{ 50 . La oscura medianoche}
Este capítulo está dedicado a LexSnape, ¡PORQUE ELLA LO MERECE MÁS QUE NADIE POR LO QUE OCURRIRÁ AQUÍ! *llora*
( ... )
—Hey, Harry. ¡Arriba!
Harry gruñó un "no" y se cubrió la cabeza con las mantas. Otras manos tiraron de sus mantas, apartándoselas.
—Vamos, Harry. Despierta.
Harry consiguió que su voz saliera menos como el gruñido gutural de un muerto viviente y más como una voz humana. Nuevamente negó, esta vez seguido de varios insultos malsonantes que iban desde "bastardo hijo de puta" hasta otras delicatessen de ese tipo, seguidas de amenazas de muerte.
—Canuto, no quiere despertar.
—Lo sé, Lunático. ¿Qué crees que sea mejor? ¿El baño del perro o el castigo del lobo?
Harry sacó la cabeza de debajo de su almohada y los miró entreabriendo un ojo.
—¿Mmnh?
Sirius y Remus estaban allí, parcialmente iluminados por las ondas verdosas del lago, ondas que se extendían por toda la habitación en suaves curvas y arañazos, como si fueran sombras vivas de magia recubriendo las paredes.
—Yo creo que baño del perro. El castigo del lobo podría ser más cruel, ¿no crees?
—Remus, cariño de la vida hermosa, he pasado doce años en Azkabán. No hay ser más cruel que yo aquí.
—Lo dices porque Ian no está —susurró Remus, picándole. Sirius le sacó la lengua a la vez que le enseñaba el dedo corazón.
—Por supuesto. Ese pendejo me hace cagarme en los pantalones, es tétrico —rió a carcajadas—. Un digno diablito.
Harry abrió el otro ojo.
—¿Mmnh? —balbuceó. Remus le sonrió, dientes expuestos y sonrisa animal.
—¿Despertando por fin?
Harry maldijo verbalmente. Remus movió sus manos y Harry estuvo aplastado contra la pared dos segundos después, todas sus mantas cayendo en desorden sobre su cuerpo a medio vestir.
—OH MERLÍN ¿HARRY TE HAS TATUADO? —chilló Sirius, tirando de su brazo y arrastrándolo desde la pared a medida que le deshacía las mantas y las enrollaba en torno a sus brazos, intentando que no lanzara golpes adormecidos—. Parece un tatuaje muy óptimo para ti, sabes. La magia del caos y todo lo que representa.
Remus rebuscó en una maleta de cuero y extrajo unas túnicas negras y grises. Harry apenas gruñó cuando fue lanzado incluso con las sábanas envueltas a su cuerpo semidesnudo al agua tibia de la bañera.
—Ian también tiene el mismo tatuaje —pareció notar Sirius mientras humedecía los cabellos de Harry, atado para no golpear a nadie, con expresión de estar buscando mentalmente las formas más rápidas y efectivas de matarlo sin usar sus brazos—. En el pecho, justo sobre el corazón. Es bastante tierno, creo. No puedo deciros nada sobre tatuaros antes de la mayoría de edad ya que mi primer tatuaje lo obtuve en mi segundo año y no fue exactamente de un método muy legal; sin embargo, vuestra elección de tatuajes ha sido maravillosa. Es justo lo que los representa.
Harry bufó y escupió el agua jabonosa que le caía por la cabeza. Sirius talló sus cabellos hasta que estuvieron lustrosos y maleables, y luego lo arrancó de la bañera con un tirón.
Remus movió sus manos; Harry estaba seco y en ropa interior dos segundos después, y dispuesto a matarlos más que antes. Sirius le sostuvo mientras Remus le calzaba la camisa y los pantalones justo por debajo de la túnica formal, de telas gruesas y elegantes, puños bordados y aferrados a sus manos, movilidad y suavidad para su comodidad.
—Bueno, Ian ha sido bueno al darnos el método para bañarte y cambiarte sin resultar herido en el proceso —se burló Remus, pasando un peine empapado con una poción alisadora por los cabellos de Harry para acabar atándolos en un moño en lo alto de su cabeza con algunos cuantos mechones sueltos rebeldes—. Nos ha dicho que te demos chocolate. O algo dulce. Pero Sirius ha dicho que no quería ir a las cocinas porque los elfos le dan mala espina, así que hemos improvisado.
