𓏲★. lonely place: the end.
FINAL
PÁGINA VEINTE
Lugar solitario.
-Pero, ojo, eh. «Es el dolor más dulce, ardiendo a través de mis venas».
Repitió el pelinegro por quinta vez en la noche del sábado, después de tener una ardua reunión con los nuevos socios, los cuales uno de ellos le dio la información que más le rompió el corazón en mil pedazos. Park Seojung era su asistente desde que era una simple mesera, para su muy mala suerte, era la hermana de Park Jimin, por lo que se enteró de que Miki, su ex esposa, estaba esperando un hijo, y gracias a uno de los nuevos socios suyos, también supo que estaba saliendo con un nuevo hombre y era probable que sea el padre del bebé que está esperando. Efectivamente, Hwang Hyunjin está muerto en vida.
Bebía a más no poder, sin importarle el mezclar los tragos, lo único que quería sentir era el olvido del rostro de la mujer que tanto amaba y que nunca se lo pudo decir, trataba de recordar las cosas malas que se acaba de enterar de ella para odiarla, simplemente que no podía, ya que sabía que todo fue su culpa, que el dolor que estaba sintiendo en estos momentos era a causa de él y de sus malas decisiones.
Yang Jeongin fue la persona que llegó al costado del chico ebrio de ojazos celestes, Yang tenía la cara de pocos amigos, el menor estaba enojado con el mayor por la simple razón de que se estaba sumergiendo en la tristeza en vez de hacer algo positivo por su vida, aunque también estaba enojado con su propio socio, lo arruinó-de alguna manera-y por su culpa una gran persona se encontraba ebrio, derramando lágrimas y diciendo estupideces en un tono muy audible para los clientes de aquel bar. Sin decir que algunos ya estaban mirándolo con ojos efusivos, unos que otros ya se han quejado con el dueño del bar, sencillamente que no podían hacer nada debido a que Hyunjin con una mirada y un arma podía hacer todo lo que quería en aquel establecimiento.
-Innie, te voy a dar un gran consejo que quiero que lo tomes para tu futuro.-dijo titubeando, alzando su dedo índice y tratando de encontrar la cara del menor.-El amor es una tortura...
-Hyung, vámonos.
-No, ven aquí. Te es-stoy tratando de dar una gran lección de vida sobre el amor y t-tú no me estás prestando atención.
Molesto, jaló la manga de Jeongin, sentándolo a su derecha bruscamente, ahora los dos estaban con la mirada en diferentes ángulos, pero lo que más importaba era que Hwang no le quería dar un consejo de amor, sencillamente, le quería informar que en estos momentos comprendía que el dolor de un amor es una mierda, que eso solo lo hacía sentir seguro de que el amor dolía como el carajo y que no lo quería volver a sentir nunca más en su vida.
Luego de esa noche tan desastrosa, I.N fue la persona que ayudó al pelinegro a llegar a salvo a su nuevo hogar, esta vez decidió alejarse de la civilización, se encontraba viviendo en una gran y hermosa cabaña a las afueras de la ciudad, no solo tenía el privilegio de que nadie de sus enemigos lo encontrarán, sino que también podía estar tranquilo, no obstante, al mediodía siguiente el hombre se levantó, sin ningún síntoma de dolor ante las bebidas que succionó la noche anterior, porque ya era una costumbre para su cuerpo inhalar todo tipo de sustancias, empero, estando sentado en la esquina de su cama, vistiendo ropa cómoda y su cabello todo revoltoso, no pudo quitar esos recuerdos de su cabeza.
Tsk. Echó un balbuceo irónico, tratando de creer sus próximas palabras para poder olvidarla de una buena vez por todas.
-Ella no es ni la primera, ni la última, lo único que dejó fue varias agujas afiladas por todo mi corazón, perforando profundamente... Maldita loca.
-Poético.
Elevó su atención a la entrada de la puerta de su cuarto, viendo a Jung Wheein, su mejor amiga. Un personaje que apareció tan pocas veces, pero que es demasiado importante en la solitaria vida del chico de ojos celestes, cabello negro y un miserable corazón destruído. La mayor tomó lugar en la cama con el muchacho, tratando de ayudarlo a seguir adelante en su nueva vida, ya que era el momento de pasar página y hacerse cargo de los nuevos negocios.
-Tienes qu...
