CAPÍTULO CATORCE
❛ Do You Remember The 28th Night Of
September? ❜

EL 27 de SEPTIEMBRE, Taylor se despertó lleno de pensamientos. La noche anterior, ella y Jamie habían dormido en la sala, con la lluvia cayendo afuera, después de cocinar algo mientras escuchaban la música que les gustaba. En un momento, Flowers In December de Mazzy Star se hizo cargo del apartamento y Jamie la sacó a bailar. Con su rostro apoyado en su hombro y sus ojos cerrados, era difícil no pensar en que esto era lo mejor que ella se sentía en días.

Todo parecía estar bien, pero luego se acostaron a dormir, y Taylor no veía venir el sueño, así que hizo lo mejor que pudo y pensó en absolutamente todo lo que no debía, porque eso era lo que hacía. Pensó en las últimas semanas, recordó lo nublado que parecía todo profesionalmente y revisó todos los problemas posibles hasta llegar la que estaba abrazando en medio de la noche. Jamie era dulce y no era exactamente un problema, pero al pensar en ella, Taylor recordó que aún no habían hecho nada oficial.

Y eso parecía un problema. Un problema con el que se había topado sin siquiera esperarlo. Estaba tratando de no pensar en eso, hasta que perdió el sueño y pensó.

Siempre había un susurro en el fondo de su mente de que todo estaba bien y que se lo estaban tomando con calma, pero ahora Taylor no quería tomárselo con calma. Ella dijo que la amaba y recibió una respuesta en ese sentido. ¿Qué parecía faltar para que se convirtiera en algo definitivo? Ella se preguntó. El día anterior, cuando salieron con Kit, Taylor recordó cómo lo escuchó comentar que su hermana solo había salido con ella unas pocas veces, casi como si estuviera huyendo lo más posible de una relación seria. Claro que su intención no era provocar nada, dijo en tono ligero y solo comentó, como comentan que el cielo está cerrado y puede que llueva al final del día, como si no fuera importante, pero algo que sucedió. A Jamie ni siquiera le importó, guardó silencio al respecto y Taylor lo tomó como una clara indicación de que no era mentira. Y mientras Jamie evitaba las relaciones serias, Taylor parecía todo lo contrario.

Taylor había estado sola durante poco más de un año, entre 2013 y 2014, pero poco después encontró a Adam, y desde Adam siguió a Tom, porque estaba huyendo de lo que tenía con Adam, y Tom era su excusa para escapar de eso. Obviamente, ninguna de esas relaciones había funcionado y pronto encontró a Jamie.

Y ahora ellas estaban teniendo esto, fuera lo que fuera.

Por supuesto, eran sólo suposiciones que ella misma hizo, simplemente porque solía hacerlo. Debería simplemente sentarse y hablar con Jamie, decirle directamente que quería hacer de esta una relación seria y adecuada, algo real más allá de un 'te amo' y nada más. Pero era de ella de quien estábamos hablando, la chica que tenía la mala costumbre de volcar sus sentimientos en las cosas que escribía y guardarse algunos para sí, sin expresarse en las conversaciones que deberían existir.

Entonces, ella simplemente guardó silencio sobre la situación.

Esa noche, ella y Jamie salieron a cenar tranquilamente, y fue agradable durante todo el camino, hasta que de camino a casa, mientras Jamie hablaba con Kit por teléfono celular, el tema de las 'citas' surgió como un mal recuerdo, y Taylor escuchó lo que ella no quería escuchar, no esa noche.

No estamos saliendo, o alguna tontería como esa, fue suficiente para que Taylor quisiera volver a casa y encerrarse en su habitación.

Entonces llegó a casa, subió a su habitación y se puso a escribir. No tenía idea de cuándo se quedó dormida, pero cuando despertó Jamie estaba a su lado, su cuaderno estaba en la mesa junto a ella y se estremeció al pensar que la niña leyera todo lo que había escrito. Pero, como una petición silenciosa, esperaba que Jamie le hubiera quitado el cuaderno, sin siquiera importarle nada de eso.