Harry balbuceó un insulto bastante malsonante. Sirius apenas le empujó en regaño poniendo su mano en su hombro, y dos segundos después Harry lo había estampado contra el suelo, apretándole el cuello con el pie y poniendo todo el peso de su cuerpo allí con la clara intención de asfixiarlo.
Remus jaló de sus cabellos hasta que aflojó la presión. Harry balbuceó una protesta vaga.
—Hey, tranquila fiera —luchó con sus cabellos hasta que adoptaron la forma que Remus deseaba en el peinado—. Muy bien. Sirius, trae el chocolate.
Harry apenas observó como Sirius alcanzaba una pequeña pieza de chocolate de la encimera del baño. La agitó frente a su rostro y Harry pareció luchar para dar una mordida. Remus tiró nuevamente de sus cabellos, deteniéndolo.
—Ahora, Harry —Sirius le miró soñador con sus ojos pálidos—. Este chocolate tiene una poción que hará tu magia un poco más sensible durante las próximas horas. Su sabor no será exactamente agradable, pero el chocolate lo cubre todo. Lo comerás y, si lo comes sin escupirlo, te daré cinco ranas de chocolate y una paleta de sangre. ¿Entendido?
Harry asintió. Sirius colocó el chocolate a la altura de su boca y Harry fue muy considerado de no arrancarle los dedos con la mordida. Masticó y tragó con rapidez; no tenía el típico sabor de los chocolates con leche de Honeydukes, siendo bastante más amargo y casi ácido, pero el dulzor se colaba en su paladar y Harry sintió relajarse cada parte de su cuerpo.
—Quiero mis ranas de chocolate —gruñó, pareciendo nuevamente un humano mientras se chasqueaba el cuello, los hombros y la espalda—. Y que me digan para qué me han vestido como un payasito gótico.
Sirius se carcajeó. Remus acabó de ordenar sus cabellos.
—Esta medianoche tenemos una pequeña reunión. Incluso el bastardo infeliz de Dumbledore nos ha dado permiso para abandonar el castillo. Y nos han dado órdenes exactas y precisas de que vayas bien vestido.
Harry resopló. Sirius rebuscó en sus bolsillos ranas de chocolate. Estaban un poco aplastadas, pero seguía siendo chocolate, y Harry las devoró sintiendo como el azúcar y el dulzor se extendía por todo su cuerpo, dejándole casi tan relajado como matar a alguien que lo merecía.
—Una reunión —Harry arrugó el rostro—. ¿Ministerio, juicio, mortífagos, o algo así?
—Nope —negó Sirius—, algo más divertido. La pasarás bien.
Harry farfulló.
—Mis conceptos de diversión suelen diferir con los del resto de las personas.
—Estamos al tanto de ello —Remus acomodó el cuello de la camisa y la túnica de Harry, atando un moño flojo a su cuello en vez de una corbata—. Ahora, mírate. Estás deslumbrante.
Harry no lo hizo.
—No me miro en los espejos —se encogió de hombros—. Lo hice una vez y tuve alucinaciones. Lo hice una segunda vez y observé mucha gente muerta. Cuando lo hice una tercera vez maté a alguien.
Las manos de Remus se tensaron en sus hombros. Sirius balbuceó una burla que en realidad no tenía gracia.
—Entonces, te diré que luces como un caballero —Remus limpió de pelusa sus hombros, pelusa que en realidad no estaba allí. Harry bostezó.
—Siempre luzco como un caballero, ¿o qué querías, que luciera como una dama? —gruñó, estirándose—. Creo que necesito dormir un poco má-...
—NUESTRO TRASLADOR SALE EN DOS MINUTOS HARRY POTTER, ASÍ QUE TE MIRARÁS EN EL ESPEJO, DIRÁS QUE LUCES HORRIBLE Y ESTAREMOS DISCUTIENDO DE ELLO HASTA QUE LLEGUEMOS A NUESTRO DESTINO —la voz de Sirius, anormalmente alta, tenía una nota de histeria. Harry clavó los ojos en el espejo con rapidez un breve segundo.
—Luzco horrible. Parezco un galán de época, de esos de portada de novela romántica.
Sirius besó su mejilla con ternura y jaló de su brazo, intentando convencerlo falsamente de que lucía más que apuesto y Harry mirando casi con cara de pánico como su padrino parecía más perdido en la locura que quizá el mismo. Harry al menos era sincero consigo mismo cuando las cosas no salían como querí-Bueno, olvidad eso.
