Capítulo 13: Te protegeré.
Ya han pasado dos semanas de que Anikka y Kristen llevarán a los idiotas, Kristen se encargó de curarlos, claro, con Biagio tuvo más especial cuidado y durmieron plácidamente en el pasto, luego de estos dos meses, la mayoría de los hombres sabían defenderse muy bien en un enfrentamiento de cuchillos estando bien cerca del atacante, las mujeres sabían herir perfectamente en los puntos vitales del ser humano, pero ahora viene el entrenamiento difícil.
- Bien chicos, vamos a entrenar otra vez voy, pero hoy les voy a enseñar cómo desviar cualquier ataque con cuchillo, solo con tus manos desnudas, una semana será con cuchillos de madera sin filo, después de eso será con los cuchillos reales. – Dijo Alexander mientras se levanta del piso.
- ¿Qué? ¿Con cuchillos reales? – Preguntó Arnaldo con algo de miedo.
- Si, con cuchillos reales. – Respondió Alexander mientras mira a todos los hombres sentados en el pasto.
Anikka escucha a lo lejos y se acerca a Alexander.
- Alex ¿Con cuchillos reales? ¿Estás seguro? ¿Qué harías si hieres a alguien de gravedad? – Preguntó Anikka preocupada y confundida.
- Por eso será una semana primero con cuchillos falsos, después de esa semana podrán hacerlo bien y si no pueden llegar a detener un ataque me detendré antes, confía en mí, ¿Sí? – Preguntó Alexander con una expresión confiada.
- Está bien, yo no voy a ir tan lejos con las chicas, pero de que les va a doler, les va a doler. – Dijo Anikka con una expresión burlona.
- Jaja, Anikka, eres la mejor. – Dijo Alexander mientras levanta el pulgar hacia arriba.
Alexander y Anikka se quedaron hablando un poco más, mientras que Biagio y Kristen también se pusieron a hablar.
- ¿Vas a entrenar con esos cuchillos de madera? – Preguntó Biagio preocupado.
- Si, estoy algo nerviosa pero también emocionada. – Dijo Kristen mientras sonríe.
- Si te soy sincero me preocupa un poco, aunque no sean cuchillos reales duelen mucho ¿Y si te lastimas? – Preguntó Biagio mientras toma sus manos.
- «Biagio es muy amable, se preocupa por mí, él se preocupa por todos y por eso quiere ayudar a todos, una de las muchas razones del porque me gusta tanto.» - Pensó Kristen mientras mira gentilmente a Biagio.
Kristen lo mira con una hermosa sonrisa y luego suelta sus manos.
- Si me lastimo mucho, me ayudarás a curarme ¿No? – Preguntó Kristen lo sigue mirando con esa hermosa sonrisa.
Biagio lo mira perplejo, ella era tan hermosa que lo hacía olvidar todos sus problemas.
- Claro que sí, te devolveré todas las veces que me cueste. – Dijo Biagio mientras la mira con una expresión de determinación.
Ellos se despiden y se separan, ya que estarán ocupados todo el día.
Después de que Alexander explicó los movimientos básicos y primordiales de cómo esquivar y bloquear los cuchillos con los brazos y manos desnudas, enseñó por unos tres días el cómo emplear esos movimientos, llegó el momento de ponerlo en práctica, comenzó el duro entrenamiento.
- Biagio comencemos contigo. – Dijo Alexander mentiras se pone en pose de pelea.
- Está bien. – Dijo Biagio mientras también se pone en pose de pelea que le enseñó Alexander.
Alexander ataca rápidamente y Briago comienza a esquivar rápidamente los cuchillazos falsos, esa forma de esquivar lo aprendió en el entrenamiento anterior, como ahora tienen más distancia y los dos brazos le es mucho más fácil esquivar.
- Nada mal. – Dijo Alexander e inmediatamente se puso más agresivo y serio.
Alexander comenzó a apuñalar y lanzar cortes de una forma más imprecisa y difícil.
Biagio comienza a usar sus manos y brazos para evadir rápidamente el cuchillo.
