Capítulo 01.
Actualidad...
El peligris soltó un sonido gustoso por la sensación del cuerpo que se arremolinaba contra el suyo, la manera que sus extremidades encajaban y la suavidad de la piel ajena bajo sus manos. Sus brazos se tensaron alrededor de su pareja, besando su cuello mientras los dedos jugaban con el borde de la camiseta que llevaba puesta, su tacto calando en un abrasador calor a primera hora de la mañana.
No podía pedir más que despertar con su bello peliazul entre sus brazos, la manera en que parecía acoplarse contra su presencia. De esa manera había sido desde hace seis años, y no pensaba cambiarlo por nada en el mundo, preferiría pensar en descender de este mundo antes de siquiera pensar no poder vivir al lado de Taehyung por el resto de sus días.
Sus manos picaban por tocar más, pero sabía por sí mismo que si a sus impulsos solo alargaría su estadía en la cama y pospondría toda su agenda del día. Debía de cerrar unos cuantos tratos y finalizar otras relaciones con viejos socios, no podía permitirse posponer dichos eventos a pesar de su deseo por quedarse.
Cuando hizo el intento por levantarse, unas manos se aferraron a sus brazos para detenerlo, haciéndolo sonreír por la manera en que el contrario trataba de volver apegarse a su cuerpo.
—No te vayas.—Susurró con voz somnolienta, apretando su agarre.
—Buenos días, cariño.—Inclinándose lo suficiente, depositó un beso sobre su sien.—Puedes volver a dormir, aún es muy temprano.
—Te quiero aquí.
El peligris soltó una sonora carcajada, recorriendo sus labios sobre su mejilla.—Prometo volver antes de que vayas a dormir.
—Eso es muy tarde.—Con un quejido, se giró entre sus brazos hasta quedar frente a frente, plantando sus manos contra su pecho.—¿Cuándo tendrás un descanso?
—No tengo permitido descansar, lo siento.—Y era la verdad, ni siquiera recordaba la última vez que obtuvo siquiera un día de descanso. Su trabajo lo necesitaba a todas horas del día, tenía que estar al tanto de todo y de todos, pero en los últimos meses había empeorado, en ocasiones siquiera podía llegar a su habitación a dormir una hora decente porque estaba en su despacho tratando de seguir resolviendo los asuntos que lo implicaban.
—¿Ni siquiera para una cita?—La pregunta lo tomó desprevenido.
—¿Una cita?
—Quiero que tengamos una cita.—El peliazul colocó su mentón sobre el pecho de Jungkook, observándolo con una expresión risueña.—Quiero pasar tiempo contigo.
—No deberías de pedirme una cita, sabes que yo aceptaré con gusto todo lo que me pidas.—Entrelazando sus dedos, depositó un beso sobre su dorso.
—Pero te encuentras tan ocupado que ni siquiera coincidimos en toda la semana, así que prefiero pedirte una cita y me hagas un lugar en tu agenda antes de que otra cosa suceda.
El peligris no le gustó la manera de expresarse, le molestaba el hecho de que Taehyung lo dijera con normalidad aunque esperara una reacción molesta por su parte porque, ¿Cómo podía tomarlo de buena manera cuando parecía una razón suficiente para molestarse? Debía de brindarle la atención que merecía, tenía que estar a su lado y consentirlo, Taehyung era todo para él.
—Taehyungie, perdón por no estar tan presente como me gustaría estar, pero puedo prometerte que iremos a citas, volveremos a tener esa rutina que teníamos antes de que el trabajo me alcanzara.—Acunando su rostro entre sus manos, rozó la punta de sus narices con una sonrisa.—¿Qué te parece si hoy comenzamos con los planes? Me desocuparé más temprano y podremos ir.
—No, prefiero que hagas lo que tengas que hacer hoy, y podemos tener esa cita otro día en el que tengas menos trabajo. Sé que debes de tener ya todo un programa para hoy, no me gustaría que lo modificaras por mi culpa, son tus asuntos y entiendo si debes de enfocarte en ellos, solo quiero que tengas en mente que salgamos en una próxima oportunidad que tengas.
—Eres demasiado bueno para mí, Kim Taehyung.—Susurró, dando un suave roce entre sus labios.
—Eres demasiado irreal para mí, Jeon Jungkook.—Compartiendo una última sonrisa, terminaron de romper la distancia que los separaba para besarse.
—Vamos a tener esa cita hoy, así que te recogeré a las ocho.
Con una sonrisa divertida, invirtió las posiciones hasta que el peliazul quedó encima del contrario, plantando las manos contra su pecho.—Me temo que yo pasaré por ti a las ocho.