El traslador salió en el tiempo estimado. De pronto, iluminados bajo luces trémulas de candelabros bajo doseles de flores bordadas y un perfume almizclado en el ambiente, Harry notó que él no era el único vestido tan elegante que era ridículo. Sirius lucía más joven y más guapo que nunca, con una pechera de bolados negros y una chaqueta roja. Remus, en cambio, llevaba una pechera roja con la chaqueta negra. Sus cabellos estaban peinados a un lado, y una trenza levantaba un costado de su cabello, dejándole en un falso sidecut bastante juvenil que conseguía hacerle parecer menor incluso con las suaves ojeras bajo sus ojos.
Grandes multitudes estaban allí, todos con túnicas de vestir elegantes. Ninguna se arrastraba por los suelos como las túnicas escolares, y ninguna otra lucía tan elegante como la que llevaba Harry, aunque un pequeño niño que estaba atacando un pastel de fresas lucía túnicas platinadas que más que elegantes eran etéreas, angelicales, arremolinándose en torno a sus pantorrillas en suaves bolados. El niño le examinó con recelo en los ojos grises, un odio tan absoluto se quebró en ellos que Harry retrocedió, asombrado. En ligera confusión Harry fue jalado hacia un lado por unas manos cálidas.
—Harry —la voz sonaba aliviada. Draco le miraba con los ojos sorpresivamente brillantes, y el rostro tan reluciente que parecía irradiar un brillo propio desde debajo de su piel. Bonita sonrisa pintada en su cara, cabellos apartados suavemente del ángulo de su vista, pero cayendo en ondas suaves hasta su barbilla—. Creí que no llegarías. Severus estaba preocupado. Bueno, Severus está aterrado.
—Draco —Harry alzó las cejas mientras Draco lo arrastraba por entre las multitudes hasta lo que parecía una tienda de campaña de color gris oscuro, totalmente cargada de runas de difícil comprensión y alguno que otro símbolo—. ¿Qué demonios es esto?
Draco envolvió sus dedos con los de Harry mientras se adentraban en la tienda. Allí Severus tenía la peor expresión de amargura que Harry jamás en su vida hubiera visto.
—Severus —Harry caminó hasta él, desentrelazando los dedos con los de Draco—. ¿Qué...?
—No haré esto —balbuceó Severus al final—. No sé si...
Draco trepó al escritorio junto a Severus.
—Padrino, de verdad no quieres que llame a tío Reg, ¿verdad? Porque él te cortaría las pelotas con los dientes de forma dolorosa, luego las colgaría en una pared y diría a sus futuros hijos, que claramente no tendrá contigo por tu deficiencia testicular, "estas son las pelotas del hombre que tenía mucho miedo de contraer matrimonio conmigo, pero no de follarme contra todo estando fuera del matrimonio, así que las colgué aquí para que todos vosotros puedan mostrarlas a sus prometidos, diciéndoles que así es como los Black hacen las cosas". Y luego le dirá a Helike que le has sido infiel, y todos sabemos que Heri odia la infidelidad, mentiras y todo ese rollo, así que te odiará el resto de sus vidas, probablemente queriendo matarte alguna que otra vez... ya sabes, esas cosas de familia sangrepura, antiguas tradiciones para hacerse con un lugar más importante —Draco tenía una sonrisa enorme y los ojos entrecerrados. Harry pensó por un breve segundo que le habían cambiado a su Draco inocente e infantil por una mala copia de él mismo en rubio y náyade—. Puedes hacerlo. Pero, además de que puedes, sé que quieres hacerlo.
Harry exhaló una risa ante la negra desesperación de Severus.
—Así que esto se trata de una boda, entonces —murmuró—. Te casarás con Regulus.
—Lo hará —Draco bajó del escritorio—. Ya ha pedido su mano a Narcissa, quien, ante la muerte de su madre, el encarcelamiento de Bellatrix y la desherencia de Andrómeda, es la única responsable de la familia Black. Una vez que una mano es pedida no puede refutarlo, ni dar marcha atrás. Porque de hacerlo sufrirá.
—Draco —Harry alzó las cejas—, no sé qué ha ocurrido contigo en las últimas seis horas, pero tengo la breve sensación de que si te mantienes así toda tu vida yo seré inmensamente feliz.
