Capítulo XIV
Capítulo XIV:
Cuando mencionas algo que nunca puede llegar a ocurrir, tal como un apocalipsis zombie, eso es una cosa imposible de suceder, pero puede pasar y más cuando alguien tiene un poder tan aterrador entre sus manos, no solo armamentístico, sino las palabras de la manipulación, el engaño y la mentira para que otros pudieran creerse eso y encaminarse hacia la perdición o la victoria. Y en este caso, "Defalt" era así, una persona arrogante y que manipulaba a quien quisiera para poder mantenerse en ese "escalón".
Aquella caravana que enfilaba con rumbo hacia la Ciudad de Chicago, él permanecía allí, en Pawnee, rodeado de los pueblerinos y los milicianos, cuyos antecedentes delictivos iban desde el tráfico de armas hasta la desobediencia civil contra las autoridades. Incluso al ciberterrorismo y el terrorismo doméstico, eran uno de los tantos "logros" que tenían en sus prontuarios. Pero a él no le interesaba nada el Mundo y la vida que corría peligro de desaparecer, sino de que tenía otros planes, buscaba a alguien, una persona que su rival conocía y podría obtener su ubicación en cualquier momento con tan solo mover unas "fichas" y listo.
Frente a él se encontraba una computadora a la que accedió y con sus habilidades de hacker, el muchacho inició un rastreo con el "Ctos", buscando en sus bases de datos hasta que halló un nombre. Una sonrisa cruzó por su rostro, se sentía como Dios mismo, omnipotente y poderoso. Allí, en la pantalla aparecía la foto de una mujer y de su hijo, la cual era rubia y su información.
"Nombre y apellido: Nicole Anne Pearce.
Edad: 35 años.
Fecha y lugar de nacimiento: Nacida en 1979 en Belfast, Irlanda del Norte.
Estado civil: Divorciada.
Hijos: Lena Pearce (fallecida en un accidente de auto) y Jackson Pearce.
Dirección actual: ...
Desconocida."
Frunció el ceño y se relamió los labios para poder humedecerlos. Volvió a probar una vez más pero nada, la búsqueda dio en cero, en vano. No se iba a dar por vencido, debía encontrar a esa mujer, sabía bien una cosa: Si quería debilitar y vencer a su enemigo, entonces tenía que ir por lo más apreciado que éste tenía, golpear su corazón y no demostrar piedad alguna. El tiempo estaba a su favor, así que probaría todo el tiempo que fuera posible en hallar más información sobre el paradero actual de aquella persona, sin importar las consecuencias. Un hacker como él no conocía límites, nadie podía detenerlo, ni siquiera un puñado de estudiantes japoneses o el "Justiciero de Chicago". Ya había aprendido de su error al dejarse llevar por la ira, aunque ésta seguía carcomiéndole por dentro al perder a su hermano en el "Apagón del Noreste de EEUU" ocurrido en el 2003. Aún recordaba el nombre del victimario: Raymond "T-Bone" Kenney. ¿Cómo podía haber sido tan estúpido con no enfrentarlo cara a cara?.
Sacudió la cabeza, enfrío sus pensamientos y viejos odios, debía mantenerse calmado y no ceder ante la furia. Si Chicago y el Mundo ardían, entonces que así fuera, éste mismo se hallaba "en deuda" con él. Podía hacer lo que quisiera, incluso insuflar los ánimos del Presidente para que tomara decisiones mucho más severas para poner fin a la "Pandemia Z".
- Ya veremos quién ríe al último, Aiden y Raymond. Ya lo van a ver.- Auguró, mientras que volvía a su trabajo.
De vuelta a Chicago, el grupo del "Justiciero" había terminado con su labor de conseguir las municiones necesarias para enfrentarse a las amenazas que deambulaban por las calles, así que reemprendieron la marcha para buscar comida y averiguar sobre la última posición conocida de "Defalt". Era media tarde y el Sol iba a caer, poco a poco, dando paso a la noche, cosa que no era para nada seguro estar allí mucho tiempo.
- "Tengan cuidado por la Calle Hoover, hay una concentración de muertos vivientes. Dios, esto ya parece "El Amanecer de los Muertos".- Les dijo Jordi desde "El Búnker".