—¿Pasarás por mí?
Asintió.—Seré yo quien conduzca esta noche, así que espero estés listo para las ocho que pase a recogerte.
Con una carcajada, pasó sus manos por la espalda baja del contrario, asintiendo.—Entonces estaré esperándote.
Taehyung se encontraba sumamente nervioso, pero agradecía saberlo disimular.
Apretando el volante entre sus manos, soltó un suspiro mientras se disponía a bajar del automóvil. Había pasado encerrado desde el asiento del piloto alrededor de cinco minutos, preparándose mentalmente para los sucesos de esa noche. No todos los días podía tener una cita con su esposo y además decirle que estaba esperando a su primer bebé.
Sí, Taehyung estaba concibiendo.
Después de haberlo descubierto un par de días atrás con una prueba de sangre, porque para él era indispensable confirmarlo por todos los medios posibles, había trazado todo un plan para dar la noticia. Teniendo la difícil tarea de convencer al personal de que no le dieran aviso a Jungkook de sus salidas a la clínica, sus recientes búsquedas de algún restaurante que pudiera convencerlo para cenar y verificar su agenda de la semana, prefería darle la noticia por sí mismo antes de que él siquiera lo sospechara.
A veces consideraba que la intuición de su esposo era muy malo para él en esas ocasiones, tenía que sacar sus mejores habilidades para no ser descubierto.
Con una última mirada por el espejo, tomó sus pertenencias y bajó del automóvil antes de dirigirse al ascensor. Practicó su sonrisa y repasó de manera mental la manera en qué le diría la noticia, imaginándose en un sofisticado restaurante con sus platillos favoritos, la melodía acompañándolos y soltaría la noticia, celebrarían y luego... Probablemente volverían a casa, dormirían felices y al día siguiente lo hablarían con mayor calma.
Tan pronto como dejó el ascensor se encaminó por todo el pasillo, compartiendo un par de sonrisas a rostros conocidos y otros pocos trabajadores que se veían felices por retirarse del trabajo. Estaba por llegar a la puerta de la oficina de su esposo cuando esta misma se abrió, la impecable apariencia de su esposo lo dejó sin aire por un momento, su sonrisa se ensanchó a tal punto que sus ojos eran pequeñas rendijas y abalanzó su cuerpo hasta que estuvo entre los brazos del peligris.
—Buenas noches, cariño.—Saludó, envolviendo sus brazos alrededor de los hombros ajenos.
—Siempre tan puntual.—Correspondiendo su sonrisa, Jungkook inclinó la cabeza y capturó los labios de Taehyung en un beso suave pero apasionado.
Los labios de Taehyung respondieron con ternura, fundiéndose con los de Jungkook en un baile íntimo y familiar. Cada beso era una promesa de amor eterno, una afirmación de su conexión profunda y duradera. En ese momento, el tiempo parecía detenerse mientras se perdían en el suave roce de sus labios, envueltos en el abrazo reconfortante del otro. Podrían haber transcurrido solo un par de horas, pero cada minuto separados parecía una eternidad, y tan pronto como se lograban ver de nuevo, demostraban el sentimiento que les provocaba la distancia.
—Es momento de irnos, o temo que no llegaremos a tiempo.—Taehyung fue el primero en separarse, manteniendo los ojos cerrados mientras recuperaba el aliento.
Mordiéndose el labio, asintió.—El día de hoy tú mandas.
Soltando una carcajada, asintió antes de darle espacio para que cerrara su oficina y poder partir del edificio. El camino hasta el automóvil fue corto mientras se sumían en una conversación relatando sobre su día, y para cuándo tuvieron que asignar asientos, el peliazul decidió volver a ser conductor, por lo que el peligris tuvo que tomar el asiento del copiloto.
—¿A dónde me llevarás hoy?
—Es una sorpresa, sabes que no voy a decirte nada hasta que lleguemos.—Comentó, saliendo del estacionamiento del edificio.
Sin poder contradecir sus palabras, Jungkook decidió cambiar de tema al saber que no conseguiría respuesta alguna por parte del contrario. Todo parecía estar en cámara rápida, esa era la única respuesta que Taehyung podía pensar conforme la noche transcurría y llegaban a su destino, solo podía desear que todo saliera tan bien como lo había planeado.
En un restaurante íntimo y privado, Taehyung y Jungkook disfrutaban de una cena romántica a la luz de las velas, tal y como habían acordado aquella mañana. El ambiente estaba impregnado de amor y complicidad, y el suave murmullo de una melodía llenaba el aire del lugar.
