Pasaron tres días y el grupo de Agustina, Klaus, Trinidad, Lena y José, ellos se habían instalado cerca del grupo de las chicas del campamento porque ellas estaban enojadas con el nuevo grupo, porque les dijeron de todos a los hombres y desde ese día, no han tenido mucha comunicación, más que nada porque los chicos del campamento mantienen la distancia, ya que no quieren armar problemas por la mala fama que tienen los hombres, por otro lado las chicas del campamento, están preocupadas por ellos, ya que no saben casi nada de lo que están haciendo, solo saben que los chicos siguen trayéndoles comida de las montañas, también saben que ellos impiden que se les acerquen los depredadores.

No saben que están comiendo o si están bien de salud, ya que la única doctora es Kristen, solo hay un enfermero en el grupo de los chicos y hay dos enfermeras y una doctora en el grupo de las chicas.

Como era de esperar, Anikka y Kristen están preocupadas por sus respectivos enamorados, ya que ese día si vieron que les afectó mucho lo que dijo Agustina sin piedad.

Por esa situación, por una sola persona, la relación entre los chicos y las chicas definitivamente se ha destruido y las chicas están intentando averiguar cómo repararlo.

- Debemos ir hacia donde están y hablar, decirles que confiamos en ellos y que no pensamos todas como esa loca, debe ser doloroso para todos, ser tachados como criminales perversos solo porque algunos lo hacen, pero personas perversas hay tanto en hombres como mujeres. - Dijo Amelia mientras está sentada y mira hacia abajo.

- Lo sé, pero ellos se alejan cada vez que nos acercamos y lo peor es que lo hacen pensando en nuestro bien. - Dijo Camille mientras se pone triste.

- Ser hombre debe ser difícil. - Dijo Eun-ji mientras suspira y piensa en toda la situación.

- Es cierto, además de proveernos la alimentación y defendernos de los peligros, pero se alejan sin recibir nada a cambio, por lo que dijo esa estúpida. Viendo la forma de ser de Biagio todo este tiempo, es típico de los hombres hacer esto, querer el bienestar de las personas que te importan y dejar tu bienestar de lado ¡Los hombres también tienen sentimientos! - Gritó Kristen furiosa por las palabras que dijo Agustina aquel día.

- Es cierto, los hombres también pueden llorar, sentirse mal y querer que alguien los consuele. - Dijo una chica del grupo llamada Aíne Doyle, una chica irlandesa de veintidós años.

- Es cierto, pero lo complicado es que los hombres no lo admiten, por eso llamado "masculinidad" de lo que tanto están orgullosos. - Dijo Anikka mientras se rasca la cabeza irritada.

- Si a mí me dijeran esas cosas yo creo que me hubiera largado a llorar en el acto. - Dijo Yelitza Romero, una chica peruana de veinte años.

Las chicas se miran entre ellas y luego suspiran por toda la situación que están experimentando, llevan más de un mes hablando con los chicos del grupo, claramente ya se hicieron amigos y por eso se preocupan.

- ¡Maldita sea Agustina! ¿¡Por qué tuviste que decir eso!? - Preguntó Kristen mientras cierra los puños fuertes de la impotencia.

- ¡Te escuché! ¿Por qué insultas? - Preguntó Agustina mientras se acerca a las chicas con los demás de su grupo.

Kristen, Anikka, Amelia, Camille, Eun-ji, Yelitza, Aíne y las demás chicas del grupo campamento miraron enojadas a Agustina y a los otros cuatro de su grupo acercarse hacia ellas.

- Vamos ¿Por qué me ven así? - Preguntó Agustina sin entender lo que estaba pasando.

- No te queremos por lo que dijiste hace tres días. - Dijo Eun-ji mientras aparta la mirada como si estuviera diciéndole que se vaya para siempre.

- ¿Ah? ¿Estás enojada por eso? ¿Por qué te enojarías por lo que dije si no dije nada malo? - Preguntó Agustina sin saber el porqué de verdad.

- Ofendiste y humillaste a los chicos de nuestro grupo, que todos son buenas personas y ahora se alejaron de nosotras creyendo que es por nuestro bien, por eso te odiamos. - Dijo Kristen sin ningún filtro ni intentando suavizar las cosas, ella en verdad odia a Agustina.

- Oh, Kristen ¿Aceptaste mi propuesta no? Ahora somos pareja, no necesitas preocuparte por ningún hombre cisgénero heterosexual, yo te protegeré. - Dijo Agustina totalmente enamorada de Kristen.

- ¡No acepté nada! Soy Heterosexual y me gusta Biagio, del grupo de los chicos, no me interesan las mujeres. - Dijo Kristen ya irritada de responder a Agustina todo el tiempo.

- No existe una mujer cisgénero cien por ciento heterosexual en el mundo, sé que podré gustarte si me esfuerzo, adiós, amor. - Dijo Agustina mientras se va caminando junto a sus cuatro subordinados.

