Mello
Cada paso que daba lo hacía con más fuerza.
Cada respiración y cada mirada que lanzaba lo hacía con la cara gacha y con la misma fuerza con la que caminaba.

-Mello, ¿quieres que te sirva algo?-escuché la animada voz de Matt, pero yo tan solo pasé de largo. -¿M-Mello?-

Empecé a posar mi mirada en cada esquina de la sala, en busca de su figura. Pero no lo encontraba.

-¡Mello!- exclamó Matt.-¡Dime ya que ocurre!- se preocupó.

Inmediatamente, le lancé una mirada fría y severa para darle a entender que no debía de detenerme y que no estaba para hablar, o al menos no ahora.

-¿Dónde está Light Yagami?-fui directo al grano.

-¿P-Para qué lo buscas?- tartamudeó.

-Para matarlo.- y cuando dije eso escuché la saliva de mi amigo deslizarse por su garganta. Estaba aterrado. Su piel se había erizado con tan solo escuchar eso, porque en el fondo sabía que era capaz.

Sin embargo, no se dejó dominar por la intimidación y de un tirón me llevó hasta una pared.

-¿¡Se puede saber que demonios dices?!-

-¿Sabes donde está o no?-

-¡Mello! ¿¡Que ha pasado?!-

-Lo ha hecho.-

-¿El qué?- se desesperó.

-Besarla.- en ese momento, Matt se relajó y recompuso la compostura.

-Piensa bien que es lo que vas a hacer. Hay policías por todos lados, Mello. Te podrían reconocer.- Miré de reojo y me di cuenta de que lo que decía era verdad.-No sé que es lo que ha pasado, pero porfavor intenta calmarte.-

Intenté tomar el consejo de mi amigo. Cerré los ojos y respiré y exhalé el aire de forma calmada al mismo tiempo que destensaba mis puños.

-Está bien, ponme una copa.- dije por fin.

Fuimos hasta la barra donde mi amigo me puso ginebra. Sin embargo, justo antes de poder poner el culo en la silla e intentar olvidarme de lo que acababa de ocurrir, Light Yagami se sentó a mi lado junto con Matsuda.

Apreté mis puños con fuerza mientras Matt miraba la situación preocupado.

-¿Entonces ha pasado algo?- escuché preguntar  a Matsuda.

-Si, bueno, nos hemos besado.- escuché la voz de light Yagami.

Sabía que estaban hablando de Clare, y sabía aún más que él sabía quien era yo. Notaba cómo me miraba de reojo con una sonrisa burlona.

Me bebí la copa de una y le pedí otra Matt. Si hacía falta emborracharme para evitar una pelea, entonces estaba dispuesto a hacerlo.

-¿Quien se lanzó?- preguntó Matsuda entusiasmado.

-Ella.- sonrió. Y fue esa estúpida y egocéntrica respuesta la que colmó el vaso.-Pensaba en llevármela a casa, si sabes lo que quiero decir.- guiñó el ojo.

De un golpe me levanté de la silla, y de otro golpe pegué un puñetazo a la cabeza de Light Yagami haciendo que se cayera al suelo junto con su bebida.

-Deja de decir gilipolleces.- susurré enfadado.

-¡O-Oye!-escuché la preocupada voz de Matt.

-Me gusta esa mirada que tienes.- sonrió desde el suelo mientras se tocaba la herida del labio.
-¿Estás celoso o qué?-

Al darme cuenta de que nadie miraba hacia aquí, le pegué una patada en el estómago mientras él se retorcía de dolor.

-¡Light!- exclamó Matsuda.-¡¿Pero que estas haciendo?!- me reprochó.-¡Soy policía!-

-¿Ah, sí?- levanté la mirada con superioridad.
-Menuda sorpresa.- el chico tan solo se estremeció con mi mirada.

-Matsuda, no te metas.- le pidió su amigo.

Yo tan solo avancé hacia Light amenazante.

-No te vuelvas a acercar a ella. Y mucho menos a ponerle una mano encima.-

-¿Es que no te has enterado aún o qué pasa?- sonrió con el ego por las nubes.-Ella ha sido quien se ha lanzado. Ella no te quiere a ti, sino a mi.-

Abrí los ojos con enfado y sin dudar le pegué otro puñetazo en la cara.