Draco se carcajeó. Su risa era como el sonido que tendrían las constelaciones contando sus historias.
—Gracias —susurró, tomando sus manos y haciendo que Harry lo observara como si acabara de descubrir el mundo—. Estamos en luna nueva, Harry. ¿Sabes? Muchos asocian con que en luna nueva los náyades nos transformamos en seres que buscan placer y todo ese rollo, ni que fuéramos lobos en celo —le sacó la lengua y puso los ojos en blanco. Harry ni siquiera pudo sentirse insultado cuando le sonrió con sádica diversión—. Sin embargo, la luna nueva nos expone. La luna nueva significa el comienzo y el inicio, el principio y el nacimiento. Náyades y luna nueva... no hay mentiras, no hay restricciones, no hay absolutamente nada más que temer. Un náyade bajo la negrura infinita de los cielos sin luna te expresará todo lo que piensa, su magia se comportará totalmente de acuerdo con lo que necesita. Y quizá hoy no te necesito a ti, ni necesito ninguna otra cosa. Quizá hoy ya encontré a quien necesito.
Draco se apartó riéndose, sacudiéndose la melena dorada con las manos y mirándole de reojo. Severus estaba temblando y Harry no supo si de los nervios o la risa.
Harry creyó que nada podría sorprenderlo más esa noche. Y aún faltaba media hora para la medianoche. Maldición con todo.
—Entonces, ¿a qué ha venido casarse? —preguntó Harry, acercándose a ver a Severus de cerca. El hombre no parecía tener absolutamente ninguna expresión a parte del pánico más absoluto—. ¿Decisión de último momento, hechizo anticonceptivo fallido o...?
Severus pareció ponerse verde y aferrarse de los cabellos con rudeza.
—Ohhhh —Harry alzó las cejas—. Así que es eso.
—No —gruñó Severus—. Créeme, Potter. Si lo fuera, ahora mismo yo estaría en Alemania. Con Regulus y Heri, por Merlín Draco, no se te ocurra pensar otra cosa y aleja eso de ahí.
Harry volteó la vista. Draco jugueteaba con un abrecartas, sentado en el suelo, bastante afilado para lo que parecía ser el gusto de Severus tan cerca de su entrepierna.
—Creo que Regulus debería estar orgulloso de tenerte como su sobrino —rió Harry, tomando asiendo junto a Draco—. Defiendes su honor y eso.
—Lo sé —Draco batió las pestañas con galantería—. Sé que soy su sobrino favorito.
—Si no tenemos en cuenta que, de no serlo harías rabietas y su vida miserable... —le hizo notar Severus.
—Cierra la puta boca —gruñó Draco, rápido y sonriente—. Como decía. Hemos pasado buenos momentos y siempre ha estado cuando lo necesité. Lo menos que puedo hacer es que su futuro esposo llegue a su ritual de bodas en tiempo y forma, luciendo no tan demacrado, no tan asustado y entusiasta con ello. No todos los días uno se une con la familia Black. Y con unirme, Severus, padrino amado, me refiero a ingresar a la familia; Heri es la constancia de que has estado muy unido con tío Reg.
Harry creyó que había encontrado su alma gemela en el Draco-Náyade-Burlón-y-Amenazante. Joder. Hasta podría casarse con él sólo por escucharlo amenazar y maldecir.
—Nunca asistí a una boda —murmuró Harry, encogiéndose de hombros—, así que no sé muy bien qué se hace en ellas. Por lo que me queda preguntar: ¿quién llevará el ramo?
Draco se ahogó con su risa. Severus apenas sonrió.
