Capítulo 6: Valores Heredados, Voluntad Heredada.
Biagio sale corriendo y los otros tres lo siguen desde atrás, alejando a esos tipos de Kristen.
– « Biagio ¡No tenías que hacer esto! ¡Idiota!. » – Pensó Kristen preocupada mientras mira a la dirección que se fue Biagio.
– « Ese imprudente se fue a la dirección contraria de las montañas, debo ayudarlo. » – Pensó Kristen mientras salía del arbusto.
Luego Kristen recuerda que Biagio le había dicho que lo espere en la montaña.
– « Si voy a ayudarlo ahora su esfuerzo de alejarlos de mi será en vano, voy a esperarlo en la montaña. » – Pensó Kristen mientras comienza a correr hacia el norte.
Corre por unos veinte minutos y ya había recorrido la mitad del camino que necesitaba para salir del bosque hacia la pradera.
Kristen para para descansar y se apoya en un árbol.
– « Pero no entiendo porque Biagio va tan lejos como para poner el riesgo su vida solo para ponerme a salvo, es cierto que nos llevamos muy bien desde el inicio, pero sigo sin entender. No sé si yo podría hacer lo mismo. » – Pensó Kristen mientras siente culpa y remordimiento.
Kristen recupera el aliento y volvió a correr para llegar a la montaña.
Biagio seguía corriendo todo lo que puede hacia sur, una dirección totalmente contraria al norte en donde estaba yendo con Kristen, solo para alejar a los tipos lo máximo posible de ella.
– « ¿Qué estoy haciendo? ¿Acaso me creo un héroe que salva a la damisela en apuros? » – Pensó Biagio mientras esquiva ramas y árboles, salta arbustos y rocas.
Entonces Biagio recuerda lo que les decían sus padres.
– Biagio, recuerda, siempre debes ayudar a las personas que lo necesitan, si está en tus posibilidades debes hacerlo, pero es importante que te nazca del corazón. - Dijo Dante Mancini el padre fallecido de Biagio mientras está sentado en la mesa.
– Está bien ¿ Pero por qué papi?. - Dijo el Biagio de diez años mientras come su plato de pastas.
– Porque ayudar a las personas son uno de los actos más honorables del ser humano, algo tan sencillo pero a la vez nadie lo hace, así que si ves a una anciana alzando cosas pesadas ayúdala, si ves a un ciego intentar cruzar la calle ayúdalo, pero importante, siempre que te salga del corazón. – Dijo Dante Mancini mientras agarra el hombre del niño Biagio.
– Si es una mujer o una niña con más razón debes ayudar. - Dijo Adrienna Bianco Mancini la madre de Biagio mientras acaricia la cara de Biagio.
– Está bien mami. - Dijo el niño Biagio mientras la mira con determinación.
– Oye Adrienna ¿Tan rápido quieres tener una nuera? Jajajaja. – Dijo Dante mientras se ríe descaradamente.
– Si conoce a una niña desde ahora es mejor ¿No?. – Dijo Adrienna mientras aprieta fuerte el hombro de Dante.
– Jajaja, no puedo ganar contra las mujeres. – Dijo Dante rendido.
– Hijo, nunca contradigas a una mujer, te va a ir mal en la vida, jajaja. – Dijo Dante mientras se ríe y golpea la mesa.
– Oye, no digas eso, dios mío... – Dijo Adrienna mientras mira a Dante con cara de decepción.
– No entiendo de que hablan, no me dejen fuera de la conversación. – Dijo la Adelina de doce años mientras hace un puchero.
–Jajaja perdón, perdón. ¿Nos perdonas Adelina? - Dijo Dante mientras suplica a su pequeña hija.
- Mmmm. Te perdono papi. – Dijo Adelina mientras sonríe.
- jajaja. – Se ríen todos mientras tienen un almuerzo en familia.
Biagio termina de recordar esos hermosos recuerdos con su familia completa y suelta unas lágrimas.
– « Es cierto, estos son los valores que me heredó mi padre, no... Esta es la voluntad heredada de mi padre. » – Pensó Biagio con determinación mientras empieza a cansarse de correr tanto.
– « Aunque lo que me dijo mi madre fue más una broma, pero estoy seguro que pensaba igual que mi padre, ayudar a las personas si me nace del corazón. » Pensó Biagio mientras suelta una pequeña risa entre medio de su respiración agitada.
Biagio sigue corriendo y saltando con todas sus fuerzas, no tiene el lujo de sentirse cansado, él sabe que si frena un poco morirá.
Comienza a salir el sol desde el horizonte y comienza a haber poco a poco más luz.