Cuando le dijo amor Kristen sintió un escalofrío en todo su cuerpo, no podía creer que esa chica criticara e insultara tanto a los hombres, pero ella actúa igual de lo que criticó aquel día.

- Esa chica sí que está loca. - Dijo Anikka mientras la mira con enojada por todo lo que provocó.

Hace dos días, Agustina se le declaró a Kristen, diciendo que fue amor a primera vista, pero Kristen rechazó a Agustina amablemente porque ella no está interesada en las mujeres, pero eso ofendió a Agustina, ya que ella cree firmemente que no existe mujer cisgénero cien por ciento heterosexual en el mundo, eso solo puede existir en los hombres cisgénero y para ella esos son los violadores y violentos.

Por eso ella le dijo a Kristen que la enamorará y demostrará que Kristen no puede ir en contra de la "lógica", que en realidad es lo que ella cree que es lógico.

*******

Mientras tanto en el lado de los chicos del campamento, estaban preparándose para ir a cazar, porque la carne de Yak y el oso pardo se habían terminado hace un día, entonces ellos decidieron darle lo que quedaba de la carne a las chicas ayer.

- Bien, vamos a cazar chicos, es nuestro deber seguir ayudándolas, aunque nos tengan miedo. - Dijo Alexander mientras levanta su lanza improvisada, los demás chicos lo siguen y hacen un grito de guerra.

Los demás chicos lo siguen y hacen un grito de guerra, terminan de motivarse y se van directamente al bosque de la montaña para cazar animales.

Pasa un tiempo y los chicos cazaron muchos animales, tres conejos de montaña y una cabra.

Eso era suficiente para alimentar a las chicas. Biagio que estaba llevando los restos de cabra junto a Dmitry hacia la cima de la montaña para refrigerar, pero recordó que hace una semana Kristen le había dicho que quería comer pescado, pero los peses del pequeño río que fluye por la montaña son pequeños y son pocos.

Biagio y Dmitry volvieron con los chicos y todavía había suficiente iluminación, era como las doce del mediodía.

- Alexander, voy a bajar la montaña para conseguir pescado en el lado gigante que está en la pradera.

Alexander mira a Biagio y se pone su mano en la barbilla mientras piensa.

- Bueno, no tardes más de dos días, llévate este saco, no traigas menos de cincuenta pescados ¿Entendido? – Preguntó Alexander mientras actúa como todo un líder.

- Está bien, si me encuentro con problemas, dispararé la pistola de bengala que compramos para momentos de emergencia. – Dijo Biagio mientras Alexander le entrega la pistola de bengala.

- Bueno, te vemos luego, como eres flexible, rápido y sabes parkour, pienso que estarás bien, si estás en una situación en la que debes pelear si o si, recuerda lo que aprendiste, buena suerte. – Dijo Alexander mientras se va caminando mientras lo saluda con una sonrisa.

Biagio se va caminando hacia los bordes de la zona gigante y amplia de la Montaña, se dispone a escalar para hacía abajo, para bajar hacia la pradera.

Biagio no tiene mayor problema bajando la montaña, claramente no fue tan rápido como Kristen, que ella hasta lo esperaba a veces cuando iban juntos, pero igual él ha mejorado bastante y se defiende bastante bien en esto.

- «No fue lo suficientemente rápido a comparado a Kristen, desearía que ella siguiera enseñándome escalada.» - Pensó Biagio recordando sus clases de escalada con Kristen que comenzó hace casi un mes.

A Biagio todo le recordaba a Kristen, a él le duele, pero cree que debe mantenerse lejos de ella, cuando Agustina dijo todas esas cosas hirientes hacia ellos, los chicos vieron los rostros de las chicas y se dieron cuenta que tenían rostros aterrados, ellos pensaron que era miedo hacia ellos, cuando en realidad estaban impresionadas de lo que decía Agustina, en el ámbito de que ¿Qué estupideces está diciendo esta chica?

- «Ella siempre me tuvo miedo, lo más seguro es que disimulaba para que yo no le hiciera nada, es muy doloroso saber esto, pero es normal, ella fue secuestrada y traía a un lugar en donde todos nos tenemos que matar y su primera persona con la que se encuentra es un hombre, claramente estará en alerta, soy un idiota por pensar inocentemente que nos estábamos llevando bien.» - Pensó Biagio mientras le entra ganas de llorar y luego comienza a lagrimear.

- «Aun así, ya me enamoré de ella, voy a protegerla hasta que muera.» - Pensó Biagio con convicción mientras se limpia las lágrimas.

Biagio mira los alrededores y ve que todavía le falta poco menos de la mitad para llegar a la pradera, aunque le falte poco, si se cae ahora mismo, no hay duda alguna de que choca contra el piso rompiéndose todos los huesos y explotando con todas sus tripas saliéndose de su cuerpo, claramente muriendo en el acto.

- «No es momento de llorar, un paso en falso y moriría sin necesidad de protegerla.» - Pensó Biagio e inmediatamente comenzó a centrarse en bajar las montañas y dejó de lado sus pensamientos para después.