- «Es increíble, Biagio se adapta muy rápido, si hubiera sido un soldado estadounidense, sería uno de los más fuertes y peligroso, pero ya es hora de poner fin a esto.» - Pensó Alexander mientras hace un movimiento con el cuchillo, como si fuera a apuñalarlo en el abdomen pero Biagio pone su mano arriba de la mano de Alexander y lo golpea fuerte haciendo que se le caiga el cuchillo al suelo, en ese momento Alexander le pega una patada a Biagio haciéndolo perder la posición de pelea, perder el equilibrio y la concentración, en ese momento Alexander agarra el cuchillo y se abalanza a Biagio con una tacleada, tumbándolo en el piso y luego procede a apuñalar en el tórax innumerables veces.
- Ahhh! Para ¡Duele! ¡Maldito! – Gritó Biagio del dolor por las apuñaladas falsas.
Alexander para de atacar y se levanta del suelo con una sonrisa satisfecha.
- Increíble Biagio, duraste bastante, si sigues así, en aproximadamente dos semanas entrenando duro, podrás defenderte increíblemente bien. – Dijo Alexander con una expresión de admiración.
- ¿Pero que fue eso del final? Fue trampa. – Dijo Biagio mientras respira agitado en el suelo.
- No es trampa, en un duelo a muerte con cuchillos, tu enemigo no va a atacar correctamente o con principios, viene a matarte, tienes que saber defenderte de todo. – Explicó Alexander mientras se sienta en el suelo.
- Tiene sentido, gracias por enseñarme tal valiosa lección. – Dijo Biagio mientras intenta recuperar su aliento.
- Bien, descansaré unos diez minutos y le toca a otro de ustedes. – Dijo Alexander mientras toma agua.
Todos los hombres que estaban mirando el extremo entrenamiento, solo pudieron poner una cara nerviosa y miedosa.
Volviendo en el tiempo, hace tres días, cuando Alexander iba a recién explicar los movimientos, Anikka también había explicado a las chicas lo mismo que Alexander explicó a los chicos.
Ahora, tres días después cuando los chicos comenzaron a poner en práctica lo explicado, las chicas hicieron lo mismo.
- Bien ¿Quién quiere comenzar? – Preguntó Anikka mientras saca su cuchillo de madera falso.
Ninguna chica respondía ya que no querían salir heridas, hasta que solo una respondió.
- Yo quiero comenzar. – Dijo Kristen con determinación.
- Está bien, ven aquí, igual no te voy a lastimar mucho porque eres la única doctora aquí. – Dijo Anikka con una expresión aterradora.
- «Que miedo que da Anikka, pero, a la vez la admiro mucho.» - Pensó Kristen mientras se levanta con una leve sonrisa.
Anikka y Kristen se ponen en posición de pelea y se quedan en silencio unos segundos, hasta que Anikka la ataca con una apuñalada en el plexo solar, pero Kristen se defiende golpeando la mano de Anikka hacia un costado con la parte de arriba de su mano.
Luego Anikka recupera su posición anterior y lanza un corte horizontal, Kristen contrataca agarrando su mano sin tocar el cuchillo y luego lo empuja hacia abajo.
- Me impresionas Kristen ¿Esto será el poder del amor? – Preguntó Anikka mientras recupera su posición e intenta apuñalar en el hombro de Kristen.
Kristen al escuchar las palabras de Anikka se pone nerviosa, ya que habló de amor, algo que ella está experimentando en este último mes, Anikka aprovecha y pone su pie detrás del pie de Kristen, haciéndola perder el equilibrio y levanta los brazos pensando que se iba caer, pero logró recuperar el equilibrio, aunque, ya era demasiado tarde, porque Anikka aprovechó que Kristen levantó los brazos y le apuñaló debajo de la axila izquierda, en donde si fuera una pelea real, la hubieran apuñalado el corazón.
- Espera, por favor ¡Duele! – Gritó Kristen por experimentar por primera vez el dolor de ese cuchillo falso de madera sin filo.