Biagio ya no siente las piernas pero el sigue corriendo, también siente un hambre que lo está carcomiento por dentro, pero el sigue corriendo por su vida.
Mira hacia atrás y no están más los tipos, parece que se cansaron de seguir a Biagio y es normal, han estado corriendo como por casi cinco kilómetros y poco más de dos horas.
Biagio frena a descansar e inmediatamente le tiemblan las piernas y se cae al suelo.
– « No siento las piernas, me duele el pecho y la espalda, tengo hambre, tengo los labios y la boca seca de la sed, tengo mucho sueño, siento que me estoy muriendo. » – Se quejó Biagio en su mente.
Biagio abre su mochila y saca la cantimplora con agua potabilizada con las pastillas potabilizadora que hizo en el capítulo dos y comienza a tomar desesperado.
– « Quisiera algo de comer, pero el agua se siente tan delicioso. » – Pensó Biagio mientras toma su agua poco a poco para no intoxicarse con el agua.
El cuerpo humano necesita agua, pero también si se toma en exceso y de un momento te puedes intoxicar con el agua, los riñones no pueden procesar tanta cantidad de agua y puedes morir.
– « Bien, creo que los he perdido, espero que Kristen ya haya llegado a la pradera, mejor si ya llegó a la montaña. » – Pensó Biagio mientras se intenta levantar.
Biagio logra levantarse pero le tiemblan las piernas y se vuelve a caer.
– « Maldita sea, piernas levántense, necesito volver con Kristen, necesito ir a las montañas. » – Pensó Biagio mientras golpea sus piernas.
– « Es inútil, no reaccionan, descansaré por media hora y volveré caminando. » – Pensó Biagio mientras se arrastra para a recostarse en un árbol.
Biagio se saca sus botas, ya que le duelen los pies por estar corriendo tanto tiempo con calzados inadecuados para el running.
– « Veamos, si rodeo por la izquierda o derecha del punto en dónde se encuentran esos tres tipos locos, creo que puedo llegar a la pradera sin la necesidad de encontrarme con ellos. » – Pensó Biagio mientras mira a sus alrededores.
El sol ya está iluminando la luz de la mañana y Biagio mira la luz que se escapa entre las ramas de los árboles.
– « Ya está amaneciendo, creo que es hora de salir otra vez. » – Pensó Biagio mientras se para con dificultad.
Mientras tanto los tres hombres que seguían a Biagio se encuentran en su territorio.
– Ese tipo es muy escurridizo, estamos gastando demasiada energía como para una sola persona, mejor dejémoslo por ahora y vayamos a dormir. – Dijo hombre dos mientras se acuesta en el pasto.
- Es cierto, él debe estar con tanto miedo que no creo que salga de dónde está, además que si sigue yendo para el sur, se encontrará el territorio de Chen Mao, ese chino loco con su grupo de decenas de personas. – Dijo hombre tres mientras se recuesta en un árbol.
– Si le sale bien, se incorpora en ese grupo y si sale mal lo matan y le roban su gran cantidad de monedas. – Dijo hombre uno mientras toma agua de la cantimplora.
– Es cierto, de todas formas ya está fuera de nuestro alcance, mejor durmamos. – Dijo hombre tres mientras intenta dormir.
– Si. – Dijeron hombre uno y dos mientras intentan dormir.
Mientras tanto Kristen ya está en la pradera en camino a la montaña.
– « Espero que Biagio esté bien, no sé cómo voy a agradecerle por siempre ayudarme, no me gusta deberle a la gente, tengo que devolver el favor. » – Pensó Kristen mientras mira hacia la dirección del bosque.
– « No debo pensar en esto ahora, cuando llegue el momento sucederá naturalmente, vamos directo a la montaña. » – Pensó Kristen mientras camina hacia la montaña sin mirar atrás.
pasan una más o menos dos horas y Biagio ya está a mitad de camino para salir del bosque y entrar a la pradera.
– « Ah, me duelen las piernas pero debo seguir caminando, me queda más o menos la mitad del camino debo acelerar el paso. » –
Biagio saca su cantimplora de la mochila y toma más agua, dejando casi un cuarto de la cantimplora con agua.
– « Ah, todavía siento sed pero debo racionar el agua, me queda un largo camino todavía y tengo mucha hambre. » – Pensó Biagio mientras guardaba su cantimplora.
Por otro lado, Kristen ya había llegado al inicio de la montaña y escaló unos siete metros, hacia una parte de la montaña que hay un suelo medio plano para sentarse o acostarse.