-Noona, no puedo ni recordar cómo era. Solamente, tengo que dejar que esto pase. Me terminé quedando como un lobo solitario por mi culpa, estoy feliz por ella, aunque nadie me crea, estoy muy feliz de que esté esperando un bebé... Y que esté con alguien más.-mentí, sonriente y mirándola.-Los recuerdos siempre estarán conmigo, estarán en mi memoria y eso está bien. En verdad.
Wheein no le creyó, pero sonrió.
Era la única forma a que su mejor amigo comprenda que tenía su apoyo, aun cuando Hyunjin hacía cosas que no estaban en la lista de buenas personas. Empero, era su amigo, y haría cualquier cosa por él, aunque a veces no sean correctas. En ese lapso de tiempo, el pelinegro trató de relajarse y concentrarse en los futuros negocios que iba a tener. Entre que una mujer estaba mirando una gran fotografía familiar, trataba de buscarle un buen ángulo para colgarlo en el muro del cuarto de su bebé, el cual aún no nacía, sin embargo, hacer eso era la única manera de que su cabeza no esté con varias preguntas, dudas, y demás cosas que no eran buenas para ella. El sonido de la puerta abriéndose hace que gire su cuello, ahí es donde hace aparición el periodista que conoció apenas se alejó por penúltima vez del mafioso, el periodista era un joven asiático y bellísimo, unos ojos castaños oscuros, siempre vistiendo ropa cómoda, además de su bolso, que se lo llevaba a todas partes, sin mencionar que tenía un extraño hábito de llevar la cámara por todas partes, logrando simpatía en ella.
-Saliste linda.
Mostró la fotografía, acercándose a la mujer con una sonrisa apretada. Logrando que Miki note el parecido a un cachorro, desde que lo vio ha tratado de buscarle una explicación científica a que eso pueda ser real, no obstante, no era el momento de pensar en eso, sino que el chico le tenía que decir algo muy importante, algo que no le quería contar debido a que era un anuncio que estaría recordándole cosas a la futura mamá y también sobre el trabajo de él.
La pelirroja se dio cuenta de eso.
-¿Está todo bien, Seungmin?
-Es sobre la noticia.
-¿Una nueva? ¿O de qué hablas?
Seungmin dudaba de si decirle la verdad, solo que ya estaba cansado de tener que mentirle de nuevo a la mujercita de los cafés. La única razón del por qué ellos eran tan unidos, solamente, fue gracias a Lee Minho, la persona a cargo de hacer que Hyunjin crea que su ex esposa ya estaba en una nueva relación y que su futuro bebé era de él y no del ojicelestes.
-Los detectives están a punto de encontrar las pruebas suficientemente incriminatorias para encerrar a Hyunjin y a sus cómplices por las muertes en Busan, Jeju y gran parte de Seúl. Aún se está procesando de si tomarán en cuenta los negocios en Italia.
Explicó de a poco, ayudando a la mujer a que se relajara y tomara asiento. No quería que por su culpa Miki pierda al bebé, apenas llevaba 4 meses de embarazo, no era una buena idea que eso sucediera. No obstante, ella le dedicó una media sonrisa al castaño, diciéndole que quería un poco de agua, cosa que Seungmin desapareció por el pasillo de la casa en la búsqueda del agua, pero como era bien sabido, Miki ya no estaba más en el cuarto del bebé, y el sonido de la puerta se escuchó.
-Mierda. Qué bocón eres, Kim Seungmin.
Se dijo así mismo, cerrando los ojos con enojo.
De inmediato, sacó su celular, mandándole un mensaje de texto a su fuente más confiable, entre que la pelirroja estaba conduciendo lo más rápido que podía, tenía que hablar con el idiota de su hermano mayor. Hace bastante tiempo que no se hablaban, pero siempre hay una buena razón para poder hacerlo, ya que si su ex esposo cae, su hermano también, también su propia familia. No podía permitir que una cosa como esa pasara en su vida, Vittoria tenía que tener el placer de poder conocer a su nieto, sus hermanos a sus sobrinos y así con todas esas personas de gran interés en la vida de la pelirroja de casi 26 años.
6 MESES ATRÁS
I.N estaba un poco molesto por ser citado de esa manera al despacho de su mejor amigo, porque la forma en que Felix Stefano le mencionó que debían de tener una reunión con Hwang, le dio a comprender muy bien qué algo grave sucedió y para mala suerte del chico de ojos zorrinos, es que también estaba involucrado, o capaz, quería que sea sus ojos y oídos, una vez más.
