuestros hijos y no podría pedir a otra persona en mi vida si no eres tú, eres el ser más puro en mi vida, eres quien purifica mi alma y hace que pueda sobrellevar la gran carga que llevo sobre mis hombros, eres la persona que deseo ver tan pronto como despierto y la última persona que deseo observar hasta caer dormido, solo te necesito a ti para respirar y seguir con vida, nadie tendrá ese efecto en mí mas que tú. 

—Jungkook...—Susurró, siendo vencido por la emoción y las lágrimas desbordando sus ojos. 

—Eres mi vida entera, bebé. No hay manera en que hiciera un acto como ese, nunca me permitiría lastimarte de tal manera, porque prefiero morir antes de hacerte daño. Si pudiera, te abrazaría en este momento, me aseguraría que no tuvieras dudas y que estuvieras tranquilo que ese sueño solo fue una pesadilla, solo eso. 

—Lo siento si te hace pensar que dudaría de tu confianza, porque no lo hago, estoy seguro de tu amor hacia mí, solo que recordar todo ese sueño, estar nuevamente en esa posición me hace sentir enfermo. 

—Trataré de recortar mi tiempo aquí e iré lo más pronto posible, prometo que saldremos y haremos que despejes tu mente, ¿Qué te parece eso? Te llevaré a un lugar bonito, disfrutaremos del ambiente y dejaremos que el resto de la noche nos dicte qué hacer, solo seremos tú y yo, olvidaremos todo lo que está pasando y nos enfocaremos en nosotros. 

—Pero es peligroso, no quisiera que nos expusiéramos, lo podemos hacer después.—Sugirió de manera inmediata. 

—Está bien, deja que me encargue de todo. Te diría que te preocuparas por arreglarte y verte hermoso, pero la verdad es que todo el tiempo te ves maravilloso, arreglarte más solo haría que provocaras un infarto en mi corazón, eres demasiado hermoso para ser real. 

Con un sonrojo, sonrió.—La adulación te llevará a todas las partes que quieras ir. 

—Créeme, esa noche planeo ir a todas las partes en que me dejes ir, absolutamente todas. 

—En ocasiones eres demasiado lindo que podría morir, pero en otras ocasiones me haces recordar al hombre atrevido que conocí y del que me enamoré. 

—Entonces sigue recordándolo, porque no he cambiado desde entonces. Sacas la mejor versión de mí, Taehyungie, siempre lo has hecho. 

Acomodándose mejor sobre la cama, Taehyung volvió a meterse bajo las sábanas con la intención de conciliar el sueño. Colocando el celular en la almohada contraria, activó el altavoz antes de acurrucarse mejor, abrazando una de las almohadas libres. 

—¿Podrías quedarte en la llamada hasta que me quede dormido?—Pidió en un susurro, haciendo un puchero en sus labios a pesar de que el contrario no pudiera verlo. 

—No debes de pedirlo, sabes que seré feliz con todo lo que me ordenes.—Escuchando ruido provenir desde la línea, supuso que el peligris también se acomodaba para acostarse.—Duerme tranquilo, cariño. Estaré aquí hasta que estés durmiendo, no me moveré de aquí. 

Cerrando los ojos, Taehyung creyó en sus palabras, quedando grabadas en su mente las palabras de Jungkook, sintiéndose reconfortado. 

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