Taehyung jugueteaba nerviosamente con la servilleta mientras luchaba por encontrar las palabras adecuadas. Finalmente, reunió el coraje y miró a los ojos a Jungkook, su corazón latiendo con fuerza en su pecho. Apenas se había atrevido a tomar un par de bocados, sintiéndose tan nervioso como no permitirse comer, pero debía que confiar y saber que todo estaría bien, su problema radicaba en cómo soltar la noticia.
—Jungkook—Comenzó Taehyung, su voz suave pero firme.—Hay algo que necesito decirte.
Jungkook apartó la mirada de su plato y se enfocó en Taehyung, notando la seriedad en su expresión.—¿Qué pasa, cariño? Estás actuando de manera extraña desde que llegamos.
Taehyung respiró hondo antes de continuar.—Jungkook, sé que hemos hablado sobre empezar una familia juntos, y... mi respuesta en ese momento fue que no estaba aún muy preparado para ello.
—Lo recuerdo perfectamente, quedamos que sería en el momento que creyeras oportuno, no había presiones.—Dejando los cubiertos sobre la mesa, sonrió para tratar de disipar los nervios del contrario.
—¿Y si te dijera que estoy preparado en este momento?—Cuestionó, atrapando su labio inferior entre sus dientes, una pequeña sonrisa amenazaba por salir de sus labios.
Los ojos de Jungkook se abrieron de par en par, sorprendidos por las palabras de Taehyung.—¿A qué te refieres, Taehyung? ¿Estás diciendo...?
Taehyung asintió con una sonrisa tímida.—Sí, Jungkook. Estoy embarazado. Vamos a tener un hijo.
El corazón de Jungkook dio un vuelco de emoción y alegría ante la noticia. Se levantó de su asiento y rodeó la mesa para abrazar a Taehyung con fuerza, deteniéndose a un costado suyo mientras se arrodillaba, observándolo con una expresión entre la sorpresa y emoción mezclada.
—Posiblemente podrías pensar que el estar preparado significaba un "vamos a saltarnos la comida en este momento", y esperaría que fuéramos a cualquier otro lugar; pero mi noticia es que ya hay un bebé dentro de mí, así que creo que nos ahorramos un paso a estas alturas.
Compartiendo una carcajada, fue el turno del peligris de hablar.—¡Taehyung, eso es increíble!—Exclamó Jungkook, sin poder contener su felicidad.—¿Desde hace cuánto lo sabes?
Taehyung levantó la barbilla, sus ojos brillando con emoción.—Solo hace un par de días, pero es difícil mantener esta noticia conmigo, temía que en cualquier momento lo sospecharías.
Entrecerrando sus ojos, estudió su mirada.—¿Ya fuiste al médico? ¿Quieres que vayamos ahora? Un doctor debe de seguir todas las semanas de gestión, ¿No es así? También debemos de ver en qué clínica quieres que te atiendan, no estoy seguro de cuáles existen pero puedo pedirle a Min que nos ayude con ello...
Sintiendo la necesidad que acallar sus palabras, el peliazul acunó el rostro de Jungkook entre sus manos para profanar su boca, deteniendo su habla.—Apenas cumpliré el primer mes en una semana y media, podemos ver eso más adelante.
—Perdón, solo la noticia me sorprendió mucho y ahora estoy nervioso.—Sonrió, juntando sus frentes.
—Haz hecho tantas cosas en tu vida que podrían considerarse poco convencionales, pero cuando se trata de un bebé, ¿Te pones así de nervioso? Eso es algo nuevo por ver.
Riéndose por el comentario, cerró los ojos antes de tomar la mano de su esposo entre las suyas para acercarla hasta sus labios, depositando un beso en el dorso de esta.—No todos los días escucho la noticia que seremos padres.
Soltando un suspiro, asintió estando de acuerdo.—Tenemos muchas cosas qué hablar al respecto, pero por hoy siento que es suficiente. Todo el día estuve tenso pensando cómo podría decírtelo, así que me siento un poco agotado a estas alturas, ¿Qué te parece si vamos a casa ahora mismo, y mañana hablamos sobre la noticia?
—Lo que sea que necesites lo obtendré para ti.—Levantándose de su lugar, Jungkook se aseguró de traer consigo a Taehyung para envolverlo entre sus brazos, echando un último vistazo a la mesa para comprobar que nada les hacía falta antes de caminar fuera del restaurante.
Y mientras se preparaban para irse a dormir, Jungkook no pudo confesar en voz alta que la noticia había traído consigo un nuevo miedo, pero a su vez una nueva puerta que estaba dispuesto a abrir si garantizaba la libertad y seguridad que buscaba desde hace tiempo.
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