Jungkook y Taehyung se encontraban en la sala de espera de la clínica, rodeados por el suave murmullo de conversaciones y el ocasional sonido de páginas pasando en revistas de salud. La atmósfera del lugar era acogedora, con paredes de colores cálidos y plantas en cada esquina, un contraste marcado con el mundo de tensión y peligro al que Jungkook estaba acostumbrado.

Taehyung, sentado al lado de Jungkook, sostenía su mano con firmeza. Ambos estaban nerviosos, pero por diferentes razones. Para Taehyung, era la emoción y la incertidumbre del primer embarazo. Para Jungkook, era la lucha interna entre proteger a su familia y el peligro constante que su vida en la mafia traía consigo. En su mente aún se mantenía la conversación que había mantenido en la mañana con un viejo colega, prometiendo una visita próxima de su parte para aclarar unos temas que le inquietaban, buscando las respuestas más prontas posibles. 

—Todo va a estar bien.—Dijo Taehyung en un susurro, como si intentara convencerse a sí mismo tanto como a Jungkook. 

Y la verdad era que, para el peligris en especial, se sentían como una confirmación entre que todo estaría bien tanto para su familia como el haber tomado esa decisión. 

Jungkook apretó suavemente la mano de Taehyung, mirándolo con ojos llenos de amor y preocupación.—Sí, todo va a estar bien.—Repitió, aunque una parte de él no podía dejar de preocuparse por los riesgos que su vida presentaba para su futura familia. 

La puerta de la consulta se abrió, y una enfermera llamó su nombre.—Señores Jeon, el doctor los verá ahora. 

Ambos se levantaron y siguieron a la enfermera por un pasillo hasta una habitación acogedora. El doctor, un hombre de mediana edad con una expresión amable, los recibió con una sonrisa, ofreciéndoles su mano tendida para estrecharlas. 

—Bienvenidos, soy el doctor Kim. Por favor, tomen asiento.—Dijo, señalando dos sillas frente a su escritorio.—Hoy es una consulta importante, ya que es su primer chequeo del embarazo. ¿Cómo se sienten? ¿Se encuentran nerviosos? Papás primerizos, ¿No es así? 

El peliazul tomó la iniciativa al contestar.—Un poco nerviosos, pero emocionados. Es nuestro primer bebé, tal como dice.—Respondió, mirando a Jungkook con una sonrisa que irradiaba felicidad. 

El doctor asintió, comprendiendo.—Es completamente normal sentirse así. Vamos a hacer algunas preguntas de rutina y luego pasaremos a la ecografía para asegurarnos de que todo esté bien con el bebé. 

Las preguntas iniciales pasaron rápidamente: historial médico, hábitos alimenticios, y los primeros síntomas del embarazo que Taehyung había experimentado. Jungkook escuchaba atentamente, cada respuesta reforzando su determinación de proteger a Taehyung y al bebé. También una parte suya sentía cierto remordimiento, percatándose recién de los síntomas que su esposo había presentado mientras se habían mantenido en distanciamiento, ni siquiera quería imaginarse lo que debió de sentir al pasarlo solo más los problemas que tenían entre ellos. 

Finalmente, llegó el momento de la ecografía. Taehyung se recostó en la camilla mientras el doctor preparaba el equipo. Jungkook se colocó al lado de Taehyung, sosteniendo su mano con una fuerza excesiva que hizo jadear al peliazul, tratando de aflojar el agarre con una leve mueca. 

—Hey, ¿Sucede algo?—Cuestionó con la frente fruncida, preocupado por su reacción. 

Percatándose de su reacción, negó con un leve movimiento de cabeza, bajando la mirada.—Lo siento, simplemente estoy pensando demasiado. 

Antes de que pudiera decir algo, el doctor volvió a aparecer en su campo de visión, explicando el tipo de ecografía que le estaría aplicando para el tiempo de gestión que llevaba. 

El silencio en la habitación era palpable mientras el doctor movía el transductor, buscando la primera imagen del bebé. De repente, el sonido de un latido rápido llenó la habitación, un sonido que hizo que el corazón de ambos se detuviera por un segundo.

—Ahí está.—Murmuró el doctor Kim con una sonrisa, señalando la pequeña pantalla donde se podía ver un diminuto saco gestacional.—Ese es el corazón del bebé, latiendo fuerte y claro. Todo parece estar en perfecto estado. 

Las lágrimas llenaron los ojos de Taehyung mientras miraba la pantalla, sus emociones desbordándose al escuchar el latido del corazón de su hijo por primera vez.—Es... es increíble.—Susurró, apretando la mano del peligris.