Deslizó la puerta lentamente, notando que un hombre de cabello negro se encontraba sentado en su larga silla giratoria, tenía la mirada perdida en un sobre que estaba en su mesa, el ambiente daba muchísimo miedo debido a que las luces estaban apagadas, era de medianoche, la única luz era de la luna, las cortinas que se encontraban detrás de Hwang Hyunjin estaban más que abiertas, haciéndole compañía al lúgubre momento. Yang cerró la puerta, llamando la atención del hombre con ojeras, cabello desastroso y algún ápice de aquella barba descuidada, dándole a entender que se descuidó muchísimo desde la última vez que vio a su mujer.
-Hyung, ¿me llamaste?
-Toma asiento, Jeongin.-ordenó Hyunjin, para agarrar el sobre entre sus manos, viendo algo entre ellos. I.N toma asiento, tratando de entender lo qué sucedía.-Explícame cuál es la verdadera relación de Lee Minho y mi esposa.
Sabía que si no decía nada alguien terminaría más que lastimado y no era exactamente el hombre de ojos celestes. No obstante, el menor tampoco quería ocasionar una disputa en su empresa, menos con su principal socio, aun cuando sabía su gran secreto, ese secreto que también involucraba a la pelirroja.
-Trabajan juntos.
-¿Juntos?
-Así es, desde la muerte del Don Maurizio unos de sus hombres cambiaron de bando, y fue lo que pasó con Lee Minho-notificó, pasando saliva con dificultad.-. Él trabaja para Miki Stefano.
Frunció su entrecejo, echando una risotada a más no poder. Porque no podía creer en las palabras del menor, no era posible de que el audio que escuchó hace unas horas, era cierta y que su propia esposa lo traicionó, llevándole esa información tan valiosa, tal vez, ella fue la persona que logró que los enemigos de la familia Stefano han tenido durante muchos años. Solamente por eso lo miró.
Hyunjin se recostó en la silla.
-¿Miki Stefano fue quién dio la información a Cosa Nostra?-cuestionó, notándolo directo a sus fanales oscuros. Quería ver el actuar del chico, esa sería la única forma de saber si decía la verdad o le mentía.-Yang, dime la verdad.
Entonces, levantó la mirada.
La única expresión que el pelinegro conocía a la perfección de Yang Jeongin, era su mirada tan sincera que siempre le daba cuando trataba que el mayor haga las cosas bien.
-Así es.
-¿Por qué ella haría eso?
-Su esposa es la sottocapo de Camorra.-informó directo.-Sí, sé que es imposible de...
-Te creo, Jeongin-ssi.
Se asombró, ya que jamás pensó que Hyunjin diría algo como eso. Tanto que lo siguiente que ha salido de su boca lo asombró cada vez más debido a que Hwang está confiando en el menor, para ello, decirle absolutamente todo lo que llegó a sus oídos, hasta que entendió las verdaderad razones de que Hyunjin se esté encargando de la Mafia 'Ndrangheta.
I.N lloró.
ACTUALIDAD
¿Quién diría que no le importó?
Qué no deseaba verla en estos momentos, que a nadie le interesaba sobre la gran información que la pelirroja le llevó al consigliere de su ex esposo, ella sabía que nunca debió de confiar en las falsedades de su hermano Felix, porque el chico de cabello castaño ya sabía sobre lo que la pelirroja le confesó, y fue por eso mismo que ha pedido a los guardias que la saquen de ahí, que no la quería para nada cerca de la casa.
Por eso es que ella se alarmó.
No dudó en comunicarse con Changbin, pero él no le podía responder. Miki sabía que por la unica razón de que Seo Changbin se encontraba en la vida de Hwang era parte de su trabajo, él tenía que seguir las órdenes de su jefe, hacerse el amigo de Hwang Hyunjin. Las horas pasaban volando, de la misma forma que sus nervios, más cuando Seungmin la llamó, dándole la mala noticia de que han encontrado las pruebas y que toda la policia estaba en la búsqueda del Don de la Mafia Italiana 'Ndrangheta.
Porque se han fugado.
-¡Contéstame, mierda!-gritó cabreada por la tensión en que se encontraba.-¡Respóndeme!
Lanzó el celular en la cama, sus manos van a sus pelos rojos vino, mientras que en su cabeza era un torbellino de emociones, preguntas, miedos, no quería que nada malo le pasara, por dentro estaba maldiciendo a su hermano por hacerle pasar por todo este mal momento.
-Miki-ah, ya relájate de una vez. Recuerda que estás embarazada.