– « Bien, si estoy a esta altura, aunque venga alguien, no podrá subir si no es alguien que sepa escalar, para poder trepar está bastante irregular y un poco inclinado en no a favor del escalador, pero estoy seguro que Biagio puede hacerlo, aquí lo esperaré. » – Pensó Kristen mientras pone su mochila en el suelo como almohada.
pasaron más o menos otras dos horas más y Biagio ya salió del bosque y ya estaba en la pradera.
– « Qué suerte tengo, parece que los tipos se cansaron de mí, espero que estén durmiendo. » –
Biagio camina hacia las montañas aunque ya ni sentía sus piernas desde hace rato, debe hacerlo, para sobrevivir el ser humano hace lo imposible.
pasan dos horas más y ya mediodía, Biagio cansado llega a la montaña.
– ¡Kristen! ¿¡Estás aquí!? ¡Responde! - Gritó Biagio mientras mira por todos lados.
Kristen, que estaba dormida esperando a Biagio, se despierta y le grita desde arriba.
– ¡Biagio! ¡Estoy Aquí!. – Gritó Kristen mientras lo saluda.
Biagio la mira desde abajo y se acerca a la montaña para subir hacia dónde está Kristen.
– Está bien, espérame ahí ya subo. – Dijo Biagio mientras se dispone a escalar.
– Está bien, no te sobre esfuerces. – Dijo Kristen mientras estira su brazo para agarrarlo cuando suba.
Biago comienza a subir pero está demasiado cansado así que va muy lento. Cuando está por subir pierde fuerzas y comienza a deslizarse lentamente hacia abajo.
– ¡Oh no! ¡Biagio! ¡Sujeta mi mano! - Gritó Kristen mientras estira su mano.
– ¡Está bien! - Gritó Biagio mientras extiende su mano hacia la mano de Kristen.
Biago logra agarrar la mano de Kristen y ella hace todas sus fuerzas para alzarlo. Biagio también hace todas sus fuerzas para seguir trepando y no dejar todo el trabajo a Kristen.
Por fin Biagio llega con Kristen, pero del cansancio sus piernas ceden ante el cansancio y se cae al suelo, Kristen lo sujeta y lo abraza.
– ¡Idiota! ¿¡ Por qué hiciste semejante acto temerario!? ¡Debimos haber escapado juntos! Si lo haces la próxima vez, me voy a enojar enserio.
– Jajaja lo siento, pero lo volveré a hacer si es necesario. – Dijo Biagio mientras está en los brazos de Kristen.
– ¿Por qué vas tan lejos para salvarme? - Preguntó Kristen preocupada.
– Por... Porque es algo que mi padre me heredó, el ayudar voluntariamente a la gente que lo necesita, es la voluntad que me heredó mi padre. – Dijo Biagio mientras respira con dificultad.
– ¡Estúpido! ¡Piensa más en tu propia vida!. Gritó Kristen con lágrimas en sus ojos.
– Está bien. – Dijo Biagio mientras sonríe.
Pasaron media hora y Biagio está acostado en el suelo y le ruge el estómago.
– Aquí no hay comida. – Dijo Biagio mientras se toma el abdomen por el hambre.
– Lastimosamente no. – Dijo Kristen todavía enojada por lo que hizo Biagio.
– Vamos ¿Todavía seguirás enojada?. – Preguntó Biagio mientras intenta levantarse.
– ¿Te parece?. – Preguntó Kristen mientras lo mira enojada.
– Vamos... Ah, claro ¿Quieres que pidamos comida por la tienda? Costará algo de monedas pero podemos dividirnos los gastos. – Dijo Biagio mientras saca su teléfono celular.
– Buena idea ¿Qué pedimos? Preguntó Kristen mientras saca su teléfono celular.
– Pidamos lo más barato, total es para saciarnos. – Dijo Biagio mientras ordena.
– Está bien. – Dijo Kristen mientras ordena,
Terminan de ordenar y la comida llega diez minutos después en dron.
– Oh, fue bastante rápido. – Dijo Kristen mientras mira al dron.
– Si, increíble como tienen preparado todo. – Dijo Biagio mientras recoge la comida del dron.
Poco después el dron se va, Biagio y Kristen empiezan a comer.
– Está delicioso. – Dijo Biagio mientras come su hamburguesa.
– Totalmente. – Dijo Kristen mientras come también su hamburguesa.
– Nunca pensé que estaría tan feliz de comer una hamburguesa. – Dijo Biagio con una cara de felicidad que solo un niño haría.
– Tu lo dijiste. – Dijo Kristen mientras mira a Biagio tontear.
Terminan de comer y beber agua, por fin sienten algo de saciedad después de mucho tiempo, y se preparan para trepar el resto de la montaña.
Fin del capítulo 6.
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