Jungkook, por su parte, sintió una oleada de emociones que no podía describir. La vista de su futuro hijo, y el sonido de ese latido, le hizo prometer en silencio que haría todo lo posible para proteger a su familia.—Sí, es increíble.—Repitió, susurrando mientras besaba suavemente la frente de Taehyung.

El hombre pasó a explicarles la imagen que se proyectaba frente a ellos, señalando varios puntos que consideraba importantes y cómo se estaría desarrollando conforme a las semanas. Toda la información mantenía anonadado a Taehyung, escuchando atentamente a lo que el doctor decía mientras se aferraba al costado del peligris, buscando un soporte para comprender que todo ello estaba sucediendo realmente. 

La idea de tener un bebé en camino parecía sorpresiva aún. 

El doctor Kim les dio algunas instrucciones sobre el cuidado prenatal y les proporcionó una foto de la ecografía para que se la llevaran a casa.—Recuerden, es importante seguir todas las recomendaciones y venir a todas las consultas programadas. Cualquier anomalía o malestar que sientan, es importante acudir de manera inmediata para poder revisar y descartar algún posible riesgo. 

—Entendido.—Susurró el peliazul en un tono anonadado, observando la foto entre sus manos. 

—De igual manera tienen mi número, y una vez más los felicito, sé que puede parecer un proceso aterrador, pero los guiaré para que todo esté bien con su bebé. 

Con un último asentimiento, la pareja salió del consultorio mientras el peligris guiaba al contrario por el pasillo, apretando su agarre sobre el brazo que envolvía sus hombros, mirando de reojo como Taehyung se mantenía enfrascado con la ecografía. 

Mientras salían de la clínica, Taehyung sostenía la foto con una sonrisa radiante.—¿Puedes creer que crecerá tanto en los próximos meses? Parece imposible de creer. 

Jungkook sintió una mezcla de felicidad y responsabilidad.—Lo sé, amor, pero cuando menos imaginemos ya tendremos a nuestro bebé en nuestro hogar, es un hecho. 

Caminando juntos hacia el automóvil, ambos se sintieron más unidos que nunca. Sabían que el camino por delante no sería fácil, especialmente con las sombras del mundo de Jungkook, pero en ese momento, compartiendo la esperanza y la promesa de su futuro hijo. 

Una vez que el peligris se aseguró del cinturón de seguridad de Taehyung, rodeó el automóvil hasta la puerta contraria, uno de los hombres que los acompañaban cerrándole la puerta detrás suyo antes de encaminarse hasta el asiento del piloto para salir de ahí. 

—Probablemente mañana por la tarde vaya a visitar a un viejo colega, ¿Recuerdas que te mencioné que iría a hablar personalmente con una persona que pudiera ayudarme en esto? Pude contactarme con él y avisar de mi visita, aceptó sin problema de vernos. 

Los hombros de Taehyung se tensaron ante la noticia, pero se limitó a asentir.—¿Cuánto tiempo estarás allá?  

—Probablemente dos días, el camino es retirado porque vive lejos de la ciudad.—Atrapando su mano entre las suyas, sonrió.—Trataré de mantenerme en comunicación contigo, si mi visita se extiende o me retiro antes te lo haré saber. 

—No te puedo acompañar, ¿Verdad? 

Negó.—Preferiría que estuvieras en casa, tengo demasiado tiempo sin visitarlo y no quisiera exponerte a ningún peligro. 

—¿Es peligroso?—Se giró para confrontar su mirada, interrogándolo. 

—No, es un ex miembro del sindicato retirado, realmente no conforma ningún peligro.—Sonrió, bajando la mirada a sus manos unidas.—Simplemente me causa mayor calma saber que estarás en nuestro hogar, donde todos pueden verte y protegerte. Prometo presentártelo en otra ocasión, te agradará. 

Con un suspiro pesado, asintió.—Bien, pero estaré esperando tu llamada para saber que estás bien. 

—Sabes que cumpliré mi palabra.—Inclinándose sobre el asiento, depositó un beso sobre la comisura de los labios.—Ahora, ¿Qué es lo primero que quieres hacer? Podríamos ir viendo la habitación del bebé, aún quedan un par de habitaciones libres en la casa, o estaba pensando sobre si querías, y te parece bien, en buscar otra casa, una donde creas conveniente que nuestra familia crezca. 

Escuchando con gesto sorprendido la última parte, sonrió con emoción.—Creo que eso suena muy bien para mí. 

—Entonces comenzaremos a buscar un nuevo hogar, me encargaré de que todo quede listo antes de su nacimiento. 

Con una nueva meta, se dirigieron a su hogar solo con el propósito de buscar uno nuevo. Todo se comenzaba a sentir como el comienzo de una nueva vida para ellos, solo esperaban no apresurarse con sus planes.