Clare

Sentados en la mesa cada uno en una esquina, de brazos cruzados y con el ceño fruncido como niños pequeños.

El rubio no paraba de suspirar pesadamente mientras Near armaba tranquilamente su puzzle.

-¿Qué ha pasado esta vez?- preguntó Matt. Yo tan solo sacudí la cabeza de lado a lado dándole a entender que no tenía caso preguntar, ya estábamos acostumbrados a este tipo de actitudes.

-¿Comenzamos o qué?- intervine.-No vais a estar toda la reunión callados, ¿o sí?-

Mello, al ver que estaba empezando a molestarme, miró a Near para que fuese él quien diera comienzo al informe que íbamos a dar. El albino tan solo sacó una hoja, se enroscó el dedo en el pelo y apoyó la pierna en la silla al mismo tiempo que dejaba a un lado sus piezas.

-Mello y yo hemos hablado principalmente de la libreta. Hemos repasado las reglas exhaustivamente. Sin embargo, no hemos podido obtener ningún tipo de información sobre los Shinigamis.-

-Sabemos que provienen de un mundo paralelo y que ellos son los verdaderos portadores de la Death Note, pero desconocemos la razón de por qué han decidido bajar a nuestro mundo.- continuó Mello.

-¿Creéis que está del lado de Light?- preguntó Sofía.-Quiero decir, si ambos han estrechado lazos y han establecido algo así como una amistad, ¿creéis que nos mataría? A L le mató un Shinigami.-

Todos nos quedamos pensativos ante esa idea.

Si bien es cierto que el gran detective fue asesinado por uno de ellos, lo normal sería pensar que fue Ryuk puesto que es el único que conocemos, pero hay más Shinigamis. Mello ya conoció a uno en el pasado.

-No podemos pensar en eso ahora.- dijo Near interrumpiendo mis pensamientos.-No sabemos cuales son las intenciones del Shinigami ni de que lado está. Es por eso, que hay que ir con precaución, porque podríamos morir en cualquier momento.-

-En el informe de L pone que convivían todos en un mismo edificio para hacer más fácil el caso. Si Light perdió la memoria, lo lógico sería pensar que por fuerza tuvo que matarlo el Dios de la muerte.- murmuró el rubio.-Pero dejando eso a un lado, ¿tú que tienes, Sofía?

-Fui con Gevanni y gracias a él pudimos seguir fácilmente a Mikami. No hay nada raro en sus movimientos o en los lugares a los que va. Tiene un horario perfectamente calculado.- respondió indiferente mientras se apoyaba en su mano.

-Esa es una buena pista.- sonrió Matt.-Para alguien como él hacer algo fuera de lo previsto llamaría mucho la atención.-

-Sí, eso es verdad.- apoyó Near.-Hay que obligarlo a salir de su zona de confort, necesitamos una respuesta, pero eso lo pensaremos más adelante. Ahora lo primordial es recoger un informe general sobre la situación. Matt, tú turno.-

-Hoy en el cuartel general estaban hablando sobre Light. Al parecer hay unos cuantos que sospechan de él, sobre todo Aizawa, si es que he recordado bien su nombre.- yo tan solo asentí con la cabeza dándole a entender que lo había dicho perfectamente.-Sin embargo, también he descubierto que Misa y Takada, días antes de su muerte, tuvieron una cena. Al parecer ambas se peleaban por el amor de Yagami.-

-Near.-le llamé.-¿Crees que Misa tiene el ojo?-

-Sí, lo más seguro es que sea así, a pesar de que no sea ella quien realice las purgas.-

-Clare.- me llamó el rubio.- ¿Tú quedaste con Light, cierto?- yo tan solo achiné los ojos al saber que Mello me preguntaba eso por temas personales, y no relacionados con la investigación.

-Light me canceló la cita.- mentí.- Así que no me quedó otra que seguirlo.- Mello tan solo esbozó una pequeña sonrisa que, aunque él no quisiese que se notara su satisfacción, yo si la noté.

-¿Qué te ha cancelado la cita?- repitió Sofía extrañada. Yo tan solo le di una pequeña patada por debajo de la mesa para que me siguiera el rollo.-Oh sí, es verdad, ¿por eso me llamaste, cierto?-

-Sí.- fingí una sonrisa.

-¿Y observaste alguna conducta extraña?-preguntó Mello risueño mientras enarcaba la ceja.

-Lo más interesante fue, que tenía que llevar a Misa a una reunión importante, así que no tengo mucho.-

-¿Les habrás seguido hasta la reunión, no? Sería lo más lógico.-intervino el albino.

En ese momento abrí los ojos sorprendida sin saber muy bien que responder. No podía decirle que había entrado en la casa de Light por razones obvias, pero tampoco podía mentir dando datos erróneos.

Iba a abrir la boca cuando de repente apareció Rester.