-Sé que eres Mello.- me susurró al oído.-Así que dime. ¿Te vas a arriesgar a armar un escándalo estando rodeado de policías?-

-¡Basta ya!- me cogió Matt por los brazos al darse cuenta de que alguien podría vernos.

-¡Sí!- exclamé lleno de ira.-¡A mi me da igual arriesgarme si es por defender  aquello que quiero!-

-Qué interesante.- se levantó del suelo mientras se limpiaba las heridas y se ponía bien el traje.-No le diré a nadie quién eres.- me dijo al oído mientras posaba una mano en mi hombro.-Así que, demuéstrame de lo que eres capaz.- sonrió con maldad.

Yo tan solo lo aparté con brusquedad y, en un intento de sacar la pistola, me di cuenta de que no estaba en el bolsillo. Me la había dejado en el apartamento.

Con los puños apretados, observé a Light Yagami alejarse fijamente mientras rechinaba los dientes.

Nunca había sentido tanta impotencia. Era la primera vez que me quedaba quieto en el sitio sin saber que decir y sin saber que hacer.

¿Qué no le iba a decir a la policía que yo era el secuestrador?

-¡Maldición!- grité mientras pegaba un puñetazo a la mesa y tiraba la silla de una patada.-¡Maldición, maldición!- repetí de nuevo.

-Mello..- me miró Matt con tristeza. Al ver a mi amigo preocupado yo tan solo salí afuera.

-Déjame solo.- le dije con la voz ronca para que no me siguiera.

Nada más salir a fuera, giré la esquina que había del local y me tiré a la pared que había más alejada del parking, donde no había nadie que pudiese verme.

Fue en ese momento cuando eché a llorar, cuando dejé ir toda la frustración que sentía.

Pero no lloraba porque las palabras de Light Yagami me hubiesen causado dolor. Lloraba porque me había cansado de tener que soportar tantas cosas, de tener que callarme. De haber tenido que tragarme todas aquellas palabras que había acumulado dentro de mi.

Llega un punto en el que uno no puede más y explota a la mínima, y había sido justo eso lo que me acababa de pasar.

Me había estando callando todo lo que sentía por miedo a cagarla. Y al final había sido hoy el día en el que todo se había echado a perder.

Era patético

Clare
-¿C-Cómo dices?- pregunté a Matt asustada.

-Clare, nunca le había visto de esta manera.-

Yo tan solo me llevé las manos a la cabeza.

¿Qué es lo que he hecho?

-¿Enserio le besaste?- me preguntó esta vez Matt.

-Sí.- admití.-Es que cuando vi la actitud de Mello hacia mi me dieron ganas de mandarlo todo a la mierda y...- se me había formado un nudo en la garganta.-Joder.- susurré al borde de las lágrimas.

Sofía tan solo posó su mano encima de mi cabello.

-Soy un desastre.- me dije a mi misma mientras se me escurrían las lágrimas.-Tan solo quería olvidarme de Mello. Y ahora resulta que le he metido en un lío. Todo es por mi culpa.-

-Clare..-

-Voy a dejar el caso.- dije segura de mi misma.
-Dejó el caso. Abandono.-

-N-No digas tonterías.- respondió mi amiga.

-No Sofía. Una persona que se ha liado con Kira que es la persona a la que buscamos, no es digna de formar parte de una organización. Mi trabajo no ha sido serio.-

-¡¿Y que hay de tus padres?!- respondió con enfado.

-Es por ellos que lo hago. ¿Qué pensarían mis padres si se dan cuenta que he besado a la persona que les mató?- susurré con un hilo de voz.

-Pero eso..- se sorprendió. Sin embargo, Matt negó la cabeza sabiendo que tenía razón. Esto no era profesional ni algo digno de L.

Me tomé una última copa y salí a fuera, pero cuando crucé la esquina me di cuenta de que al otro lado se encontraba Mello. Ni siquiera me atreví a mirar hacia su dirección. ¿Qué podía decirle? ¿Cuáles eran las palabras correctas en este momento? ¿Cuál es la cara tengo que poner a partir de ahora?

Eché un último vistazo para más tarde volver a irme. Lo mejor sería alejarme de todo esto, ya habían ocurrido demasiadas cosas hoy como para empeorarlas aún más.

Los dos estábamos distanciados a nuestra manera. Los dos nos sentíamos rotos por dentro. Los dos nos habíamos engañado.

Y no había peor castigo que ese.

El defraudarnos a nosotros mismos.