Capítulo 10: Lo más importante.
Han pasado dos semanas más, más o menos un mes desde que llegaron a la isla y participar en este entretenimiento mortal y ya han muerto cerca de cincuenta personas, mayormente por la guerra entre el grupo del mexicano y el grupo del chino. Biagio está bastante mejor de lo que estaba dos semanas antes, ya puede caminar, escalar y hacer la gran mayoría de cosas de forma independiente, lo único que, según Kristen, todavía no puede hacer es correr, ya que todavía está muy débil y se agotará rápido.
- Biagio, ¿cómo estás hoy? Déjame ver las suturas. – Dijo Kristen mientras Biagio y Kristen caminaban al río.
- Ya estoy mucho mejor, creo que ya puedo lavar la sutura solo. – Dijo Biagio mientras se sienta en suelo alado del río.
- ¡Claro que no! No sabes cómo es la técnica para limpiar suturas, te vas a lastimar, escucha a tu médico. Vamos, levanta la playera. – Dijo Kristen mientras le levanta la playera a Biagio.
- Está bien. – Dijo Biagio mientras se rinde ante las insistencias de Kristen.
Kristen al levantar la playera mira las suturas de Biagio y las toca suave y gentilmente, ella estaba comprobando su estado, pero no puede evitar sonrojarse y Biagio igual, total, dos semanas después, era obvio que ellos aceptarían y aclararían más sus sentimientos, ahora cada uno sabe con certeza que están enamorados, lo que no saben es que, si la otra si el amor es correspondido, por eso Biagio y Kristen actúan como siempre, aunque estén enamorados.
- «Cuando toco a Biagio, no puedo evitar sonrojarme, es que su cuerpo es tan sexy y el es tan lindo, no puedo creer que esté enamorada cuando me negué todos estos años a enamorarme.» - Pensó Kristen mientras empieza a limpiar las suturas gentilmente con agua fría del río y jabón.
- «Maldición, ella es tan linda y gentil... Ahhh! ¡Estoy enamorado! Pero sé que ella no hace esto porque sienta algo por mí, sino porque es su debes como doctora.» - Pensó Biagio trazando una clara línea.
Se acercan dos personas y unas cuantas más por detrás, son Alexander y Anikka, además de las decenas de personas que fueron llegando poco a poco a la montaña, ahora el grupo tiene veinticuatro personas.
- Otra vez actuando como enamorados. – Dijo Alexander mientras se acerca.
- Exacto jaja. – Dijo Anikka a lado de Alexander.
- N...o actuamos as...í. – Dijeron los dos sonrojados y avergonzados.
- Si, si, lo que digas. – Dijo Alexander mientras hace una cara burlona.
Así fue como ellos todavía no se han dado cuenta de los sentimientos del otro, cada uno siempre lo niega pensando que el otro puede descubrir que sienten algo por no negar lo que dice Alexander, entonces los dos al negar las cosas, cada uno piensa que el otro no corresponde los mismos sentimientos.
- Bueno, yo y los demás hombres vamos a ir a cazar, eso venía a avisar. – Dijo Alexander mientras se va con un hacha y los demás con cuchillos y hachas.
En ese momento Biagio ya cree que puede trabajar con los demás hombres para ganarse el pan de cada día.
- Voy está vez con ustedes, creo que ya puedo ayudar a cazar. – Dijo Biagio mientras se pone el cinturón de caza y coloca su cuchillo.
Kristen escucha lo que dice Biagio y ella no puede permitir eso, uno, porque es doctora y dos, porque es Biagio.
- No Biagio, no vayas, no puedes correr todavía. – Dijo Kristen mientras sujeta el brazo de Biagio y no lo deja irse.
- No voy a necesitar correr mucho, somos más de diez hombres, ni siquiera un oso pardo se animaría a pelear contra todos nosotros. – Dijo Biagio mientras sonríe con confianza y suelta suavemente el brazo de Kristen de su brazo.