Biagio logró bajar la montaña sin muchos altibajos, pero bajó sano y salvo, ahora le queda caminar para llegar al gran lado que se encuentra en el este de la pradera.

- «Según el GPS del celular, tengo que caminar dos kilómetros hacia el este, perfecto para hacer ejercicio.» - Pensó Biagio mientras hace estiramientos y luego procede a caminar rápido hacia el gran lago.

Biagio camina por unos veinte minutos y de la nada siente un olor extraño, proveniente a diez metros más delante de dónde él estaba.

- «¿Qué es ese olor? Huele como a hierro, que extraño, voy a acercarme al olor, a ver que puede ser.» - Pensó Biagio mientras camina hacia ese extraño olor.

Inmediatamente hay una briza fuerte que le hielan hasta los huesos a Biagio y lo deja frotándose todo el cuerpo.

- «Debí haber traído mi abrigo, no creí que haría tanto frío aquí abajo, es casi como el de las montañas.» - Pensó Biagio mientras temblaba del frío.

Biagio siguió caminando hacia el oeste, que es donde estaba el gran lago, hasta que encontró el origen del olor a hierro que había por el aire.

- «Conque un animal muerto, veamos...» - Pensó Biagio mientras se acercaba al cadáver para ver que animal era.

Llegó hacia donde estaba el cadáver y se dio cuenta que era una vaca muerta, tenía mordido el estómago y se le salían las tripas por el abdomen, Biagio vio una gran oportunidad en esto.

- «¡Increíble! no está podrido, parece que ha muerto recientemente, puedo faenar el animal aquí mismo y llevarme buena cantidad de carne al campamento, dejaré las tripas y otras partes para que el animal que lo había cazado, no me venga a atacar y se quede comiendo.» - Pensó Biagio mientras sacaba su cuchillo de caza táctico para faenar al animal.

Biagio comienza a faenar el animal como le enseñó Alexander, se llevó la parte baja de las patas de la pata trasera de la vaca, que comúnmente recibe muchos nombres, por ejemplo, morcillo, zancarrón, jarrete, hueso hueco, ossobuco, chambarete, etc. También se llevó la parte superior de la pierna delantera comúnmente llamado. Brazuelo o Garrón, se llevó la parte superior de las piernas, se llevó partes como el solomillo, lomo bajo, etc.

Con todo eso Biagio tenía más de treinta kilos de carne en su espalda y todavía le faltan los pescados.

- «Mejor dejo de juntar, sé que es mucha carne valiosa, pero después no voy a poder subir la montaña con tanto peso.»

Biagio deja el animal y se va caminando hacia el este para ir al lago grande, ya que esa era su misión inicial, ir al lago para pescar gran cantidad de peces para comer.

Pasa el tiempo y Biagio llega al lago, saca su teléfono celular y se da cuenta que ya eran las cuatro de la tarde y estaba comenzando a hacer más frío.

- «Ya hacen menos dos grados Celsius, en la noche seguro que hará más frío, maldita seas, aunque es algo bueno porque así la carne no se echa a perder, pero yo me voy a congelar horrible y no creo que llegue para dormir al campamento, tendré que dormir acá afuera.» - Pensó Biagio mientras se sienta al borde del lago y saca de su mochila una red para pescar.

Biagio se para y revisa las condiciones del lago y la temperatura, con eso él se dio cuenta por dónde iban la corriente de peces, al descubrir tira la red hacia el lado de los peces y tira lentamente para que la cuerda de los plomos no se abra y se escapen los peces. Así Biagio pasa una hora tirando y sacando la red de pesca.

- Buf... He logrado sacar veintidós peces, pero Alexander dijo que no traiga menos de cincuenta, sosteniendo los veintidós peses, siento que pesan casi veinte kilos, no sé cómo voy a hacer para llevar tanto. - Murmuró Biagio mientras descansa tirado en el suelo.

- «No nos rindamos ahora, hagámoslo, igual podría traer menos peces ya que tengo carne roja conmigo.» - Pensó Biagio mientras se levantaba para seguir tirando la red de pesca al lago grande.

Pasó otra hora más y ya eran poco más de las seis de la tarde y ya estaba anocheciendo, Biagio ya no veía mucho a sus alrededores.

- «Parece que mi celular ya tiene batería llena, tuve suerte que haya llegado a cien por ciento antes que se vaya el sol.» - Pensó Biagio mientras guardaba su celular y se ponía su mochila en la espalda.

Biagio siente mucho peso y presión sobre sus hombros y espalda, ya que lleva casi treinta kilos de carne roja proveniente de la vaca muerta y lleva como treinta kilos de pescado, llevando casi treinta kilos, lleva casi su propio peso en su espalda, ya que Biagio pesa setenta y dos kilogramos.

- «Uuuh... La vida es dura...» - Pensó Biagio mientras comienza a caminar hacia la montaña.

Fin del capítulo 16.