- Está bien, lo hiciste muy bien Kristen, increíble. – Dijo Anikka muy sorprendida mientras la ayuda a levantarse a Kristen.
- Muchas gracias. – Dijo Kristen mientras es ayudada a levantarse por Anikka.
El grupo sigue entrenando hasta el atardecer, justo después de terminar de entrenar fueron a atenderse, Kristen y los enfermeros atendieron a los heridos.
- Kristen, ya atendimos a todos, déjame curarte a ti ahora. - Dijo Austin Morris, un enfermero británico de veintinueve años que está interesado en Kristen.
Austin está interesado en Kristen porque ella es hermosa, valiente, capaz y porque es una doctora y el un enfermero.
- No gracias, falta Biagio y prometimos él y yo que nos curaríamos entre nosotros y así será. - Dijo Kristen con una sonrisa mientras se levanta del suelo para ir a buscar a Biagio.
Pero Austin la agarra del brazo y la tironea un poco para detenerla y que no vaya con Biagio.
- ¡No debes! Él no es un médico o enfermero, no sabrá curarte, déjamelo a mi ¿Sí? - Preguntó Austin mientras abre su kit de medicina.
Pero Kristen no iba a dejar pasar esto, ella no quería ser curada por él, ella quería pasar un tiempo lindo con su enamorado y ahora un tipo entrometido quiere arruinar eso.
- ¡No! Déjame, yo enseñaré a Biagio así que no hace falta que te preocupes ¡Adiós! - Dijo Kristen mientras se suelta y se va corriendo con Biagio.
- No, no debes Kristen, él es no sabrá curarte. - Dijo Austin, pero fue totalmente ignorado.
Él se quedó viendo por donde Kristen salió corriendo y se pone histérico de la nada.
- «¡Maldita sea! Ese loco... Kristen, los médicos están destinados a estar con otros médicos o con enfermeros, alguien que no es de tu mundo no te podrá satisfacer.» - Pensó Austin mientras se sienta en el suelo y soporta la ira.
Kristen llega hacia dónde está Biagio y se sienta a su lado y pone su kit de medicina en frente de ella.
- Me alegra que te esté sirviendo ese kit de medicina. - Dijo Biagio mientras la mira y se va sacando la playera.
- Claro que lo iba a usar ¡Gastamos muchas monedas! Más de quinientas cada uno. - Dijo Kristen con una expresión de felicidad mientras abre su kit de medicina.
- Me alegro, bueno ¿Primero te trato yo? ¿Fuiste lastimada por el cuchillo de madera falso no? Seguro tuvo que doler. - Dijo Biagio con una expresión preocupada porque él sabe lo mucho que duele y que ella lo experimentara, su interés romántico, le dolía.
- No, yo te curo primero, después de eso te enseño como me vas a curar. - Dijo Kristen mientras saca una hielera con nieve adentro.
Biagio mira detalladamente a Kristen para aprender a tratar un hematoma, Kristen le aplica la nueve encima del hematoma gigante que tenía Biagio en su costilla izquierda y lo distribuye.
Kristen lo que está haciendo es la terapia de hielo, aplica hielo sobre el hematoma para que se reduzca rápidamente el flujo de sangre alrededor del área, así se reduce muchísimo el tiempo de curado del hematoma.
- Biagio, tienes muchos hematomas, tus plaquetas todavía no se recuperan del todo, pero ya casi estás curado, me alegro mucho. - Dijo Kristen con una cara sonriente.
- Si, todo gracias a ti. - Dijo Biagio mientras le toca la mejilla a Kristen.
En ese momento Biagio había hecho esa acción involuntaria sin poder siquiera controlarlo.
- «¡Mierda! Le estoy tocando la mejilla a Kristen ¿Qué he hecho? A ella seguro le desagrada así que retirará rápidamente mi mano.» - Pensó Biagio mientras mira a Kristen muy nervioso.