Jimin intentó relajarla, sin embargo, no estaba funcionando. Lo único que logró era asustarla aún más, pero el celular de Miki sonó muy de repente, ver el número desconocido fue lo que logró una esperanza, atendió.
-¡¿Hola?!
-¡Miki!-exclamó, de fondo se podían oír los tiroteos, también sonidos de autos arrancando.-¡Se va a entregar! ¡Cercalo!
-¡¿Di cosa stai parlando, Franco?!
-¡Descubrió a Seo! Sabe que todo fue parte del plan de la policía, así que hicieron un acuerdo, Changbin lo encontrará en las calles de Yongsan. ¡Búscalo, Miki! ¡No puede hacerlo! ¡Tien-!
-¿Fr-franco? ¡¿Franco?!
Exclamó el nombre del sujeto, solamente que la señal se vio afectada. No lo pensó cuando fue a las corridas hasta el auto, siendo perseguida por uno de sus mejores amigos para tratar de saber lo que acababa de suceder. No obstante, Miki debía de encontrar al hombre que tanto amaba en algún momento para hacerlo entrar en razón y que no cometiera una locura.
Aceleró a más no poder.
Perdiéndose entre las calles, buscando a la gran persona que conoció en su momento, pero ya era de noche y su vista se veía borrosa, capaz por las lágrimas que se encontraba expulsando. Era el padre de su bebé, no quería que esté tan lejos de él cuando nazca, no quería eso. Además de que Hwang Hyunjin tenía que saberlo, estacionó el auto ahí nomás, observando el lugar con ojos asustados, tratando de encontrar a esa persona, únicamente que no hay forma de que eso sea así, pero un helicóptero pasa muy cerca de donde ella se encontraba. Corrió a más no poder, metiéndose a una galería con techo al aire libre, empero, ahí fue en el instante en que se dio cuenta de dónde estaba. Era el lugar en donde de vez en cuando venía con su ex esposo, viendo algunas obras de arte de todo tipo, así que empezó a caminar cada vez más lento, sintiéndose la peor mierda por lo que le estaba por pasar al chico de ojos celestes. Fue en ese momento en que sus luceros se encontraron entre la oscuridad de la noche, viéndose con una media sonrisa, o algo así.
-¿Qué haces? ¿Estás loco?
Escupió sus primeras palabras, observando al hombre con sus fanales brillosos, ya no podía aguantar más el dolor que estaba sintiendo en su pecho. Sencillamente que lo menos que el pelinegro estaba haciendo era escucharla, porque sus ojos fueron directo al vientre de la pelirroja, viendo su panza de 4 meses.
-Siento que esta noche será la más desolada.
-Vete, vamos, vete. Están por llegar.
Hwang Hyunjin elevó sus fanales a la mujer, notando que se encontraba muy nerviosa de lo que le pueda estar pasando al sujeto dentro de pocos segundos. Sin embargo, a él no le importaba aquello, solamente, ver a la mujer antes de que toda su vida se vaya a la mierda.
-Me voy a entregar, Miki.
-¡¿Estás loco, Hwang?! ¡¿Uh?!-gritó con dolor en su voz, mientras veía su alrededor con miedo.-¡Ya vete de aquí! No quiero que te encierres, ni siquiera sabes lo que te puede suceder ahí adentro cuando sepan quién carajos eres. Por favor, vete de aquí, los puedo distraer si voy ahora mismo.
Mencionó, dando un paso al frente, queriendo alejarse del alto, para darle tiempo a la policía a que no se acerquen a dónde ellos estaban, solo que el ojicelestes detuvo el accionar de la chica. Una de sus manos tomó su brazo, pero sin hacer tanta presión en ellos.
-Miki, no me inquieta lo que pueda ocurrirme mientras asumo la responsabilidad de las vidas que arrebaté en aquel entonces. Estoy seguro de que estaré bien porque tengo tus memorias en mis pensamientos y eso es lo único que me proporcionará seguridad. Y porque tú siempre seguirás siendo el aire que respiro.-expresó sin observarla.
No obstante, ella no lo permitiría.
-Esto es una tortura para mí, no lo hagas.
-Por primera vez estoy haciendo las cosas bien y necesito que me apoyes. Siempre has querido que te comunique las cosas que me están pasando, así que lo estoy haciendo.-bajó la mirada, buscando al detective que se suponía que tenía que llegar en ese momento.-Demasiado tarde, pero lo hago. No quiero que estés triste cuando me haya ido, puedes darme estos pocos segundos la calma que necesitaré al momento en que me vaya.