La mañana fue extraña, por decir lo menos. Taylor seguía pensando en todas las cosas que no debería haber hecho y no podía ocultar lo que sentía cuando trataba a Jamie de una manera que casi nunca lo hacía. Por supuesto, ella tuvo sus momentos y sus días malos, y pensó que Jamie se lo atribuyó a uno de ellos, así que estaba agradecida, porque no quería tener que dar explicaciones y sentarse a hablar, como lo haría cualquier otra persona.

Ella no quería hablar, porque así era ella. Una conversación llevaría a una resolución que tal vez no le gustara y ella sólo quería protegerse. Entonces, cuando Jamie salió del apartamento diciendo que estaba almorzando con su agente, Taylor se hundió en el sofá y consideró todas las posibilidades que tenía, hasta que, de la manera más tonta posible, admitió para sí misma, decidió empacar sus cosas y salir del apartamento en Cornelia Street, antes de que Jamie siquiera supiera que se había ido, porque quería estar a solas y no podía conseguirlo allí.

Obviamente, Taylor no estaba en casa cuando llegó Jamie, y la más joven se dio cuenta tan pronto como abrió la puerta del dormitorio principal. No estaba en la sala, ni en la cocina, ni en ninguna otra habitación. Jamie miró el área de la piscina cubierta, aunque sabía que era poco probable encontrar la cantante allí.

Uno de los coches no estaba en el garaje y no se veía al jefe de seguridad ni a su conductor. Entonces todo parecía bastante claro. Taylor no había tenido una cita de último momento y se fue a toda prisa, porque nos habría avisado si la situación fuera así.

Ella se había escapado, sin motivo alguno - pensó Jamie.

La chica de Londres respiró hondo y se sentó en el sofá, sacando su móvil del bolsillo del pantalón. Jamie buscó la información de contacto de Taylor y no lo pensó dos veces antes de hacer clic en el ícono de llamada.

El teléfono celular sonó un par de veces y después de lo que pareció una eternidad, Taylor contestó.

— Jamie... — su voz era baja, un poco temblorosa. Jamie podía oír el tráfico al otro lado de la línea y suspiró suavemente, una parte de ella no quería saber qué estaba pasando, tenía miedo de lo que era.

— ¿Donde estas? — preguntó Jamie con calma, aunque no se encontraba al 100% en ese estado.

— Cerca del túnel Holland. — dijo Taylor con incertidumbre. Entonces Jamie escuchó la voz de Noel, diciendo que ya podía ver el túnel, por lo que saldrían de Nueva York en unos minutos.

Jamie conocía bien ese camino. No estaba lejos del West Village. Manhattan es una isla, así que no hay salida si no se toma un túnel o un puente, Jamie lo sabía bien.

— Taylor... — dijo Jamie, en voz baja. — ¿Qué estás haciendo?

'Como una dramática Sagitaria, salí por completo de mi departamento para huir enojada en medio de una discusión que ni siquiera tuvimos', Taylor pensó en decir, pero optó por el silencio, hasta que encontró el coraje para responder:

— Necesito algo de tiempo. — ella no lo necesitaba y lo sabía. — Porque no sé hacia dónde vamos, pero no creo que sea un lugar estable. Probablemente quieras disfrutar el momento, y yo... No sé, creo que necesito una relación que me dé la certeza de que durará, y no el lío en el que me he visto envuelto en los últimos meses.

— ¿Es esta tu manera de decir que crees que estoy bromeando contigo y no tengo intención de hablar en serio?

— Jamie...

— Taylor, estoy dejando ver mis cartas. — Jamie fue honesta. — No soy el tipo de persona que pasa días con alguien, como lo hacíamos nosotras, y luego se va como si nada hubiera pasado. Sólo quería respetar tu tiempo. Adam, Tom y luego nosotras. No sentí que necesitaba apresurarme y ponerle una etiqueta definitiva a todo, solo para darte espacio, aunque realmente lo deseaba. La cuestión es que este es el tipo de cosas que solucionamos hablando.

Taylor inevitablemente sintió que algunas lágrimas salían de sus ojos. Con una sensación de alivio, suspiró levemente y dijo: — Ya vuelvo a casa.