- Entendido, gracias, amigo.- Respondió Aiden.
- Jordi, ¿cómo va la situación de la señal?.- Preguntó Takashi, quien estaba siguiendo el rastro de aquel oponente.
- "Viene y va, hasta que se solucione con alguna reparación pero eso tardará mucho tiempo. Así que toma asiento y espera".- Respondió el Oriental de forma ácida.
- Qué idiota.- Murmuró el castaño de Japón por lo bajo.
- "Oye, ya te oí, no soy sordo, pero ya, la señal es muy débil, tendrán que hallar alguna de las torres cercanas al "Búnker" y tratar de repararla, así podremos dar con la obtención de datos".- Les indicó el mercenario.
- De acuerdo, vamos para allá.- Finalizó Takashi y continuaron con el camino.
Justo cuando colgó la llamada, Saeko decapitó a un zombie que había aparecido desde el interior de un coche, la puerta salió disparada hacia adelante y el muerto viviente estaba por atacar a Takashi cuando la chica del "Club de Kendo" le puso fin a dicha criatura. El ambiente se tornaba mucho más siniestro con los edificios que habían quedado consumidos por las llamas, dándoles un aspecto de grotesco, con una cuasi apariencia a las películas Post-Apocalípticas de ciudades que quedaban arrasadas por la "Guerra Nuclear" y quedaban desoladas pero pobladas de mutantes, tanto personas como animales.
- Oigan, ¿alguien vio una vez la película "Año 225, después del Holocausto"?.- Rompió Hirano el hielo, dando a conocer esa pregunta.
- Sí, yo la vi: Bastante graciosa como para ser de terror con mezcla a futurista.- Respondió Saya, la cual revisaba una patrulla de la Policía abandonada, en donde tomó unos cartuchos de escopeta.-
- Jejeje, bueno, lo único que faltaría aquí serían unas ratas radiactivas.- Río el peli negro, por lo que se ganó un golpe en la nuca de parte de la peli rosa.- Auch, ¿qué?. Era una broma, al menos el equipo de rescate, las ratas humanoides eran buenas.
- Sí, sí, lo que tú digas, pero estamos hablando de ratas, las cuales son bombas de relojería andantes.- Le advirtió la chica con seriedad.- Además, no estamos para una broma como esas.
- Era algo inofensiva.- Recalcó Hirano pero Saya se cruzó de brazos y lo miró con seriedad.- Ok, ok, agh, qué amargada.- Bufó por lo ocurrido.
- Te escuché.- Dijo ella y el chico tragó saliva.
- Jejeje, a mí no me dan miedo las ratas.- Alegó Shizuka.
- Tiene suerte, Doctora.- Respondió Saya, quien hizo una seña y observó algo que se erguía hacia los Cielos.- Parece que llegamos, de causalidad, a una "Estación del Ctos".- Señaló aquella zona estratégica.
- Muy bien, ya que estamos aquí, eso nos permitirá establecer un "Puente" con "El Búnker" y así tener una mejor comunicación. Andando.- Ordenó Takashi y en cuestión de segundos llegaron hasta las rejas, las cuales estaban cerradas con un candado.
- Con permiso.- Pidió Saya y con una ganzúa, logró abrir aquella cerradura y se metieron dentro.- Escuchen, tengo una idea, lo mejor será dividir al grupo en dos: Saeko, Señor Pearce y Hirano se vienen conmigo para restablecer la señal, mientras que Takashi, Rei y la Doctora Marikawa continúan hacia algún supermercado y así nos aprovisionamos de comida y tal vez de algunas municiones de más.- Lanzó aquel plan ante sus amigos.
- ¿Segura? ¿No quieren que los ayudemos?.- Preguntó Rei pero la peli rosa negó con la cabeza.
- No te preocupes, estaremos bien, la zona no tiene muchos zombies. El tema será el Centro, pero esa es otra historia. Ahora va a ser mejor que se muevan o nos caerá la noche.- Pidió la peli rosa.
- Está en lo correcto, podemos liquidar este asunto ahora y, si logran restablecer la señal, podremos meternos dentro del "Ctos".- Respaldó Takashi el plan de la chica millonaria.