Biagio camina hacia ellos y habla con Alexander.
- Está bien, ¿no? Si crees que seré un peso muerto me quedo. – Dijo Biagio mientras habla con Alexander.
Lo que dijo Biagio le calienta la sangre a Alexander, pero de buena manera, el quería cazar con Biagio desde que llegó a las montañas.
- Claro que está bien, eres una gran implementación al grupo. – Dijo Alexander mientras se ríe y choca puños con Biagio.
Kristen se queda mirando desde atrás y quiere detener a Biagio, pero ya no puede, se comprometió con Alexander y los demás hombres del grupo.
- Pero Biagio... - Decía Kristen, pero fue interrumpida por Anikka y las demás chicas.
- Déjalos, los hombres son así, siempre quieren ir hacia el peligro y no dudan ni un segundo en arriesgar la vida por la gente que les importa, estoy segura de que él hace esto más por la razón de que como él era un hombre que no hacía nada y no ganaba su comida, tú le invitabas tu comida y comías menos, él no quiere eso, estoy segura, eres importante para él. – Dijo Anikka como una indirecta para que Kristen se dé cuenta.
- No... No lo sé, los hombres en verdad son idiotas... - Dijo Kristen mientras se va levemente sonrojada.
Biagio se acerca al bosque de la montaña junto con el Alexander y el grupo, pero no todos están contentos con sus Biagio venga, especialmente este hombre llamado Arnaldo Sánchez, un español de treinta y cinco años, es un hombre con el cabello castaño, pero lo tiene teñido a celeste pastel, tiene panza cervecera y piernas y brazos largos y delgados, la razón es porque está interesado en Kristen.
- Alexander, no estoy contento de que venga este chico, está herido, será un peso muerto. – Dijo Arnaldo con una expresión de enemistad hacia Biagio.
- «Odio a este tipo, que puede tener a una hermosa chica pelirroja preocupándose por él.» - Pensó Arnaldo sintiendo envidia y celos de Biagio.
Alexander lo mira y suspira porque ya se esperaba está clase de reacciones de algunos.
- Créeme que Biagio no te decepcionará, según lo que me contó Kristen, es increíblemente flexible y fuerte. – Dijo Alexander confiado en las habilidades de Biagio.
Cuando Alexander mencionó que Kristen lo dijo, la mayoría de los chicos que estaban en contra o no en contra lo aceptaron.
- Bueno, si lo dice Kristen lo acepto. – Dijo un chico sonrojado por pensar en Kristen.
- Es cierto, está bien que venga con nosotros. – Dijo otro chico sonrojado porque Kristen es como su diosa.
- ¿Chicos? – Preguntó impresionado Arnaldo, porque de la nada se pusieron en su contra.
- «Así que Kristen habló bien de mí, muchas gracias... ¡En verdad te amo! Por cierto, esos tipos están interesados en Kristen, ¡no los voy a perdonar! Se que está mal que sienta celos cuando no somos nada ¡pero aun así me duele!» - Pensó Biagio mientras pasaba de cara feliz a cara enojada en un segundo.
- Todos acá sabemos el protocolo que creamos todos juntos, el que es un peso muerto se queda atrás, no lo ayudamos y dejamos que se muera. – Dijo Alexander con una cara seria.
- Si, es cierto, pero recuerden, esto las chicas no se pueden enterar, pensarán que somos idiotas. – Dijo Biagio con una expresión seria.
- «Había olvidado eso, solo tengo que dejar morir a Biagio porque será un peso muerto, que fácil, yo me acostaré primero con Kristen jejeje.» - Pensó Arnaldo con una expresión horrible y pervertida.
Biagio y los demás caminan hacia más arriba y encuentran un Yak y un Rebeco.
- ¿Cuál cazamos Alexander? – Preguntó Biagio con curiosidad.
- Creo que cazaremos al Rebeco, es más pequeño, no somos tantos en el grupo todavía, nos sobraría mucha carne del Yak y eso se descompondría.