-Aquí tienen.- nos sirvió la cena. Mis ojos se iluminaron como nunca nada más verle.

-Rester.- suspiró pesadamente Near.- Te dije que no hacía falta, que teníamos una reunión.-

El agente se quedó en blanco sin saber muy bien como reaccionar.

-En ese caso vuel-pero rápidamente le corté.

-Ahora vengo, voy al baño. No me esperéis, podéis seguid mientras con el informe.- dije mientras me levantaba rápidamente de la silla.

Nada más entrar, me mojé la cara y me apoyé contra la pared exhausta.

A pesar de que no quisiese darle más problemas a Near, parecería como si los buscara yo sola y voluntariamente.

Pasados unos minutos decidí volver, pero cuando me volteé para abrir la puerta, me encontré a Mello intentando abrir esta.

-¿Q-Qué haces?- retrocedí.

-¿Qué ha pasado con Yagami, Clare?- me preguntó molesto.-He notado la patada que le has pegado a Sofía, así que no te hagas la tonta.- cerró la puerta detrás de él haciendo que los dos nos quedásemos solos en el cuarto.

-O-Oye Mello.- intenté alejarle.-El baño ya es lo suficientemente pequeño como para que estés agobiándome de esta manera.-

-¿Qué paso con Light, por qué no quedaste con él?- preguntó de nuevo, pero esta vez en un tono más brusco.

-¿¡Porque como voy a quedar con él, maldición?!- exclamé.-¿Después de lo que pasó tú crees que lo que más me apetece es verle?- subí mi mirada hacia sus ojos.

-¿Entonces no le seguiste tampoco?- se alejó un poco mientras se pasaba la mano por el pelo.

-Sí, sí que le seguí, pero no hasta la reunión porque ahí me metí en su casa.- musité mientras evitaba su mirada.

Mello no dijo nada, tan solo se quedó apoyado en la pared observándome. Cuando por fin me atreví a mirarle, me mordí el labio inferior nerviosa, sin saber qué decir o qué hacer.

¿Por qué se tenía que quedar callado en un momento como este?

-Para.- respondió.-No hagas eso.-

-N-No lo volveré a hacer. Sé que fue una locura por mi parte, pero no pude evitarlo..- y dicho eso me volví a morder el labio mientras él se acercaba lentamente a mí.

-Te dije que pares.- dijo mientras separaba mis labios con sus dedos.-Puedes hacerte sangre, idiota.-

Noté como mis mejillas subían de tono.

-¿N-No estás enfadado?- me atreví a preguntar.

-Mucho.- y dicho eso cogió la mejilla, que hasta entonces estaba roja, y me besó mientras me apoyaba contra la pared y metía su pierna entre la mía para profundizar aún más el beso.

Enrosqué mis dedos en su pelo haciendo que sus besos se depositaran en mi cuello.

-M-Mello..-

-Estoy enfadado, así que.- dijo mientras se separaba para mirarme directamente a los ojos.-Vas a tener que ganarte mi perdón.-

Esas palabras no hicieron otra cosa más que ponerme nerviosa. Su estúpida sonrisa se esbozada de manera divertida sobre sus labios.

Él realmente estaba disfrutando de todo esto.

Sus besos volvieron a depositarse en mi cuello mientras sus dedos acariciaban mi tripa haciendo que un escalofrío recorriese mi columna nada mas notar su piel sobre la mía, hasta el punto de soltar leves suspiros.

-No sabía que podías hacer esa clase de sonidos. Me gusta.- sonrió mientras subía la mirada.

Yo tan solo me tapé la boca sonrojada al mismo tiempo que evitaba su mirada. Para él estas cosas serían normales, debió de estar acostumbrado a hacerlas cuando estaba en la mafia.

Pero para mí, no lo son.

-Oye, mírame.- me apartó la mano de la cara. Y eso hice, posé mi mirada en sus bellos ojos azules y después en sus labios. Mis ojos recorrían toda su cara, desde sus cejas, hasta su cicatriz. Recorrían su pequeña nariz y su barbilla y se daban cuenta, al igual que yo, que la persona que tenía enfrente era realmente hermosa.

-¿Mmm?- balbuceó risueño.-¿Es que no puedes parar de mirarme de lo guapo que soy?-

Sin embargo, no pude responder cuando unos gritos provenientes de Matt nos obligó a separarnos y a salir del baño preocupados en busca de nuestro amigo.

-¿Qué diablos ocurre?- pregunté confusa al ver al pelirrojo enfurecido.