—Eso es muy infantil hasta para ti —Draco tiró de sus manos y lo levantó del suelo, arrastrándolo a un costado de la tienda un poco más alejado de Severus. Severus enredó los dedos contra sus cabellos, queriendo tranquilizarse—. Las bodas mágicas son algo majestuoso y digno. En ellas, las flores están por todas partes. Las flores simbolizan la fertilidad, ¿sabes? Mientras más flores haya, es más la fertilidad que exuda la unión. Sus colores no importan, solamente importa que hayan sido plantadas y cuidadas por la pareja que contraerá el matrimonio. Arrancarlas significa algo muy negativo, ya que estarías, ¿cómo decirlo? Cagándote en las tradiciones, los rituales y diciendo que te importa un pepino todo, y que no deseas la bendición de los dioses... etc. En las bodas mágicas hay mucha comida fría, frutas y bebidas de todo tipo, excepto alcohol. El alcohol está solo en los funerales. Y no hay persona que los una formalmente. En realidad, a partir de la medianoche y hasta que las últimas estrellas desaparezcan del cielo, la pareja que contrae matrimonio puede estarse jurando su amor y devoción mutua. Tomarán sus manos y dirán todo lo que sienten, desean, y aspiran. Las personas, invitados, no están obligados a escuchar. Pueden comer y hablar entre ellos. La pareja jamás se soltará de las manos mientras confiesan todo su amor y sus motivos para casarse y esas gilipolladas. Finalmente, soltarán sus manos y se besarán, sellando su unión, y sus magias se enlazarán. Si se necesitan papeles legales unos testigos dirán que su magia y unión es verdadera. En fin, no es muy extenso. Severus no puede pronunciar dos palabras y tío Reg está demasiado descompuesto, así que creo que se dirán un "Te amo" algo flojo y estarán listos para saltar a la cama.
Harry rió a carcajadas con la expresión enferma y descompuesta de Severus del otro lado de la tienda.
—Severus, tranquilo —susurró—. No es tan difícil contraer matrimonio, por lo que veo. Creo que será más difícil mantenerlo.
Severus puso los ojos en blanco como diciendo "anda, vale, como si no lo supiera". Harry suspiró y soltó las manos de Draco para tocar la marca bajo su clavícula; desde que había despertado que estaba quemando un poco. No era doloroso, pero sí extrañamente molesto, como si la herida estuviera abierta.
—Entonces —murmuró—, ¿por qué estoy aquí y por qué no he visto a Ian en todo lo que llevo en este lugar? Mi conexión psicosexual con él dice que está cerca.
Draco sonrió, dejando que una suave risita escapara de su boca.
—Oh, porque Regulus lo está adoptando desde que anocheció. La ceremonia de adopción sí es un poco más complicada. A mi parecer, Severus está descompuesto porque su magia tira para proseguir con la adopción y él no está presente porque no puede ver a tío Reg hasta la boda. Y, oh, Regulus tendrá tu custodia legal luego; ya ha tramitado un juicio para Sirius, pero tienen la idea de que no le darán la custodia tan fácil, ¡así que Regulus te adoptará también!
Harry se ahogó.
...
—Gracias por avisarme —murmuró Harry de mala gana mientras Tom se acercaba y hundía su rostro en su cuello, sus labios apenas entreabiertos mientras le acariciaban la piel del cuello hasta detrás de la oreja, dejando un suave beso en el hueco allí—. ¿Debería decirte hermano ahora?
—Demonios, no —Tom tiró de él y lo volteó. Harry lo observó más de cerca, su dedos recorriéndole el rostro que ambos habían creado. Ian Evans seguía estando allí en la forma de los ojos, en los labios rellenos y en la sonrisa cínica. Pero en los ángulos marcados del rostro era posible verse la adopción mágica Black, así como en la mirada que mezclaba líneas azules con plateadas en una belleza perfecta—. A menos que quieras jugar ese juego.
—Demonios, no —Harry rió, Tom sujetándole contra su cuerpo y moviéndolo a través de la música. Algarabía de murmuraciones, palabras, gente cenando y bebiendo, chistes siendo narrados a la vez que los ahora esposos Regulus y Severus Prince-Black se observaban como si jamás lo hubieran hecho, antes nunca mirándose con la misma intensidad de decirse mil palabras con una mirada—. Creo que la gente nos mira.
—Que lo hagan —Tom se encogió de hombros—. ¿Sabes algo bueno de las ceremonias de boda?
Harry alzó las cejas, inquisitivo. Tom prosiguió.
—Nada de lo que pase aquí puede ser hablado fuera. Es ciertamente maravilloso, ¿sabes?
Harry acunó el rostro de Tom en sus manos, deteniéndose en medio del baile, mirándole a los ojos con embelesamiento.
—¿Así que puedo hacer esto y nadie jamás podrá decirme nada, ni burlarse, ni fastidiarme la puta existencia con ello?
—Exacto —Tom le atrajo a su cuerpo, tirando de su cintura y aplastándolo contra él—. Y yo puedo hacer esto en frente de todos. Y nadie podrá decirnos nada. Todos sabrán que eres mío, que me perteneces, y a la vez nadie podrá decirlo. Pero todos lo sabrán. Magia.