Rei y Shizuka lo pensaron un rato hasta que dieron con la respuesta final.
- De acuerdo, pero si ocurre algo o reciben una llamada de nosotros, en el caso de que nos hayan emboscado los zombies, vengan a buscarnos y si no estamos allí, nos veremos en "El Búnker" de regreso.- Dejó la novia del castaño aquel punto de reunión.
- Excelente, así será.- Comprendió Saya y sus amigos partieron para aquel lugar para buscar comida y algunas municiones de más, ya que necesitarían contar con una buena reserva de las mismas por si acaso.-
Con Aiden y Saeko a la cabeza, ingresaron en aquella estación, la cual no presentaba ninguna señal de lucha o sangre, todo estaba limpio, salvo por los gruñidos de los zombies en la lontananza, pero el resto era normal. Ante ellos, el "Cuarto de Control" se levantaba con unas escaleras de color negro, las cuales ascendieron hasta llegar a la puerta, la cual estaba abierta y tenían ante ellos el mando de aquel sistema.
- Bien, a ver.- Pidió Saya, la cual tomó asiento y tenía varias cámaras de seguridad con estática. Se quedó callada un rato, sabía que el tiempo no estaba de su lado, así que comenzó a teclear y a buscar la fuente del problema. Se giró y vio que Aiden caminó hacia ella, ya que, como se había dicho con anterioridad, no era sencillo el manejo algo tan complejo como el "Ctos", así que fue hasta donde se encontraba sentada y señaló hacia las pantallas.
- Dime una cosa: ¿Qué ves allí?.- Preguntó ante las imágenes con estática. La chica de cabello rosa se ajustó los lentes y se quedó mirando esa zona por unos segundos, parpadeó, buscando la respuesta para aquello que necesitaba. De golpe, su boca comenzó a moverse con las palabras que iba articulando.
- Son las cámaras de seguridad que hay por esta parte.- Dijo y Aiden asintió con la cabeza y en silencio.
- Exacto.- En ese momento, el Nor-Irlandés se acercó hasta las pantallas y de ahí se quedó callado.- Recuerda lo que hicimos en aquel departamento de los "Viceroys". Es sencillo, tan solo piensa que es como unir un puente, establecerlo.- Le dio aquella oración y la chica comenzó a entenderlo, poco a poco.
Con tranquilidad pero recordando que el tiempo se hallaba en su contra, Saya comenzó a manejarse con aquel sistema. Tuvo varios tropiezos, las "piezas" no podían coincidir, además de que Hirano se había sumado junto a Saeko para probar aquella herramienta. Después de una serie de intentos fallidos, los tres pudieron dar con el resultado que buscaban: Una por una, las pantallas que daban hacia las cámaras de seguridad empezaron a recobrar la imagen y su funcionamiento. Sumado a ello, la señal comenzó a volverse fuerte en esa zona de la Ciudad.
- Jordi, Takashi: Tenemos la estación "Ctos" asegurada y funcionando al 100%.- Les informó Aiden por celular.
- "Te recibo, amigo. Excelente trabajo, ahora ya saben qué hacer con los semáforos y tuberías, entre otras cosas de la Ciudad".- Respondió el mercenario Oriental, quien los tenía en las pantallas.
- Aquí Rei, también hemos recibido la noticia: Muy bien trabajo, chicos.- Habló la novia de Takashi, quien se hallaba con la Doctora Marikawa y el castaño cerca de un supermercado, el cual no era tan grande.
- "Perfecto. Ya los vemos en la pantalla, nosotros seguiremos aquí un rato más y los esperaremos en este sitio. Cambio y fuera".- Dijo Saya y tras asentir con la cabeza,
No se dijo más y ante ellos, la tienda se abría ante sus propios ojos. Takashi fue el primero en avanzar, las luces titilaban y daban una muy mala señal, parecía haber habido un intento de saque pero no pudieron llevarse mucho de las mercaderías que se vendían en los anaqueles y estantes. Algunos de éstos había caído contra el piso, en "Efecto Dominó", los productos estaban regados por el piso y podían verse restos de vidrio y sangre entremezclados por los alrededores junto a casquillos de bala. El adolescente se agachó y tomó uno de éstos, el cual olfateó y frunció el ceño.
