Mello
-Vamos Matt.-

-¿A donde? ¿No preferías quedarte para pensar?-

-Sí pero he cambiado de idea, eso lo haré mañana ahora salgamos a divertirnos.- mi amigo solo me miró sin entender hasta que finalmente cogió su abrigo y salió por la puerta conmigo para coger el coche e irnos al centro.

Cuando llegamos nos dirigimos a un bar pero no pude llegar ni siquiera a poner un pie cuando me tropecé con alguien cayéndome al suelo.

-¡Mello!- gritó Matt a mi lado.

-Ten más cui- sin embargo me callé al instante al darme cuenta de quien era.

-¿Estáis bien?- se acercó Matt. Sin embargo se quedó tan asombrado como yo.-C-Clare..-

-Vámonos Matt.- dije con la intención de irme.

-¡Mello! ¿¡No será enserio cierto?!- me cogió mi amigo por el brazo.-¡Mírala!- decía señalándola.

La verdad es que se la veía fatal, se sujetaba la cabeza con fuerza mientras sonreía como una boba y tenía un leve rubor, no cabía duda, esto era obra del alcohol.

-Matt, solo está un poco borracha, ya se la pasará.-

-¡Mello!- gritó mientras la ayudaba a levantarse.-Hay que cuidarla y lo sabes.- yo solo apreté mis puños con rabia.

Estúpida sea la casualidad y todo lo relacionado con el destino.

-Trae aquí.- dije mientras la sujetaba y la llevaba hasta el coche.

-Cuanto tiempo Mello.- me sonrió de manera tonta. Pero yo no la respondí. Cuando llegamos al coche la dejé en el asiento de atrás y me puse en el asiento del conductor.

-¿Me pongo detrás?- me preguntó Matt.

-Haz lo que quieras.- susurré mientras arrancaba el coche.

-Al final no hemos hecho nada ¿Que haría a estas horas en el centro? ¿Habría quedado con alguien?- yo solo miré por el retrovisor a Matt que estaba sujetando a Clare.

-Y yo que voy a saber. Pero ya es mayorcita para controlarse y para saber que es lo que debe o no beber.-

-Madre mía, lo último que me esperaba hoy era encontrármela.-

Ya somos dos.

-¿Por que giras?, al cuartel se va por ahí.-

-No pensarás llevarla ahí con el resto ¿Cierto?-

-¿A donde quieres llevarla sino?-

-Pensaba dejarla en un hotel.-

-Haz el favor de dar la vuelta. La llevamos con nosotros, quien sabe que puede pasarla.-

-¡Y una mierda la llevo ahí Matt!-

-¡Da media vuelta Mello!-

-¿¡Acaso estás mal de la cabeza?!- apreté el acelerador enfadado.-¿¡Que te hace pensar que ahí va a estar mejor que en un hotel!?-

-¡Pues que está con nosotros!-

-¡Ese es el problema!-

-¡Mello cuidado!- gritó al ver que por poco nos estrellábamos.-Escúchame.- dijo mientras se apoyaba en mi asiento.-Que tú no quieras verla ni en pintura no quiere decir que lo que tú digas sea lo correcto.-

-Haz lo que quieras Matt.- refunfuñé mientras daba un volantazo para dar media vuelta y que se callara.-Que conste que si llega a ocurrir algo, ya sea tanto con los compañeros como con la policía, te vas a hacer cargo tú y solamente tú. Yo no pienso mover ni un pelo por ella ¿Queda claro?- él solo asintió.

Una vez llegamos aparqué en el porche mientras entrábamos al cuartel.

Matt tan solo cogió a Clare que se había quedado dormida mientras yo entraba para sentarme en el sofá.

-Anda Mello ¿Que tal os ha ido?- me preguntó el jefe.

-De maravilla.- respondí mientras desenvolvía la tableta de chocolate.

-¡Vaya pero que tenemos aquí!- exclamó uno de mis compañeros al ver que Matt traía a Clare en brazos.-¿No me digáis que habéis contratado servicio especial?- se rió.

-No seas estúpido.- respondió el pelirrojo.-La hemos encontrado desmayada, no podíamos dejarla ahí.-

-No podías dejarla ahí.- dije remarcando la palabra para que quedara claro que yo no tenía nada que ver.

-Bueno, la verdad es que no es nada fea.- respondió el jefe mientras la acariciaba el pelo.-Alomejor podemos contratarla para que nos ayude con algunas cosas.- sonrió de manera pervertida.

Yo solo comí la tableta de chocolate despreocupado.

-Cuando cobre el conocimiento se marchará de aquí.- decía mi amigo mientras la colocaba en la habitación de al lado.

Todo esto era una mala idea. Para ser sincero pensé que Clare estaba en Inglaterra, no en Japón, eso quiere decir que está buscando a Kira, al igual que yo y que Near ¿Por que se supone que tengo que acoger a alguien contra el que estoy compitiendo?