- Ya escucharon al jefe Alexander, matemos al Rebeco. – Dijo Arnaldo mientras se acercan al Rebeco.
Pero Biagio mira más arriba a la montaña y tiene una idea.
- Esperen, es mejor que matemos al Yak. – Dijo Biagio con confianza.
- ¿Ah? ¿Qué te hace creer eso? ¿Eres idiota? La carne es demasiada para nosotros... – Dijo Arnaldo con agresividad.
- Espera, Arnaldo. – Dijo Alexander mientras interrumpe a Arnaldo.
Todos se quedaron en silencio por lo que dijo Alexander.
- ¿Por qué crees eso Biagio? – Preguntó Alexander con curiosidad.
- Mataremos al Yak y la carne que nos sobre lo arrastraremos hacia la parte de la montaña en donde hay nieve, eso funcionará como un refrigerador natural, manteniendo en buen estado la carne por meses, por hoy podemos arrastrar la carne hacia arriba con unas cuerdas que traigo, para otras veces que matemos Yaks podemos hacer un trineo bastante grande para llevarlo más fácil arriba. – Respondió Biagio con confianza.
Todos se quedaron en silencio porque les había gustado la idea de Biagio.
- Es una buena idea, es cierto que el primer día trabajaríamos demasiado, pero los siguientes serían fáciles porque hay veces que para cazar caminamos como un kilómetro, hasta allá arriba en donde hay nieve parece haber como quinientos metros, sería más cómodo si, decidido ¡Hagamos eso! – Dijo Alexander con liderazgo.
El Yak se defendió bastante, pero al final fue asesinado por el grupo porque eran más de diez humanos, usaron las cuerdas y lo sujetaron entre todos y Alexander lo mató sin dolor.
Al matarlo le drenaron la sangre y luego procedieron a cortar algunas partes para consumir al volver, junto con las verduras que las chicas han recolectado. Por último, han llevado al Yak hacia la nieve lo han tapado con por lo menos cinco metros de nieve encima y a los costados, así ningún animal intenta robar, al terminar estaba anocheciendo.
- Los chicos están tardando. – Dijo una chica que está pelando papas silvestres.
- Es cierto. – Dijo Kristen preocupada por Biagio mientras corta remolacha silvestre.
Mientras hablaban apareció un oso pardo en la base en donde ahora están las chicas y tres chicos que quedaron de defensa, los chicos comenzaron a correr del miedo, pero el oso pardo logró matar a uno, dejando a las chicas frente al oso pardo enojado.
Mientras volvían escucharon gritos de chicas y vieron a un oso pardo frente a las chicas, Biagio vio a Kristen en junto a las demás chicas por ser presa del oso pardo y no lo dudó ni un segundo, en ese momento a Biagio se le salió de su boca inconscientemente.
- Kristen! – Gritó Biagio y salió corriendo a toda velocidad, aunque le dolía la sutura.
- ¡Biagio! ¡Vuelve! ¿¡Estás loco!? – Preguntó Alexander muy sorprendido.
- ¿¡Está loco!? – Preguntó Arnaldo mientras ríe feliz.
Biagio que estaba a más o menos veinte metros del oso pardo, toma su cuchillo de caza táctico y se lo pone en la boca, acto seguido trepa un árbol a una velocidad increíble y comienza a saltar y colgarse rama en rama, aplicando toda su habilidad en parkour y calistenia, hasta que llega a un árbol que está justo detrás del oso pardo, Kristen lo ve ahí arriba y se preocupa.
- ¿¡Biagio!? – Preguntó Kristen sorprendida y preocupada.
Acto seguido Biagio salta unos cuatro metros de altura con su cuchillo en la mano hacia la espalda del oso pardo.
- ¿¡Estás loco!? – Gritó Kristen sintiéndose impotente por no poder detener la locura que está haciendo Biagio.
llega a la espalda del oso pardo y acto seguido Biagio apuñala lo apuñala en la nuca y luego desliza el cuchillo hacia la derecha cortándole todo el cuello.