- No fue hace mucho tiempo, tal vez una o dos horas.- Respondió el joven, cosa que no era una buena señal.
- Y no sería raro que vuelvan a pasar por aquí, ya que la Policía está ocupada.- Alegó Rei, por lo que decidieron no perder más tiempo y se internaron dentro del local.
Aquello no presagiaba nada bueno y más cuando se trataba de que los zombies podían estar allí, por lo que avanzaron con cautela, evitando no hacer mucho ruido y así evitar atraerlos.
- Muy bien, busquemos lo necesario. No creo que los productos congelados estén en buen estado.- Pidió la novia de Takashi, ya que esos podían estar en descomposición.
No se dijo más y comenzaron a agarrar todo lo que encontraran en su camino: Comida enlatada, conservas, frutas y verduras, agua, algunas bebidas, además de que tuvieron suerte de que la carne estuviera congelada, por lo que tomaron lo necesario y que pudiera entrar dentro de los bolsones. No se llevaron todo, sabían que otras personas estarían en la situación que ellos, por lo que dejaron una buena cantidad de alimentos en ese lugar y de ahí emprendieron la marcha hacia la estación del "Ctos".
La noche estaba comenzando a caer, los últimos rayos del Sol anaranjado con el humo desaparecían detrás de los edificios, mientras que se pasaba a darle una atmósfera siniestra a Chicago. Mientras que iban caminando hacia ese punto de reunión, Takashi oyó una serie de gruñidos y el goteo saliva y sangre que caía contra el piso. Azuzó los sentidos y señaló a un callejón para que Rei y Shizuka fueran con él. Atravesaron una puerta y llegaron hasta el otro lado, desde donde observaron a todo un Ejército de muertos vivientes que iba avanzando hacia algún sitio.
- Avanzan desde el Sur, provienen de la zona de "The Wards".- Señaló Rei con asombro.
- Pero si habían dicho que estaban bajo cuarentena.- Recordó Shizuka hasta que oyeron a Takashi sacarle el seguro a su arma.
- Era obvio que, tarde o temprano, los muros y barricadas iban a ceder. No me extrañaría de por qué aumentó la cantidad de helicópteros por la zona.- Apuntó el joven y justo pasaba un "Black Hawk" por los rascacielos, bordeándolos y viéndose su silueta reflejada en los enormes ventanales.
La mejor opción que tenían, para evitar a aquella horda, era ir por los callejones y así evitarían entrar en batalla contra las criaturas, ya que podrían quedarse sin municiones, así que era mejor el sigilo. ¿Qué mejor forma de poder salvarte que dicha técnica silenciosa?. Los zombies seguían su rumbo, mientras que no se produjera algún que otro ruido que atrajera su atención.
No les tomó mucho tiempo para reencontrarse con los otros en aquella estación.
- Es un gusto volverlos a ver, chicos.- Les dijo Aiden, colocando su mano en los hombros de cada uno.-
- No ha sido fácil, pero logramos conseguir todo lo que pudimos, así que fue como un "día en el supermercado".- Alegó Rei, mostrando lo que habían conseguido.
- Nos alcanzará para unos días, sin embargo, vamos a tener que emplear algún coche para volver mañana, esto se nos agotará en poco tiempo y también vamos a necesitar medicinas, gasolina y municiones.- Señaló Shizuka, la cual había estado ojeando las provisiones.- ¿Cuentan con alguna heladera para los productos que necesitan frío?.- Preguntó.
- No se preocupe, "T-Bone" se trajo una cuando volvió conmigo a Chicago.- Respondió Aiden con tranquilidad, sin embargo, su celular comenzó a sonar de forma repentina.
Lo sacó de su bolsillo derecho y con asombro descubrió de que se trataba de alguien muy cercano a él. Aquella persona que ya no estaba a su lado y que había optado por retirarse a un sitio tranquilo y sin ninguna molestia, pero mantenían esos lazos de hermanos en la lejanía. Tragó saliva, su boca se quedó petrificada, temía de que algo estuviera yendo mal para dicho personaje, así que respiró profundamente, los chicos guardaron silencio. Shizuka llevó sus manos hasta sus labios y cuando lo vio oprimir el botón verde de "Encendido", se lo acercó a su oreja para hablar.