Clare
Poco a poco fui abriendo los ojos, y cuando los abrí completamente fui observando con cuidado la habitación en la que estaba, sin perderme ningún detalle.

¿Dónde estoy?

Me levanté de la cama con un dolor de cabeza increíble y con unas ganas de vomitar tremendas. Intentaba recordar lo sucedido ayer pero me costaba. Tan solo me vinieron imágenes de Light, nada más que eso ¿Estaba en su casa?

Abrí la puerta poco a poco pero no se abría. Empecé a desesperarme, así que empecé a pegar golpes a la puerta para que se abriera.
¿Acaso me había secuestrado el muy desgraciado?

-¡Abre la puerta!- exclamé golpeando la puerta.-¡Light Yagami abre la puerta ahora mismo!- de repente alguien la abrió, pero no era Light la persona que estaba detrás, era Matt.

-Ya estás despierta.- yo solo me quedé asombrada sin entender nada.

-¿Q-Que haces aquí?-

-Anoche te encontramos tirada en la calle.-

-¿Te encontramos?- pregunté temiéndome lo peor.-¿Quien más estaba contigo?-

-Mello.- dijo mientras se rascaba la nuca sabiendo que no me haría ninguna gracia.

Mi corazón latía a mil, mi estómago estaba revuelto y las manos me sudaban casi de manera exagerada.

-¿Donde estoy?- fue lo único que pude preguntar.

-En el cuartel en el que trabajamos.-

-¿Hay más gente a parte de vosotros 2?-

-Sí, unas 7 personas más aproximadamente.-

No pude evitar pensar en Near, ¿Estaría demasiado preocupado? ¿Habría llamado a la policía?

-Hay madre.- dije mientras me sentaba en el suelo al darme cuenta de la situación.-Soy un completo desastre.- dije llevándome las manos a la cabeza.

-¿Vas a contarme lo que pasó ayer?- se agachó a mi altura. Era extraño, había pasado mucho tiempo desde que vi a Matt, pero aún así  se sentía tan cercano.

-Anoche quedé con un amigo y entramos a un bar, no me acuerdo exactamente que pasó pero creo que hubo un momento de la noche que me dejó tirada.-

-¿Por que?-

-No lo sé, había alguien más no sé quien, una amiga suya. No recuerdo la cara.- Matt como respuesta me ayudó a levantarme.

-Ha pasado mucho tiempo.- me sonrió, yo solo asentí sin saber muy bien como reaccionar cuando de repente me abrazó, y yo, como buena sentimental que soy, le correspondí, por que aún muy en el fondo de mi lo necesitaba.

Cuando nos deshacímos del abrazo me llevó a la sala de estar para que me tomara un vaso de agua para hacerme sentirme mejor y que luego me marchara.

-¿Cómo es que estás en Japón?-

-He venido a atrapar a Kira.-

-¿Y Sofía?- me preguntó tímido. Iba a responderle cuando de repente alguien me interrumpió.

-Eh Matt, tienes que venir un momento.- yo solo me quedé en el sitio al saber de quien se trataba, Mello. Mientras yo le miraba fijamente mientras bebía nerviosa del vaso del agua él parecía de lo más tranquilo, ni siquiera se inmutaba de mi presencia.

-Espera un poco.- respondió el pelirrojo.

-Bien, date prisa.- dijo el rubio con enfado mientras se daba media vuelta.

¿Acaso me estaba ignorando?

-Imbécil.- susurré con odio.

-Déjalo estar Clare, ya sabes como es.-Ese era el problema, que a pesar de su indiferencia hacia mi, me había ayudado.

Yo no respondí, simplemente me dirigí hacia el mismo sitio al que se dirigió él y cuando lo hice me topé con una puerta que no dudé en tocar.

-Sí. Adelante.- Cuando entré me encontré con él, que estaba tirado en la cama . Levantó la vista y volvió a apoyar su mirada en el libro que estaba leyendo siendo ajeno a lo que ocurría.

-Mello.- le llamé, pero no me respondió.
-Mello.- repetí más segura de mi misma. Pero tampoco hizo caso.-¡Mello!- exclamé angustiada al darme cuenta que tenía pensado ignorarme.

-¿Que pasa joder? No me dejáis estar ni un segundo tranquilo.-

-G-Gracias.- fue lo único que supe decir mientras agachaba la mirada.-Por lo del otro día.-

-Dáselas a Matt, no a mi. Yo no tenía ninguna intención de sacarte de ahí.-

-Bueno, solo quería decirte eso.- decía mientras abría la puerta para irme. Pero no me dio tiempo a cerrarla cuando Matt vino corriendo, se le veía pálido, estaba temblando y  sudoroso.

-¡Mello Mello!- gritó abriendo la puerta y sobresaltando al rubio.-¡Están aquí!-