-¡Este desgraciado quiere que Sofía toque la libreta!-

-¡Matt, ya basta!- exclamó mi amiga intentando tranquilizarle.-¡Estoy dispuesta a hacerlo, es una decisión mía!-

-Tan solo tiene que sacar fotos de la libreta. - dijo Near.-No te preocupes.-

-¿Por qué has decidido eso?- le pregunté en un tono molesto.-¿Por qué diablos quieres exponerla de esa forma?-

-Porque necesitamos respuestas, y para eso necesito ver la libreta con mis propios ojos.-

-Nos sirven los ojos de Mello, él ya observó y utilizó el cuaderno.-

-No.- dijo el albino serio.-A mi tampoco me hace gracia involucrarla. Soy consciente de que hay un Dios de la muerte al cargo de esa libreta y de que es peligroso teniendo en cuenta que no sabemos sus intenciones, pero es necesario ver el cuaderno de cerca, sino no podremos avanzar.-

Noté como Mello apoyaba su mano en mi hombro dándome a entender que era lo mejor.

-¡No!- grité mientras la apartaba.-¿Por qué demonios no puede hacerlo Gevanni solo?-

-Porque ha sido ella quien se ha ofrecido.- nada más escucharle decir eso mi vista se fue directamente a la de Sofía.

No me salieron las palabras ante aquella respuesta, tan solo observé a mi amiga confusa y sin saber muy bien que era lo que se la pasaba por la mente para ofrecerse a hacer algo así.

-Siento que es algo que debo hacer.- apretó sus puños.-Esta batalla no es de la SPK ni de la policía, ni siquiera del Gobierno. Esta batalla es nuestra, no estoy dispuesta a volver a exponer a Gevannu cuando es mi deber tocar ese cuaderno. Estuve años preparándome para este momento, para suceder a L y hacerme cargo de la situación. -

Iba a rechistar cuando Mello me detuvo.

-Creo que es mejor acostarnos.- nada más decir eso, todos nos quedamos en silencio. Mi mirada se clavaba en el suelo, intentando entender de algún modo las palabras de mi amiga.

-¿Por qué no me has dejado hablar? ¿Es que no te das cuenta de que no es su deber hacerlo?- le repliqué a Mello mientras cerraba la puerta de la habitación detrás mía.

-Clare, hay veces en las que el temor al miedo es peor que el propio miedo.- dijo mientras se quitaba la camiseta y la dejaba en la silla.-Lo último que quiere ella es que alguien inocente muera por algo que ella tuvo que hacer, ¿entiendes? No podemos privarla de eso. - yo tan solo miré su espalda desnuda mientras pronunciaba aquellas palabras.-Vencer sin peligro es triunfar sin gloria, estoy seguro de que eso es lo que ella está pensando. No correr el mismo riesgo que corrió L sería insultante para ella.-

-¿Cómo lo sabes?-

-Porque yo pienso lo mismo.- dijo mientras se volteaba hacia mi.- La lucha contra Kira no es más que un duelo a gran escala, y al fin y al cabo luchar es vivir.- sonrió ligeramente.

Sin embargo, unos gritos provenientes del cuarto de al lado nos alarmó. Era Matt, que pedía una y otra vez explicaciones a Sofía al mismo tiempo que suplicaba que pensara antes de actuar.

Una parte de mí se sentía igual él. Sofía era una persona sumamente importante en mi vida, sin ella, estoy segura de que no estaría dónde estoy ahora.

Ella ha sido capaz de que yo pudiera volver a confiar en alguien, aún cuando todo estaba perdido para mí. Se podría decir, que a día de hoy soy como soy gracias a ella y al apoyo que me ha brindado. Pero, al igual que comprendía a Matt, también la comprendía a ella.

Cada uno de nosotros tiene la fuerza de luchar por algo que ama. Es un instante mágico que se dispersa en tu cuerpo, un momento que te hace recordar quien eres y lo que quieres. Y lo hace en su máximo esplendor.

Porque cada quien decide arriesgarse por algo o alguien.

Es el poder de luchar por aquello en lo que crees, la magia de poder reunir fuerzas una última vez para ver claridad en donde una vez hubo oscuridad.

Es la sensación, ni tan simple ni tan compleja, de llevarte todo por delante con tal de ver cumplidas tus metas y anhelos.

Y Sofía no puede evitar que ese poder la absorba.

No puede evitar ver a otro haciendo su trabajo cuando sabe que es ella quien debe hacerlo. Esa es la fuerza que tanto la caracteriza, porque en el fondo, ella ama este mundo más que nadie.

Ama a su gente, a sus paisajes y a sus injusticias.

Ama a su corrupción ante el poder, así como también ama a su ignorancia y a sus fallos.

Porque, un mundo en el que alguien no es comprendido. En el que se cometen injusticias y es el poder el que importa. Un mundo que se intenta salvar, pero que al poco tiempo se vuelven a cometer los mismos errores. Era el mundo al que yo pertenecía y por el que yo también estaba dispuesta a luchar.

Es por eso, que aún a muy a mi pesar, yo también la entendía.