- ¿Nicky? ¿Qué pasa? ¿Estás bien?.- Preguntó el Nor-Irlandés castaño.
- "¿Aiden? ¡Aiden, hay gracias a Dios estás bien!".- Se escuchó la voz de aquella persona desde el otro lado de la línea.
- Tranquila, no me pasó nada, ya sabes que esos malditos no pueden conmigo, pero, ¿qué ocurre? ¿Por qué me has llamado?.- Le tranquilizó a ella.
- "Aiden, yo...yo creo que alguien está intentando descubrir mi paradero".- Le reveló aquella preocupación, cosa que dejó helado a su hermano.
- ¿Cómo?. Pero si es imposible, se fueron a un lugar alejado del "Ctos", no hay nadie que los pueda seguir.- Intentó analizar la situación.
- "Lo sé, pero desde que comenzó el desastre, han aparecido varias camionetas con unos tipos armados hasta los dientes. Parece que están haciendo inteligencia y el teléfono suena pero se oye una extraña "pisada", como si alguien estuviera presionando un botón".- Habló la joven y eso era mucho más siniestro.
- "Defalt".- Murmuró Aiden por lo bajo.
- "¿Cómo?. Escucha, yo iré saliendo de aquí junto a Jackson. Hoy vino el Ejército junto a la "Guardia Nacional" y nos están evacuando, así que..."- Le iba a dar aquella respuesta, sin embargo, su hermano no pensaba lo mismo.
- No, quédate allí. Yo...Yo iré a buscarte, ¿sí?. No te muevas de la casa, quédate con Jackson. En una hora salgo para allá.- Pidió el Nor-Irlandés a su hermana.
- "Pero, Aiden, los militares pueden...".- Quiso intervenir la joven pero su hermano con la cabeza.
- No, Nicki, no quiero les pase nada malo. Hallaré un modo para llegar hasta ti, así que quédate en tu casa, no se muevan que yo iré en camino.- Prometió a la joven.
- "Está bien, te esperaremos, solo ten cuidado...".- De golpe, la llamada quedó bajo un profundo silencio.
Una vez que la comunicación terminó, Aiden guardó su celular y miró a los chicos, sus estudiantes.
- ¿Estás bien?.- Preguntó Saeko pero notó que tenía el puño cerrado.
- Están detrás de mi hermana.- Respondió el Nor-Irlandés con seriedad.- "Defalt".
- Es increíble como esa persona, no solo quiere ver arder el Mundo, sino también hacerle una guerra psicológica.- Se lamentó Saya con seriedad.- Pero creo haber hallado el camino para que usted vaya a buscarla.- Señaló en el mapa uno de los puentes que no estaba resguardado por los militares pero no será sencillo cruzarlo, hay zombies por doquier.- Advirtió la peli rosa.
- No importa, la iré a buscar. Ahora los llevaré hasta "El Búnker" y de ahí voy por mi hermana y mi sobrino.- Ideó su plan, pero Saeko le tomó de las manos.
- Estamos juntos en esto, ¿lo olvidas?.- Preguntó con un tono serio pero llevo de preocupación.- No pienso dejar que vayas tú solo y te enfrentes a lo que hay allí afuera, del otro lado.- Señaló con la cabeza, el viento movía sus cabellos pero Aiden permanecía callado un rato.
Sin embargo, tampoco podía negarlo; la muchacha estaba en lo correcto, eran un equipo y no podían tomar caminos separados como si nada, por lo que el Nor-Irlandés suspiró profundamente y colocó sus manos alrededor del cuello de la chica. Ella lo miró con ternura, por lo que extendió las suyas y las colocó sobre la cabeza de su novio, acercándolo hasta su pecho.
- Estás bajo mucha presión, pero eres alguien fuerte, Aiden. Tú nunca sabes rendirte, no reconoces esa palabra, así como también demuestras ser una persona con una gran determinación.- Dijo la joven y puso su mano sobre su rostro.- No te preocupes, estamos contigo: Iremos por tu hermana y tu sobrino.- Una vez dicho eso, se giró hacia los chicos.- Takashi, llévate a los demás al "Búnker". Yo acompañaré a Aiden hasta aquel destino.-
- Pero, Saeko, es muy arriesgado.- Intentó Shizuka en convencerla para que se quedara.