Miki estaba derramando lágrimas, enojada de las decisiones que estaba teniendo el mayor con ella y con sus sentimientos.
-¿Por qué de este modo? No me agrada, no quiero que sea así, Hyunjin. No puedes estar ahí, no te pueden agarrar, si lo hacen... Jamás podré decirte la verdad cuando esté preparada y eso me está matando.
-¿Cuál verdad?
-El bebé... el bebé no es de...
-Hyunjin.
Detrás de ambos se hace sonar la voz del oficial Seo Changbin, quién se encontraba vestido con su traje especial, chaleco antibalas y su arma, pero trataba de no usarla delante de ellos dos. Porque se suponía que tenían un trato y era mejor que el pelinegro lo cumpliera. El ojicelestes asintió, volviendo la mirada a la pelirroja de ojos cafés llorosos.
-Vámonos, por favor.
-Si lo hago, ¿volverías conmigo?
-Hwang.-ella advirtió.
-Respóndeme, Miki. ¿Volverías conmigo?
Era una respuesta muy sencilla para ella, ya que no era lo que estaría pasando si Hyunjin lograra escaparse. ¿Qué caso tendría escaparse sino? Si no estaría con él la persona que tanto amaba, no podía permitir, y muchísimo menos, verla con otro hombre, formando una hermosa familia.
-Eso no importa.
-Sí que importa. Ignora a Changbin, ignora a los helicópteros, a todas las patrullas que acaban de entrar a la galería, porque no me importa ni siquiera el tiempo que me queda fuera de la prisión, porque solo quiero pasarlo contigo y con nadie más.
Hyunjin acarició la mejilla de la pelirroja, entre que Stefano se estaba debatiendo para decirle la verdad sobre el fruto que se encontraba dentro de ella, entonces, mientras que presionaba su panza y con las lágrimas en sus mejillas rosadas por el llanto. Tomó fuerzas, únicamente que ellos la interrumpieron. Changbin dio unos pasos, haciendo una señal a sus hombres a que aguarden un momento, ya que no quería que todo se vaya al carajo. Porque Hwang era un hombre con sorpresas debajo de sus mangas, todo podría pasar.
-Lo siento, pero debo irme.
-No lo hagas, Hyunjin.-ordenó firmemente. Sujetando de su brazo con fuerza, no quería que sea capaz de abandonarlos.-Recuerda todo lo que hemos pasado juntos, no me puedes dejar...
-Alguien está esperando por ti, ya vete.
-Por favor.
-¿Cómo piensas que seré capaz de olvidar todas las locuras que vivimos juntos? Jamás lo haré, Miki, siempre estarán... aquí y aquí.
El pelinegro indicó el corazón de la mujer, de la misma forma que su cabeza, demostrándole que todos esos momentos estarán guardados en su memoria y los atesorará para siempre. Entonces, ya no era necesario seguir insistiendo en que él se quedara en su vida, porque los agentes ya se estaban acercando lo suficientemente al cuerpo de su ex esposo y pensó que ese instante era el momento perfecto para decirle.
-El bebé es tuyo.
Dejó de caminar repentinamente.
Miki podía ver la firme espalda de Hyunjin, una de sus manos relajada y la otra moviéndose por las emociones que estaba sintiendo, no obstante, fue en ese momento en que el helicóptero bajó por completo al suelo, dejando que otros sujetos armados salgan de allí, caminando al chico de ojos celestes, melena corta en un negro y lo último que pudo ver fue a Hwang Hyunjin con una media sonrisa en su faceta, también las lágrimas que abandonó al saber aquello.
Al saber que él era padre de ese bebé.
Pero el momento fue arruinado por uno de los hombres, que, únicamente, sujetó fuertemente a Hyunjin, esposándolo y empujándolo a la vez. Sencillamente que ellos dos se veían, pareciera que nada más importaba que observarse por una última vez más en sus vidas. Así fue el final de la historia de estas dos personas, ambas con un veneno cargando sus sangres, entre que el fruto de su amor iba desarrollándose dentro de Miki Stefano.
«Hwang Hyunjin, eres el mejor beso mortal que probé alguna vez.»
¡ahhhh!
después de mucho tiempo
llegó el final que tanto
estaba esperando :'( solo deseo
que a todos ustedes les haya
gustado del mismo modo
que a mí. bueno, nos
vemos en el epílogo, mi gente.
(' . .̫ . ')
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