- «¿Qué hago? Biagio tocó mi mejilla de una manera tan dulce, gentil y amable, me encantaría seguir así un tiempo más, pero, es raro que toque mi mejilla si no siente nada por mi ¿Será que...? No, por si las dudas no le preguntaré nada ahora, quiero seguir así un poco más.» - Pensó Kristen mientras agarra la mano de Biagio.
- ¡Ah! Lo siento, debe ser desagradable ¿Cierto? ahí saco mi mano. - Dijo Biagio mientras intenta sacar su mano, pero es interrumpido por Kristen.
Kristen mantiene la mano de Biagio en su mejilla, no quiere que se termine ese momento tan dulce entre ellos dos.
- No me desagrada. - Dijo Kristen con una cara que solo una chica enamorada podría poner.
- ¿En serio? - Preguntó Biagio mientras también entra en el ambiente.
Se van acercando poco a poco sus caras, sus labios poco a poco, casi que lo lograban, pero.
- Oye Kristen, ese loco no sabrá curarte, yo lo haré. - Austin Interrumpió el bello momento mientras caminaba hacia ellos.
Unas de las razones del porque Austin estaba tan empedernido en curar a Kristen, es porque quería poder tocar su delicado cuerpo.
En ese momento salen Anikka y Alexander de la nada, aunque hace un ratito estaban espiando, por fin pensaron que ya iban a descubrir cada uno sus sentimientos, pero Austin y los interrumpió, esto dejó muy malhumorados a este par incorregible, se nota a leguas, que son tal para cual.
- Oye Austin, ven por favor a atenderme a mí y a Anikka, aunque somos los experimentados salimos heridos también. - Dijo Alexander con una cara tan enojada que casi se le sale una vena.
- Es cierto lo que dijo Alex, ven a curarnos, rápido. - Dijo Anikka también con una cara tan enojada que se le sale una vena.
- ¡Ah! Pero... - Dijo Austin, pero fue interrumpido otra vez.
- Rápido, eres un enfermero ¿Dónde está tu juramento y todo eso? - Preguntó Alexander mientras hace una expresión de decepción.
- Está bien, vamos, Kristen, ahora vuelvo y te curo. - Dijo Austin mientras se va con ellos.
Biagio, con celos por dentro, pero bien disimulado por fuera, mira a los tres irse hacia la derecha.
- «¿Quién es ese tipo? ¿Es conocido de Kristen?» - Se preguntó mentalmente Biagio mientras no puede evitar sentirse preocupado.
- «Ese tipo es realmente denso, no quiero ser curada por él y punto, no sé qué estábamos haciendo, pero sentía que estaba en el cielo.» - Pensó Kristen mientras se sonroja levemente.
- Dime ¿Quién es ese chico? Nunca lo vi cuando entrenábamos. - Preguntó Biagio mientras disimula sus celos.
¡Ah! Es un chico que llegó hace unos tres días y decidió no entrenar porque es enfermero, se me hace de lo peor, aunque seas enfermero o médico, debes hacerte más fuerte y poder defenderte, uno nunca sabe cuándo quedarás solo o cuando tengas que ayudar a un compañero. - Dijo Kristen mientras pone una expresión de enojo.
- Yo pensaba que se llevaban bien, pero veo por tu expresión que no. - Respondió Biagio sin poder evitar soltar una leve sonrisa.
- Es muy pegajoso hacia mí, siempre quiere hacer todo lo posible para que no venga contigo, es muy molesto, no me agrada, además que siento algo de miedo. - Dijo Kristen con una expresión preocupada.
- Si él te quiere hacer algo, yo te voy a defender con mi vida. - Dijo Biagio mientras la agarra de los dos hombros y la mira fijamente.
Kristen se sonroja levemente y mira hacia un lado, pero aun así sabe la respuesta correcta para ese momento.
- Yo también te voy a proteger a partir de ahora. - Dijo Kristen mientras le agarra de la mano a Biagio.
Luego de eso se sonríen y siguen con lo suyo, Biagio atendió los hematomas superficiales de Kristen, los que se encuentran en su dorso y tórax, ella lo hizo por sí misma, por vergüenza de ella y de él.
Fin del capítulo 13.
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