Harry rió justo antes de que Tom le besara con un roce suave, mientras tiraba de sus cabellos para alinear su posición y devorarle los labios con hambre y necesidad.
...
—¿Bailas conmigo, Canuto?
Sirius alzó la ceja.
—Para qué preguntas si sabes que lo haré —Sirius aceptó la mano de Remus y se deslizaron entre la gente que bailaba—. Bueno, Harry parece feliz. Al menos tiene la boca entretenida.
Remus asintió.
—Me sorprende su madurez e inmadurez equilibrada. Nosotros no éramos así, ¿verdad? —bromeó. Sirius negó.
—No, tienes razón. No éramos así —su mirada estaba oscurecida—. Éramos peores.
Remus suspiró, rozando la nariz de Sirius con la suya en un beso esquimal.
—¿Has hablado con los alemanes? —preguntó, cambiando de tema mientras le arrastraba por debajo de las flores. Sirius suspiró.
—Envié una carta. No me han respondido, aún, pero creo que ya saben que he escapado de Azkabán. Había captura internacional —su risa fue oscura, áspera y ronca—. No sé si...
—Yo he hablado con él mientras estuve en Durmstrang —Remus hizo a Sirius girar entre sus brazos bajo la melodía—, por si querías saberlo. No te odia. En absoluto.
Sirius entrecerró los ojos.
—¿No lo hace?
Remus negó.
—No. Lo he visitado, también, y hemos pasado tiempo fuera de clase. Hemos hablado mucho.
Sirius suspiró, y cuando inhaló parecía como si hubiera respirado verdaderamente por primera vez.
—¿Crees que...?
—Dejaré de trabajar en Hogwarts después de este año. Harry no me necesitará aquí —Remus le guió, soltando sus manos y cambiándolos de posición—. Regulus conseguirá tu libertad e impunidad. Iremos a Alemania tan pronto podamos.
Sirius le observó, enormes lagunas de plata salada por las lágrimas, antes de abandonar el baile y abrazarlo con toda la fuerza de sus brazos, de su cuerpo, de su alma. Remus lo sostuvo para no caer y repeinó sus cabellos negros, sintiendo la felicidad de Sirius como siempre había sentido todo con él: como la suya propia.
...
La noche avanzaba y la comida se agotaba lo suficientemente rápido para que se debiera traer más a las mesas. Harry se apartó apenas de Tom, lo suficiente para atacar la fuente de chocolate con fresas, y Draco estaba allí mirándole, pícaro.
—Entonces —Draco enarcó las cejas e imitó su voz a la perfección—: "Es mi primo"; "Draco, no. Definitivamente no". "Es un niño" —batió las pestañas—. ¿Has cambiado de opinión o has ingresado vino de elfo a la fiesta?
—Cierra el puto pico Malfoy —gruñó Harry. Draco tiró de su mano.
—Sólo si bailas conmigo.
Harry se vio arrastrado a un baile en que, inesperadamente (con todos los comentarios de Draco insultando su postura, pasos, de que estaba bailando y no tratando de seducir a nadie por lo que tenía que dejar de mover el trasero, que, si acaso lo suyo eran los antros y nunca le había dicho nada ni invitado, y demás cosas totalmente extrañas en boca de Draco Náyade Malfoy) la pasó bien.
Y la pasó mucho mejor cuando Tom lo recuperó, besándole posesivamente y sacándole el dedo corazón a Draco en un claro signo de "perra, es mío". Draco se carcajeó gran parte de la noche cada vez que los veía.
...
El fotógrafo mágico se asomó, la enorme cámara lista para capturar la serie de los momentos. Harry rehuía de las fotos, observando entre las flores blancas perfumadas con Tom. Pero pronto Tom fue reclamado a una foto junto a Severus, Regulus y el pequeño que miraba todo como si quisiera matar a alguien, y luego Severus cargó al niño que inesperadamente sonrió a la cámara estando entre Severus y Regulus Prince-Black y Harry sintió algo así como la comprensión de algo que nunca antes había entendido al ver a aquella familia feliz y sonriente.