- ¡No dejaré que le toques ni un solo pelo a Kristen! – Gritó Biagio con determinación para salvar lo más importante que tiene ahora mismo.
Esas palabras impactaron mucho a Kristen, porque él estaba haciendo todo eso por ella, por la seguridad de ella y por eso ignoraba la suya, era como si no sintiera dolor alguno si se trataba de salvarla, no, no era que no sintiera dolor, el aguantaba totalmente el dolor si se trataba de salvarla.
El oso pardo ya muerto, su cuerpo hace un movimiento involuntario y con fuerza manda a volar a Biagio y choca con el árbol que usó para saltar hacia el oso pardo, ese golpe hizo que todo el cuerpo de Biagio sintiera un enorme dolor por la falta de plaquetas en su cuerpo por la lesión que le dejó el oso pardo anterior que todavía no cura.
- Haaa... Haaa. Cómo duele... - Dijo Biagio sentado en el suelo con sus manos llenos de sangre del oso pardo y templando del dolor y cansancio.
Alexander y los demás llegan y quedan impactados con lo que vieron mientras corrían, se dieron cuenta que Biagio Mancini está loco.
- «Me sentí decepcionado porque no pude llegar a ver a Biagio pelear como loco como el y Kristen lo habían descrito, pero por fin lo pude ver y fue increíble y todo por salvar a su enamorada, es lo que un verdadero hombre debe hacer. Ahora seguro será respetado por todos hombres del grupo.» - Pensó Alexander mientras mira con admiración a Biagio.
- Biagio! – Gritó Kristen mientras va corriendo hacia el con su mochila para curarlo.
- Haaa... Haaa... Está vez fui afortunado otra vez. – Dijo Biagio mientras respira para recuperar el aliento.
- Está vez saliste mucho mejor que la última vez. – Dijo Kristen enojada por volver a hacer actos temerarios.
- No me refiero a mí, me refiero a ti, logré otra vez que no te pase nada. – Dijo Biagio con una sonrisa honesta y gentil.
Esto provocó que Kristen se sonroje y se avergüence, pero su labor de doctora la obligó a seguir atendiendo a Biagio, Kristen iba a decir algo, pero Alexander los interrumpe.
- Eres increíble Biagio, todo un verdadero hombre, siento admiración hacia ti, me siento avergonzado que yo sea el líder y tu no, herido lograste todo esto para salvar a las chicas. – Dijo Alexander felicitándolo.
- Haa... No fue nada, además, llegué tarde, uno de los hombres murió. – Dijo Biagio triste viendo al tipo sin su brazo en el piso inerte.
- No sé puede salvar a todos chico, por eso es mejor salvar a los que te importan. – Respondió Alexander mientras toca el hombro de Biagio.
- Está bien. – Dijo Biagio con una sonrisa satisfecha porque su prioridad está a salvo.
Todos estaban halagando a Biagio menos Arnaldo, ya que sentía envidia porque Kristen estaba llorando otra vez por él.
- Debo atender a Biagio, ustedes vayan a descansar y las demás chicas terminarán de cocinar. – Dijo Kristen con una expresión seria.
- Pero debemos llevar al oso pardo a la montaña para que no se eche a perder su carne. – Dijo Biagio mientras intenta levantarse, pero se vuelve a caer.
- ¡Basta ya Biagio! ¡Ven te voy a curar, punto final! – Gritó enojada Kristen.
Es entonces cuando Biagio recuerda otra vez el consejo de su sabio padre fallecido, que era que no debía contradecir a una mujer o le iría mal en la vida.
- Está bien, gracias por atenderme. – Dijo Biagio rindiéndose a la hermosa chica pelirroja que lo está curando.
- Así está mejor. – Dijo Kristen mientras sonríe.
Los hombres se fueron a bañarse y volvieron a ayudar a mujeres a preparar la cena como un buen grupo.
Fin del capítulo 10.
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