— Te espero. — aseguró Jamie.

Y ella esperó.

Jamie esperó pacientemente a que Taylor regresara a casa, tratando pensativamente de encontrar una manera de mejorar las cosas. No tenía idea de que la mujer mayor se sentía así, pensando que para Jamie no era más que algo pasajero cuando en realidad estaba lejos de lo que realmente estaba sucediendo.

Jamie subió a la terraza. Reorganizó el sofá para hacerlo más cómodo y atenuó las luces porque la noche lo pedía. Luego tuvo tiempo de darse una ducha, ponerse un pantalón de chándal negro, una camisa blanca y un cardigan rojo, y esperar a Taylor sentada en la terraza mientras miraba al cielo, y veía como todo se encaminaba hacia otro día en el que la noche termina con lluvia en la Cornelia Street.

Cuando Taylor estacionó el auto frente al departamento, Jamie escuchó el ruido del vehículo y respiró hondo, preparándose para ver a la niña. Estaba nerviosa y debería haberlo estado. Su tarde y sus primeras horas de la noche se convirtieron en un desastre sin siquiera esperarlo.

— ¿Jamie? — ella escuchó la puerta abrirse y su nombre salir de la boca de Taylor.

— Aquí arriba. — Jamie respondió luego en un tono más fuerte, y vio cuando la niña apareció ante su vista, con la expresión más culpable que pudo llevar. — Vamos, siéntate aquí. — Jamie jaló a la niña mayor hacia el sofá y se sentaron uno frente al otro. otro. Jamie mantuvo sus manos entrelazadas con las de Taylor, queriendo demostrar que ella estaba allí, incluso después de todo el desastre, y que era poco probable que se fuera. — No tenía idea de que estuvieras pensando que esto no significaba nada.

— Lo sé, es solo que... Lo siento, fue estúpido pensar eso. Dijiste que me amabas. — ella recordó. — Y luego fue eso, y me asustó.

— No, no hay excusas. — dijo Jamie. — Yo también fui estúpida porque no tenía idea de cómo lidiar con todo esto, di una impresión equivocada sin siquiera quererlo.

— Está bien. — Taylor se inclinó hacia Jamie, juntando sus cuerpos en un fuerte abrazo. Jamie se ajustó mejor y reclinó su espalda contra la tapicería, haciendo que ella y Taylor se sintieran más cómodas. — No debería haberme ido sin decir nada.

Jamie estuvo de acuerdo, pero permaneció en silencio por un rato, hasta que Jamie decidió romper el diálogo.

— Mira, no quiero que sientas que estoy aquí para divertirme y nada más, me gustas, Taylor, y... — Jamie dijo todo en voz baja y luego suspiró levemente. — Quiero saber si ¿quieres ser mi novia?

— ¿Esto es serio? — Taylor se alejó lo suficiente como para mirar a Jamie a los ojos. La menor asintió y respondió 'sí' en tono tranquilo. — ¿Estás segura? — Taylor quería estar segura y se sintió bastante estúpida por la pregunta, pero necesitaba hacerla. Eso era todo lo que quería, pero su vida todavía era un desastre sin un final claro. — Jamie, mi vida es un desastre. Mi reputación nunca ha sido peor que ahora, ni siquiera sé si tengo más fans y las noticias... No hay nada positivo sobre mí en los medios. Estás empezando a tener más visibilidad y estoy segura que después de que salga tu próxima película la gente te querrá en todas partes, además sabes que no podía asumir nada, no ahora, no como están las cosas, y... — Taylor se interrumpió. — Debería haber pensado en eso, simplemente salí corriendo como si fuera lo correcto y se siente como si te estuviera obligando a hacer algo que ciertamente no lo es...

— Taylor, no me importa lo que digan. — la interrumpió Jamie, sabiendo que no tendría su oportunidad de expresar su punto si no lo hacía. — No me importa lo que digan cuando me ven contigo, y a mí también me da igual si no le decimos a medio mundo que estamos juntas... — Jamie sonrió tranquilamente, tomando entre sus manos el rostro de la mujer mayor, con claro cariño. — Te quiero y quiero eso independientemente del mundo exterior.