- No se preocupen, estaré bien; además, solo él conoce el camino hacia ese sitio, si algo le pasara y tal vez esto sea una trampa de "Defalt", es mejor que alguien vaya con él, así que llevaré mi katana junto esas dos Pistolas "Desert Eagle" que hallaron.- Dijo y cuando se equipó con dichas armas, fue a buscar algún coche cercano.
- Está bien, pero nos mantendremos en comunicación. Por lo que he visto, parece que Pawnee aún cuenta con cobertura con respecto a su señal, pero no sé hasta cuánto durará.- Señaló Saya, la cual se puso de pie tras dejar aquel tablero.
Takashi asintió y se dirigió a su grupo.
- De acuerdo, entonces nos veremos en "El Búnker", si algo llegara a pasar, les avisaremos.- Dejó constancia de ese hecho y se despidieron.- Tengan cuidado.
- No te preocupes, lo tendremos.- Prometió Aiden y en ese momento, Saeko le hizo una seña con su mano, ya que había hallado un "Zusume" de color negro, ideal para camuflarse y así infiltrarse tras las líneas enemigas.
Pronto, el coche partió, en medio de la oscuridad y las calles "desoladas", con excepción de los muertos vivientes que estaban apareciendo en masa, por lo que Takashi halló un "Kigan AWD", al cual se subieron y pusieron rumbo hacia aquel refugio.
En un lugar desconocido, Nicole "Nicky" Pearce se hallaba mirando por una de las ventanas que daban a la calle, esperando a que Aiden llegara para sacarla de allí. El Ejército había llegado a la localidad para evacuarla y evitar que los zombies causaran estragos. Se había producido algunos avistamientos de esas criaturas por el lugar, más que nada en los campos, pero en número reducido, sin embargo, el miedo predominaba entre la población, así que los militares habían llegado para cumplir con su misión.
- Mama, ¿todo está bien?.- Preguntó su hijo a ella, quien se volteó y caminó hasta él.
- No te preocupes, es solo un tipo que está aburrido y no tiene nada mejor que hacer, así que tranquilo. Sumado a ello, ¿qué te parece?. El tío Aiden vendrá a buscarnos, nos vamos a un lugar seguro.- Dijo ella, abrazándolo, mientras que unas lágrimas aparecían en sus ojos, deslizándose hasta perderse contra el piso.
Sin que ellos lo supieran, un coche perteneciente a la "Milicia de Pawnee" se encontraba a pocos metros del domicilio, observando todo posible movimiento que fueran a realizar los ocupantes. Uno de ellos tomó una radio y se comunicó con aquella persona que se hallaba más al Oeste. Su compañero permanecía al volante, mientras que un "Humvee" del "Cuerpo de Marines de los Estados Unidos" equipado con un sistema de altoparlantes iba llamando a la gente de aquel barrio para dirigirse hacia los puntos de evacuación.
- "Señor Defalt, tenemos confirmación del objetivo".- Dijo uno de los milicianos.
El joven había conseguido lo que buscaba, por lo que tomó una lata de cerveza y la abrió.
- "Esperen a mi señal. Cuando el "Justiciero de Chicago" venga a salvar a su hermana y sobrino, ahí lo emboscan. Yo iré de inmediato".- Dejó su aviso y colgó la llamada.
Por su parte, el coche en el que viajaban Aiden y Saeko atravesaba las calles plagadas de zombies y se internaba por un puente que había tenido la desgracia de colapsar la defensa contra aquellas criaturas.
Tenían el tiempo en su contra, debían llegar a Pawnee en cuanto antes de que aquella gente pudieran hacerle algún daño a Nicole y Jackson. Fue entonces que Aiden aceleró y dejaron atrás el Centro de Chicago.
[Un momento muy tenso acaba de producirse y les aviso que estén preparados para los próximos capítulos. Se vienen momentos muy tensos.
Envío saludos y agradecimientos para daniele853, Linterna Verde Franco y Tarma Jones.
Cuídense, amigos y buen inicio de día Domingo, así como también del nuevo mes, Agosto, para todos ustedes, Camaradas.].
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