Epílogo
Kakarotto,
Si estás leyendo esto, es por que estoy muerto. No por mi propia mano, ni por la de alguien más, sino por una estúpida maldición que no termino de entender.
La razón de mi enfermedad es simple. Esta enfermedad llamada Hanahaki le afecta a todos los saiyajines que no tienen la suerte de ser correspondidos en el "amor". Lo que demonios sea que eso signifique.
Mi "amor" no correspondido fuiste tú, Kakarotto. Por más que me cueste admitirlo, estoy enamorado de tí.
No sé como empezó, no sé cuando empezó, lo único que sé es lo que siento por tí. Es una idiotez, siendo sincero. Mi estátus de guerrero no es nada en contra de mis estúpidos sentimientos.
Lamento que las cosas hayan tenido que terminar así. No podrán revivirme con las esferas del dragón, ya que mi muerte es la voluntad de un dios y no puede ser revertida. También estoy seguro de que no hay manera que tú y yo nos volvamos a encontrar en el más allá. He cometido muchos pecados, y por más buenas acciones que haga, mis errores no se borrarán de la noche a la mañana. Así que considera esto nuestro último adiós.
Kakarotto, te amo. Como un rival, como un amigo, como un amante, como algo más. Te amo. Te odio tanto que te amo. Gracias a tí fui quien fui. Tú me diste la oportunidad de empezar de cero, de ser mejor. Te lo agradezco.
Perdón Trunks, Bra, incluso Bulma.
Mi olin e sina, Kakarotto. O weka e ike mi. ni li pini nasin ni.
-Vegeta IV
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