Tom lo jaló a la siguiente foto. Harry intentó no prestar atención a que el niño lo miró como si él fuera la causa de todos sus males. Finalmente, Severus y Regulus posaron con sus manos entrelazadas para la siguiente fotografía, una sonrisa apenas asomándose por la comisura de los labios de Severus y una ancha sonrisa apareciendo, genuina y cargada de emoción, en los labios de Regulus.
Harry observó cómo el niño fue a buscar a Draco, visiblemente irritado, y volvió a ser atraído a los brazos de Tom olvidándose de todo.
...
—Estamos bailando el último baile de la noche —le hizo notar Harry a Tom. Tom deslizó sus dedos desde su cuello hasta abajo, por toda su columna, estrechando el agarre de su cintura contra su cuerpo.
—Lo sé. Pero no es un último baile cualquiera —le apuntó Tom, sonriendo.
—Ilumíname.
—Un último baile de una festividad que comience a la salida de la primera estrella transmite las emociones y sensaciones de una persona a la otra. Sin embargo, esta fiesta no ha comenzado con las estrellas. Ha comenzado con la oscuridad.
—¿Entonces...? —Harry se acercó, sonriente, pícaro y curioso. Tom rió, su pecho agitándose suavemente.
—La noche es más peligrosa que las estrellas —susurró Tom—; las estrellas piden y otorgan. La noche exige, y toma todo lo que quiere, todo lo que desea hasta que no hay forma de resistirse a su oscuridad.
—Y tú eres la noche —murmuró Harry. Tom rió casi contra su piel, las flores en torno a ellos abriéndose en pétalos blancos y amarillentos como pergaminos, las luces deslizándose en negrura gradual—. Tú eres la noche. Seamos oscuridad juntos, entonces.
Harry enterró los dedos en la cabellera de Tom, negra y larga hasta la barbilla, la cabellera Black, sedosa contra sus dedos, arrastrándolo hasta tenerle a la altura suficiente para devorarle los labios con las ansias de un desesperado.
( ... )
May you always be satisfied
*SE VA ALV*
Bueno, un capítulo lindo, ¿no? *risa nerviosa*
BUENO SÍ, YO POR LO MENOS LO AMÉ, CREO QUE LO EDITÉ UNAS QUINCE MILLONES DE VECES PORQUE NO PODÍA DEJAR DE QUERER AGREGARLE COSAS, ¿QUÉ MÁS LINDO QUE HACER CANON A UNA PAREJA CON UNA BODA? *llora* Bueno, todo está fríamente calculado, obvio xd pero no por eso deja de ser hermoso.
Así que, Draco maduró o en todo caso eNCONTRÓ A SU PAREJA bueno, basta bebés, esto es mucho para mí, los estoy viendo crecer demasiado rápido y me duelen y a la vez soy feliz ashjhdf.
Yo grité por el beso Tomarry, ustedes gritaron por el beso Tomarry, tODOS GRITAMOS POR EL BESO TOARRY me calmo. Igual aquí si les gustó y eso.
¿Fangirlearon cuándo? asldjas
Momentitos de parejas preciosas que me llegan al cora, ¿cuál fue el favorito? *guiño guiño*
aL FINAL PRESENTÉ A HERI. Es mi bebé hermoso, mi nene gruñón, el hijo PrinceBlack. Sí. Tenían un hijo. Todo este tiempo lo han tenido y han sido super-canon. alv.
Parte fav / parte menos fav, ¿por favor? *ojitos*
Puedo tachar "boda" en la lista de cosas que debo escribir xD
¿Preguntas, dudas, teorías conspiranoicas? Yo estoy aquí dispuesta a leer/escuchar si los conozco bien, porque no hay nada mejor que alguien pensando cosas que pasarán o que podrían haber pasado...
Y HABLANDO DE PODRÍAN HABER PASADO, si les gustaría leer un fragmento de Harry y Tom antes de Hogwarts vayan ya mismo a buscar "El asesinato de Jesús" en el perfil de Kyu-baby porque es canon del fic, pero lo escribió ella y lo amé con todas mis fuerzas, mi hija es lo más hilarante de la existencia *llora* Supo captar a mis nenes mucho asdkdjaa morÍ.
Nada, era eso. Se pasan por El asesinato de Jesús para leer a PsychoBaby de diez años, si comentan aquí tienen un beso, si quieren/tienen fanarts se van a mi facebook que aparece en mi perfil, y nada, BRINDEMOS POR LOS NOVIOS.
xxx G.
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